Dilema del tranvía/s
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¡Felicidades!
Gracias a tu valiente (realmente valiente) decisión, ahora tienes un nuevo amigo/deudor y cuatro personas que te odian por dejar morir a su amigo, además de 26 empanadas de carne (mientras decidías si matarlo el técnico reparador de tranvías se comió una), una botella de Coca-Cola (¡sin abrir!) que el difunto técnico reparador de tranvías de todas maneras ya no puede usar; y sobre todo: varios traumas y problemas mentales generados por el sentimiento insondable de culpabilidad que te invade y no te dejará de seguir nunca por haber dejado morir, asesinado incluso, a una persona inocente por unas cuantas empanadas. ¡Disfruta tu decisión!