Endless ocean

Los cariñosos animales marinos te harán una visita de vez en cuando

Endless ocean o el juego en el que el agua no se acaba, es uno de esos videojuegos de la wii en los que te puedes llevar horas sin hacer absolutamente nada. En el controlamos a un personaje (por lo visto la idea de no controlar a nadie no hacía mucha gracia) que se pasa días bajo el agua sin que se le acabe el oxígeno. Esto le provoca una gilipollez crónica que provoca que tenga menos lineas de dialogo que el enano pelón de Blancanieves. Además, hay que destacar que esta estupidez sirve de ayuda a la hora de meterse de lleno en bancos de tiburones hambrientos, ya que no se negara e incluso tocará a estas adorables criaturas a cambio de un cariñoso beso en la cara.

Para empezar eres un buceador y estás en un barco del que no puedes salir. Eres algo así como Davy Jones pero sin un pulpo en la cabeza ni una legión de hombres-pez a tus ordenes, en resumen, la parte divertida.

En la cubierta te pasas las horas dando vueltas mientras un montón de bichos se suben para depositar sus excrementos de tamaño XXL, contribuyendo a no contaminar el mar con sus "regalitos". Para no perder la cordura y no terminar hablando como Pingu, tenemos a nuestra expresiva compañera humana que puede permanecer de pie en el mismo punto durante días. Esto provoca en el jugador una serie de preguntas filosóficas tales como ¿tiene alguna utilidad que esté siempre ahí de pie?, ¿servirá para dar sombra?, etc.

Personajes

• Tú: un buceador con tanta actividad neuronal como una anémona.
• Catherine: una chica que tienes secuestrada en el barco y que no puede escapar porque no sabe nadar. No come, no duerme, no respira...si no fuera porque tampoco hace ninguna otra cosa, sería perfecta. En fin, que tiene tanta actividad vital como una anémona.
• El delfín: cetáceo juguetón que espera cualquier descuido para morderte una pierna.
• Humanos: conviene evitarlos. Si se contacta con uno lo mejor es clavarle un arpón en el ojo y salir corriendo (Aunque sea sobre el agua). Nuestra humildad nos permite llevarlos a dar un paseo recibiendo obsequios tan valiosos como un rotulador (cosas de codearse con los ricos).
• Otros peces: viven su apasionada vida con actividades como nadar, nadar y nadar.

Trabajo

Su voracidad permite un mar libre de ballenas

Para permitir su integración en la sociedad, le mandan mensajes en su PDA con trabajos que nadie quiere. Empiezas por lo básico, llevando a los turistas alemanes a chupar tentáculos de medusa pero cuando avanza el juego te dejan irte a donde ya no haces pie con el suelo. Incluso ya al final del juego, con un equipo especial, dejan que te salga en la piscina infantil y te metas en la de los mayores, pero siempre bajo supervisión de un adulto, pudiendo ver especies extrañas como patitos de goma.

Personalización

Para dar algo más de vidilla al juego, podemos personalizar al buceador. Podemos elegir su modelito entre unos cuantos disponibles, desde ropa de la colección de Dolce&Gabbana hasta Versace, todo para ir a la última moda marina. También podemos cambiar nuestro peinado, siempre, como no, utilizando cantidades industriales de gomina que contamina y hace inhabitable todos los mares por los que pasa.