Incilibros/La chica de la caperuza roja
Más ágil que una tortuga. Más fuerte que un ratón. Más noble que una lechuga. Su escudo es un corazón. Es... ¡el Chapulín Colorado!
Protagonizado por el súper comediante, Chespirito.(Chapulín & Dr. Chapatín)
María Antonieta de las Nieves(Caperucita & Abuela). Ramón Valdés(Lobo). Edgar Vivar(Vendedor). Florinda Meza(Mamá).
Y la aparición especial del Doctor Chapatín.
Hoy les ofrecemos: La chica de la caperuza roja.
Acto uno
Escena uno
Una vieja cocina en una cabaña. La madre de Caperucita tiene una canasta para ella.
— Caperucita Roja: La, la, la.
— Mamá: Querida, ven acá. (Caperucita va a con su madre)
— Caperucita Roja: ¿Qué pasa mamá?
— Mamá: Es tu querida abuelita, al parecer le agarró el mal de Chagas, y bueno como está tan mal tengo está canasta llena de comida. (le ofrece la canasta a Caperucita)
— Caperucita Roja: Dale mami, llévasela.
— Mamá: No hija, vas tú.
— Caperucita Roja: Ah no, la última vez que fui a visitar a la bizcabuela me dio un remedio muy feo.
— Mamá: Bueno, pero estabas enferma, vamos, ahora ella está enferma.
— Caperucita Roja: No, no y no.
— Mamá: Está bien, quédate, total aún no he practicado mi canto.
— Caperucita Roja: (rápidamente agarra la canasta) Está bien, está bien, yo voy.
— Mamá: Así está mejor.
— Caperucita Roja: Adiós mamá. (se prepara para ir)
— Mamá: Espera hija… por favor recuerda seguir el camino y no hablar con extraños. (le da un beso a su hija)
— Caperucita Roja: Ni que fueran a hablarme.
— Mamá: Esto es serio. Si te perdiera, no sé que haría. (la niña se va por la puerta)
Escena dos
Un bosque muy verde. Allí está el Vendedor Ardilla con una multitud observando.
— Caperucita Roja: Camino por el bosque, la, la, la, caminado voy. (ve al vendedor) Órale que está pasando.
— Vendedor ardilla: Asómbrense, lo último de lo último, sean los primeros en comprar estos genuinos dientes de castor. No han visto que están en el bosque y ¡oh!, aparece un árbol que les tapa el camino. Púes con estos bebes muerdes y ya está. (a Caperucita) Usted señorita, se ve que sabe de compras.
— Caperucita Roja: No. Yo vengo a llevarle esto a mi bizcabuela.
— Vendedor ardilla: Ni modo, no quieres llevarte unos genuinos dientes de castor.
— Caperucita Roja: ¿Y cuánto están?
— Vendedor ardilla: A 600$
— Caperucita Roja: Pero si está muy caro.
— Vendedor ardilla: Son genuinos, ¿a cuánto quieres que los venda? Debo alimentarme.
— Caperucita Roja: Púes con esa barriga no parece que pase hambre.
— Vendedor ardilla: Mírala eh, mírala eh. Púes me los vas comprar o no.
— Caperucita Roja: Le estoy diciendo que ahora no puedo.
— Vendedor ardilla: Y yo le digo que son genuinos. Además, cuantos hombres conoce que vendan de éstos.
— Caperucita Roja: Ninguno, de seguro usted ya se los comió.
— Vendedor ardilla: Púes si no compras nada, vete de aquí niña.
— Caperucita Roja: Púes eso es lo que le estoy diciendo que debo…
— Vendedor ardilla: Ya sé. Que tienes que llevarle eso a tu bizca, ¿qué?
— Caperucita Roja: Mi bizcabuela.
— Vendedor ardilla: Púes vete ya niña, estropeas el negocio redondo.
— Caperucita Roja: Redondo como usted.
— Vendedor ardilla: (enojado) ¡Ah! Ya me cansé… (se prepara para pegarle a la niña)
— Caperucita Roja: Con permisito dijo Monchito. (se va, el vendedor y la multitud también) Ah, pero que tipo… (el lobo Lorenzo, estaba viendo a la niña, él se paró justo al ledo de ella y se quedó quieto como estatua) Vaya esta estatua es muy real casi parece que se moviera. (mira al otro lado)
— Lorenzo Lobos: ¡Achís!
— Caperucita Roja: (mira al lobo) Y hasta estornuda… (se da la vuelta y vuelve a mirar) esperen…
— Lorenzo Lobos: Hola preciosura, ¿cómo andas?
— Caperucita Roja: A pie.
— Lorenzo Lobos: No, yo digo que como va todo.
— Caperucita Roja: Ah, bien…
— Lorenzo Lobos: ¿Y cómo te llaman?
— Caperucita Roja: A mi no me llaman yo me llamo.
— Lorenzo Lobos: No, que me digas tu nombre.
— Caperucita Roja: Soy… espera un momento, mi mamá me dijo que no hable con extraños.
— Lorenzo Lobos: Púes yo no soy un extraño. Mira mi cara, ¿acaso te parezco extraño?
— Caperucita Roja: No, púes si parece perrito chihuahueño atropellado.
— Lorenzo Lobos: Mira niña, yo soy Lorenzo Lobos, el más respetado animal del todo del bosque, a mí se me habla bien.
— Caperucita Roja: Ni que fuera bruta para hablar mal.
— Lorenzo Lobos: (pone cara de enojado) Oye veo que tienes una rica canasta llena de dulces, ¿para quién es?
— Caperucita Roja: Para mi bizcabuela, está muy enferma. Y de seguro no querrá que llegue tarde.
— Lorenzo Lobos: Vaya sí que eres deliciosa, digo hermosa, creo que una preciosura como tu debería ir al atajo.
— Caperucita Roja: ¿Qué atajo?
— Lorenzo Lobos: (señala el camino izquierdo) El de la izquierda. (Caperucita se pone en modo defensivo, pensado que debe atajar algo que viene de la izquierda) No, que vayas por el camino de la izquierda que es más rápido.
— Caperucita Roja: Ah... qué suerte, pensé que me iba a comer, debe ser uno de esos lobos buenos.
— Lorenzo Lobos: Claro, si soy amigo de las chicas que salen solas por el bosque. Y por cierto, cómo es tu abuela.
— Caperucita Roja: Bueno no sé ahora, pero ella es muy bonita y algo rellenita, con lindo aroma.
— Lorenzo Lobos: Púes tu abuela está para comérsela toda.
— Caperucita Roja: Disculpe.
— Lorenzo Lobos: Digo, digo, que tu abuela está para curarse. Bueno niña, ya me voy a hacer algo que no tiene nada que ver con tu abuela, sólo toma el camino de la izquierda. (se va corriendo por el verdadero atajo)
— Caperucita Roja: Púes yo voy a ver a mi bizcabuela. (se va por el camino izquierdo)
Escena tres
La casa de la abuela, hay una cama y un armario. La abuela está en la cama con dudosas condiciones.
— Bizcabuela: ¡Ah!, ¡Ah!
Aparece el Doctor Chapatín, por la cocina
— Doctor Chapatín: Disculpe señorita, pero usted es la enferma.
— Bizcabuela: No, soy la mucama.
— Doctor Chapatín: Ah púes entonces me voy.
— Bizcabuela: No, que sí soy.
— Doctor Chapatín: Menos mal si se ve peor que oveja pelada. Y dime, ¿qué te pasa?
— Bizcabuela: Tengo el mal de Chagas, digo, ayer me pico un bicho y creo que me enferme.
— Doctor Chapatín: ¿Y cómo era el bicho?
— Bizcabuela: Chiquito.
— Doctor Chapatín: Sí, pero dígame más, es que sólo algunos bichos lo transmiten.
— Bizcabuela: No sé.
— Doctor Chapatín: Púes cómo que no sabe.
— Bizcabuela: Es que lo maté y no recuerdo.
— Doctor Chapatín: Pero si yo siempre recuerdo todo, hasta la más mínima mosca.
— Bizcabuela: A su edad, seguro.
— Doctor Chapatín: ¡Insinúa que soy viejo!
— Bizcabuela: No doctor, pero de seguro su primer paciente fue un neandertal.
— Doctor Chapatín: (le golpea con la bolsa) Ah no, así yo no la curo, necesito que me diga cómo era el bicho.
— Bizcabuela: No me puede revisar igual.
— Doctor Chapatín: No.
— Bizcabuela: ¿Por qué?
— Doctor Chapatín: Porque deje las cosas en mi escritorio.
SFX: Puerta
— Bizcabuela: ¿Quién es?
— Lorenzo Lobos: (con voz imitando a una niña) Soy yo tu dulce nietecita.
— Bizcabuela: A ver doctor, ábrale la puerta.
— Doctor Chapatín: Todo yo, todo yo. (le abre la puerta al lobo, están desde un ángulo que la abuela no puede verlos, el Doctor se sorprende) Oiga está segura que su nieta es mujer.
— Bizcabuela: ¿Por qué lo dice doctor?
— Doctor Chapatín: Si está más peluda que pie grande.
— Lorenzo Lobos: Ah sí, usted, ¿sabe que hay una ardilla que tiene la Plaga Durmiente?
— Doctor Chapatín: ¿Ah sí?, (a la abuela) discúlpeme señora pero me necesitan en otra parte. (al lobo) Y otra cosa dígale a su abuela que si se quiere sentir mejor que se tape la cara con la sábana.
— Lorenzo Lobos: ¿La sábana?
— Doctor Chapatín: Sí, porque si amanece muerta, no le verán la cara. (se va, el lobo va a con la abuela que tiene cara de preocupada)
— Bizcabuela: Hay cómo te… un momento tu no eres mi nietecita, ella no está tan peluda.
— Lorenzo Lobos: (con voz normal) No yo soy el forzudo.
— Bizcabuela: ¿No será el velludo?
— Lorenzo Lobos: Mire ahora lo que voy hacer es ponerla en el armario y comerme a su nieta y después vengo para el postre.
— Bizcabuela: Me dijo el postre.
— Lorenzo Lobos: Lo peor para final. Además si me cae mal, al menos me habré comido a una. (se enoja, el lobo la agarra y la encierra en el armario, ella grita, luego él se pone un pijama de ella) A ver, que bien me queda el pijama de la abuela. (se acuesta en la cama)
— Caperucita Roja: (entra y va directo a la cama) Hola bizcabuela, te traje esta canasta.
— Lorenzo Lobos: (con voz de anciana fea) Hola mi nietecita déjala por ahí. (deja la canasta en la mesa de luz)
— Caperucita Roja: Upa, ¿qué orejas tan grandes tienes?
— Lorenzo Lobos: Emm sí, pero lo que yo decía…
— Caperucita Roja: Y que nariz más larga.
— Lorenzo Lobos: Lo sé pero, por favor…
— Caperucita Roja: Y qué ojazos.
— Lorenzo Lobos: Oye viniste a visitarme o burlarte de mí.
— Caperucita Roja: Uff, que mal aliento.
— Lorenzo Lobos: Ya basta o la abuela se enoja. Ahora que tal si jugamos a comerse, digo a besar a la abuelita.
— Caperucita Roja: Púes con esa boca tan sucia, ni que tuviera máscara de gas.
— Lorenzo Lobos: Se acabó. (se levanta de la cama lista para comerse a Caperucita) ¡VOY A COMERTE TODA!
Inicio de espacio publicitario
Chocola, la bebida que toma Chespirito. Chocola, de Red Chapulín S.A. (no tiene relación con el chocolate)
Acto dos
Escena uno
El lobo está preparado para comerse a Caperucita.
— Caperucita Roja: Tú no eres mi abuela… Oh, y ahora quién podrá defenderme.
— : (aparece por la puerta y se golpea con la mesa, luego salta con su pose característica) Yo.
— Caperucita Roja: El Chapulín Colorado.
— : No contaban con mi astucia.
— Caperucita Roja: Qué bien Chapulín.
— : ¿Y qué sucede? (SFX: Antenas de Vinil) Silencio, mis antenas de vinil detectan la presencia del enemigo.
— Caperucita Roja: El lobo, quiere comer.
— : Púes que agarre de la cocina.
— Caperucita Roja: No, que me quiere comer.
— : (Al lobo) ¿No has pensado en hacer dieta?
— Caperucita Roja: Haz algo Chapulín, ¡eso!, dale con tu Chipote Chillón.
— : (agarra y deja el Chipote) Púes a los ancianos no se les pega.
— Caperucita Roja: Si no es un anciano es que se puso la ropa de mi bizcabuela.
— : No se dice bizcabuela, se dice bisabuela.
— Caperucita Roja: No Chapulín, es bizcabuela, porque no ve.
— Lorenzo Lobos: (enojado a los dos) Ah ya basta, con la comida no se juega.
— : Púes yo no estoy jugando lobo.
— Caperucita Roja: ¿Qué hacemos Chapulín?
— : Que no panda el cúnico, ya se me ocurrirá algo.
— Caperucita Roja: Oye lobo, ¿por qué me quieres comer a mí?, (señala al Chapulín) no te gustaría un hermoso y fortachón Chapulín?
— : Se aprovechan de mi nobleza.
— Lorenzo Lobos: No, no me gusta, se parece al mandril de Chapultepec.
— Lorenzo Lobos: Que se parece al mandril de Chapultepec.
— : Púes si usted parece King Kong pero más feo y encima grosero, porque con algo de salsa teriyaki soy muy delicioso.
— Lorenzo Lobos: Entonces me como a los dos.
— Caperucita Roja: Oh no, Chapulín, ahora nos va a comer a los dos.
— : (va a agarrar el Chipote, pero no está, entonces hace como si lo hubiese hagarrado) Púes le voy a dar un golpe con mi Chipote Chillón.
— Caperucita Roja: (el Chipote no está junto al Chapulín, si no que el lobo lo agarra) ¿Dónde está?
— : Que no ves que lo tengo… (se da cuenta que no lo tiene y lo busca)
— Caperucita Roja: (el lobo se para detrás del Chapulín, para golpearlo con el Chipote) Chapulín…
— : No vez que estoy buscando el Chipote.
— Caperucita Roja: ¡Chapulín!
— : Deja de gritar que estoy buscando. (al lobo) Me prestas el Chipote así ésta deja de gritar.
— Lorenzo Lobos: Pero cómo no. (le da un golpe, SFX: Golpe)
— Caperucita Roja: Te lo dije Chapulín, el lobo te robó el Chipote.
— : (el lobo y el Chapulín tiene una persecución) Dame el Chipote.
— Lorenzo Lobos: (frenan) ¿Y la palabra mágica…?
— Lorenzo Lobos: No esa no es.
— : Bueno a ver si esta es… (le da un golpe con las manos, SFX: Golpe)
POW
— Lorenzo Lobos:
(cae al suelo) ¡Uy!
— Caperucita Roja: (va cerca del Chapulín) Qué bien Chapulín.
— : (agarra el Chipote) A ver si así aprende a no robar el Chipote de otros.
— Caperucita Roja: ¿Y ahora?
— : Mira primero le pego así… (se prepara para golpear al lobo, pero sin querer se golpea el pie, salta del dolor) ¡Ay!
— Caperucita Roja: ¿Estás bien Chapulín?
— : Lo hice intencionalmente todos mis movimientos están fríamente calculados.
— Caperucita Roja: Está despertando.
— Lorenzo Lobos: ¡Ay!
— : No si lo puedo evitar… (intenta golpearlo nuevamente, pero ocurre lo mismo) ¡Ay!
— Caperucita Roja: Que tienes con tu pie.
— : Ya te dije que todos mis movimientos están fríamente calculados.
— Caperucita Roja: Así pos sí.
— Lorenzo Lobos: (se levanta enojado) Y los míos también.
— : (sin ver al lobo) ¡No! Si usted está dormido, ¿cómo puede… (ve al lobo)?
— Lorenzo Lobos: Llegó la hora de la cena.
— Lorenzo Lobos: Primero la niña después la abuela.
— Caperucita Roja: ¡Mi abuela!
— Lorenzo Lobos: No que me como a la abuela.
— : A poco te gusta la comida vieja.
— Lorenzo Lobos: Bueno, es que ya me estoy quedando flaquito.
— : Ni se nota… (a Caperucita, señalando) Oye primero, púes tus corres para allá y yo correré para acá, ¡síganme los buenos!
— Caperucita Roja: Claro que sí Chapulín. (el Chapulín corre hacia el lado equivocado, luego se da cuenta y se da la vuelta)
— Lorenzo Lobos: Pueden correr pero no esconderse.
— Lorenzo Lobos: Iré por… (la abuela logra abrir la puerta del armario y con un palo de escoba le pega al lobo) ¡Ay! (cae al suelo)
— Bizcabuela: ¡Toma esa lobo!
— Caperucita Roja: (Caperucita y el Chapulín regresan corriendo) ¿Qué pasó?
— : (el Chapulín confunde a la abuela con el lobo y le empieza a pegar con el Chipote. SFX: Golpe) Toma, toma, toma.
— Caperucita Roja: ¡Espera! Es mi abuela no el lobo.
— : Ya lo sabía, es que tenía un mosquito.
— Bizcabuela: No es un mosquito es una marca.
— : Lo sospeche desde un principio.
— Caperucita Roja: Es que mi abuela tiene el mal del chanfle.
— Caperucita Roja: Además que no dijiste que no le pegabas a los ancianos.
— : Pero sí tu abuela no es una anciana.
— Bizcabuela: Gracias Chapulín.
— Lorenzo Lobos: (se levanta enojado) Momento, ¿quién me pegó?
— Bizcabuela: Ya basta lobo!, si te doy un pastelito, ¿¡vas a dejar de perseguirnos!?
— Lorenzo Lobos: ¿Es de limón?
— Bizcabuela: ¡Sí!
— Lorenzo Lobos: Púes dámelo ya.
— Caperucita Roja: Oye lobo…
— Lorenzo Lobos: ¿Qué?
— Caperucita Roja: ¿Sabes que animal tiene pico y dice “quack-quack”?
— Lorenzo Lobos: ¿El pato?
— Caperucita Roja: Claro, el que pega con el zapato. (le da una patada al lobo, SFX: Golpe)
— Lorenzo Lobos: ¡Ay! (cae al suelo)
— Caperucita Roja: Y la próxima vez, vaya a comerse a su abuela y no la mía. (todos miran confundidos, mientras la pantalla va a negro)
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