El primo de Rajoy
Las reuniones familiares son esas entrañables ocasiones en las que nos vemos con parientes con los que, al margen de ser parientes, no tenemos demasiado en común. Todo esto da lugar a los conocidas afirmaciones tajantes de cuñados que arreglan el mundo, pero no solo los cuñados dan lugar a situaciones incómodas. A veces también lo hacen los primos. Y si en este caso tu primo es Rajoy puedes verte en una situación en la que, sin comerlo ni beberlo, el primo termines siéndolo tu.
El origen del drama
La típica comida de la familia que hace un tiempo que no se ve. Nos encontramos ya en los postres, quien mas quien menos está ahíto y con con un par de copichelas de mas, a las cuales añade un buen chupito de orujo de hierbas, pues no en vano la familia de la que tratamos es una familia gallega. Un personaje con barba y con algo raro en el habla se pasa todo el tiempo dando la chaqueta a su primo físico con un tema que mencionan mucho los ecologistas, esos mismos individuos que le criticaran y se cebaran con su figura por el asunto aquel de los "hilillosh de plashtilina", momento desde el cual le obsesiona todo aquello que dicen. El tema en cuestión es el dichoso cambio climático. A la enésima interpelación del tipo "Oye primo ¿que esh esho del cambio climático?", "Esho del cambio climático esh una cosha que she han inventado losh shocialishtash, ¿verdad?", "Puesh yo creo que hace el mishmo tiempo que todosh los años" el educado y cortés primo de Rajoy, en lugar de mandarle a la mierda como tantos y tantos hubiéramos hecho en su lugar le dijo para disuadirle, confiando en la por todos conocida aversión a la lectura del político, lo siguiente:
Si quieres saberlo, te lees esta entrevista que me hicieron hace un tiempo en el Diario de Sevilla, que ahí lo explico todo.
-Pero primo ¿no me lo puedesh explicar tú? esh que a mí lo de leer...
-Mira ¡EL CAMBIO CLIMÁTICO SON GILIPOLLECES, HALA! y si quieres saber mas, te lees la entrevista.
Y contra todo pronóstico por una vez, sólo por una vez, Rajoy leyó algo diferente del Marca.
El primo bocachancla -o lo que es lo mismo, Rajoy- y su repercusión mediática
Y así en su siguiente aparición pública Mariano Rajoy no perdió el tiempo en sacar a colación a su primo:
Puesh voy a hablar de un primo mío, que esh un catedrático de Físhica y que a bashe de darle la lata shobre el cambio climático dijo lo shiguiente: Mire ushted, yo he traído a mi univershidad a cienesh de científicosh importantesh y puedo ashegurarle que unosh traían paraguash y otrosh no. Shi estosh científicosh importantesh no she ponían de acuerdo en traer paraguash importantesh ¿cómo nadie puede decir shi dentro de treshcientosh añosh, cincuenta y un diash y dosh minutosh mi Real Madrid va a ganar el cláshico al Barsha?. El clima eshpañol esh mucho clima y mucho eshpañol, y eshto esh eshpañol ahora y dentro de treshcientosh añosh, puesh somosh una gran nación... em... creo que me he hecho la picha un lío, pero en otrash palabrash, que lo que mi primo dijo esh que esho del cambio climático shon gilipollecesh.
Estas palabras fueron transmitidas por los principales medios de comunicación españoles moviendo a la risa y al pitorreo a la inmensa mayoría de telespectadores que, como muestra del humor característico e inherente al pueblo hispano, decidieron votar a Rajoy de manera masiva en posteriores elecciones generales confiando en que como resultado de ello pudieran tener ocasión de disfrutar de muchos más momentos de humor absurdo y delirante fruto de la proverbial torpeza del político gallego, cosa en la que no se vieron defraudados.
Su primo, no obstante, corrió peor suerte, y por más que realizara denodados esfuerzos en desmentir y negar las palabras de Rajoy esto no sirvió de nada y empezó a ser objeto de burlas y chascarrillos allá por donde iba: en el barrio, con los amigos, en el trabajo, en el bar... de tal manera que quien otrora fuera un científico y profesor prestigiado y respetado, ahora por obra y gracia de un primo imbécil, sin que hubiera mediado en su proceder ninguna acción merecedora de tal cruento castigo, se había convertido de la noche a la mañana en el hazmerreír de todos y su figura por la de un monigote, lo cual le causó un profundo pesar y casi una depresión.
Recepción en círculos académicos
Pasado el cojoneo inicial entre compañeros y alumnado, algunos profesores se han mostrado solidarios con el primo de Rajoy, resultando en declaraciones como las siguientes:
También los alumnos se han posicionado en favor de su profesor:
En la actualidad
El incidente parece más o menos olvidado y las carcajadas iniciales han disminuido hasta convertirse en mal disimuladas risitas a sus espaldas, no obstante el primo de Rajoy sigue ocultando su rostro bajo una bolsa de papel tanto cuando pasea por el campus como cuando asiste a congresos oficiales. Mariano Rajoy por su parte, empieza a sospechar que su primo le evita ya que no acude a los eventos familiares poniendo excusas cada vez más peregrinas.