Incilibros/Cómo levantarse de la cama

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Este sería usted tratando inútilmente de levantarse de la cama sin este manual.

Seguro que ha usted estado algún día en su cama, descansando plácidamente, ora durmiendo, ora cabeceando, cuando, por la suerte que no le sonríe, o quizás los hados que se confabulan en su contra, recuerda que debe hacer algo, tal vez importante, obligatorio, o tal vez una meta o un asunto personal, pero de todas maneras algo que debe hacer fuera del dulce abrazo del mueble que lo acogía. No desea, en caso de ser una persona, salir del lugar que tantas felicidades le ha dado, pero sabe que debe. No lo desea. Pero debe.

Para esos momentos en que levantarse parece un martirio, comparable a los mayores castigos de la Inquisición, pero dado por el cruel destino, es que esta guía le será de utilidad. También está el caso que sea un raro al que no le guste dormir ni estar rodeado del calor de sus mantas, en caso que le guste alejarse del suave palacio de Morfeo, en caso de que, en resumen, sea un raro total, en tal caso estos pasos le serán completamente inútiles.

Introducción

¿Seguro que se quiere levantar?

Para empezar, debe recordar algo y tenerlo siempre en mente: lo que se le ha llamado a hacer es obligatorio, por razones distintas, pero obligatorio. En caso que no sea obligatorio, puede usar la rama de la filosofía llamada No Dejes Para Hoy Lo Que Puedes Hacer Mañana™. Eso es, obviamente si puede no hacerlo urgentemente, o también solo si desea complicarse la vida. En caso de que sea totalmente obligatorio, ya puede ir usando todo su entrenamiento anti-flojera que le enseñaron en primaria, o puede seguir los siguientes pasos:

Primer paso

El estar en un estado de sentirse como en las nubes (o quizás con dolor de espalda, depende de la posición de ésta) le causa un sopor parecido a estar sentado una hora frente a un ordenador escuchando clases, por lo que debe primeramente sacarse ese sopor, pero manteniéndose en su cama, por lo que puede usar técnicas como echarse agua. En caso que no tenga agua a mano, puede escupir hacia arriba. Otra forma sería pegarse una cachetada con todas sus fuerzas. En caso que no quiera hacer ninguna de las anteriores, por razones éticas, morales, o simplemente porque no gusta de las estupideces, puede armarse de valor y, en caso de estar echado, sentarse, o en caso de estar sentado, destaparse de las sábanas. En caso que no esté cubierto por las sábanas, no sé qué es lo difícil en levantarse en esas condiciones, pero de todas maneras le diré que puede seguir una de las dos primeras recomendaciones.

Segundo paso

Necesitará un buen físico para levantarse.

Recuerde el estado en el que se encuentra, echado, o bien sentado, pero en una posición que relaja sus músculos, por lo que el segundo paso será intentar desatrofiar sus músculos, que tras un tiempo prudencial estando relajados, sus músculos tienden a mantenerse así por las leyes de Newton. Para lograrlo debe usar toda la fuerza que hay en su cuerpo y mover el músculo que se mantiene en estado de rebeldía contra el deber. Dominar esa técnica puede tardar años, pero como usted solo debe pararse, lo único que deberá hacer es usar el cerebro que tiene (o debería tener) en su cabeza para usarlo en su favor y mover el músculo. Claro que, a menos que sea superdotado o muy hábil, no podrá dirigir las órdenes a un solo músculo, por lo que se recomienda también mover el área de alrededor (dígase pierna, brazo, orejas, etc.). Cuando haya despabilado a todos sus músculos y éstos estén en estado de alerta, pase al siguiente paso.

Tercer paso

Ya que logró la hazaña, ahora deberá enfrentarse no ya a desafíos materiales y físicos como lo son mover las orejas, sino deberá desafiarse a sí mismo a una batalla. Su fuerza de voluntad deberá luchar contra su flojera y sus ganas de quedarse en la cama. Deberá concentrarse y no pensar en todas las ventajas que tiene mantenerse tendido y relajado, alejado del mundo y sus dificultades, estar desconectado de la realidad de la pesadez del trabajo, estar a salvo de la gente que lo pudiera dañar, estar… zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz. Digo, debe enfrentarse a todo ello y sobreponerse a la flojera, para lo que su chi concentración deberá estar al máximo. No puede darle pie a la victoria del mal si quiere levantarse. Mientras usted hace eso, yo echaré una siesta. Despiérteme si lo logra.

Cuarto paso

¿Eh? Oh, ya veo que lo logró. Bueno, estando ya convencido de levantarse en cuerpo y alma, deberá usar ambos y coordinarlos para que realicen la acción de pararse de su cama. Para ello deberá enviar las señales correctas al lugar correcto, pero no será tan difícil si su cerebro está en óptimas condiciones (al contrario de las cosas como lapiceros o calculadoras, el cerebro se mantiene óptimo si le da un buen uso. No vale decir que, “nunca lo he usado, está nuevo, por lo que está mejor que los del resto”, pues si no lo usa o no lo suele usar, el cerebro, como la plastilina, se seca y ya no funciona. Solo para especificar), pues hará el trabajo sin que usted se dé cuenta. En ese momento decisivo, debe usar la fuerza de voluntad que le quedó del paso anterior a modo de jeringa de adrenalina para levantarse. Si no le quedó fuerza de voluntad, ya sea porque perdió la batalla mental del paso anterior, o ya sea porque no tenía desde el principio, éste paso no dará frutos. Si logró darse una buena dote de energía y ya está listo, deberá prepararse para pasar al siguiente paso. Se recomienda usar gafas protectoras.

Quinto y último paso

De que funcionaría, podría ser, pero no es recomendado

Ya está usted casi listo para hacer lo que debía hacer. El impulso extra que le dio la fuerza de voluntad no es, después de todo, tan eficiente, pues deberá usar un verdadero impulso, por lo que un salto podrá ser suficiente, o también puede probar una voltereta doble, mas eso no se recomienda por órdenes del ministerio de salud. Su preparación debe ser exacta, pues un descuido podría terminar en usted cayéndose de la cama y dándose un golpe duro contra el suelo. Con la posición correcta y el ángulo adecuado, usted tan solo tendrá que usar un pequeño salto para salir de la cama. También puede funcionar un chispazo de electricidad, pero, de nuevo, nos lo prohibió el ministerio de salud. En el momento en el que se arme de valor, deberá usar el pequeño salto para salir disparado de la cama (claro, no disparado, pues eso sería malo para el lugar de caída, es metafórico) y lograr el cometido de esta guía: sacarlo de la cama. Después de un proceso tan cansador, pues se recomienda un pequeño descanso, por ejemplo, puede acostarse en su cama para reponerse.