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Cita3.png¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!Cita4.png
Una noble dama hablando sobre su trabajo (y realizándolo)
Cita3.png¡Síiiiiiiiiiiii!Cita4.png
Un negro gay brasileño que fue entrevistado por "Cushillo" Eyzaguirre, del CQC chileno (léase con tono homosexual sexy)
Este es el que siempre dice "Siiiii" con tono homosexual

es una de las tres palabras (junto con ahora y no) que conforman el alfabeto del 90% de los hombres en conversación, y del 100% de las mujeres en discusión.

El uso del sí alcanza límites insospechados, va desde su utilización en estrofas musicales, ya sea como nota en el pentagrama(do-re-mi-fa-sol-la-sí-sí-la-veo-me-la-voi-a-beneficiar), o bien como entidad independiente en el estribillo de las canciones propias("sí sí sí, nos vamos a París"; "sí sí sí, la copa ya está aquí"; sí sí sí, sigue, sí sí, más más, ¿¿quién coño ha puesto esto aquí??)). También lo encontramos en lugares muy frecuentes como las papeletas de votación, las etiquetas de las plantas y las pegatinas del Bollycao.

El sí como oración

Para formar una frase, a cualquier individuo medio le hacen falta al menos dos verbos correlativos, un sujeto y un par de artículos. Para algunos aventajados (la mayoría), las frases pueden formarse con el único uso de la palabra sí. Veamos algunos ejemplos:

Ejemplo práctico A

Luis, un empresario medio, con un coche medio, unos amigos medios un pene medio y con el problema de ser borracho de tinto, llega a su casa a las cuatro de la mañana. Tiene los labios pintados de carmín, la bragueta bajada, el pelo revuelto y la camisa casi rota. Su mujer le está esperando en la puerta con cara de pocos amigos cero amigos y le pregunta:

  • -Mujer de Luis: ¿Qué cariño, parece que nos lo hemos pasado bien esta noche no?

Ante eso Luis tiene la opción del sí, y la opción mala (la del no-sí). Veamos que ocurre en cada una de ellas. Opción buena:

  • -Mujer de Luis: ¿Qué cariño, parece que nos lo hemos pasado bien esta noche no?
  • -Luis:
  • -Mujer de Luis: Me alegro mucho, anda vamos adentro que ya está la cama calentita para que puedas descansar

Como vemos, es la mejor opción, la que acarrea menos problemas, la más corta, económica, y con la que te regalan un vale descuento para el Pryca. Ahora veamos que habría pasado si Luis se hubiera escudado en una excusa mucho menos sencilla:

Esta es otra de las posibles reacciones de la esposa cuando Luis no utiliza el Sí
  • -Mujer de Luis: ¿Qué cariño, parece que nos lo hemos pasado bien esta noche no?
  • -Luís: No te lo vas a creer amor, pero acabo de pelearme con un payaso...
  • -Mujer de Luis: ¿Ah si? Pues vete preparando, porque palos esta noche no te van a faltar

..Y la mujer de Luis le mide el lomo a Luis durante unos 45 minutos con un mazo de amasar el pan, lo que no hace mucha gracia a Luis, quien pide el divorcio tras comprarse una bicicleta Watkinson™. Vosotros pensaréis ahora dos cosas:

  • ¿Por qué no utilizo siempre el sí? ¿Qué tiene que ver la marca de bicicleta en todo esto?

La primera pregunta se responde con un sencillo: Eres gilipollas. La segunda respuesta es que la empresa me paga 500 lerus por cada vez que aparece en un artículo, lo cual es bastante interesante, no como tú, capullo que todavía vives con tus padres y te pones los calcetines por encima de los pantalones.

Ejemplo práctico B

Luis (el mismo de antes no, el hijo) tiene que hacer un examen al día siguiente de hoy. Posiblemente ese día será mañana, de todas formas preferimos no especificar. Lo consideraremos el día siguiente. El día siguiente de hoy, Luis tiene un examen de matemáticas, del cual sabe menos que Carmen de Mairena sobre biogenética. Por ello, decide hacerse unas chuletillas y así salvar el cuello momentáneamente. Utiliza para hacerlas unas tijeras Watkinson™. El día siguiente, durante el examen, el maestro le pilla con la chuleta en la mano y le pregunta:

  • -Maestro: ¿Qué, unas chuletillas para ver si aprobamos no?

Como vemos, éste es el instante en que se para el tiempo y Luis tiene la decisión en sus manos. Comprobamos que el sí es la mejor opción con la consiguiente deducción:

  • -Maestro: ¿Qué, unas chuletillas para ver si aprobamos no?
  • -Luis:
  • -Maestro: No te preocupes hijo, que vas a aprobar tu padre me pagó para ello

Si Luis hubiera sido tan estúpido como para contestar otra cosa, posiblemente se habría llevado una bofetada decepción muy grande y un suspenso. Veamos qué pasaría en ese caso:

  • -Maestro: ¿Qué, unas chuletillas para ver si aprobamos no?
  • -Luis: Uyyyyyy, me ha faltado ESTO para coger al sinvergüenza que las ha tirado en mi mesa
  • -Maestro: ¿Ah, si? ¿Conque esas tenemos no? Pues ven pacá que te vas a enterar

..Y el maestro coge la regla grande Watkinson™, la de madera, la de hacer los dibujos con los compases en la pizarra, y le mide el lomo a Luis (hijo) durante 45 minutos. Y al padre durante 15. Como vemos, evitar el sí no sirve de nada.

Veáse también

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