El perfume
El perfume: historia de un asesino es la primera novela del escritor alemán Patrick Süskind, quien después de esto todavía quiso hacer más. Tras su publicación allá en los ochenta, la novela se convirtió en un best-seller y es la obra de la literatura alemana más traducida, a más de cuarenta lenguas. Y mira que el alemán es difícil.
Este éxito se debió sin duda alguna a que el libro explora el mundo de los olores, lo cual tiene un gran mérito cuando los más de los libros simplemente huelen a papel: con un olor agradable los que están recién salidos de la imprenta, y un olor repugnante aquellos libros lúbricos que lees tú solo cuando estás en el baño.
Argumento
El libro narra la vida de un tipejo llamado Jean-Baptiste Grenouille[1]. Desde que nace, Grenouille descubre que él no huele a nada, pero que huele mucho. Esto es, que él mismo no desprende olor pero que tiene un talento natural para discriminar hasta el más mínimo detalle el tufo que despiden los demás. Así, Grenouille se flipa con explorar los olores del mundo y buscar él mismo oler a algo.
Primera parte
En 1738 Grenouille nace en el lugar más asqueroso de París. Su madre le pare en el cubo de la basura donde tira los desechos del puesto de pescado que atiende. Para ella ya es costumbre soltar a sus vástagos en el basurero y dejarlos morir, la madre del año. Pero Grenouille se resiste a morir y llora como un cabrón, lo cual llama la atención de las autoridades que detienen, juzgan, condenan por infanticidio a su madre y la decapitan. Así es como Grenouille aprende desde la tierna infancia el matricidio y que para sobrevivir va a tener que llevarse por delante a otros.
Tras esto, Grenouille es asignado a una nodriza que le rechaza por no oler a bebé y ser feo, y posteriormente es llevado a un orfanato. Allí los otros niños le ven raro y le hacen un bullying en turboescalada que culmina con varios intentos de asesinato fallidos, lo cual va a determinar la opinión de Grenouille sobre el resto de la humanidad. Mientras esto ocurre, Grenouille toma consciencia de su capacidad para discriminar olores husmeando en el ojete de los demás niños.
Habiendo cumplido ocho años, la regenta del orfanato le vende como esclavo como trabajador en condiciones muy ventajosas a un curtidor de pieles llamado Grimal. Justo tras la venta la vieja del orfanato es asaltada por unos ladrones y asesinada, por lo cual no le llega a aprovechar la ganancia. Grimal por su parte es un individuo que da bastante grima, y que se beneficia sin reparos de la explotación extrema de sus subordinados, que siempre terminan su "contrato" (es un decir) con accidente laboral mortal más pronto que tarde, dadas las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo de su empresa. A Grimal esto no le preocupa porque se beneficia de que de aquella la legislación sobre estos asuntos era el paraíso del empresario liberal: ninguna. En la curtidora Grenouille, por su parte, descubre los deliciosos olores que emanan por doquier. Durante esta etapa de su vida, y para sorpresa de Grimal, Grenouille sobrevive al trabajo a destajo que deslomaría al más pintado así como a algunas enfermedades mortales, volviéndose cada vez más resistente, resiliente, desgarbado y feo. Grimal, debido a que el trabajo de Grenouille le ha reportado pingües beneficios, consiente por una vez liberarle de sus correas y dejarle dar un paseo por París, lo cual Grenouille aprovecha para nutrirse de nuevos olores.
Grenouille descubre un olor fascinante y desconocido hasta entonces para él: el de una chica que vende cerezas <3 <3 <3. La persigue, la estrangula y finalmente cuando la mata no viola el cadáver como sería de esperar, sino que se dedica a olfatearla por todas partes (cada uno tiene sus fetiches). En ese momento encuentra la vocación de su vida: ser el mejor perfumista de todos los tiempos.
Un día Grimal envía a Grenouille a llevar unas pieles a Baldini, el perfumista. Baldini es un perfumista de éxito. Es gordo, viste amariconado y tiene un ego insufrible. Este ego se verá herido pronto, según Grenouille demuestra a Baldini que sus perfumes tan famosos son una mierda al lado de los que él, Grenouille, puede crear. Esto hace que Baldini se decida a comprar como esclavo como trabajador en condiciones muy ventajosas a Grenouille al curtidor, quien pagado de la venta se emborracha, cae al río y se ahoga, por lo cual no le llega a aprovechar la ganancia.
Durante los tres siguientes años Grenouille es atado con grilletes en el sótano de Baldini y ahí fabrica perfumes que hacen más exitoso a este último mientras aprende el arte de extraer aceites esenciales de las plantas. A Grenouille le parece esto poca cosa y se pregunta si lo podrá hacer con las personas. Grenouille logra convencer a Baldini de que le permita ir a Provenza a hacer un viaje de estudios para aprender más cosas. Baldini consiente una vez se asegura de que Grenouille le ha dejado un buen stock de perfumes de los suyos, frotándose las manos pensando en los beneficios que va a obtener con sus ventas. Justo cuando Grenouille parte, sospechosamente, la casa de Baldini se hunde muriendo en ella el perfumista y su mujer, a quienes no llega a aprovechar la ganancia del stock. Quizás alguien agujereó un muro de carga.
Segunda parte
Grenouille sale de París, libre por primera vez en su lamentable vida. Descubre por los andurriales un paisaje olfativo en el que no hay olores humanos, y esto le fascina. Camina por ahí sin rumbo fijo evitando poblaciones y termina metido en una cueva, donde pasará siete años (evitando así por ignorancia y chiripa, o tal vez con conocimiento de causa y cobardía, la Guerra de los siete años, que es justo entonces).
En la cueva Grenouille realiza todas sus funciones vitales, descubriendo nuevos olores. Se alimenta de lo que pilla, murciélagos, insectos y gusarapos, y bebe aguas que se filtran de la lluvia, y cuando no llueve, sus propios orines. Se convierte en un ser que solo se diferencia de Gollum en que es más alto, pero por demás, igual de macilento y repelente. En su mente es el rey del "Reino de Grenouille", un reino de olores que se basan en el recuerdo de todas las fragancias que había coleccionado en su vida... hasta que un día recuerda que él mismo no tenía ninguna.
Entonces sale de la covacha y se dirige hacia una ciudad, excusa su aspecto en que había estado prisionero durante la guerra y logra que un marqués le tome bajo su protección. El marqués es un magufo cree que Grenouille está contaminado con el "fluido letal" que según él campa a sus anchas por las cuevas y agujeros y quiere ver cómo Grenouille finalmente muere, todo para validar su absurda teoría. Pero como hay que tener al conejillo de indias presentable para mostrarlo en el circo en sociedad, el marqués baña y viste a Grenouille y éste aparece como un caballero. Además Grenouille logra que el marqués le permita fabricar un perfume de sobaquina para que parezca que tiene un olor propio. Así parece que la gente le acepta un poco mejor, ya que huele así rancio como ellos. Como Grenouille se empeña en no morirse, el marqués, visiblemente decepcionado, le deja partir.
Tercera parte
Una vez en una nueva ciudad, se pone a olfatear por ahí y descubre una fragancia a coño que le recuerda a la de la muchacha de París, perteneciente a una tal Laura. Dedicará los dos años siguientes a aprender cómo conservar esa fragancia. Esto lo logra en el taller de perfumería de una vieja bruja, la viuda Arnulfi, que es dirigido por su amante (de ella), un arribista sin escrúpulos y con mucho estómago que está dispuesto a todo por quedarse con la fortuna de la arpía. Allí Grenouille aprende que impregnando las cosas con manteca y alcohol puede extraer su aceite esencial. Hace pruebas con un picaporte, una piedra, el vibrador de la viuda Arnulfi y un perrito (al que mata, y luego se come).
Entones se dedica a captar el olor de jóvenes vírgenes, a las que por supuesto asesina (si bien no se las come, ni tampoco las viola, como cabría esperarse). Aparecen desnudas y calvas, pues utiliza sus cabellos también como parte del proceso. Cuando hay unas cuantas chicas desaparecidas la gente empieza a sospechar que ocurre algo raro. Incluso los policías de la zona, algo romos ellos, empiezan a investigar. Pero tales sabuesos no tienen el olfato de Grenouille y él sigue matando como si no hubiera un mañana: hasta veinticuatro chicas se carga. La cosa parece calmarse cuando por fin detienen a un pobre infeliz al que acusan de los crímenes como un chivo expiatorio, acusado por el mismo padre de Laura, quien desea que todo el mundo piense que ya no hay peligro para poder huir con su hija. Una vez que el padre de Laura se asegura de que se ha ejecutado la condena a muerte del inocente, huye junto con su vástaga hasta una posada cercana.
Grenouille les sigue a golpe de fosa nasal, llega a la posada mientras están durmiendo padre e hija y mata a ésta, la envuelve en mantecas y le rapa el pelo. ¡Por fin ha completado su perfume!. No obstante el posadero le ve y le delata. La policía investiga y descubre la choza donde se vivía Grenouille. Allí tiene reliquias de las chicas muertas (sus cabellos y sus vestidos, que Grenouille utiliza para fabricar perfumes y, también, disfrazarse de ellas cuando se siente más locuelo). Nuestro protagonista es condenado a morir descoyuntado a hostias, siendo rotas sus articulaciones por un vasco que le golpee con una barra de hierro. Gulp, parece que esta vez Grenouille la ha cagado.
Sin embargo el día de la condena se pone el perfume con aceites esenciales de las veinticuatro chicas y Laura, y las diez mil personas que acuden a verle morir entre horribles dolores no solo pasan de contemplar el espectáculo de su ejecución, sino que de repente sienten impulsos irrefrenables de follar todos contra todos. Dirán ellos después que esto fue porque estaban hechizados por el maravilloso perfume, pero a mí no me engañan, que estos venían ya a eso. Grenouille, impresionado y asqueado por la escena (no solo ya el verdugo, sino incluso el mismísimo padre de Laura le ofrece las nalgas al oler el perfume) huye como la rata que es y decide que en lo sucesivo odiará (más) a la humanidad.
Cuarta parte
Grenouille vuelve a París. No teniendo más que hacer va al mercado donde nació, y no veo otra cosa que kinkis, putas y drogadictos. Aburrido, vacía todo el contenido de perfume sobre su fea cabeza y todos se piensan que es un ángel y sienten irrefrenables impulsos de amarlo. Pero es un amor posesívo y caníbal, así que lo desmembran y se lo comen. Se van felices a casa, entre regüeldos.
El libro
El perfume ha vendido más copias que reproducciones tienen los vídeos de Delfín Quishpe, fijate si ha tenido éxito. La mayoría de los libros muestran un cuadro de Watteau que muestra un sobaco de mujer y una teta, si bien en Estados Unidos esto ha sido censurado tanto por los mojigatos besacirios como por los wokiastas, así que la portada del libro muestra un ñordo de vaca, que oler tiene que oler de lo lindo.
Notas
- ↑ Grenouille significa rana. Esto nos da imagen del aspecto del tipo, sin duda con cierto parecido contigo.