Asedio de Leningrado

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Cita3.pngEl Grupo de ejércitos tiene muchos pescados. No va a haber problemas de comida por ahora.Cita4.png
Hans Krebs informando al Führer sobre la situación.

El Asedio de Leningrado, también conocido como la Batalla de Leningrado fue un asedio durante la segunda guerra mundial sobre la ciudad de Leningrado (también llamada San Petersburgo) por ser esta una importante ciudad rusa y estar los alemanes en guerra con los rusos.

Antecedentes

Durante la Operación Barbarroja, los alemanes habían tomado gran cantidad de zonas al oeste de la URSS debido al hecho de que la mayor parte de los soldados rusos estaban borrachos en esos momentos. En el norte, llegaron a Leningrado y pusieron el asedio del que vamos a hablar.

Los alemanes disponían del Grupo de Ejércitos Norte, al mando del general Krebs, un gran amante del pescado el cual estaba casado con un mapa. Dicho grupo de ejércitos estaba formado por los ejércitos alemanes IX, XX y XXV , el II Ejército Nazi SS y el I Ejército italiano, con un total de 1.25 millones de soldados (incluyendo 500.000 nazis), 10.000 carros de combate y 500 abrigos.

Su contrapartida fueron las fuerzas soviéticas, que contaban con el Frente de Leningrado, al mando del fantasma de Tujachevski. Sus fuerzas contaban con 5 ejércitos de nombres rusos casi impronunciables y que significaban cosas como "Viva Stalin", "Arriba el Proletariado" o "El Vodka por encima de todo". En total, tenían unos 3 millones de soldados (incluyendo 1.2 millones de fusiles y unos 5.000.000 balas), 5.000 tanques antiguos y unas 50 bobinas de tesla situadas alrededor de la ciudad. Esta ciudad, estaba considerada impenetrable para los alemanes, aunque lo malo es que los camiones de suministros tampoco podían pasar, así que tenían que irse de pesca o comerse a los soldados muertos (se hicieron muchas carnicerías en la batalla con tal fin).

Desarrollo de la batalla

Primer asalto. Operación Scheissefall

La operación Scheissefall consistía en atacar directamente y a lo bestia sobre la ciudad por parte de las fuerzas alemanas. El IX Ejército del general Klaus von Karltoffeln-Omellette había llegado a divisar la ciudad, y se le ordenó atacar directamente.

El resultado del ataque fue la derrota de parte de dicho ejército debido a una combinación entre las bobinas de tesla, el invierno y el hecho de que los alemanes habían recorrido tanto terreno que tenían dolor de pies. Los rusos, en cambio, iban en tren, así que no tenían tantos problemas.

Llegado a este punto, los alemanes tuvieron que enviar más refuerzos para recuperar dicho ejército, además de enviar más abrigos. Sin embargo, por una confusión, los abrigos fueron enviados a las fuerzas del Africa Korpiños en medio del desierto, y las ropas de verano fueron enviadas a las tropas de Krebs. El propio mariscal Krebs intentó una solución, pero resulta que las escamas de pescado son pésimas como aislante térmico y no sirven para hacer abrigos.

Asedio largo y costoso

Generales rusos posando en el centro de Leningrado.

Tras el fallido intento de atacar directamente, a los alemanes se les ocurrió hacer otra cosa: aislar la ciudad y hacer que se muriesen de hambre. Claro que se les olvidó que los rusos comían bebés (según su propia propaganda) y recurrieron al canibalismo mientras duraba el cerco. Además, estaban suministrados por los americanos desde el mar.

Varios intentos de salida fueron frustrados por la División Azul, una división enviada por Paquito el Chocolatero a Alemania para quedar bien. Tras la retirada de esta, en cambio, las fuerzas italianas fueron atacadas en 1944 y se consiguió romper el cerco.

Derrota de las fuerzas italianas y recuperación de la ciudad

Krebs informando al Führer de que han perdido la batalla y a punto de hacer que le de una pataleta.

En 1944, el I ejército italiano fue destinado a mantener el asedio, reemplazando a los del II Ejército nazi, los cuales habían sido destinados a Stalingrado. Aprovechando del cambio (y del hecho de que los italianos iban armados con banderas blancas y dispuestos a rendirse), los rusos aprovecharon para atacar y hacer prisioneros a gran parte de dicho ejército, consiguiendo recuperar la ciudad.