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Catalina la Grande

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Catalina II de Rusia
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Catalina la Grande Oppai.jpg
Sugar Mommy Oppai
Escudo rusia.svg
Zar (Zara?) de Rusia
por mucho tiempo
Reinado o lo que sea 34 años
Residencia Palacio de Verano
Hechos Ser la única grande además de Pedro
Predecesor Sucesor
Pedro 3.0
Pablo 1.0
Personal
Nombre de verdad Sofía quién sabe qué
Nacimiento Defunción BanderaImperio ruso.png Primer Imperio Ruso
BanderaImperio ruso.png Primer Imperio Ruso
Casa Irreal Casa de Románov
Estado actual Sepsualizado
Familia Nicolás II de Rusia (sobrino tatataranieto)
Anastasia Romanov (sobrina tatatataranieta)
Relaciones Con cualquier chico que le gustara
Enemigos Su hijo


Catalina 2.0 de Rusia versión Extendida o Big Cathalina (1729-1796, en ruso: Ekaterina la Gordovski, Pomerania,​ actual Polonia, próximamente Alemania o Rusia, 1729 - San PeterParkerBurgo, Imperio ruso, 1796 según el calendario inciclopédico gregoriano), también conocida como Kitty Emperatrixxx entre sus numerosos confidentes masculinos y cercanos colaboradores calefacción-humana en los crudos inviernos entrepiernáticos. Ascendió al trono ruso en 1762 a través de una serie de eventos desafortunados que, según las fuentes oficiales, involucraron a su esposo, Pedro III, tropezando y cayendo repetidamente sobre una espada que alguien, seguramente él mismo (pues no era muy listo), había dejado accidentalmente filo arriba en su habitación (inserte guiño aquí).

En su escalada al trono y en sus múltiples escaladas a otros sitios viriles de dura naturaleza, la emperatriz confiaba en sus nobles favoritos, especialmente en los Condes Grigori Orlov Erga y Grigori Potemkin que la tenía como un acorazado. Estos caballeros, junto con un grupo sorprendentemente competente de generales (a pesar de trabajar para Catalina), la ayudaron a expandir el imperio a un ritmo vertiginoso. Así anexó el Kanato de Crimea después de una serie de victorias sobre la temida Confederación de Abogados del Imperio Otomano en la Guerra Ruso-Turca que liberaba a los pueblos balcánicos del yugo de los turcos para colocarlos bajo el yugo de los rusos. Lo mismo hizo con otros territorios de países semificticios como Zelenskinia, Violorrusia, Curlandia y el Califato católico ateísta de Alaska o Imperio Inuit.

Como admiradora de Pedro el Grande a quién tomó el apodo (abriendo la tumba donde lo tenía guardado con él), Catalina intentó emular su estilo de gobierno. Con lo que le sobró de los huevos de Fabergé, construyó edificios grandiosos y fomentó las artes y la Ilustración, pero olvidó convenientemente la parte de "no esclavizar a millones de personas". Esta omisión causó algunos inconvenientes menores, como levantamientos campesinos armados con orcas y un ferviente deseo de reforma social. No hace falta decir que Catalina no era una gran fanática de este tipo de interrupciones porque le quitaban seriedad como monarca ilustrada y defensora de los derechos humanos.

Biografía

De joven, Catalina se parecía a Elle Fanning según Hulu. O pudo ser al contrario que Fanning se pareciera a ella. Lo importante es que tuvo que comerse 20 cajas de estas al día para ser más parecida.

Su padre era un general prusiano cuya fortuna descansaba en un bigote tan magníficamente rizado como su habilidad para enviar a sus soldados al campo de batalla para lucimiento del rey de Prusia, aunque la victoria no estuviera dentro de sus prerrogativas. Catalina, para suerte del mundo y regocijo de la historia, llegó a este mundo con el modesto (según los estándares de la época, el lugar y la pomposidad) nombre de Sophie Friederike Auguste Eleonore Anna Louise Katharina Wilhelmine Henriette Charlotte von Anhalt-Zerbst, una princesa alemana de linaje menor, tal como su sencillo nombre sugiere. Su árbol genealógico, adornado con la más distante conexión con Carlos IX de Suecia, le proporcionaría el lujo de alardear de ser pariente lejana de ABBA (y de la Reina Silvia, por si acaso). Según la costumbre reinante en la nobleza alemana de aquel entonces, su educación recayó principalmente en tutores franceses, quienes, ante cualquier atisbo de dificultad, se rendirían sin titubear, siguiendo la tradición de ceder ante la grandiosidad de alumnos alemanes.

Para aquel entonces, los franceses, orgullosos de su tierra como nunca antes, ya no guardaban la vergüenza tradicional, sino que lucían su identidad con el porte de quien aún tiene una cabeza. En medio de este aire de renovación cultural, Catalina fue instruida no solo en las artes de la lectura y escritura, sino que se sumergió en las corrientes ilustradas al devorar las obras de Molière, primero literalmente porque estaban impresas en papel de queso, pero luego metafóricamente, pues le gustó tremendamente la escritura del autor. Una cita del autor francés que no comprendió en el momento, pero que le serviría más tarde, cambiaría su vida:

Cita1.pngRecuerda, si te casas con el emperador ruso, piensa en grande: ¡las caderas de una mujer son más anchas que las de un hombre, así que asegúrate de expandir el trono y el imperio a la medida de tu grandezaCita2.png

— Tartufo de Molière

Catalina fue prometida al zarevich en virtud de un acuerdo entre el astuto conde Lestocq y Federico II de Prusia, quienes deseaban fortalecer los lazos entre Prusia y Rusia. Quizás porque se sintieron identificados por tener nombres de países tan parecidos, o quizás solo porque querían fastidiar a Austria, que no tenía tanta suerte con la coincidencia de nombres y sólo podía hacer alianza con Australia.

Al llegar a Rusia, la princesa Sofía se enfrentó a las mismas expectativas que las princesas de los cuentos de hadas: ser cortés con la servidumbre, soportar a su desagradable príncipe azul, ganarse el favor de su suegra y, por supuesto, aprender a hablar como un ruso auténtico escupiendo y todo. Para ello, tuvo que sumergirse en las complejidades de la lengua, las tradiciones y, sí, hasta los insultos del pueblo ruso mientras beben vodka con vilis de oso para desayunar. Todo esto implicó incluso adoptar la fe de la Iglesia Ortodoxa rusa (aunque todos saben que la verdadera es la Iglesia Ortodoxa griega) y ser bautizada con el nombre de Ekaterina, que, por alguna razón, es uno de los tres nombres que existen para mujer en idioma ruso.

Y así, entre bailes con osos, conversaciones con matryoshkas y tés con vodka, Catalina aprendió que Rusia no era solo un lugar, sino un verdadero desafío para cualquier princesa que se precie.

Matrimonio

Su esposo, el emperador, a menudo era confundido con un duende del bosque.

Si había algo en lo que Catalina no creía era en la abstinencia sexual, pero su esposo Pedro III sí y era bastante bueno en ello. Él estaba más interesado en el Minecraft de esa época, que era hacer maquetas con soldaditos, que en fabricar herederos o siquiera en intentarlo (y es lo que aparearse entre primos durante generaciones legan a la genética familiar). Por eso Pedro III se consiguió una amante (con la que no tenía relaciones íntimas, pero sí armaban juntos las maquetas) y Ekaterina respondió yendo a la cama con cada hombre que se le cruzara, entre ellos destacan el embajador británico, el rey de Polonia y el tatatatatarabuelo de <inserta tu nombre aquí>, sin mencionar que les enviaba dibujos (hechos por el pintor de la corte) a Diderot y a Voltaire, porque además de amar la libertad intelectual, también amaba la Ilustración liberal y ganarse algunos libros autografiados.

La zarina había convencido por medio del afecto a cada miembro de la Guardia Imperial Rusa que su apoyo era importante para ella, algo que el emperador nunca había intentado porque además con las mismas formas se consideraría muy raro. Así cuando Pedro se fue de vacaciones a Holstein con sus seres más queridos (sus soldaditos de plomo, y nadie más), la Guardia lo depuso como emperador (y posteriormente como ser vivo), esto se logró haciendo que firmara su abdicación engañándolo con el viejo truco de "puto el que no firme". Para desgracia de muchos, Pedro moriría un corto tiempo después cuando intentó comerse su propia almohada según investigaciones históricas. Otros reclamantes al trono de la familia (de la rama dinástica de Iván el Terrible) también morirían el mismo día atragantados por sus almohadas o cayendo accidentalmente sobre espadas (según la versión oficial del recientemente formado gobierno imperial de Catalina).

Gobierno

Coronación

"Hey, mis ojos están aquí abajo. Y mis boobies más abajo por si quieres verlas."

La coronación de Catalina fue el buzz de la temporada, eclipsando incluso el último escándalo en la corte de Versalles. Con una corona tan pesada que necesitaba un equipo de lacayos para sostenerla, Catalina desfiló como si llevara un nido de pájaros en la cabeza (con lo que le gustaban los pájaros cerca de su cara, estaba contenta). La Corona Imperial de Rusia, diseñada por un joyero con más nacionalidades que un equipo olímpico, era tan ostentosa que los diamantes venían con gafas de sol para evitar deslumbramientos.

La corona, que simbolizaba la riqueza y la autoridad de la zarina, tenía tantas perlas y diamantes que los invitados se preguntaban si Catalina había saqueado el mar y el cielo para adornarla. Y en la cima, una cruz de diamantes proclamaba: "Soy la elegida de Dios, y mi sombrero lo confirma".

El peso de la corona era tal que se rumoreaba que ella desarrolló músculos en el cuello extras únicamente para poder sostenerla. Los Romanov la usaron para todas sus coronaciones, hasta que los bolcheviques la convirtieron en su blanco favorito en el campo de tiro. Hoy, la corona reposa en un museo, donde los visitantes aún se maravillan y se preguntan si Catalina tenía superpoderes cervicales.

Rebelión zombie y su primera guerra con Turquía

Yemelián Pugachov fue condenado a morir en paseo a caballo mientras la gente lo insultaba y le arrojaba tomates. Nadie pensó que su vida se extendería 5 años porque los tomates le daban una dieta rica en licopeno.

Cita1.pngEn los anales de la historia, pocas veces se ha visto una revuelta tan peculiar como la de Yemelián Pugachov, quien, con la audacia de un cosaco y la lógica de un borracho, se proclamó el zombi de Pedro III. Según mis cálculos, si Pedro hubiera sido realmente un zombi, habría consumido aproximadamente 1.5 cerebros por día, lo que nos lleva a un total de 547.5 cerebros al año, una cifra que incluso para los estándares zombis es bastante impresionante.Cita2.png

— Flavio Josefo (37 a.C. - 100 d.C.)

El gobierno de Catalina comenzó mal. Yemelián Pugachov, un cosaco con delirios de no-muerto, se autoproclamó el zombi de Pedro III, con un hambre voraz de cerebros y tronos. Su olor a muerto viviente era tan convincente que campesinos, mineros y obreros se unieron a su causa, probablemente porque pensaban que cualquier cosa sería mejor que el olor de sus propias chozas.

Con un ejército de seguidores tan frescos como él, Pugachov marchó hacia San Petersburgo, soñando con un golpe de estado que empezó como una apuesta de borrachos. Catalina, que ya estaba enfrascada en un tira y afloja con los turcos, decidió jugar al despiste y cambió las señales de tráfico. Así, los rebeldes acabaron en Constantinopla, confundiendo el Gran Bazar con la Plaza Roja, y dejando a los turcos rascándose la cabeza mientras los rusos se hacían con Crimea sin despeinarse el bigote.

El pobre Pugachov, que casi se sale con la suya, fue finalmente atrapado. Catalina, en un gesto de magnanimidad o quizás porque le caía bien su estilo zombi, le conmutó la pena. En lugar de hacerle pasear por la nieve con troncos atados a sus partes nobles mientras era perseguido por osos polares, optó por el ahorcamiento. Un final menos espectacular, pero igual de efectivo, y que además se convirtió en el entretenimiento principal de un festival público.

Ilustración rusa

Foto de la familia completa de Iván mientras esperan los beneficios de la ilustración de Catalina.

<inserta tu nombre aquí>kov, el Inciclopedista redactor de este artículo juntó algo de dinero y con él pudo pagar un viaje a través del tiempo para entrevistar a Iván, un campesino, para elaborar esta sección:

Cita1.png Iván, el campesino ilustrado, narra:

En una Rusia donde el frío corta más que cuchillo de carnicero, me encuentro, Iván, un humilde campesino con sueños de ilustración. Mientras labro la tierra, no puedo evitar divagar sobre nuestra zarina, Catalina la Grande, y su... "¡Iván! ¡Los osos han vuelto a robar las remolachas!" (grita su esposa desde la puerta de su cabaña).

Como decía, Catalina inauguró el Museo del Hermitage, un almacén de... "Papá, ¿los osos son amigos o enemigos?" (pregunta su pequeño, con ojos tan grandes como las ruedas del carro). Amigos, hijo, amigos que no saben que no deben llevarse nuestras remolachas.

Ella, apasionada por lo chino, construyó un palacio y... "¡Papá, ven rápido, los osos están bailando!" (exclama su hija, riendo mientras los osos se mueven al son de una melodía que se escapa de su radio vieja. "All The Things She Said" de t.A.T.u. llena el aire, y los osos, esos gigantes peludos, parecen encontrarle el ritmo).

Catalina se disfrazaba de geisha y... "¡Iván, los osos quieren miel!" (dice Nadia, siempre práctica, extendiendo un tarro hacia los visitantes inesperados). Entre geishas y osos bailarines, mi familia y yo vivimos momentos que ni la misma zarina podría imaginar.

A pesar de la distancia, las noticias viajan rápido, y me llegaron cartas de cómo Catalina se codeaba con los grandes pensadores de la época, enviando regalos extravagantes como vodka de oso y caviar, mientras nosotros nos conformábamos con pan negro y sueños de ilustración... "¡Iván, los osos han encontrado el vodka!" (interrumpe su esposa, mientras los osos comienzan a tambalearse de un lado a otro, en un estado de embriaguez festiva).

Soñaba con que sus reformas ilustradas nos alcanzaran aquí, en el campo, pero parece que se le olvidaron en algún rincón de sus palacios, entre sus salas de recreo y sus jardines. Hablaba de abolir la servidumbre, pero luego, como quien cambia de camisa, decidió que los siervos éramos más útiles trabajando la tierra que siendo libres... "¡Papá, ahora los osos están en la sala de recreo!" (grita su hijo, mientras los osos curiosean entre los juguetes y herramientas).

Dividió el país como quien parte un pastel, dándole más poder a los nobles, mientras nosotros seguíamos esperando que algún día nos tocara una migaja de ese poder. Apoyaba la ópera, siempre y cuando las cantantes tuvieran más carne que un estofado de domingo, y promovía la cultura, pero solo si no se atrevían a criticarla... "¡Iván, uno de los osos está intentando cantar ópera!" (exclama Nadia, con desconcierto por lo bien que canta el oso).

Y qué decir de la religión, ese teatro donde Catalina jugaba a ser la más devota, pero en realidad, quería fundar su propia fe basada en el amor libre. Mientras tanto, se quedaba con las tierras de la iglesia para financiar sus guerras y sus fiestas... "¡Papá, los osos están rezando!" (observa su hija, mientras los osos se sientan en círculo, con las patas juntas como si meditaran, luego uno se tira un pedo).

La situación no podría ser más rara. Aquí estoy, en medio de la estepa rusa, con osos por compañía, mi familia adaptándose a la nueva ‘normalidad’ y Tatu creando la banda sonora de este momento tan peculiar. Quizás esto es lo que Catalina quería con su ilustración: unir a la naturaleza, la familia y la música en una extraña armonía. Aunque lo más seguro es que sólo quisiera que le lubriquen la tubería.

Y mientras los osos se relamen con la miel y mis hijos danzan alrededor, pienso que tal vez, solo tal vez, la ilustración no está tan lejos de llegar a nosotros, los campesinos. Después de todo, si los osos pueden disfrutar de la música pop y mi familia puede acogerlos sin miedo, ¿quién dice que no podemos aspirar a un futuro más brillante?Cita2.png

— Iván murió al día siguiente cuando se tropezó con una espada afilada por criticar a Catalina, un par de osos también murieron igual.

Políticas económicas y sociales

Catalina rompiendo una botella en la cabeza a Potemkin en una pelea de borrachos. Pero no le pasó nada porque está acorazado.

Durante su reinado, se observaron importantes transformaciones tanto en el ámbito económico como social. Fue como si un caracol ruso hubiera adelantado a una tortuga europea en una carrera. Muy aburrida de ver, pero que al final sirve para ganar apuestas. A pesar de estos desafíos, se detectó un incipiente florecimiento industrial, con la particularidad de que los trabajadores no eran obreros comunes y corrientes, sino siervos medievales que trabajaban en fábricas chiquitas con maquinaria hecha de patatas, lo que los hacía que no fueran totalmente esclavos, no fueran totalmente obreros y no fueran totalmente medievales, pero tampoco sabían lo que sí eran.

Por otro lado, Catalina logró avances notables al alentar la migración de alemanes que eran mayoritariamente su familia, que se asentaron principalmente en la región del valle del río Volga, con la finalidad de difundir el chucrut, la cerveza y el lederhosen. Con ello hicieron que los rusos se sintieran más europeos y menos asiáticos, fomentando su antisemitismo identidad.

En 1768, se instituyó el Assignation Bank con el propósito de emitir el primer papel moneda gubernamental. Esta medida fue una respuesta a la escasez de plata en el tesoro, causada porque se les ocurrió usar balas de plata para matar turcos, porque les llegó el rumor que funcionaban como hombres lobo. Y también hasta que alguien se dio cuenta de que los rublos de asignación no valían nada y que era mejor usarlos como papel higiénico, aunque de calidad tan mala que les dejaban el culo estampado con el escudo imperial. Esto porque la Zar dedicó especial atención a la reforma financiera, basándose en el asesoramiento del príncipe AA Viazemski. Celebrando juntos su primera aproximación a un déficit estatal con una orgía comunal.

En cuanto a la salud pública, Catalina adoptó enfoques innovadores. Además, fue una de las primeras en vacunarse contra la viruela, lo que marcó un hito en la historia de la medicina. Y también logrando infectar al otro 94% con otras enfermedades venéreas, algunas no identificadas todavía, logrando hacer que los rusos tuvieran más granos que una pizza de piñones.

De nuevo con los siervos, Catalina poseía 500,000 de ellos, mientras que 2.8 millones pertenecían al Estado ruso. Estos siervos estaban ligados a la tierra que cultivaban, porque habían desarrollado raíces para alimentarse de la tierra porque comida no tenían mucha, y su situación era limitada en términos de derechos. Catalina introdujo cambios en la servidumbre al permitir que los siervos presentaran quejas contra los nobles que no cumplían con sus obligaciones, así se salvó porque las quejas ya no las recibiría directamente ella, sino un consejo de nobles inclumplidos y desobligados. También permitió que los siervos se casaran con quien quisieran, siempre y cuando fuera otro siervo, igualmente autorizó que tuvieran mascotas, siempre y cuando fueran ciervos, porque le gustaba la ironía.

Política externa

Los aliados de la emperatriz tenían la desdicha de verle los calzones.

Una serie de circunstancias hicieron que su querido rey polaco fuese depuesto del trono y ella reaccionó como cualquier alemán lo haría: se quedó con Polonia para sí misma. Para evitar conflictos internacionales le regaló un poco a Prusia. Por este motivo (?), Turquía le declaró la guerra nuevamente a Rusia, y Rusia volvía a ganar más territorio, y Turquía volvía a declarar y Rusia a ganar, hasta que los musulmanes aprendieron la lección su territorio era más pequeño y el territorio ruso era más grande.

Los problemas no tardarían con la expansión. Las poblaciones ya existentes y además las nuevas eran muy diferentes entre sí. Unos llevaban barbas y otros no, unos hablaban ruso y otros no, unos pagaban impuestos y otros no, así que hubo una acción disciplinaria, sobre todo para estos últimos, que eran los ucranianos, bielorrusos y judíos (sobre todo a estos últimos, de nuevo) obligándolos a vivir en la parte más fértil y cálida del territorio, lo que a ojos de nuestra época se sabe que es discriminación, pues los judíos del siglo XIII deseaban colonizar el Polo Norte para alejarse de sus enemigos naturales: los no judíos.

Pero hablemos de cosas importantes: la vida de Catalina no dejaba de ser emocionante. Seguía dando su amor a cuando mozo (y moso también) le gustara no importa si era 10, 20 o 30 años menor que ella, mientras les proveyera de siervos, riqueza y papel higiénico de oro sólido para sus royales traseros, todo estaba bien. Mientras mejor sepsualmente se sentía, más territorios conquistaba y más arte y cultura occidental llevaba a sus dominios, y ¿por qué no? Aprovechaba la estadía de los artistas y hombres de cultura para conocerles más "a fondo".

Al principio de su gestión, en Europa se le consideraba una monarca ilustrada, sabionda y super-sexy, como a una Venus paleolítica, bastante progre por el hecho de sextestearse mensajearse con los ilustrados. Sin embargo, tras el triunfo de la Revolución francesa, los sublevados antimonárquicos esperaban que siguiendo los ideales, ella se guillotinara a sí misma y a los miembros de su corte, cosa que no hizo por razones desconocidas. Tras esto se hizo fervientemente antiilustrada y envió a sus amigos progres a un campamento eterno a Siberia. Prosiguió mejorando su ejército y su economía para competir con los demás países de Europa del siglo XIX y mantuvo a su población bastante feudal para competir con los demás países de Europa de la Edad Media.

Su hijo: Pablo I

Pablo I a sus 30 años, cuando confundió la ropa interior de su madre con un traje y una capa.

Pablo I de Rusia fue el hijo de Catalina la Grande y un goblin de jardín. Fue zar de Rusia, Gran Maestre de la leche de Malta y Duque de Sándwich, desde 1796 hasta su muerte accidental en una reunión con sus conspiradores en su habitación cierta madrugada. El "gran" duque (se le dice gran por respeto, ya que medía 1.20 m en una población cuyas mujeres superan el 1.90) Pablo nació durante el reinado semilegítimo de la emperatriz Isabel, a partir de ahí todo se complica. Pablo se considera el único hijo de la gran duquesa Catalina, la cual da a entender en su diario que el obtuso, pequeño y debilucho de su marido no es el verdadero padre de la criatura, sino que lo es un cosaco de 2 metros y medio. Los enemigos del Pablo aseguran que el ex-emperador Pedro III era estéril como una roca y éste no podría ser su hijo, pero los partidarios de Pablo aseguran que es exactamente igual de obtuso, pequeño y debilucho como aquél.

Durante su infancia, sucedió lo de siempre, Pablo fue apartado del lado de su madre por la emperatriz para dárselo a instructores sin corazón para que hicieran de él un buen heredero. De niño fue considerado inteligente y hermoso, pero esto cambiaría gracias a una enfermedad llamada adolescencia que le provocó fealdad en las facciones y en el cerebro para siempre. Por milagro lograron casarlo con una princesa alemana que le gustaba mucho el dinero, a partir de esa fecha se le permitió asistir al consejo real, aunque en calidad de bufón. Un día olvidó que traía sus anteojos puestos y se arrojó sobre el plato de comida (como siempre) destruyendo los cristales con el golpe, al sentir los fragmentos de vidrio en su comida Pablo acusó que su madre intentó matarlo, y así sería cada día.

Su madre al ver que se estaba poniendo más loco le dio permiso para irse de viaje por Europa durante un año completo. Así iba de incógnito fingiendo no ser el zarevich, sino un príncipe común y corriente, ahí se puso más loco aún, queriendo copiar exactamente a los solados de Prusia. Cuando regresó a Rusia hizo que todos sus trabajadores (soldados, mucamas, cocineros, jardineros, etc.) usaran el uniforme de brigada de Prusia con bigote incluido. De su matrimonio tuvo varios hijos que para sorpresa de todos resultaron ser normales. Entre ellos el futuro zar Alejandro I de Rusia que derrotaría a Napoleón sin mover un dedo y luego fingiría su muerte porque no quería ser zar, también a Constantino Románov que no quiso ser zar porque eso era para masoquistas y otro zar Nicolás I de Rusia que tampoco quería ser zar pero lo obligaron.

Muerte y legado

La última gran aventura de Ekaterina.

Pablo consideraba que su madre gobernaría hasta que él mismo llegara a la mayoría de edad. Se topó con la sorpresa de que Catalina había cambiado legalmente la mayoría de edad de su heredero de los 18 años a los 90 años, por lo que le quedaba mucho de espera. Tomado por lo que era, un tonto y un poco demente, no se le respetaba en el Palacio, ni en el pueblo ni en el extranjero y mucho menos en su familia con su madre queriéndolo abortar hasta los cuarenta años del príncipe, por lo que tuvo que salir del país un tiempo. A su regreso a Rusia, Pablo tuvo una pelea a muerte con almohadas con Catalina, terminando en la muerte de la anciana por "atragantamiento de almohada", lo que cerraría el ciclo más grande la historia de Rusia hasta la llegada del zar Putin I.

Sin embargo, existe un legado negro sobre la emperatriz que explica su muerte. Además del político, su leyenda fue un tanto más, sepsual. Aunque la historia oficial nos cuenta que Catalina la Grande fue una emperatriz rusa muy exitosa y poderosa, lo cierto es que su verdadero legado es mucho más... peculiar. Su legado a los museos fue su colección de objetos íntimos que harían ruborizar a <inserta tu nombre aquí>. Incluso durante una cena en la corte, se le cayó accidentalmente uno de sus juguetes encima del plato de uno de los invitados. El pobre hombre no sabía qué hacer mientras Catalina se reía a carcajadas y le decía que "eso era solo un pequeño regalo de su majestad", por lo que el invitado tuvo que comérselo de todas formas para no parecer descortés.

Ya asentando el precedente, también debemos mencionar su amor por los caballos. Y no, no nos referimos a su afición por montar a caballo (que también la tenía), era un tipo de caballofilia que hacía que le construyese una recámara dentro de palacio para hacer monturas privadas. Se dice que en uno de esos rodeos uno de los equinos se salió de control y la penosa Catalina no soportó la docena de orgasmos consecutivos, muriendo inmediatamente de la manera más feliz posible. Pero es sólo una leyenda contada por un degenerado y, paradójicamente, se considera la más real.

Lista de amantes

Sigue siendo querida y respetada en la prensa moderna.

Reconocidos por la historia, pero seguramente son muchos más.

  • Pedro III de Rusia: su esposo oficial, al que despreciaba por ser débil, tonto e importante impotente. Lo derrocó y lo mandó a matar, aunque él se lo buscó por aliarse con los prusianos.
  • Serguéi Saltykov: su primer amante, un apuesto noble que le dio dos hijos ilegítimos. Se dice que era el verdadero padre de Pablo I, el sucesor de Catalina.
  • Stanisław Poniatowski: su segundo amante, un diplomático polaco que le ayudó a expandir su influencia en Polonia. Lo convirtió en rey de Polonia con el nombre de Estanislao II Augusto, pero luego lo traicionó y lo obligó a abdicar. Se dice que era el verdadero padre de Pablo I.
  • Grigori Orlov: su tercer amante, un oficial militar que le ayudó a derrocar a Pedro III. Le dio otro hijo ilegítimo y le regaló un diamante gigante. Lo dejó cuando se aburrió de él y se enamoró de otro. Se dice que era el verdadero padre de Pablo I.
  • Grigori Potemkin: su cuarto amante, otro oficial militar que se convirtió en su mano derecha. Le ayudó a conquistar Crimea y a colonizar el sur de Rusia. Le construyó palacios y le organizó fiestas. Le presentó a otras mujeres para que las compartiera con él. Se dice que era el verdadero padre de Pablo I.
  • Alejandro Lanskoy: su quinto amante, un joven oficial que le gustaba por su belleza y su inocencia. Murió de viruela en sus brazos, lo que la sumió en una profunda depresión y se inventó una vacuna. El no fue padre de nadie.
  • Alejandro Zavadovsky: su sexto amante, otro joven oficial que la consoló tras la muerte de Lanskoy. Era inteligente y culto, pero también celoso y posesivo. Lo dejó cuando se cansó de sus escenas. Se dice que era el verdadero padre de Pablo I.
El arte y la cultura eran un poco diferentes a la ilustración en el resto de Europa.
  • Iván Rimski-Korsakov: su séptimo amante, un sobrino del famoso compositor. Era un músico talentoso y un amante apasionado. Lo abandonó cuando se enteró de que tenía una esposa y una hija en secreto porque la emperatriz no soportaba la infidelidad. Se dice que era el verdadero padre de Pablo I.
  • Platon Zubov: su octavo y último amante, el más joven de todos. Era un ambicioso cortesano que buscaba el poder y la riqueza. Estuvo con ella hasta su muerte, pero luego se alió con Pablo I para traicionar su memoria. Se dice que era el verdadero padre de Pablo I y por eso lo ayudó.

Además se sospecha de:

  • Luis XV de Francia: el rey más mujeriego de Europa, con el que mantuvo una relación epistolar y diplomática. Nunca se conocieron en persona, pero se enviaban regalos y cartas llenas de insinuaciones y fotos porno.
  • Federico II de Prusia: el rey filósofo, con el que compartía el gusto por la cultura y la política. Se enfrentaron en varias guerras, pero también se admiraban mutuamente. Se dice que tuvieron un encuentro secreto en una cabaña en el bosque.
  • Carlos III de España: el rey ilustrado, con el que firmó una alianza contra Inglaterra. Le envió una expedición para explorar Alaska y le cedió parte de Luisiana. Se rumorea que tuvieron una aventura durante una visita a Nápoles.
  • Jorge III de Inglaterra: el rey loco, con el que mantuvo una rivalidad constante. Le arrebató varias colonias y le humilló en varias batallas. Se burlaba de él por su enfermedad mental y le llamaba “el rey ciego”. De todos modos no lo dejó ir invicto.
  • Gustavo III de Suecia: el rey teatral, con el que tuvo una relación ambigua. A veces eran amigos y a veces enemigos. Le gustaba su afición por las artes escénicas y le invitaba a sus espectáculos. Le propuso matrimonio varias veces, pero ella siempre lo rechazó. Lo que no rechazó fue una charla de habitación.

Véase también


  • 2 de mayo Personaje histórico (ver todos aquí). ☀️ ☠️