Ateísmo

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Friedrich Nietzche Dios y el ateísmo
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Dios Nietzche y el ateísmo


Religión basada en la no existencia del Monstruo de Espagueti Volador.

A diferencia de otras religiones, los ateos no creen en ningún dios, lo cual está muy mal visto por los de otras religiones, sobre todo las dominantes como la Iglesia Católica.

Desde que el Cristianismo sustituyó al Pastafarismo allá por el siglo XI, se ha ideado un sistema de reeducación/reorientación de ateos (SR/RA) que ha tenido notable éxito. Las visitas guiadas, actividades lúdicas y consejos amistosos han logrado que desde su implantación hasta el siglo XVIII prácticamente la totalidad de los habitantes de los paises cristianos no tuviesen dudas y abjuraran del ateísmo, judaísmo, Islam y demás creencias.

Características

La ausencia de un dios hace de esta una religión y una iglesia atípicas, y complica bastante la justificación moral de este credo.
No obstante, los ateos son de natural desenfadado y juerguista (si no tienen dios, tampoco tienen infierno) y al igual que los pastafaris tienen una moral laxa (relajada).
Esto hace que sustituyan las ocupaciones místicas como rezar, celebrar ritos, etc, por otras más mundanas como comer, bailar, leer, escuchar música, ir al cine, tomar el sol en la playa, o incluso follar... lo cual si bien no les da esa riqueza interior y gravedad moral de los creyentes de otras religiones, les entretiene y por lo menos pasan el tiempo.

Otro gravísimo problema derivado de no tener un dios es que para actuar en la vida nunca saben qué deben hacer, y se ven obligados a pensar por sí mismos, y son ellos los que deben averiguar si cada acción de su vida es buena o mala para ellos y para los demás.
Este aberrante modo de proceder se suaviza en los ateos que se apuntan a partidos políticos, pues allí ya les dicen lo que tienen que hacer. Incluso algunos, para que a cada momento les indiquen exactamente lo que tienen que hacer no abandonan nunca el domicilio materno. En los casos más extremos se han dado casos de ateos que para poder solucionar el problema de saber qué hacer... ¡se casan!

Historia

En un principio el ateísmo era una religión como las demás. Los ateos adoraban al dios Ate, y como en todas las demás religiones tenían una Biblia, santos, diez mandamientos, Nuevo Testamento, 12 apóstoles, 7 pecados capitales... lo mismito que el cristianismo, el Islam o la religión romana. Igual.

Pero ocurrió que un día uno de los arzobispos fue al Papa y le dijo:

¿es posible ver la cara de Ate?

Y el Papa, pobrecillo, le enseñó el retrato de Ate. Entonces el arzobispo vio la cara de Ate y se dio cuenta de que tenía unas orejas de soplillo tremendas. Y empezó a reirse a carcajadas. El Papa se asustó, y los que allí estaban. Pero se dieron cuenta de que efectivamente, la cara de Ate daba risa.

Entre carcajadas, el arzobispo preguntó de nuevo...

¿pero no se puede cambiar esa cara, hombre?

Y el Papa consultó a los presentes, notables de la Iglesia Ateísta... finalmente concluyó:

Pues va a ser que no 

(este es el verdadero origen de la frase). Y todos estallaron en carcajadas. Hasta que el arzobispo dijo:

Joer, pues para creer en este dios mejor no creer en nada. 

Y los demás se dieron cuenta de que tenía razón. Por eso, desde entonces, la atea es la única religión que no tiene dioses, y que incluso niega su existencia.

Dogmas

Como cualquier otra religión, el ateísmo tiene sus dogmas:

  1. No creer en Dios
  2. Creer que Dios no existe
  3. Estar convencido de que Dios no existe