SME
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Este artículo contiene un chingo de humor mexicano.
Igual y si no le agarras el pedo, lo mejor es ir a México y preguntar, pero si no entendistes el nahuañol de los mexicanos, ya te chingaste. |
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El SME y todos los trabajadores en general son un peligro para México
¡Aquí, se ve, la hueva del SME!
El SME, siglas de ¡Somos Muchos, Espurio!, es una bola de pinches huevones un sindicato de trabajadores de la ciudad de Nottingham, D.F. que se dedica a robarle luz eléctrica y fibra óptica a los ricos para dársela a los pobres. Es fieramente perseguido por el Principe Felipe sin Tierra y por Javier Lozano, el Sheriff de la Secretaría del Trabajo, quienes desean que el SME termine de hacer fechorías y deje de promover ideas reaccionarias como Democracia y Autonomía Sindical, Trabajo para el Pueblo, Salud para Todos y demás consignas que pueden llegar a poner en peligro la paz y la estabilidad de la sociedad de México, que como todo mundo sabe, está compuesta únicamente por los empresarios oligarcas, la clase política y las señoras fresas que salen en las Revistas Quién y Hola! Actualmente el SME está siendo seducido para que olvide sus ideas revolucionarias y combata en el ejército del Señor de la Televisión y el Copete Oscuro durante las elecciones de 2011 en el Estado de México[1].
Historia
El nacimiento (1914)
Esta trágica historia inicio en el año de dios de 1903, cuando una empresa de nacionalísimos compatriotas (del Tío Sam) llamada Mexican Light and Power, inició operaciones para abastecer de luz y de fuerza a los estados del centro del país[2], la periferia no importaban en realidad. En ese lugar se desarrolló la primera generación de jóvenes sindicalizados entusiastas, llamada Elektrón (en ese momento, el nombre parecía buena idea). Por supuesto, don Porfi los ayudó a que salieran adelante (patas por delante, específicamente).
Para 1914, ya estaba en marcha el plan de los rojillos, socialistas, zapatistas, comuneros y demás calaña revolucionaria para hacerse con el poder y conquistar el mundo México, pero no contarían con que Venustiano Carranza se quedaría en la oficina mientras todos iban a celebrar, y cuando regresaron todos crudos del día anterior, Carranza ya había puesto su nombre en la puerta de la oficina presidencial y sólo les dijo, ja ja (risa Nelsoniana). Porque se había quedado con "el puesto, las viejas y el chupe", los ejércitos de Zapata y Villa lo atacaron, mientras los trabajadores tranviarios, aprovechando estallaron la huelga, en demanda de mejores condiciones de trabajo y desayunos obreros con una cerveza incluida, el gobierno carrancista, no tuvo más remedio que incautar la empresa México Trainways, y así los electricistas vieron la oportunidad perfecta para hacerse de las suyas y fundar el Sindicato Mexicano de Electricistas y pedir cervezas y un pomo de tequila cada fin de año.
Huelga (1936)
Al término de la Revolución Mexicana, el país había perdido miles de millones de habitantes durante la conflagración, y cientos de millones más por la guerra cristera. Los presidentes mexicanos ordenaron que fuera necesario implementar una política de población en la cual la población tenía que crecer y multiplicarse. La Mexican Light and Power (MLP) tuvo que aumentar la capacidad de sus plantas de generación de energía eléctrica e incrementar la productividad de sus burros empleados para solventar el gasto de todos los videojuegos que iban a haber por el exceso de niños en el país. El ingeniero Frederick Winsiow Taylor viudo de Jocker, director general de la MLP, aplicó métodos modernos de administración como no pagarle seguro médico a sus empleados, hacerlos trabajar de sol a sol los fines de semana y días de guardar, descontarle la comida del sueldo, aunque los pobres ni comían, y azotarlos con el látigo cada vez que querían tomar un descanso o morir en el intento.
Los trabajadores de la MLP estaban dispuestos a trabajar como burros, pero no estaban de acuerdo a que los azotaran como tales. La huelga estalló el 16 de julio. El servicio eléctrico fue suspendido en la Ciudad de México y zonas cercanas con la excepción de los estadios de fútbol[3], el templo de San Judas Tadeo[4] y las radiodifusoras[5]. Varios sindicatos organizaron un paro nacional en solidaridad con el SME, aunque lo que en realidad hicieron fue aprovechar la huelga para no ir a trabajar los muy huevones.
Representantes del SME fueron a las oficinas de la presidencia de la república a denunciar las prácticas esclavistas de su patrón. Y como en ese tiempo estaba de presidente el General Lázaro Cárdenas, el problema se arregló en menos de 15 minutos. El ingeniero Taylor tuvo que bajarle a su desmadre y firmó un contrato colectivo con el Sindicato que establecía que los trabajadores de la MLP sí eran seres humanos y que la empresa tenía que tratarlos con dignidad, pagarles un sueldo justo y darles el fin de semana libre para que los empleados pudieran dedicarlo a actividades productivas como ir al fútbol y pasar un rato de sano esparcimiento en los bares y cantinas de la Ciudad de México. El ingeniero Taylor tuvo que salir de México y buscar otro lugar en donde aplicar sus métodos de administración de la industria eléctrica. Los terminó aplicando en la ciudad americana de Springfield junto a su socio, Charles Montgomery Burns.
Nacionalización de la industria eléctrica (que poco duró el gusto)
Al ver que la industria eléctrica era un negociazo para los extranjeros, el gobierno mexicano estableció un impuesto para que los dueños por lo menos dejaran algo de dinero en México. Los extranjeros tacaños protestaron por el impuesto, ya que no iban a tener dinero para poder pagar sus vacaciones en las islas del Caribe. En represalia, el gobierno de México decretó la nacionalización del sector eléctrico en 1960 y tomó posesión de todas las empresas eléctricas para fusionarlas en la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pero no pudo hacer lo mismo con la Mexican Light and Power, ya que esta tenía unos abogados muy cabrones que sacaron un montón de amparos para evitar que fuera nacionalizada. Viendo este problema, el SME decidió apoyar al gobierno ya que sus agremiados preferían ser explotados por mexicanos que por extranjeros. El SME decidió negociar con los abogados de la MLP para que dejaran de sacar amparos manejando sólidos argumentos como el artículo 27 de la constitución mexicana y unas pistolas calibre 22. Al final los abogados le tuvieron mas miedo a las armas de fuego que a las legales y en 1963 permitieron que el gobierno mexicano tomara control de la MLP.
Inicialmente la MLP se iba a fusionar con la CFE, pero los agremiados del SME protestaron. Preferían ser negreados por ellos mismos y no por un perfecto desconocido. Por lo que el presidente de México decidió fundar la Compañía de Luz y Fuerza del Centro para dejarla en manos del SME y ya no lo estuvieran chingando tanto.
Zona de influencia
El gobierno de México había tenido mucha razón. La industria eléctrica era un gran negocio que le permitía a los políticos y a los líderes sindicales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tener dinero suficiente para comprarse autos Ferrari del año e irse de fiesta a los mejores centros nocturnos de México. Desafortunadamente para ellos, Luz y Fuerza facturaba mas dinero que todo CFE. Y este dinero era repartido equitativamente entre todos los miembros del SME porque entre ellos existía algo llamado democracia sindical. Los agremiados del SME eran libres de gastarse su dinero en las cantinas y en los abonos chiquitos de las tiendas de electrodomésticos.
El sindicato de la CFE[6] le exigió al gobierno federal que integrara Luz y Fuerza (LyF) a la Comisión y que fusionara los dos sindicatos. El SME le respondió al gobierno, a la CFE y a su sindicato que no iban a aceptar trabajar con gente corrupta[7] y que se fueran a integrar y a fusionar a su madre. Furioso, el sindicato de la CFE armó una campaña donde decía que los líderes del SME gastaban dinero público a manos llenas, tenían grandes haciendas en Hidalgo e iban a sesiones caras de delfinoterapia.
Los rumores no pegaron mucho porque en ese tiempo no existían periodistas como López Doriga y Pedro Ferriz de Con, quienes repetían la propaganda oficial a todas horas del día en radio y televisión. Solo estaba Jacobo Zabludovsky, pero a él solo dejaban hablar dos horas en la tele.
Pero el gobierno de México encontró un vacío legal[8] dentro el acta constitutiva de Luz y Fuerza que le permitía quitarle las plantas generadoras de electricidad a LyF para regalárselas a la CFE. De esta manera la Comisión comenzó a vender mas cara la electricidad a Luz y Fuerza.
Luz y Fuerza y el SME tuvieron que establecer programas de austeridad para que sus precios de luz eléctrica no fueran tan caros y no afectaran a sus clientes. Establecieron medidas de ahorro utilizando el ingenio mexicano para el mantenimiento de la red eléctrica, la distribución de la energía y el cobro de la luz. Comenzaron a arreglar equipos y cableados con chicles, cintas adhesivas y Resistol. Si era muy cara la conexión, utilizaban diablitos para que mas gente tuviera acceso a la electricidad. Y solo le cobraban el consumo de energía a una persona, para que no estuvieran afectadas las más de cien familias que estaban colgadas de su luz.
Al final el área de influencia del SME quedó reducida al D.F. y su área metropolitana, el Estado de México, Hidalgo, Puebla y Morelos.
Elecciones de 2009
El SME sobrevivió a los intentos de linchamiento por parte de la CFE y del gobierno federal. Pero no contaba con que el gobierno no se detendría en su afán por retirarlo de la vida sindical, ya que era el único sindicato en México que no estaba alineado con el presidente. Pero al gobierno se le habían acabado las ideas y ya se habían rendido cuando llegaron las elecciones internas de 2009 en el SME.
Durante las elecciones, el candidato ganador y entonces secretario del SME, Martín Esparza, le ganó por un estrecho margen al entonces tesorero, Alejandro Muñoz. Muñoz no aceptó la derrota y se fue a llorar con la Secretaría del Trabajo y la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje acusando a Martín Esparza de irregularidades en el proceso de elección interna. Esparza acusó a su rival de panista[9] y de haberse robado 23 millones de pesos. A Muñoz le dolió más que lo tacharan de panista que de ratero y comenzó una campaña exigiendo la repetición de las elecciones.
El gran ganador de este proceso electoral fue el gobierno mexicano, quien disfrutaron al ver como los agremiados del SME se estaban destruyendo entre sí. El gobierno aprovechó que la dirigencia del SME había dejado listo el camino para su extinción.
Extinción de Luz y Fuerza (el gobierno se quedó sin luz, pero sobre todo sin fuerza)
Se ha vuelto extremadamente ineficiente, consume muchos recursos, es incapaz de rendir buenas cuentas, por ello decidí extinguir mi gobiern... quiero decir, a Luz y Fueza del CentroUna vez que Felipe Calderón llegó al poder haiga sido como haiga sido, realizó una de sus principales promesas de campaña como presidente del empleo, le dio trabajo a un amigo suyo de la facultad como Secretario del Trabajo y Previsión Social y le ordenó devolver al país a su época dorada (los tiempos de Don Porfirio). Sin embargo, Lozano no podía hacerlo pues había grupos que no se dejaban comprar con dinero, viajes ni hummers, y eso que estaban bien bonitas. Entre los sindicatos democráticos se encontraban la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (apéndice que Gordillo no controla[10]), los Mineros y sobre todo los revoltosos esos de Luz y Fuerza que siempre tapaban las calles con sus camiones de luz y aventaban huevos a San Lázaro desde sus escaleras con las que se suben a los postes.
Para arreglar al país, lo primero que hizo el patriótico gobierno fue prohibir que Luz y Fuerza produjera electricidad pues salía muy cara, por ello tenían que comprársela a los compatriotas de Mouriño a precios aún más altos y venderla a menos de lo que vale el salario mínimo, o sea, casi regalarla, luego se le dictaminó en bancarrota pues se decía que el subsidio de más de 40 mil millones de pesos a la empresa bien se podía utilizar para comprar más armas para sembrárselas a estudiantes acribillados por el ejército.
Una noche, nuestro queridísimo y muy mal parido presidente de la república democrática del PAN, salió en la tele como regularmente hace para decir que vamos ganando la guerra contra nosotros mismos. Esta vez la noticia era otra, la selección mexicana le había ganado a San Vicente, o a Trinidad y Tobago o a alguna selección por el estilo y había clasificado al mundial. Un verdadero logro patriótico para el país que nos haría olvidarnos del tal Hidalgo, Morelos y esos otros que ya se me están olvidando de la alegría. Pero el programa también fue para anunciar que luego de 90 años de servicio, iba a cumplir con su cometido como presidente del empleo e iba a lanzar a 60 mil personas a buscar empleo pues en ese momento los estaba corriendo de Luz y Fuerza del centro, acusándolos de la desgracia nacional, de la crisis y de apoyar al Peje.
Lo siguiente fue comprar tiempo y tiempo y tiempo a la televisora, gastando el presupuesto de dos años del UNAM y el IPN juntos para justificar el por qué habían cerrado Luz y Fuerza. Se le acusó al SME de ser el responsable del pobre desarrollo del país en materia económica, de que desde el 2006 el PIB ha bajado, de que no haya empleos ni oportunidades, de que los recursos naturales estén perdiéndose, de que no haya refinerías y haya que comprar gasolina a Estados Unidos, del aumento en la gasolina claro está, de la pésima política educativa, de las ínfimas condiciones de salud del país, de la Influenza AH1N1, de que por su culpa la selección nunca haya ganado un mundial y de los más de 20 mil muertos por la guerra contra el narco. Por supuesto, Televisa y TV Azteca proyectaron todo esto, y como son autoridades, todos supieron que el SME había hecho todo eso.
Huelga de hambre y huelga nacional
Pero no todo era malo, a los extrabajadores se les ofrecieron dos caminos, o aceptar una pequeña compensación de un año de servicio y una patada ejecutiva en el trasero, o no aceptar su liquidación y recibir una patada del ejército en el trasero. Muchos sí se fueron a la primera luego de llamadas a sus casas con mensajes como "soy el secretario del trabajo, sé dónde vives, así que copelas o cuello", entre otros, pero el resto decidió seguirla hasta que se resolviera su problema, veamos que hizo esta gente para seguir sobreviviendo, trabajando, amando y bebiendo.
Chilangolandia
Pues yo no creo que hayan estado sin comer un mes, se ven muy repuestitos y hasta pueden caminar
Miles de elementos de seguridad fueron retirados de los barrios, pero no a güevonear sino a proteger las instalaciones del edificio de Luz y Fuerza que ya no pertenecía al sindicato, sino a Televisa como muestra de buena fé al pueblo. Cuando los trabajadores regresaron de haber visto clasificar a la selección mexicana al mundial, se dieron cuenta de que sospechosamente ya no tenían trabajo, edificio, prestaciones y, en muchos casos, ni calzones. Por ello, al día siguiente se reunieron con otros demoniacos democráticos, como la CNTE (la hermana gemela y atea de la SNTE), campesinos de Atenco, madres sustitutas, miembros del Partido Comunista Mexicano, pero no la población en general que eran amablemente disuadidos por los cañones de los soldados. Se inició con una serie de marchas al rededor del Zócalo, día tras día, pero al parecer ya una tradición y no una protesta se comenzó a ir a la casa de los diputos, el Palacio Legislativo de San Lázaro, pero como ahí estaban más preocupados por el aumento de suelo a los servidores públicos de alto nivel, no los recibieron. Así pasaron pronto los meses y los minutos con López Doriga se agotaron.
Sin embargo, pronto se propuso una situación tremendamente loca, que era que el SME se emplantonara en el Zócalo capitalino y se pusiera, primero a dieta sin consumir carnes ni mariscos, pero como tampoco funcionaba, se optó por la Huelga de Hambre, que al contrario de como suena, no es quedarse sin hambre sino todo lo contrario, no comer más que agua, miel y sus propias lágrimas de vinagre (las que les habían quedado después de tanto lacrimógeno recibido). El gobierno federal obviamente hizo lo propio, poniendo puestos de tacos y hamburguesas a un lado para que el olor quebrantara el espíritu de esos señores y el picante su sacrosanta sea la parte. Pero no funcionó, pues aquellos smeitas se tapaban las narices con ganchos de ropa (o pinzas de cangrejo a falta de estas). Los flacos hombres fueron noticia mundial (excepto en México) y los flacos hombres lograron que el gordito simpático que era Secretario de Gobierno, el tal Gómez-Mamont fuera relevado, y pusieran a un repartidor de pizzas llamado Francisco Blake Mora, para negociar y evitar que un hambruno se petateara antes de liquidarse en la nómina.
El SME fue el único sindicato que se quedó en el zócalo a ver el mundial de fútbol en las pantallas gigantes, mientras el Carnal Marcelo convenció a los nuevos secretarios generales de las secciones del CNTE a que se movieran a la otra plaza a cambio de alguna diputación.
Hidalgo
La Policía Federal tomó la subestación de Juandho desalojando a los trabajadores del SME que se encontraban en su interior. Los Policías reportaron que fueron agredidos por tres trabajadores. Estos trabajadores golpearon con saña a los escudos y a los toletes de los Policías, dejando el piso lleno de sangre. La Policía tuvo que abrir las compuertas de un canal de agua para poder lavar el piso de la subestación.
La Policía Federal ayudó de forma activa a los integrantes del SME para que salieran a protestar en las calles de las ciudades de Hidalgo. Para este efecto iban a sacarlos de sus casas para que se fueran a manifestar. Si los agremiados del SME deseaban seguir en su hogar, los Policías tenían la orden de usar métodos violentos para obligarlos a salir.
Estado de México
En Toluca se registró una marcha por alrededor un millón de integrantes del SME; no se reportaron incidentes, pero se cometió el delito/pecado de poner banderas rojinegras en las calles. Sin embargo, algunos testigos aseguran haber visto en la ventana del Palacio de Gobierno asomándose un copete con una mirada ¬¬.
Puebla
Se registraron en Puebla manifestaciones de una gran cantidad de organizaciones civiles quienes exigieron la revocación del decreto de extinción de Luz y Fuerza. Desafortunadamente ninguna de estas organizaciones protestó contra Mario Marín ni contra Kamel Nacif, lo que restó seriedad a la movilización.
Guerrero
En Acapulco se llevaron a cabo manifestaciones por parte de los seguidores de un señor que, según el gobierno federal y la prensa oficialista, esta políticamente muerto. Los manifestantes exigieron el fin de los conflictos laborales, la revocación del decreto de extinción de Luz y Fuerza y la baja de tarifas de la CFE. En esta manifestación se demostró que un señor que está políticamente muerto puede movilizar a cientos de miles de personas en México.
Chiapas
En Chiapas, maestros disidentes a Elba Esther Gordillo llevaron a cabo manifestaciones de apoyo al SME en las principales ciudades de la entidad y aprovecharon la movilización para lanzar consignas en contra de su lideresa sindical.
Michoacán
En Michoacán, 10 mil profesores, también disidentes de Elba Esther Gordillo, tomaron las instalaciones de la oficina estatal de finanzas (rentas) en apoyo al SME. Ellos también aprovecharon la manifestación para exigirle a los antiguos espíritus del mal que ya no transformen el cuerpo decadente de Elba Esther en Mumm-Ra, la Inmortal.
Oaxaca
Líderes de movimientos sociales de Oaxaca, incluyendo a más maestros disidentes a Elba Esther Gordillo, llevaron a cabo bloqueos para exigir al gobierno federal que revocara el decreto de extinción de Luz y Fuerza. A diferencia de sus homólogos en Puebla, ellos si lanzaron consignas en contra e Ulises Ruiz, el entonces gobernador de Oaxaca, ocasionando que la protesta sí fuese vista con seriedad.
Su propio partido político
Martín, I'm your father. Join me and together we will rule the SME as father and son.Una vez vista la capacidad de convocatoria tenida, el SME luego de meditar en la taberna "Me cago en El Espúrio" con una chela en las manos cada uno, decidieron aprovechar los ejemplos de Sudamérica en donde Lula da Silva era un obrero y la mafia el pueblo lo colocó como presidente, igualmente a Evo Morales que siendo un humilde diputado, llegó hasta la divertida presidencia. Es por ello que el SME intenta abrir su propio partido político para que cuando llegue al poder olvidarse de su gente ayudar al pueblo y sacar a la oligarquía que secuestró a México, la SSS (Salinas, Slim, Santa Claus).
Pero en uso y razón de la capacidad política y de la bola de cristal que tienen guardada para saber quién será el próximo presidente de México, Martín Esparza convocó a una marcha en la capital del Estado de México, con el fin de hacer una alianza estratégica por el bien de todos y ofrecerle doscientos mil votos a Enrique Peña "El Copete" Nieto para que logre su presidencia. Cuando lo logre el SME no sólo resurgirá de entre sus cenizas, sino que desplazará a la malvada Comisión Federal de Electricidad del resto del país haciendo un monopolio donde ganas tú, gano yo y gana el PRI.
Citas
- ↑ Se rumora que la dirigencia del SME fue comprada con calendarios de la Gaviota desnuda.
- ↑ Aguascalientes, México, Puebla, Hidalgo, Michoacán y uno pequeño que se llamaba Changalalanga, y que ya no existe
- ↑ No iban a dejar a la Ciudad de México sin fútbol
- ↑ Podrán ser muy revoltosos, pero los sindicalistas eran muy devotos de San Juditas
- ↑ Era el final de la radionovela de moda y los radios podían operar con pilas
- ↑ Cuyo nombre es muy largo y muy feo.
- ↑ Nunca se supo si hablaban del gobierno, de la CFE o de su sindicato.
- ↑ Para eso somos buenos los mexicanos.
- ↑ El insulto máximo que puede recibir un agremiado del SME
- ↑ Bueno, podría decirse que quien sabe
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