Incilibros/Como usar una sandwichera

De Inciclopedia
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Imaginemos la peliaguda situación. Cansado de degustar comida basura, decides caminar, o rodar hasta la cocina de tu casa. Mientras el suelo tiembla, puedes visualizar el bocata que te harás: Un bocata con nocilla, atún, marisco, una familia de Sirios, mortadela, filemona y por último, dos hojas de ensalada, que hay que bajar de esos 168 kilos de peso. Bueno, mejor solo una hoja, ni que fueras un piojoso vegano, de esos que no se lavan desde que Franco era cadete. O ninguna, el pan bimbo ya tiene nutrientes de sobra.

Irrumpes emocionado en la cocina, lanzas volando por los aires la puerta, accidentalmente matas a toda tu familia al rodar encima suyo... y de repente se te hiela la sangre (la tuya, no la de la familia que ya no tienes, gordo pringao). Ahí está. La sandwichera, ese maligno aparato de Satán, cuyo funcionamiento se asemeja en complejidad al de un lápiz, te observa, te increpa, te caga por la pata abajo. Pero tranquilo, mi rollizo amigo. Hoy aprenderás a manejar ese megalómano cacharro, hasta que seas capaz de hacer sandwiches con los cadáveres de tus padres. Y todo en una sencilla serie de pasos.

Paso 1: Imponte ante el vil cacharro

Para ello, quítate la ropa, y golpea tus pezones con los nudillos, cual gorila furibundo. Grita, maldice, berrea, odia. Desahógate hasta quedarte sin flujo vital como cuando te matas a pajas. Evita el contacto físico, a ver si al final vas a acabar metiendo el pito en esa cosa, y te quedas sin lo más parecido a una chica que verás en tu vida. Debes hacer esto hasta que suceda una de dos.

  • Te desmayes por tu baja condición física.
  • Alguien te grabe y te hagas viral. En serio, hay que ser imbécil para seguir estos consejos.

En todo caso, a continuación dirígete a la máquina. Con los ojos llorosos, debes gritar de nuevo, esta vez brámale: ¿¿¡¡Por qué, furcia, por qué!!?? Entonces prometele que no volverá a pasar nada de esto. Cuando baje la guardia, golpéale con una piedra en donde quiera que tenga la cabeza. Ahora está inconsciente, y puedes ir al siguiente paso.

Paso 2: Enchufa el trasto

Eres tan imbécil como gordo, y aún no te has dado cuenta de que no estaba enchufada. Esto es algo complicado. A ver, de la parte de atrás del chisme sale una especie de... err... cola. Si, esa cosa con dos puntas de metal tiesas. Se llama cable. Vale. ¿Ves algún bujero en la pared con dos agujeritos del mismo grosor que los del cable? Si, eso de ahí. ¿Cómo? ¡Pues claro que servían para eso esos agujeritos! ¿Cómo iban a ser decorativos? Anda, date prisa enchufando eso, a ver si te da un infarto de tanto comer basura y me dejas en paz.

Paso 3: Abre la tapa

Es muy probable que acabes haciendo esto. No te culpes, eres demasiado mastuerzo.

¿Que haces yendo al baño? Hablo de la tapa de la sandwichera, no del inodoro, especie de foca monje. Vale, pon la mano en la tapa. No, ahí, más abaj... jodeeer... (TRES HORAS DESPUÉS) Muuuy bien. Ahora, levántala, no puede ser más difícil que lo que te cuesta incorporarte. Ya está. Buen chico. Al final no ha sido para tanto, solo me han dado ganas de matarte, resucitarte y volverte a matar en siete ocasiones.

Paso 4: Introduce los ingredientes de tu bocata

Primero pon una rebanada de pan. Ahora mete en esta todos los ingredientes, que estoy seguro de que serán sanisimos. Ajá, 14 big macs, veo que hoy estás concienciado con tu salud. Ahora la otra rebanada de pan. Excelente, ya tienes tu arterioesclerosis lista para ser sometida a la cremación y futura de gustación.

Paso 5: Comprime esa vorágine de mierda cosa a martillazos

Para saber como manejar un martillo necesitarías una licenciatura y varios años de prácticas, así que mejor usa la cabeza. Literalmente. No tienes mucho que perder.

Paso 6: Mete el sandwitch en la sandwitchera

Es facil. Deja caer esa pastosa bomba de calorías en la sandwichera. No es tan difícil, ¿verdad? Dios... mira, mientras lo intentas por tu cuenta, me voy a por ansiolíticos, de aquí no salgo sin un infarto...

Paso 7: Cierra la tapa

Es como el paso 3 pero a la inversa. Te advierto que mi paciencia también va a la inversa, así que no me calientes y cierra la tapa de forma adecuada. Genial, esta vez solo te ha costado media hora. Si sigues progresando así, podrías conseguir un título de CCC.

Paso 8: Espera 5 minutos mientras la máquina hace sus magias

Mientras, te recomiendo que te deshagas de los cadáveres de tu familia, lo digo porque están empezando a oler mal, y así de paso ganas tiempo. Para esto, simplemente tendrás que comprimirlos como en el paso 5: A cabezazos. Al menos hasta que estén lo bastante descoyuntados como para entrar por el retrete.

Paso 9: Date cuenta de que el sandwitch se te ha quemado

Mientras en un esfuerzo patético por darle un enterramiento digno a tus progenitores, los intentabas colar por el váter, el bocata se ha churruscado cosa mala. Está más negro que el papo de Carmen de Mairena. Aún así, cómetelo. Total, si no mueres por el cáncer, lo harás por la grasa...

Paso 10: Date cuenta de que quema

Si intentas tocar, sobar, besar, follar o restregarte esa mierda recién sacada de la sandwichera te darás cuenta de lo muchísimo que te quema. Los síntomás son ampollas purulentas y un dolor indescriptible. Lo mejor que puedes hacer ahora es gritar con todas tus fuerzas y dejarte llevar por la furia y los instintos animales.

Paso 11: Desquitate metiendo en la sandwitchera caras de ancianitas

Ni idea de quien es, pero seguro que a lo largo de toda su vida ha hecho algo malo para merecer esto, como nacer.

Has aplastado a tus seres queridos mientras hacías un cameo de la bola que persigue a Indiana Jones, los has tirado por el retrete tras hacerlos papilla con el chirimbolo, has quedado en evidencia como el cerril, rollizo y tarado ser que eres, y encima, además de demostrar ser más idiota que una chatarra de sandwichera, te has quemado con un bocata que de un modo u otro te hubiera costado lo que te quedaba de tu maltrecha salud. Sandwichear la cara a viejas es lo menos que puedes hacer para equilibrar tu patético karma. Y es una excusa perfecta para comer carne de gente sana, y digo sana porque no creo que cumplas ni la mitad de años que ellos, es más, apuesto a que a los 25 minutos de salir a impartir justicia a jubiladas inocentes, te dará un infarto o algo y morirás de una vez, quiero pensar que antes de que pongas las manos encima de la cara de alguien. Así que por favor, vete a quemar caras de vejestorias, y libra al mundo de un ser inútil. Ahora hablamos de tí. Gracias.