Flamenco

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Gañan.jpg Lor apañole' semos asín.

(Humor español que probablemente no entiendas si no provienes de la Península Ibérica o de las colonias restantes)

Cita3.pngA mí me guta musho er flamenco, pero er flamenco weno, sabe... lo rebuhito, er barrio, la hungara, no ai un gitanaco pegando voceh que eso no ta propio...Cita4.png
Cani sobre su amor por el cante jondo
El flamenco en su estado más natural

Flamenco, música patriotísima española, inventada en la aún más patriota Andalucía, únicamente con influencias judías, moriscas, africanas, pingüinísticas y americanas, que no por eso se desmerita el sentimiento propio que despierta el ruido de castañuelas, las guitarras rasgadas por un tío de mala muerte y aquellas bailarinas que no se quitan la ropa por más que les aplaudas y grites.

Etimología

Los etimólogos locales hartos de conocimiento, preguntaron a los internacionales de donde viene la palabra Flamenco, además de las ya conocidas explicaciones de origen masón, apoteósico o atlante, que por conocidas no redundaremos, los estudiosos dieron su sentencia:

Flamenco es un ave pesquera de costumbres amaneradas, flaco como un palo y rosado como un ojete, con un pico largo que parece una rama.

Pues la verdad si lo pensamos, resulta obvio y bien explicado. Las coincidencias del pájaro y de este género son más que indiscutibles y sólo un tonto lo replicaría.

Historia del Flamenco

-Está bien, pero ¿a qué hora se desnudará-
-Empiezo a sospechar que no lo hará-.

Se supondría que el flamenco, tanto en su forma de ave como en su figura artística han nacido de un huevo, lo cierto es que cabe esa posibilidad. Pero, sin duda, también ha tenido un desarrollo que merece ser conocido. Se piensa que ha venido de tantas partes como la propia cultura hispánica, pero en este caso el flamenco no rechaza sus raíces (o más bien sus raíces no lo rechazan a él, que no es lo mismo) y se investigó que se fundó con conocimientos pre-romanos, (antes de los romanos, o sea los cavernícolas), pre-cristianos (antes de los cristianos, que son los romanos) y pre-andalusí (antes de los Andaluces no hay nada, que quede claro), hasta llegar a lo más completo como es lo bravío castellano, la fiesta de los moriscos y la circuncisión por placer de los judíos.

Si fuera poco y se pensara que no podría tener peores orígenes, poblaciones rezagadas también pusieron su grano de arena, sean los gitanos que en busca de ser aceptados en un lugar cualquiera, aunque sea en Andalucía, se hicieron expertos y mezclaron sus propios bailes paganos y sexualmente sugestivos a la tradición. Cuando los gitanos aseguraron que ni siquiera ellos merecían eso y se largaron, dejaron abierto un lugar importante a los africanos, dueños de la malagueña, la granaína y la migraña y demás cánticos vudúes, practicaban la magía a ritmo del taconazo y castañuelas de hueso.

Durante ésta época, los bailadores empezaron a ir a lo gótico, y por lo tanto el flamenco se volvió negro cual calamar en su tinta. Pensaban que yendo de negro se esconderían por las sombras y así los inquisidores de la Iglesia no les cazaban. Lástima que de sólo saliesen al exterior en pleno mediodía, y por lo tanto los bailadores se convirtieron en el pláto favorito de los cardenales. Inexplicablemente, la población se redujo, ¿capricho del Todopoderoso?

Los cardenales acabaron por explotar de tanto comer y por lo tanto no volvieron a comer más (obvio, ¿desde cuando has visto a un muerto comer, siempre cuando los zombis no cuenten?) Así empezó la era dorada del flamenco. No podemos decir que era de oro porque era de pirita, oro de los tontos, ya que ellos creen que es dorada pero es tan aburrida y sosa como siempre. Sin embargo, los religiosos siguieron molestando a los flamenquistas, qué raro, ¿has oido hablar de algún monje que no sea molesto y/o pedante?

Proctohistoria del Flamenco

Evidencia de la muy antigua práctica flamenquil

La guerra de Independencia marcó el fin del flamenco religioso que, con el tiempo, los curas adoptaron en las iglesias católicas, durante más de 50 años los sacerdotes bailaban levantando sus sotanas a ritmo de cáliz bendito, y debajo de sus sotanas llevaban ¡nada!

El por qué la guerra acabó con esta tradición heredada es un misterio absoluto, estas prácticas las habían traído los franceses desde Notredame donde un jorobado había inventado tal acción. Es por eso que el espíritu nacionalista español quiso retomar una práctica laica del flamenco, desacralizándola y volviéndola estética, quitando a los curas gordos para poner tías buenas.

Sólo los gitanos, herederos de la vagancia suficiente como para tener tiempo de aprender a tocar guitarra, podían interpretar el flamenco como dios manda, por eso es que estos gitanos fueron asimilados por las cortes reales y por la población civil como héroes, y sus prácticas fueron diseminadas por toda la sociedad, convirtiéndola en holgazana y despreocupada.

A pesar de toda la evolución a la que el flamenco fue obligado, aún no era muy aceptado en Andalucía, y, siguiendo la tónica de las mafias italianas, las grandes familias que controlaban el flamenco se deshicieron de aquellas que aún pregonaban por las seguidillas las sevillanas y los fandangos, e imponiendo un régimen de miedo al andaluz promedio de que si no escuchaba cuando menos un flamenco al día, llegarían las familias y les romperían las piernas con los palos (instrumentos característicos de la interpretación de este género y excelentes armas ofensivas).

Historia natural del Flamenco

Degeneración del 98

El flamenco era bueno, demasiado bueno y, por supuesto, gustaba más que cualquier poesía, razón por la cual, los poetas de esas fechas, conocidos como la degeneración del 98, grupo de pseudo intelectuales resentidos que intentaron eliminar formas de verdadera cultura (además del flamenco, también lucharon contra las corridas de toros y el arrojamiento de cabras desde campanarios) para imponer sus propios versos románticos de pastores enamorado a viejas señoras.

Todos los miembros de dicha Generación fueron por tanto "Antiflamenquistas", a excepción de los hermanos Machado que por ser sevillanos y a la par grandes inversionistas en ese tipo de música, por lo que no querían perder su precioso dinero. El paladín de dicho movimiento fue el escritor Eugenio Noël, quien en su juventud fue castrado casticista, él atribuyó a la extensión del Flamenco y la Tauromaquia el origen de los males de la patria, en contraposición a los modernos estados europeos donde la ausencia de estas manifestaciones culturales parecían traducirse en un mayor desarrollo económico y social, para él obviamente los malos manejos económicos y la incompetencia política no tenían nada que ver, so tonto.

Afortunadamente el tal Eugenio Noël, que por cierto era gallego, fue molido a palos, literalmente, por prestigiosos artistas de talla internacional como Lorca, Picasso y Hemingway, amantes del verdadero arte, quienes un día llegaron borrachos, y pues, ya saben la historia.

El Concurso de Cante Jondo de 1922

Baste con decir que este concurso había sido promovido por los reconocidos homosexuales y un tanto poetas Federico García Lorca y Manuel de Falla (de este último téngase dudas razonables de que fuera poeta). Ellos tenían la firme convicción de llevar el flamenco a todos los lugares del mundo, pero desde que entraron a Portugal comenzaron los problemas, por que si bien los extranjeros entienden el castellano, incluyendo a los de América latina, el andalú es un idioma muy diferente y en la opinión de esos parias, parecen más gritos roncos que canciones, afortunadamente nada tienen que criticar a las castañuelas, que se entienden igual aquí que en China.

Tiempos recientes

Durante los primeros años de franquismo se miró con recelo al mundo del Flamenco; pero cuando el mismo Franco aprendió a bailarlo se le denominó “la música folclórica española”. Así fue que se dieron los permisos necesarios para elaborar extensos estudios sobre este arte, entre los que destacan “Flamencología”, cuyo máximo representante es Alejandro Flamenquing, y, sobre todo, el artículo que usted está leyendo.

Poco a poco el flamenco fue distinguiéndose y tomando popularidad en toda Europa, ya fuese en Alemania (imagínese una canción en alemán) o en Irlanda, donde los duendes y gnomos lo fusionaron a su propio estilo y diversificaron entre otras criaturas mágicas.

Así es que la España contemporánea a escuchado y admirado a cantantes con nombres de mariscos, como José Antonio Pulpón, El Cigala o el mismísimo Camarón, quienes junto a personas normales llamadas Paco de Lucía, crearon el sonido actual y la vivísima pasión de esta noble y bravía tierra ibérica, y olé.

Nota: Artículo patrocinado por la provincia de Sevilla, pagado con vuestro dinero

Ver también

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Este artículo ha sido destacado en la Portada Española por el pueblo.
Por lo tanto, se trata de un artículo de Pata Negra, rico rico, y con fundamento.

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