Mariana Pineda
Mariana Pineda es una heroina granaina y andaluza (O andalusa, como se prefiera, porque yo soy zezeante ¡Y a mucha honra!) que vivió a principios del siglo XIX en la ciudad de Granada. Es famosa por ser el emblema de la resistencia liberal contra Fernando VII.
Vida y obras
Mariana Pineda empieza su trágica historia el día en que nació en el casco viejo de Granada. Ya de pequeñita se le veía comprometida con la causa liberal recitando de memoria los 324 artículos de la Constitución de 1812, amén de los 17 BOE que aparecieron durante la creación de dicha constitución. De muy joven se casó con un liberal (Porque Dios los cría y ellos se juntan) y ambos se alimentaron recíprocamente de sus idea en tertulias litero-filosóficas con personalidades de su época.
Por desgracia, un buen día , el malvado Darth Vader de la época, Fernando VII, se hizo con todo el poder del imperio español, y ordenó arrasar, defenestrar, quemar, torturar y realizar otras muestras de amor hacia los liberales en público. La idea de Fernando VII era de hacer de España un país atrasado para que él llegase a ser el más listo del país (Cosa que era muy dificil, porque incluso un caracol muerto tenía mayor cociente intelectual que él)
Mariana Pineda no estaba dispuesta a que eso pasase en Andalucia y fue a quejarse ante la Junta, pero el PSOE no la creyó (Sí, obviamente, el PSOE ya gobernaba en el siglo XIX).Así que ella solita creó una alianza de liberales, influenciados por el 15-M, cuya finalidad era cambiar el sistema.
Muerte
Mariana pronto empezó a tejer una bandera para el movimiento, y siguiendo el gusto progre, decidió hacerla roja, gualda y púrpura. Lo que pasó a continuación, aunque parezca mentira, es verídico, según el mito.
Pineda dejó la bandera en el salón creyendo que nadie la vería. Su sirvienta llegó a casa a altas horas de la noche acompañada de un cura, al cual se trajinaba. El cura vio la bandera y se lo chivó a las autoridades. Mariana fue acusada de liberal e izquierdista (En el paquismo sería roja) y fue penada a morir en Garrote Vil. Antes de morir se le dijo que si quería, para mayor comodidad, se podía quitar las medias, a lo que respondió: "Sí hombre, y además las bragas ¿No? Qué te crees, mamarracho,¿Que me he caio d'un guindo hace ná?" Durante su ejecución, gritó:"El recuerdo de mi muerte hará más a la causa que todas las banderas del mundo"
Como más tarde se vio en la Puerta del Sol, eso no fue así. Los liberales en este país nunca salen ganando...