Conductor novel
Un conductor novel es aquella persona o ser que intenta quitar la vida a demás usuarios o a sí mismo a manos de un vehículo.
Características de un conductor novel
A simple vista, un conductor novel, será siempre detectado. Estos conductores son muy aficionados a hacer la vida imposible siempre que sea posible a los demás usuarios de la vía, y tiene diversas y variadas maneras de conseguirlo. Una de ellas: son el terror de las rotondas; Conviene tener mucho cuidado para que no se te incorpore uno de estos usuarios.
También sienten verdadero horror a parar el coche en una cuesta con inclinación igual o superior al 25%, y comienzan a tener espasmos cuando en vez de parar hay que arrancar en la misma situación. Ni que decir que necesitan una recta del tamaño de la pista de aterrizaje de un Boeing 747 para realizar un adelantamiento. Además suelen circular por las autopistas a una velocidad máxima de cuarenta y cinco kilómetros por hora. La cosa se complica si la conducción tiene lugar en horario nocturno, pues la circulación sin luces es otra de sus señas de identidad.
Otra característica que les delata es que huyen de las gasolineras de autoservicio desde el día en que intentaron repostar por sí mismos y provocaron la explosión de varias toneladas métricas de depósitos subterráneos de combustible y el desplome en la Bolsa de Repsol. Y para colmo son capaces de calar un coche incluso cuesta abajo alargando el tiempo de espera en los semáforos.
Tipos de Conductores Noveles
Existen principalmente 3 tipos de noveles:
Los de menor peligro son Los de la L Azul: Se detectan por una placa con una L sobre fondo azul colocada encima del coche al lado del patrocinador del nobel. Realmente serían muy peligrosos si no fueran acompañados de un escolta que nos protege situado en el puesto de copiloto y que en la mayoría de los casos no le deja cometer sus actos vandálicos con el resto de automovilistas, salvo cuando se halla momentáneamente ocupado sufriendo un ataque cardíaco.
Los anteriores, tras unos cuantos exámenes para tontos y varios sobornos, digi-evolucionan a Los de la L Verde: Se consideran aptos para conducir y por tanto se les ha retirado el escolta. Todo el mundo sabe que un L verde no ha conseguido hacerse aún con el volante y por tanto usa los pedales para realizar los giros.
Pero los más peligrosos son Los Renegados: Son aquellos que rehusan de indicar que son conductores noveles por medio de una placa y por tanto, los conductores veteranos no pueden ayudarles con las normas que vienen abajo, generalmente suele corresponder con gente joven, suelen ser conductores generosos.
Normas de circulación
La DGT, incorporó varias normas a seguir cuando nos encontremos con un conductor novel, ya que posiblemente sea una de las situaciones más peligrosas con la que podemos encontrarnos en la carretera:
- Siempre hay que mantener una distancia de 70 metros con respecto al coche de un novel. En caso de cuesta con inclinación igual o superior al 25%, la distancia será de la longitud total de la cuesta.
- En una autovía, siempre tendremos que dejar nuestro carril libre para que un novel se incorpore sin dañar a ningún usuario ni al medio.
- Se les debe dejar un tiempo prudencial para que estacionen su coche, de mínimo 5 minutos.
Reconocimiento del conductor novel
Pese a que suelen ser un peligro en la carretera, hay que admitir que los conductores noveles posiblemente sean los conductores más atentos de todos y siempre se paga con ellos nuestros despidos, abstinencias sexuales y demás putadas que nos ocurren. Al fin y al cabo, todos los conductores hemos sido noveles, incluso Farrukito. Además, en caso de accidente en que se vea implicado un conductor novel, siempre se le podrá amedrentar, culpar y responsabilizar económicamente del suceso falseando el parte de accidente dado el desconocimiento que suele tener del protocolo de actuación. Cuando quiera llamar a sus padres y/o novio para pedirles ayuda, nosotros ya estaremos camino de nuestra compañía de seguros con una declaración firmada por parte del conductor novel reconociendo su total responsabilidad en el suceso. ¡El crimen perfecto!