Pulp Fiction

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Pulp fiction
Grease II
Kill pulp.jpg
Girl You'll Be a Woman Soon
Ficha técnica
Dirección Quentin Tarantino
Producción Disney
Intérpretes Danny Zuko, John McClane, The Bride, Sr. Blanco, Octopussy
Guión Manson/Tarantino
Música El Supersonido popular de las décadas de 1970's y 1980's
País Canadá
Fecha de estreno 1994
Género Comedia Musical
Calificación XXX
Premios Grammy honorífico a la mejor secuencia heroinómana desde Trainspotting (curiosamente, rodada posteriormente).
Cita3.pngDOES HE LOOK LIKE A BITCH!?Cita4.png
Jules jugando a las adivinanzas.
Cita3.pngMmmm... Debí ponerle aquella grapa...Cita4.png
Quentin Tarantino tras caérsele al suelo las doscientas cincuenta hojas sin numerar del guion original manuscrito.
Cita3.pngEnglish, motherfucker! DO YOU SPEAK IT?Cita4.png
Gringo al leer este artículo.

Pulp fiction ("pulpo ficticio" en España y "arturitos violentos" en Hispanoamérica) es una bizarrada de película de Quentin Tarantino, con muchas drogas, bailes eróticos, violaciones homosexuales y cigarrillos Red Apple, entro otras cosas que pueden ocasionar lamentables Accidentes Causados por la Estupidez Humana.

Director

Quentin Tarantino (Knoxville, Tenesse). Actor, guionista, director de culto del cine independiente norteamericano y amante a esnifar pegamento. Tiene la frente igual de grande que la brocha de Nacho Vidal. Se alzó con un Premio Óscar al mejor guión original por “Pulp Fiction”, lo cual levantó cierta sensación de incomodidad en el autor original del texto, Roger Avary. Manifiesta una extraña fijación por los maletines misteriosos, los pies femeninos, las katanas de Hatori Hanso, los cuchillos Ginsu, el supersonido de los setenta, la tortura, Samuel L. Jackson y los maleteros de los coches. La cultura popular norteamericana se ve reflejada de forma magistral en sus trabajos e impregna buena parte de sus particularísimos guiones, principal seña de identidad del cineasta. En el fondo es un buen tipo, aunque algo quisquilloso.

Personajes

Vincent Vega
  • Vincent Vega: Tras una larga estancia en la pintoresca Amsterdam, Vega regresa a los EE.UU. imbuido del libertino espíritu europeo de los países bajos con unos cuantos quilos de más y una asintótica adicción a la heroína y a la mayonesa, dispuesto a convertir a la fe de la Iglesia de la Cienciología a cuanto animal o vegetal se le ponga por delante, con la ayuda de una semiautomática de nueve milímetros, muy pocos escrúpulos y un inquietante corte de pelo sospechosamente pasado de moda (¡caray, qué frase tan larga!).
Jules Winnfield
  • Jules Winnfield: Autodefinido por la leyenda de su billetera como "Hijo de Puta Peligroso", y pareja de hecho de Vincent Vega a las órdenes del Gran Hombre de Color. Como buen Testigo de Jehová, recita de carrerilla versículos bíblicos a diestro y siniestro desde debajo de su peluquín mientras vacía su cargador sobre los sesos de cuanto incauto se interponga en su camino. Su proverbial sarcasmo y sangre fría le hacen salir airoso de las situaciones más adversas, y de las de las otras también. Es posible que sea vegetariano, aunque cualquiera sabe, con estos tipos.
  • Mia Wallace: Esposa de Marcelus Wallace, y protagonista junto a Vincent Vega de la historia "Vincent Vega y la esposa de Marcelus Wallace" (¿Quién lo diría?). Entre sus principales aficiones se encuentran empolvarse la nariz, los batidos de cinco dólares y ser desmesuradamente insoportable, y además tiene toda la pinta de maltratar a su marido en la intimidad del hogar.
Marcellus Wallace
  • Marcellus Wallace: Ciudadano de importantes dimensiones. Este titán colosal es el mandamás de todo el tinglado, y en la bola de billar que tiene por cabeza se urden los maquiavélicos planes que ejecutan sus secuaces con dilecta diligencia. Lleva una tirita en la nuca, y es un gran aficionado de las apuestas deportivas y las veladas pugilísticas de pronóstico razonablemente predecible. A Marcelus Wallace no le gusta que nadie le joda, salvo, como no su esposa. pero no se puede tener todo. Sensible, achuchable y bonachón, disfruta arrojando sin contemplaciones a sus congéneres desde las ventanas de pisos elevados para provocarles un incremento notable de su IQ.
Butch McClane
El Reloj de Oro
  • El Reloj de Oro: Elemento primordial en el desarrollo del film que, misteriosamente, siempre se mantuvo en funcionamiento durante cientos de años, los antecesores de Butch lo ocultaron celosamente en el interior de su culo para evitar que el reloj caiga en las sucias manos enemigas y que luego sea utilizado por los Vietnamitanos. A pesar de tratarse de un Maldito Reloj de Sol.

La Historia

Vincent Vega, minutos antes de viajar a Amsterdam.

Pulp Fiction es, digámoslo de una vez, un film de cine negro como el carbón donde se narran las aventuras y desventuras de una pandilla de gángsters colgados durante el habitual devenir de sus rutinarios quehaceres cotidianos de subversiva y sanguinolientamente generosa violencia gratuita (aunque muy justificada). La estructura narrativa huye como alma que lleva el diablo del convencionalismo formalista lineal, y el espectador asiste aterrado al montaje esquizofrénico de entreveradas historias que se conectan y retroalimentan sin ningún orden ni concierto aparente, resultado de la maquiavélica mente del auténtico maestro de la narrativa post-post-convencional, Quentin Tarantino. (Carente de fundamento, a todas luces, resulta el absurdo bulo difamante que centra la explicación al peculiar estilo narrativo del film en los problemas de organización del director a la hora de ordenar las cintas para su montaje en postproducción, consecuencia de unas supuestas alteraciones cerebrales tóxicamente inducidas del cineasta). Entrando en materia, el armazón principal de la película está conformado por tres historias, tres, con entidad propia independiente, aunque mutuamente relacionadas. Veamos, veamos:

Vincent Vega y la esposa de Marsellus Wallace

No importa lo que te diga Charlton Heston: nadie está obligado a ver la película...

El carismático Vincent recibe el encargo de su jefe de convidar a su mujer (a la del jefe, no la de Vincent, que todo hay que aclararlo aquí...) a cenar por ahí. La situación es delicada: no hay que propasarse con la mujer del jefe, sobre todo cuando el jefe pesa doscientos kilos y dirige el crimen organizado en la ciudad. Inerme ante la situación, Vincent no tiene más remedio que ponerse hasta las cejas de caballo afgano de primera calidad. Como consecuencia del cebollón, acaba por confundir a su acompañante con la mismísima Olivia Newton John, y tales son las vueltas y revueltas que le da en la pista de baile, que la traqueteada Mia Wallace fallece de un síncope agudo bajo las luces de neón ante la divertida mirada de cientos de atónitos espectadores. Afortunadamente, Vincent Vega había sido socorrista en las playas de Venice, California, a las órdenes de David Haselholff, y sabía qué era lo que había que hacer en momentos como ese. En tan sólo catorce segundos se hallaba a medio kilómetro de distancia preparando su coartada en un fumadero de crack. Bueno; de todas formas, al parecer, la Sra. Wallace no había fallecido completamente, y fue encontrada sana y salva por su enorme marido al día siguiente en la comodidad de su domicilio, sin apenas más secuelas que un desprendimiento de pelvis de pronóstico leve y un par de uñas rotas. No corrió la misma suerte el escurridizo Vincent, que fue declarado culpable del delito de violencia de género sobre la mujer del jefe y condenado a ser lanzado desde el décimo cuarto piso de un edificio de viviendas sociales en Harlem sobre el patio de un Reformatorio y con un cartel portando la leyenda "I Hate Niggers" como única vestimenta.

El reloj de oro

Butch y Marcellus, divirtiéndose en la fiesta.

Nuestro boxeador sonado favorito, Butch McClane, protagoniza esta historia. El bueno de Butch había pactado con Mr. Wallace el típico tongo pugilístico de toda la vida por el que besaría la lona antes de que a la azafata de turno le diese tiempo a cruzar el ring con el cartel del tercer round. Lamentablemente, el tañido de la campana que daba comienzo al combate indujo en el primitivo Butch un babeo incontrolado de tales dimensiones que provocó el fatal resbalón y desnucamiento instantáneo de su confiado rival (un canguro). Butch, que en realidad había apostado todo su dinero por el canguro, aprovechó el desconcierto generalizado para huir con su novia deficiente mientras Marcellus Wallace agitaba el puño y juraba en arameo clamando venganza.

Sin blanca por el triste resultado del combate, y teniendo que sufragar las clases de educación especial de su novia deficiente, a Butch no le queda más remedio que volver a su casa para buscar algo que empeñar; posiblemente el reloj de oro que papá le había dejado por toda herencia junto con una enigmática nota manuscrita con las palabras "¡Ja, Ja, Ja!". Tras hacerse con el preciado objeto, acude presto y dispuesto a la casa de empeños más cercana, acompañado del mismísimo Marcelus Wallace, que quiere apoyar a su amigo en esos difíciles momentos de precariedad económica. Allí, mientras Butch consigue cambiar el reloj por una katana de Hatori Hanso, Marcelus Wallace se divierte en la zona de recreo ubicada en la trastienda, o eso es lo que Butch concluye, a partir de los alaridos de jolgorio que se escuchan. Varios miembros seccionados, prácticas medievales y un par de negros empapados en crack son algunos de los ingredientes de la fiesta que se organiza a continuación, que como no podía ser de otra manera, finaliza trágicamente cuando McClane decapita furiosamente a Vincent Vega (que pasaba por allí) después de que éste le recriminara el hecho de rayar ligeramente la pintura metalizada de su vehículo al atravesarlo con su Katana. Tras este pequeño incidente, nuestro púgil favorito se aleja silbando distraído en su motocicleta, con la katana de Hatori Hanso bajo el brazo y dispuesto a resolver de una vez por todas el asunto de su novia deficiente.

El problema de Boonie

Hijo de puta peligroso.

Vincent Vega y Jules Winnfield acuden a desayunar unas sabrosas hamburguesas hawaianas Big Kahoona a casa de unos buenos amigos de la infancia, pero una vez allí, descubren con asombro un auténtico maletín de piel de canguro repleto de productos gastronómicos de la más alta calidad, por lo que los hambrientos gángsters resuelven llevárselo consigo de inmediato. La lógica y bien argumentada oposición de los inquilinos del inmueble hacia tan lamentable expolio se salda rápidamente con varias docenas de impactos de bala sobre sus cráneos, aderezados con oportunísimas citas bíblicas con las que el Reverendo Jules acompaña certeramente la musicalidad del calibre 38 mientras Vincent Vega dibuja tímidamente unos sencillos pasos de baile sobre la mesa de la cocina.

De vuelta al hogar, Jules y Vincent acuerdan recoger a un autoestopista sin pulgares no muy borracho que les hace señas desde la acera y viste una camiseta de propaganda de cigarrillos Red Apple. La prolija y monótona conversación del autoestopista sobre las diversas técnicas orientales de masaje pedestre aburre al inquieto Vincent que, algo aletargado por los efectos del anticongelante que acaba de ingerir, disemina por la tapicería del vehículo la cabeza de su locuaz acompañante con un proyectil explosivo de punta hueca del calibre 45. El terrible resultado de todo esto es una nueva capa de pintura de color rojo intenso y con gotelé incluido recubriendo el habitáculo interno del vehículo que, evidentemente, hay que limpiar.

Tras ocultar el hemoglobínico vehículo en el garaje de un iracundo amigo de la familia sospechosamente parecido al Sr. Marrón, y habida cuenta de que nuestros protagonistas acumulaban un escaso bagaje en lo que a experiencias de limpieza doméstica se refiere, acude raudo y veloz, enviado por el mismísimo Marcelus Wallace y directamente desde las escenas inéditas de Reservoir Dogs, el inigualable Sr. Lobo, para poner fin al desaguisado antes de que Boonie, amantísima ama de casa mentalmente desequilibrada, regrese al hogar y se encuentre al autoestopista exangüe del garaje. A modo del Mayordomo de Tenn, el Sr. Lobo proporciona las instrucciones necesarias para solucionar el insoslayable problema de higienización vehicular, y se van con viento fresco tras tomar una ducha refrescante, no sin antes terminar con las reservas de café del domicilio y dejar las sábanas de boda de la cama matrimonial hechas un asco. Después se van a desayunar unas lentejas a una cafetería, donde Vincent Vega es cruelmente asesinado por unos recaudadores de impuestos que pretenden agenciarse el ya cansino maletín para contribuir al patrimonio de las arcas del estado... Pero eso ya lo habíamos contado al principio... ¿O no?

¿Acaso me estás diciendo que no tenías ni la menor idea de que...

Jules y Vicent.
  • ...no se le raya el vehículo a otro hombre, porque va contra las reglas?
  • ...en los Estados Unidos creen que el sistema métrico decimal está pasado de moda?
  • ...en esta jodida película, la palabra "Joder" se pronuncia más de setenta jodidas veces?
  • ...el vino tiene dos formas de envejecer?

Bibliografía

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