Dedo

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Disculpe distinguida dama ¿no estará usted buscando este otro artículo?. Yo tengo 21 dedos
Cita3.png¡Idos a la mierda!Cita4.png
Cita3.png¡¡<inserta tu nombre aquí>ita, sácate los dedos de allí en este momento!!Cita4.png
Tu madre sobre tu pasatiempo favorito (sacarte los mocos, ¿no?)
Cita3.png¡Dios os bendiga!Cita4.png
Bill Clinton encontrándole otra utilidad sepsual a sus dedos.

El dedo (si usted es uno de esos afortunados en tener varios, ni se imagina el tiempo que lleva escribir un artículo con uno solo y más aun si se empieza el artículo lamentándose de ello) es una de esas cosas alargadas que los humanos, algunos grandes primates y personajes de Disney tienen al final de las manos y de los pies.

Nuestros antepasados no disponían del multifacético meñique.

Descripción

Normalmente son diez en las manos y diez en los pies, y uno extra en algunos hombres. Estos son alargados y terminan en una uña (usualmente mal cortada si eres hombre) que sirve para poder rascarse la espalda o la planta del pie. Esto no es lo único que encontramos en la compleja anatomía del dedo, además encontramos por el anverso lo que se llama la huella digital que sirve para poder reconocerte cuando te encuentren muerto en medio de la calle.

Usos

El dedo ha sido usado desde tiempos inmemoriales para acusar a los culpables, para desatascar otras partes del cuerpo, pero sobre todo para sacarse los mocos de la nariz, nuestra principal fuente de alimentos durante el paleolítico superior (cuando aún éramos parcialmente autótrofos). Sin duda alguna, el mayor avance evolutivo fue el de disponer del todopoderoso dedo pulgar oponible que nos permitió, entre otras cosas, una mayor comodidad para sujetar objetos y utilizarlos con mayor precisión.

Como arma

Ya sabes por donde te lo puedes meter.

Antes de la invención de los palos y las piedras, meterle unas hostias a tu mejor amigo era algo complicado, ya que para hacerlo sólo con las manos se requería ser ingenioso y muy mezquino. De ahí que naciera el primitivo arte marcial de la lucha con dedos. La posición básica era cerrar los puños para que el contrincante no supiera con qué dedo se le iba a atacar, y en el momento justo, extender el dedo.

Muchas escuelas y variantes depuraron la técnica y su mayor logro fue el golpe de los dedos en posición victoria directo a los ojos que desarrolló la escuela atacante de Beijing. Desafortunadamente, años más tarde este golpe maestro fue neutralizado colocando la mano en vertical en frente de la nariz por la escuela defensiva de Estocolmo. Todos estos tratados escritos y siglos de tradición desaparecieron cuando se inventaron las armas de fuego.

Como instrumento de trabajo

El mundo de la medicina no es como lo pintan en la series yanquis de televisión. No hay doctoras guapas con las que ligar, ni se salvan el 98% de los pacientes. Imagínese largas guardias de 36 horas en verano con un calor infernal, y justo cuando le toca volverse a casa, aparece ese anciano obeso al que le tiene que practicar un tracto rectal. En ese instante, segundos antes de realizar la maniobra Wilhelm (el primo desafortunado de Heimlich) que aprendió en sus años mozos de la facultad y de la que tanto se reía con sus compañeros, justo en el instante en que observa su mano enguantada y los dedos índice y anular extendidos con una capa de lubricante por encima, es cuando se pregunta qué leyes bizarras gobiernan el universo para que haya desarrollado los dedos en vez de unas bonitas garras.

Como método para adelgazar

Utilizado sobre todo por las señoritas algo subiditas de peso (o simples bulímicas sin causa), el utilizar el dedo para adelgazar es un método archiconocido que funciona mejor con las variables de dieta del tomate, dieta del limón o la del vaso de agua. Utilízala con cuidado si no quieres malograr tus dientes.

Como mecanismo para el suicidio

Dele unas vacaciones pagadas, se lo agradecerá.

Por desgracia o por suerte —¿quiénes somos nosotros, simples mortales, para juzgarlo?—, los dedos son demasiado finos como para taponar nuestras vías respiratorias, o por lo menos la boca. Por lo que sólo el ingenio humano ha podido desarrollar sofisticados sistemas para salir del Mundo Real™ y acabar convertido en una galletita salada. Así de triste es nuestro destino.

Para transmitir información

El ser humano es un animal social, y como tal tiene un gran abanico de medios por los que socializarse. Por supuesto, uno de ellos son los dedos. Por ejemplo, en algunas comunidades, mostrar la palma de la mano formando una V con los dedos índice y anular por un lado y el corazón y el meñique por el otro, es el símbolo de la amistad. Sin embargo, en Papúa Nueva Guinea ocurrió una matanza cuando la XXI Convención de Star Trek tuvo lugar en la semi isla, debido a que allí, dicho símbolo significa "Copularé con tu hermana muerta sobre el cadáver de tu abuela mientras tu casa arde en llamas y tu peor enemigo tribal te roba la mujer". Si se lleva un jersey azul mientras se realiza el gesto, se acepta tácitamente que también se le añaden las palabras "hijo de puta, hijo de puta, me cago en tu estirpe".

Esta persona está resolviendo una integral definida gracias a sus dedos.

Como herramienta matemática

Los dedos poseen la fantástica capacidad de poder servir como poderosos asistentes para el cálculo, pues conforman un sofisticado sistema digital y decimal (evidentemente mucho mejor que un simple sistema digital binario). Gracias a los dedos, millones de personas han sido capaces de llevar lo mejor de las matemáticas a la vida real; desde contar hasta tres, hasta desarrollar un amplio problema matricial. ¿Serías capaz de llevarte una al sumar sin tus preciados dedos?

Dedos famosos

En más de una ocasión una persona se ha hecho famosa gracias a sus apéndices, así tenemos el ejemplo de Ron Jeremy y sus 24 centímetros. Pero en otras ocasiones son los simples dedos los que otorgan una fama imperecedera a su portador— o la ausencia de los mismos en algunos casos—.

El dedo de E.T.
Útiles incluso para cuando no hay control remoto.

Con su alargado y amorfo dedo, E.T. era capaz de cerrar cicatrices y curar heridas, lo que le era de mucha conveniencia cuando maltrataba a Elliot y a su hermana pequeña. De esta manera pudo pasar años sin levantar sospechas entre los servicios sociales. Lamentablemente todo lo bueno se acaba descubriendo, y mientras el FBI lo perseguía pudo huir in extremis a su planeta natal, que casualmente no concede la extradición a Estados Unidos.

Dedos (Cosa en España)

Aunque en realidad se debió llamar mano-andante (o brazo-cortado si ves la versión antigua) era el pobre criado de los señores Adams, a los que servía con gran sumisión en tareas que nadie quería hacer (cambiar el canal de su televisión, pelar patatas o masturbar al gato).

Mi dedo está poseído por el maligno, ¿qué hago?

Si todo falla pruebe con la moderna guillotina digital.

¿Su dedo habla en lenguas que no debería conocer? ¿Su dedo da vueltas y la uña queda mirando hacia usted? No lo dude ni llame a su médico, lo que usted tiene es un claro caso de digitus daemeonium. No se apure, puede que no tenga que cortárselo, cómprese el Malleus maleficarum en nuestra edición de cubierta de piel con el sello de calidad del Vaticano.

El primer paso es interrogar al dedo rebelde, si no le contesta es porque sabe la que se le viene encima. Tome el libro con la mano buena y recite los primeros versículos mientras mira con severidad al dedo. Tal vez le ataque, sea firme y haga la señal de la cruz mientras grita ¡Vade Retro Satanás! Si el dedo opone resistencia pruebe bendecirse la saliva y a escupirle, si aún así no se somete a Dios grite en alto «¡Tiene un arma!» y muérdalo con saña.

Artículos relacionados

  • Mano (Donde se juntan en contubernio los dedos.)
  • Pene (Llamado por la escuela italiana como la Undécima Falange del César.)

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