Dulcinea del Toboso
Dulcinea del Toboso nace en los arrabales de Toledo en 1985. Hija de un exitoso labriego que triunfa luego en la industria de la informática, Dulcinea adquiere riquezas y prestigio, e intenta dejar de lado su pasado de camboyana y acercarse a la élite de las mujeres más distinguidas de la ciudad.
Sin embargo su verdadero nombre permanece en la clandestinidad, hasta que E. Soto (1995) lo saca del anonimato, evidenciando que Dulcinea se llamaba originalmente Aldonza Lorenzo, mujer popular que acostumbraba visitar bares de mala muerte y mendigar haciendo trabajos de poca monta.
Su encuentro con Don Quijote
De visita en Toledo, ebrio en una taberna de la ciudad, el Quijote conoce a Dulcinea que intentaba ligar con un potentado que andaba de fiesta. El amor los unió inmediatamente, aunque muchos expertos señalan que no fue sino la gran cantidad de copete (botellón) que habían ingerido.
El Matrimonio
Luego de vagar por pueblos y más pueblos, y pensando que de esa forma se acrecentarían los ingresos de la pareja que ya vivía en concubinato, deciden casarse en una pequeña iglesia. El sacerdote, un fraile gordo y sonrojado, le indicó a la pareja que antes de contraer las nupcias era necesario confesarse. El Quijote, hombre práctico y enemigo de la burocracia, le entregó sin más su diario de vida como testimonio de un pasar desvergonzado y pecaminoso. El fraile, interpretando esto como una confesión, y luego de cobrar las correspondientes indulgencias, celebró el matrimonio. Acto seguido, corrió a una editorial a vender el manuscrito, obteniendo luego varios premios en la Feria del Libro de Frankfurt.
La vida familiar
Dulcinea y el Quijote tuvieron dos quijotas: Dulcinea la Grande y Dulcinea la chica, ambas de estaturas disímiles (Dulcinea la Grande era la más pequeña y viceversa).
Los magros ingresos de la familia sólo le permitían arrendar un departamento a 75 km. del centro de Toledo, con la dificultad adicional que Rocinante vivía permanentemente sin revisión técnica y Sancho Panza había emigrado a Madrid con gran éxito como empresario del comercio sexual.
Cuando crecieron, Dulcinea la Grande y su hermana mayor Dulcinea la Chica emigran a París. Luego de vagar por el Barrio Latino durante semanas, consiguen trabajo en la televisión francesa y popularizan una canción escrita bajo el seudónimo de "Las Quijotas". El tema se llamaba "Cuatro melones", en una visión asociativa de sus atributos maternos, e iba al ritmo del merengue.
El éxito de "Las Quijotas" en la escena parisina explica que nunca volviesen a Toledo.
La decadencia
Dulcinea del Toboso, harta de la vagancia del Quijote, pide poco tiempo después el divorcio en la oficina más cercana.
Aunque en este punto la historia se torna nebulosa, se sabe que Dulcinea muere poco después del fallecimiento del Quijote en un accidente carretero, cuando es atropellada por un grupo de burros a las afueras de Toledo.