Alfonso X de Castilla

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Alfonso X
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Alfonso Xavier.jpg
Posando con su pijama favorita
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Rey y/o Reina
de Castilla y de León
Reinado o lo que sea Unos treinta años en los que hizo gala de ser un pedante su sabiduría.
Predecesor Sucesor
Fernando III el Santo
Sancho IV el Bruto
Personal
Nombre de verdad Fonsito
Nacimiento Defunción Toledo
Zevilla, quillo.
Casa Irreal La de los reyes borgoñones, que eran unos...
Estado actual Hecho polvo
Familia Su no menos célebre padre y sus hijos, el de la Cerda y el Bruto.
Relaciones No sé, pero creo que ya no puede
Enemigos algunos moros y los nobles que se le ponían farrucos.


Super-sabio extraordinario. ¡Alfonso X! ¡Alfonso X! Escribe hasta mas no poder. ¡Alfonso X! ¡Alfonso X! Rescata Castilla D.C. ¡Alfonso X! ¡Alfonso X! Cuando no hay nada que leer. ¡Alfonso X! ¡Alfonso X! Su mente es de monarca y cántigas muy sacras. Urbano IV lo analizó ¡Alfonso X! ¡Alfonso X! Poncho es un genio, con su pluma audaz. Él fue coronado por el derecho usual. Se convirtió en Alfonso X, el más sabio del mundo, contra judíos y moros, cruzadas a granel. Escarnios escribe a montón ¡Alfonso X! ¡Alfonso X! Busca digna sucesión. ¡Alfonso X! ¡Que ingenuo es! Tiene una barba fenomenal ¡Alfonso X! ¡Alfonso X! Sus libros debemos leer ¡Alfonso X! ¡Alfonso X! Ser líder de romanos, es su mayor empeño. Siempre nos hará dormir ¡Alfonso X! ¡Alfonso X!... ¡¡¡Alfonso X!!!

Alfonso X de Castilla (o simplemente conocido como Alfonxo el Sabio) ha sido el mutante que mejor gobernó el reino de Castilla y el de León que son parte de lo que hoy es un protopaís conocido como España. Se le recuerda por escribir poemas demostrándole su interés romántico a todas las encarnaciones de la Virgen María y por dedicar más de la mitad de su mandato a intentar ser el más romano de todos los romanos.

Historia del reinado

Etapa como infante

El rey prometido para seguir manteniendo al León en el Castillo fue el hijo de Fernando 3.0 "El Santo". Su padre fue llamado así porque se mantuvo célibe durante toda su vida y Alfonso, y el resto de sus hermanos, fue engendrado con sólo un beso de verdadero amor a la reina, la misma que se cultivaba pasando largos ratos con el escribano de la corte. Como en el medievo los reyes tenían muchas ocupaciones como sacar espadas de piedras e inmolar gran variedad de herejes no daba tiempo para criar príncipes, por lo que la educación de Alfonso estuvo a cargo de Urraca Rana y como ayo al propio sabio de la corte que trataba a Alfonso como si fuera su propio hijo.

De esta manera con los consejos de los nobles cuidadores y una pluma de la colección personal de pájaros Dodo de su abuelo, el rey de Alemania, se volvió fan de las Cantigas compuestas en su scriptorium, que eran el hip hop de su tiempo y que pronto lo volverían famoso entre las adolescentes cortesanas que veían en Alfonso un príncipe azul, nerd pero popular, intelectual pero fortachón, lo que seguramente lo convierte en el primer hipster de la historia de occidente.

Sus genes mutantes despiertan

Alfonso X y Malcolm X en su visita a LuXemburgo (por la cara del rey se nota que le urge ir al baño).

Fernando era un excelente padre, pero era mejor promotor de imagen, así que mientras se iba de gira artística por las principales ciudades del reino de León con la obra "miradme, soy su nuevo rey", el soberano confió a su hijo de nueve años a que visitara los reinos musulmanes de Al-Córdoba y Al-Sevilla y que en su camino, aprovechando el viaje, devastara lo que encontrara a su paso. No es que Fernando no quisiera a su hijo, pero no encontró a otro niño de nueve años en el que confiara más para la batalla.

Desde Semi-Al-Salamanca y pasando por Semi-Al-Toledo, se unieron a su ejército de dos hombres y un niño (Felipe llevó al resto de su armada a pasear por León) otros treinta y nueve caballeros toledanos, este pelotón cristiano de 42 rodeó estratégicamente Andújur para heroicamente exterminar a la población que se componía de mujeres, niños y ancianos de Jerez de la Frontera. De pronto llegaron miles de guerreros musulmanes a negociar la pacífica rendición de los católicos para poder enviárselos a su "Jebús". Alfonso era el último que quedaba vivo y cuando estuvo a punto de morir, se activaron los cortoscirculitos genéticos dentro suyo y comenzó a contar chistes en árabe, idioma que nunca había estudiado, sobre el supuesto paraíso cristiano sin 72 vírgenes para cada uno, los islamitas se reían mucho al escuchar esto y el pequeño Alfonso aprovechó para poner pies en polvorosa como buen príncipe que era.

El regreso era largo y, tanto hace 800 años como ahora, los caminos de la Península Ibérica estaban plagados de ladrones, embusteros, vagabundos, mercenarios, hechiceros, asesinos y gente con apariencia de David Bisbal a la que no se le puede tener confianza. Por eso utilizó sus poderes recién adquiridos para hablar castellano, portugués, vasco, catalán, portuñol, árabe, francés, alemán, pársel, sefardí y cualquier lengua del mundo para sobrevivir lo suficiente (también aprendió a usar su lengua de muchas otras formas), regresar a su castillo y matar a Fernando III por la espalda por ser tan hijo de puta.

Sus conquistas y conquistas

Al regresar a Castilla no encontró a su padre por ningún lado pues andaba en Palencia, que parece que le gustaba más que su capital y que su familia, Alfonso esperó a su "progenitor" hasta que cuando menos se dio cuenta ya había cumplido 18 años y recibía una tarta y una tarjeta que decía así:

Cita1.pngFelicitaciones hijo mío, ahora eres oficialmente el heredero por lo que puedes llevar corona y usar los condones reales.

Te quiere Tu Padre.

PD: Tenía intenciones de ir a celebrar pero ya conoces los tiempos que no alcanzan, así que hazme un favor y ve a conquistar Murcia que no me he dado oportunidad.

PD2: Te conseguí una prometida porque sé que tú nunca podrías, es fea como tu madre pero se llama Violante así que es buena señal.

PD3: No tuve dinero para tu regalo, toma algo del baúl de objetos perdidos del castillo y anótalo a mi nombre.Cita2.png

El sueño de Alfonso, además de apalear a Fernando, es hacer que los cristianos, los musulmanes, los judíos y las cabras de campanario vivan en paz. Al mismo tiempo sabía que la única forma en que los cristianos estarían en paz con todos era que los demás se hicieran católicos y ponerles cantidad de santos inventados en sus mezquitas y sinagogas. Para ello Alfonso escribió como nunca antes, cántigas, anunciaciones, epísolas y toda clase de literatura panfletaria sobre la Virgen María y su himen de adamantium, para que entendieran el verdadero camino y no hubiera necesidad de empalarse mutuamente. Con sus superpoderes los escribió en sefardí y en árabe, lo que muchos confundieron con que estaba escribiendo una receta médica o un hechizo satánico por el tipo de caligrafía.

Así mismo no le decían El Sabio por ser idiota, no fue solo, reclutó seres poderosos ya que parece que su padre sólo enviaba pordioseros a acompañarlo (sí, lo eran, pero no se burle), el equipo fue formó fue:

  • Jaime I de Aragón con el poder de la metrosexuallidad.
  • Sancho II de Portugal con la habilidad de la piadosidad.
  • Manuel de Castilla con el don de destronar reyes, no importando que sean familiares suyos.
  • El Cid con la capacidad de Campear (llevaba siglos muerto, pero como zombie era un guerrero todavía más eficaz que cuando estaba vivo).

Alfonso logró conquistar Murcia y fue un eficaz esbirro de su padre en la conquista de Sevilla. Para celebrar, decidió organizar su boda con Violante de Aragón. La ceremonia de matrimonio se celebró a la usanza castellana, con los novios en diferentes ciudades dándose el sí con palomas mensajeras y celebrando cada uno la noche de bodas, el novio con cortesanas contratadas por su padrino y la novia encerrada bajo llave en la torre mas alta de su castillo esperando por la llegada de su fiel marido.

Fernando III, al ver a su hijo casado y cazando musulmanes, pudo morir en paz. Decidió escoger su fecha de fallecimiento, un privilegio que solo los hombres santos se pueden dar. El 30 de mayo de 1252, después de comprobar (empujando con un palo al cadáver) que Fernando III estaba muerto, se proclamó a Alfonso como el rey Alfonso X de Castilla y León.

Política exterior

Alfonso X jugando al ajedrez con su suegro. En aquella época los tableros y piezas de ajedrez eran tan grandes y pesados que mover unos y otras requería un esfuerzo físico considerable que justificaba plenamente la clasificación de este juego como deporte. No como sucede hoy día.

Si es cierto que fue un rey muy exitoso en lo que venían siendo sus dominios, sus poderes se debilitaban enormemente cuando salía de la Península Ibérica.

Rey del Algarve

Aquí dio buena muestra de sus poderes mutantes, entre los cuales estaba tener una jeta hasta el suelo. Alfonso X se tituló «Rey del Algarve» hoy día los historiadores discuten tratando de dilucidar en qué se basaba la pretendida legitimidad de dicho título. Al final, han llegado a la conclusión de que se tituló así por sus cojones. Al rey de Portugal de primeras no le sentó muy bien, que esto es como si el vecino de pronto decide que el salón de tu casa es de él, así por las buenas y te instala ahí unas baldas o lo utiliza de trastero para guardar la bicicleta, las herramientas y las sillas de ir a la playa (y dile tú que no). Tras algunas acaloradas discusiones, la cosa terminó juntando corrales, Alfonso ofreció al portugués sepso casamiento con una hija bastarda suya (menudo golferas era). Al nieto que le nació de este matrimonio de pardillos más adelante le cedió el Algarve (imponiéndole ciertas condiciones de vasallaje, eso sí). Alfonso, por supuesto, siguió poniendo que era Rey del Algarve en sus tarjetas de visita, que lucía mucho y también yendo allí a pasar sus vacaciones cuando le apetecía, que ni hacíendose del Imserso le hubiera salido más barato.

Su candidatura a las Europeas

Aquí sus poderes mutantes se desinflaron como un globo. Un día recibió una embajada extanjera. Venían para ofrecerle su apoyo para ser Emperador del Sacro, o algo así le pareció entender a él, y pensando que era el hueso ese que hay donde el culo ya les iba a echar a patadas de la corte por insolentes. Cuando por fin lograron explicarse, contaron que ellos se referían al Sacro Imperio Romano Germánico, al que podía acceder porque su madre era una alemanota gorda (esta era una de las condiciones esenciales para el puesto). Y total, que le comieron la oreja con eso.

Lo que vino después en este infortunado episodio se resumió hacer la pelota a los príncipes electores y al Papa, poner dinero para sobornarles, y poner más dinero porque había otros pringaos candidatos que también sobornaban. Anda que no se reían a su costa, "tan Sabio para unas cosas y tan pazguato para otras" decían. Al final parecía que iba a ser él el elegido, pero el Papa (Gregorio X, otro mutante muy poderoso), que es el que tenía que coronarle, alargó la cosa todo lo que pudo, porque tiempo que pasaba, tiempo que Alfonso seguía soltando pasta. Finalmente tuvo que renunciar cuando hubo arruinado por completo las arcas del reino, que la crisis económica fue tan fuerte que la gente en Castilla reutilizaba el papel de water. Lógicamente, una vez renunciado, nadie le devolvió ni un duro.

A la conquista de África

Otra buena muestra de cómo se debilitaban sus poderes según salía fuera. Empeñado en continuar la labor de su padre y conquistar África, se puso muy machito y declaró una cruzada y todo, reclutando un ejército con las personas más perjudicadas por el colapso económico anteriormente descrito: canis, robagallinas, macarras, yonkis y delincuentes varios de poca monta. Al final, fuera como fuera la cosa, lo que surgió como una pretenciosa expedición para la conquista de África se quedó en una excursión a la Isla de Perejil en la cual los mílites se pasaron de "cariñosos" con las cabras que por allí solían pastar. A la vuelta, eso sí, todos presumían de ser héroes de guerra. Si esas cabras supieran hablar...

Política interior

Realizó una gran labor cultural. Entre otras cosas fue autor de varios de cómics.

Alfonso X se esforzó en poner un poco de orden en casa y tratar de dejar claro quién mandaba aquí. Para ello se propuso crear un código legal que le diese a él tantas prerrogativas como consideraba oportuno que debía tener sobre sus súbditos, así que se rodeó de un equipo de leguleyos para elaborar unas leyes que garantizaran que el rey pudiera ejercer sus poderes de una manera justa y sabia. Del texto resultante, conocido como las Siete Paridas se ha llegado a decir que son en todo equiparables en el mundo del Derecho a lo que fue la obra de Beethoven en la Pintura, la de Miguel de Cervantes en la Música o la de Pablo Picasso en la Literatura.

Fueron tan bien acogidas por ciudadanos y nobles que originaron la...

Rebelión nobiliaria de 1272

Encabezada por el infante Felipe, uno de los hermanos del rey (¡qué capullo, ten hermanos para esto!). Los nobles exigían al rey que retirase las Paridas, pero el que nones, a lo que los muy imbéciles respondieron arrasando gran parte del reino, lo que incluía las cosechas de sus propios feudos: se ve que a Alfonso lo de El Sabio se lo pusieron por comparación con los botarates que le rodeaban mas que por sus propios méritos objetivos. Al final lo resolvió enviando a su hijo y heredero Fernando de la Cerda a negociar. A este Fernando le conocía todo el mundo como "el de la Cerda" por su madre, la reina, poco asidua en lo que a lavarse el chichi se refiere. Fuera como fuera la reina Violante, que una cosa no quita la otra, él era un hábil negociador, y no tuvo problemas en llegar a un trato con los nobles: les rebajó impuestos sobre las cosechas de ese año (total, qué mas daba, las habían arrasado y poco se iba a sacar). Ellos se dieron por satisfechos con el apaño, ya vemos que no tenían muchas luces.

La revuelta mudéjar

Ya como rey, reconquistar, lo que se dice reconquistar, no reconquistó mucho. Mantuvo lo que había logrado su padre y poco mas. Éste había pactado determinadas condiciones de convivencia con ciertos territorios conquistados de buen rollo a los moros. A Alfonso estas condiciones le parecían una blandenguería y decidió pasárselas por el forro. Así que se le rebelaron y como eran cuatro campesinos con palos y piedras pues hasta el inoperante ejército castellano fue suficiente para reducirles. Cuando tienes la sartén por el mango es lo que pasa, que puedes ser todo lo cabrón que te apetezca.

La cosa de la sucesión

A Fernando de la Cerda le dio catarro mal curado y se murió, que de aquella la medicina era una cosa muy floja. Así que el tema de la sucesión, que no estaba claro porque las leyes ordinarias decían una cosa y las Siete Paridas la contraria, quedó entre los hijos de éste, llamados también los de la Cerda, a los que se oponía Sancho el Bruto, otro de los hijos de Alfonso.

Para la resolución de este conflicto se aplicó la máxima castellana que dice "Para qué vamos a hablarlo si podemos resolverlo a hostias", así que se montó una bonita guerra civil. Sancho el Bruto se reveló contra su padre y se hizo con el dominio del reino a base de mandobles, haciendo honor a su apodo. Los nobles, que todavía estaban escocidos por aquello de las Paridas le apoyaron en masa. Alfonso X maldijo a su hijo, se cagó en su puta calavera y le desheredó, pero de poco le sirvió, pues cuando parecía que podía remontar la guerra a este díscolo vástago fue y se murió. Sancho, desheredado y todo, se coronó rey ¿quién iba ahora a decirle que no?. Los de la Cerda por su parte tuvieron que salir por piernas.

Ancestros

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8. Fernando II el Pichabrava
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4. Fonsito IX de León
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9. Urraca la Repudiada
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2. Fernando 3
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
10. Alfonso VIII el de los Nabos
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5. Berenguela Melapela
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
11. Leonorcita Jr.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1. Alfonso X de Castilla
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12. El pirata Barbarroja
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6. El guapo mozo Felipe
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
13. Beatriz de Coña.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3. Una alemanota.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
14. Isaac Gelete
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7. Irene tiene pene la Geli
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
15. Irene Paleontóloga.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Literatura

Retrato robot del monarca, a la luz de los análisis forenses.

Alfonso X fue siempre muy ávido de saber y conocer, pues sus padres se habían preocupado de que fuera culto e instruido y le compraban siempre los Cuadernos de Vacaciones de las mejores editoriales para que siguiera estudiando hasta en verano. Él mismo era muy curioso y siempre se preocupaba por aprender, que hasta se había hecho el curso CCC de Guitarra. Menudo empollón.

De esta manera le dio por escribir desde muy jovencito, y es autor de cantigas de escarnio (pues le gustaba insultar con elegancia, o incluso sin ella), himnos píos y muchos artículos de Inciclopedia. Y cuando no escribía él, contaba con unos negros que por él lo hacían (algunos eran moros, otros cristianos y otros judíos, pero todos eran negros), que ya les decía él lo que tenían que poner, que para eso era muy listo: planificaba el contenido, los dibujos que ponía en el libro y hasta le añadía de vez en cuando algunos chistes de lo más simpático.

Descripción física

Los retratistas de su época le sacaban guapo, por la cuenta que les traía. Pero recientes investigaciones forenses y profanaciones de su cadaver han demostrado que Alfonso X era largirucho, con la frente abombada, un ojo que se le salía de la cuenca como al tipo ese de Piratas del Caribe, grietas en la nariz, pústulas y forúnculos. Un adefesio, en definitiva. Esto respalda las declaraciones de su hijo Sancho, quien siempre dijo que su padre además de ser un viejo chiflado era asqueroso.

  • 23 de noviembre Personaje histórico (ver todos aquí). ☀️ ☠️