John Fortnite Kennedy (conocido como John F. Kennedy, JFK o KFC, 1917 - 1963) es uno de los personajes más insulsamente equívocos de la historia: debió haber nacido en Irlanda fruto del amor de una monja y un sacerdote, pero nació en Massachuset; debió ser cura o Papa, pero fue Presidente de los Estados Unidos; a lo sumo debió ser actor sex-symbol y se dedicó a la política, debió haber iniciado la Tercera Guerra Mundial pero le dio frío y, definitivamente, nunca debió ir a Dallas aquel 22 de noviembre de 1963, pero usted ya sabe.
Elegido en 1960, le ganó por un pelo al supervillano Richard Nixon. Reinó desde 1961 hasta que un loco lo confundió con un tiro al blanco de feria. Durante su gobierno surgió un historial de éxitos diplomáticos (póngale comillas muy enfáticas) para su gestión: unos cochinos invadieron una Bahía en Cuba; unos rusos pusieron pusieron fuegos artificiales nucleares en la Habana que se podían ver desde Miami; los mismos camarradas levantaron una pared a mitad de Berlín dejando a su aparato diplomático rascándose la cola cabeza; de nuevo esos rusos mandaron los primeros animales laicos, no cristianos, al espacio; pero por fortuna su ejército entrarían a triunfar a Vietnam ¿cierto que sería una victoria que los hará enorgullecerse? Mientras dentro de sus fronteras, señores como Martin Burger King y Malcolm X, el de Enmedio no harían caso al presidente de quedarse callados sin dar problemas haciendo exactamente lo contrario, quedándose incallados y dando problemas.
A nuestros valientes hombres y mujeres que forman parte de la invencible Armada Boliviana que trabaja en su lucha infinita por recuperar el mar boliviano.