Diferencia entre revisiones de «Balatro»

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{{Cita|Mi nombre es Casimiro, Balatro arruinó mi vida y tengo 31 años.|Juan Topo|sobre Balatro}}
Balatro es un potente opioide digital lanzado mundialmente por el Doctor LocalThunk y la farmacéutica Playstack el 20 de febrero del 2024. Desde su descubrimiento, los cárteles mexicanos han ejercido exhaustivos esfuerzos legales por ilegalizar Balatro y así convertirlo en su producto estrella, pero solo lograron que la [[PEGI]] lo clasificara para mayores de 18 años, una clasificación que desde siempre se cumpleha cumplido dogmáticamente{{Cita requerida}}. Fue gracias al brillante abogado Lionel Hutz que la PEGI reconsideró su clasificación y dictaminó que la sustancia puede ser administrada a mayores de 12 años. Hasta ahora, Hutz está bien, ejerciendo de Chef en el buffet <s>con</s> San Pedro. (Si usted tiene otra versión de los hechos, es falsa)
 
Esta sustancia, combina metaroguelikina, deckstasis y, en mayor concentración, cocainúmerol, un singular psicoactivo que demanda alfabetismo para ser efectivo.
Balatro tiene como virtud hacer llegar a sus consumidores a una especie de clímax sexual (similar a la sensación de leer en la Inciclopedia). El cocainúmerol, provoca alucinaciones, generalmente descritas como números creciendo sin control, con una percepción de descubrir y ejercer lo prohibido. No hace mucho tiempo se confirmó que los millonarios de la isla Epstein consumían esta sustancia (sin la percepción de ejercer lo prohibido)
 
La ansiedad por descubrir nuevas combinaciones se incrementa con el deckstasis, que provoca alucinaciones con naipes y payasos, como describió Juan C. Bodoque (2025); pero se torna más peligroso cuando los payasos toman acción, hacen crecer los números, encuentran sinergias; es ahí cuando ellos sodomizan el cerebro del pobre usuario, quedandoreducido comoa un zombi antelobotomizado, un semejanteviolento violaciónatraco intelectual. <s>Quizás similar a la sensación de leer en la inciclopedia</s>
 
<nowiki>*</nowiki>imagen referente a su apariencia, probablemente burlándome de una celebridad* *Falta refinar mucho la redacción, y tengo que introducir un chiste más en la descripción*
 
[[Archivo:Doctor grafica.jpg|miniaturadeimagen|Neurólogo analizando una gráfica de Dopamina™ de un Balatrero |centro|341x341px]]
Apenas se lanzó Balatro, la PEGI lo clasificó como un estupefaciente apto para mayores de 3 años, pues pese a todos los síntomas, se considera relativamente seguro por no inducir a pagos extra. Pero la PEGI se retractó y la clasificó para mayores de 18 años por aludir a los juegos de azar y los casinos. Los pobres niños patalearon un poco, y se retiraron a fumarse un porro del FIFA y abrir lootboxes del CR7, '''un sistema de dinero real y ludopatía en un producto PEGI 3.''' Luego, Youtube marcó los videos relacionados a Balatro, como '''exclusivos para mayores de 18 años.''' LocalThunk en este lapso de tiempo, esperó bajo el sofá a que todo se arreglara.
===El Narco Mexicano boicoteando Balatro===
Cuando Emilia Pérez era El Manitas, maquinó un plan para no perder el mercado, pues vionotó, horrorizado, que Balatro era una sustancia más adictiva que el fentanilo, su principal mercado, y para más inri, se comercializaba legalmente a 6 dólares por kilo. LasEntonces accionesemprendió urgentes,una erade las disputas legales más venderintensas del siglo. Comenzó por diseñar una estrategia de antimarketing, es decir, desfalcar toda reputación de Balatro. Manitas, un tanto amanerado, defendía que "la droga ilegal siempre va a ser más cara que la droga legal". Después de largasmuy cortas sesiones con el partido político mexicano MORENA, (Movimiento de Regeneración del Narco) recibió el financiamiento necesario para el proyecto. AúnDesde noese semomento, sabecada conejecutivo certezade ala dóndePEGI seconduce destinaronun esossuper fondosdeportivo Lamborghini, nipero porporque quéles cadaaumentaron ejecutivoel desalario. laFue PEGI conducen un Lamborghini desdepor entonceseso.
 
Después del trato<ref>Se la agarraron un rato jasjasjasja</ref>, PEGI cambió la clasificación de Balatro, lo que puso en duros episodios de estrés a LocalThunk, el mismísimo puto amo pero con baja autoestima. Manitas vio que las ventas de Balatro no hacían más que subir, y aunque confundió una de las gráficas de las ventas de Balatro con las de la inflación de México, ''tenía'' ''un as bajo la manga.'' Pues obsequió Ferraris a los de youtube, y los videos de Balatro fueron clasificados para mayores de 18 años. Ahora cada fin de semana, hay carreras entre Youtube y PEGI.
 
Acordado el trato<ref>Se la agarraron un rato jasjasjasja</ref>, PEGI cambió la clasificación de Balatro, lo que provocó duros episodios de estrés a LocalThunk, el obsesivo, talentoso y flagrante químico detrás de Balatro. Pero las ventas de Balatro no hacían más que subir, y se acercaba la gala de los The Drug Awards, quienes otorgan el DOTY (drug of the year). El Fentanilo se desplomaba, y Manitas, frustrado, se cortó su miembro viril, pues este también tenía tendencia a la baja. ''Jugó su as bajo la manga,'' y obsequió al comité vehículos super mega deportivos Ferrari. El saboteo funcionó, y Balatro ganó tan solo un premio DOTY, de los 23 que iba a ganar.
Manitas, con ''las cartas puestas sobre la mesa'', contrató un equipo de abogados liderados por Lionel Hutz para ejercer más presión; negoció con los casinos, para que intentaran comprar Balatro y de paso, compró un circuito de la Nascar. Esa carrera fue inolvidable, Youtube y PEGI fueron derrotados tras el exitoso debut de los casinos, completos veteranos en evadir obstáculos <s>fiscales</s>. Tras la victoria, los casinos ''lo apostaron todo'' contra LocalThunk. Se le ofreció tanto dinero que podría comprar La Inciclopedia, valuada en un precio incalculable<ref>el conocimiento es poder, por tanto, invaluable</ref>. LocalThunk rechazó la oferta, y públicamente, difundió su opinión sobre vender las patentes a casinos. Nadie se enteró, ni siquiera la mosca que le zumbaba todo el rato por sus problemas de higiene, todos estaban Balatreados.
 
Manitas, consobornó a Youtube. Destacó que fue una de las negociaciones más fáciles de su vida, tan sólo tuvo que llenar un formulario, y pegar unos cuantos tweets de la prehistoria. Con ''las cartas puestas sobre la mesa'', contrató un equipo de abogados liderados por Lionel Hutz para ejercer más presión; negoció con los casinos, para que intentaran comprar Balatro y de paso, compró un circuito de la Nascar. Esa carrera fue inolvidable, Youtube y PEGI fueron derrotados tras el exitoso debut de los casinos, completos veteranos en evadir obstáculos <s>fiscales</s>. Tras la victoria, losLos casinos ''lo apostaron todo'' contra LocalThunk., Sey se le ofreció tanto dinero que podríapodrían comprarhaber comprado La Inciclopedia, valuada en un precio incalculable<ref>el conocimiento es poder, por tanto, invaluable</ref>. LocalThunk rechazó la oferta, y públicamente, difundió sulo opiniónsucedido sobreen venderredes. lasPero patentes a casinos. Nadienadie se enteró, ni siquiera la mosca que le zumbaba todo el rato por sus problemas de higiene, todos estaban Balatreados.
Eventualmente con el apagón de Madrid, los madrileños fueron los primeros en enterarse de las opiniones de LocalThunk. Y el público aplaudió su postura. Respeto (60x7) Autoestima (5x1)
 
Manitas, como último recurso, le pidió a Hutz que negociara con la ESRB para clasificar el juego como Mature (mayores de 17 años), pero Hutz logró que la PEGI bajara la clasificación a PEGI. Esta acción le deparó un gran avance en su carrera, y Manitas se lo recompensó colocándolo en el buffet <s>con</s> San Pedro, donde trabaja de chef (cabe recalcar que esta es la única versión verdadera de su paradero). Manitas, ''sin más cartas que jugar'' se hizo mujer, y bajo el nombre de Emilia Pérez, se dedicó a difundir que Balatro era peligroso para los niños, y recriminaba a PEGI por no pensar en los niños como lo hacía Jeffrey Epstein. Pero ni siquiera las señoras que se lo creen todo, (véase religiosos) se lo tomaron en serio. Emilia desistió, y se financió una película autobiográfica, que se sabe fue un éxito disruptivo en la crítica.
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