Arturo Umberto Illia
No les tengo miedo a los que nos quieren comprar, sino a los de adentro que no quieren fijar un buen precio...
No es Lupus
 Presidente semilegal de Argentina |
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| Mandato | 1963-1966 |
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| Residencia | La Casa Rosada |
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| Hechos | Demostrar que el argentino es corrupto por naturaleza y nunca dejará de votar a sus pares, destruir la deuda externa solo para que lo destruyan a él |
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| Anterior | Siguiente |
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| Nacimiento Defunción | Cruz del Peje Buenos Aires |
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| Afiliación | Unión Cívica Reciclada |
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| Estado actual | Extrañado por un grupo de idiotas arrepentidos |
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| Relaciones | Parte de la UCR |
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| Enemigos | Todos |
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Arturo Muylento Umberto Illia nacido el 4 de agosto del 46 a. P. (46 antes de Perón) y fallecido el 18 de enero de 1 d. P (1 después del Proceso) fue el mejor presidente de la historia Argentina, recordado por el hecho de que durante su presidencia se reprimieron protestas, los sindicatos ardían, uno de los dos principales partidos políticos estaba proscrito y no podía controlar a los militares... pero era presidente de Argentina y por lo tanto se le reconoce el esfuerzo por hacerlo bien. Ah, y era incorruptible, trató de desproscribir al peronismo para restaurar la democracia y además no había deuda externa ni problemas económicos durante su mandato, pero eso no importa, lo importante es que no era peronista y por lo tanto no tenía derecho legal ni sindical a ser presidente.
Gobernó entre 1963 y 1966, cuando finalmente el general Juan Carlos Onganía, con el apoyo de las fuerzas de todos, le dio a Illia un "soplo" de estado y lo derrocó.
Su particular estilo de gobierno, calificado por sus detractores como "Lento", ha demostrado ser muy productivo, puesto que se ha demostrado que cuanto menos haga un presidente argentino, menos va a robar y por lo tanto la desigualdad disminuye a índices históricos.
Vida pasada
Arturo Illia nació... y eso es más o menos lo que se sabe de su vida previa antes de ser presidente. En algún punto de su vida conoció a Hipólito Yrigoyen, un líder populista y carismático, y se unió a su partido, la Unión Contra la República o UCR que abogaba por permitir que un determinado grupo social pudiera votar sin tener que someterse a los golpes que un grupo de oligarcas les daban con rocas. Yrigoyen era, como ya se dijo, un líder populista y medio de izquierda, que metió a Illia todas sus ideas en la cabeza, solo para que este las modificara, diera un giro de ciento ochenta grados y, por algún motivo, despertara en 1963 presentandose como candidato de un partido igual pero más de derecha, austero, y conservador.
Presidencia
Luego de que el valiente general Aramburu expulsara al gobierno fascista electoral de DJ Perón y lo reemplazara con su propio gobierno fascista militar, la UCR se quedo sin nadie que la aplastara en las elecciones y decidió dividirse para hacer del proceso electoral algo más interesante, la UCR Intransigente, de izquierda, y la UCR del Pueblo, de derecha.
Illia se quedó con el lado de la derecha porque fue demasiado lento para caminar hasta el lado de la habitación en el que encontraba la izquierda. El candidato de la UCRP en 1958 fue Ricardo Balbín, cuya derrota ante la UCRI y su subdesarrollista líder Frondizi demostró que Perón no había cometido fraude electoral: solo que Balbín tenia mala suerte. Por eso, cuando derrocaron a Frondizi, tocaba ver quien seria el pobre imbécil que se quedaría a soportar a los sindicalistas dementes por un lado y a los milicos por el otro. Balbín, que sabia que iba a perder, escogió a Illia como candidato y decidió no presentarse, pero el destino y la sagrada Ley de Murphy, mas un puñado de votos en blanco, le dieron la victoria a Illia.
Rápidamente Illia debió enfrentarse a todos en la Casa Rosada y el Congreso. Por un lado tenia a los militares, que amenazaban con darle un golpe al estado, y por el otro a Vandor, un sindical que quería que se fuera el peronismo para reemplazarlo con su propia versión berreta, centralizada en su figura y de orientación izquierdista.
Al ver que asumia el gobierno de Illia, el general Onganía, que de un momento a otro empezó a existir (ya que antes no estaba pero a los historiadores se les ocurrio que sería un personaje interesante), juro defender la institucionalidad, pero al ver como un grupo de gente levantaba peligrosamente la mano izquierda hacia las urnas, resolvio que el unico modo de defender el orden era dar un sumamente constitucional y pacifico golpe de estado. Los militares acordaron que, cuando Illia cruzase la puerta del despacho presidencial y se sentara en su escritorio, darían el golpe para divertirse un rato obligandolo a levantarse ni bien se sentara. Illia entro al cuarto, dio dos pasos, y envio una carta al Congreso Nacional (haciéndola pasar primero por el comité de ética) para ver si era adecuado sentarse mirando a la ventana. Seis meses después llego la respuesta diciendo que si, pero para entonces ya hacia frio e Illia envió una carta al Senado solicitando permiso para mover el escritorio hacia una chimenea, que fue concedido a los siete meses. El agobiante calor hizo que Illia solicitara la instalación de un ventilador, hasta que finalmente el 27 de junio de 1966, el Congreso exigió que Illia se sentara.
Entonces, un militar se despertó a buscar un vaso de agua y vio lo que sucedia. Rapidamente corrio a despertar a Onganía. Este decidió que debian hacer el golpe antes de que a Illia se le ocurriera levantarse a ir al baño y finalizara su mandato con exito. De ese modo Onganía se acerco a la constitución, dio un soplo de estado y el gobierno se desplomó. Illia se tuvo que ir ese mismo día, aunque no abandonó la Casa Rosada sino hasta el año siguiente.