Incilibros/Ocupado
Llega el momento santo de depositar la confianza hecha materia
En la hondura abisal de aquel espejo de agua doméstico
Que al bramar de cataratas controladas
Deja pulcra la conciencia y facilita el andar
El rito puede ser un elogio a la belleza
Como el cántico del ave al amanecer
O tortuoso
Como el grito estentóreo de la suegra
A veces necesita de una gran apertura personal
En otras
Con el gesto inferior de sólo musitar palabra
Se despliega un gran recurso de materialidad
Dando pie a una orgía hidráulica de proporciones universales
Pero una vez cumplido el acto aprendido de generación en generación
Y luego de dejar testimonio sobre el papiro que encontramos
En el rollo convenientemente dispuesto
De amanecida sabemos ya que un día provechoso será
Y en el ocaso gozaremos de sublimes ensoñaciones
¡Oh, sacrosanto y cerámico recinto!
¡Oh, blancas paredes, saltos de agua y espejos!
Recibid esta noble ofrenda de humanidad cada día
Todos los días y hasta el fin de los días
Cuando la gruesa pastosidad finalmente nos ahogue en el Juicio Final.