Europa Universalis 2
Europa Universalis 2 (EU2 de ahora en adelante) es un juego de Pecé que es la entelequia de los juegos de dominación mundial. Claro que... es más chungo hacerlo con este que hacerlo con Age of Empires o Rise of Nations.
No esperéis dominar el mundo con caquitas como los zulúes, Trebisonda o Albania (eso sólo está al alcance de cuatro frikis megalómanos que dicen haberlo conseguido). Aunque sí podrías hacerlo con España (obligatorio hacerlo, al menos, una vez), Austria, Francia...
Todo jugador veterano en EU2 sabe ya que, en toda partida con cualquier país, debe cumplir ciertos objetivos:
- Tenerla más grande que nadie (la extensión de terreno, digo).
- Monopolizar todos los centros de comercio (aunque terminen embargándote porque les sale de ahí).
- Conquistar el oro azteca.
- Masacrar Francia tantas veces como puedas.
Cogerse a Francia en este juego, para un español, debería estar penado por la Ley. Lo mismo digo si te conviertes a protestante.
Los ejércitos y la guerra
Vamos al grano, a lo que interesa: matar. Todos sabemos que hay que tener una buena defensa (que es lo mismo que un buen ataque) y hay que armar al país hasta los dientes, aunque los novatillos hay veces que se pasan en cifras, y luego se quejarán de que pagan mucho por mantener soldaditos. Hay un par de rasgos curiosos en los ejércitos de EU2:
- Tú puedes tener durante toda la partida unos 10.000 hombres anclados en una misma provincia por los siglos de los siglos, que esos soldados jamás morirán. Gozan de vida eterna hasta que sean masacrados en combate o por atricción.
- Sí, sí, que son 10.000 hombres, que aunque sólo salga la figurita con un soldadito, en realidad son 10.000 (o los que sean).
Pero hay un rasgo más curioso aún (bueno, a mí, personalmente, me encabrona mucho):
- Como tu país es especial por ser tú el que lo manejas, tienes derecho a pagar más por el mantenimiento del ejército que el resto de países de la IA, que están condenadas a pagar muchísimo menos por el mantenimiento. No es nada extraño ver paisuchos de una provincia como Lorena juntando un macroejército invencible de miles y miles de hombres (coño, si la provincia tiene 12.000 habitantes, ¿cómo es posible que el número de soldados multiplique por mucho la población total?).
Hombre, uno se acostumbra y acaba merendándoselos, pero encabrona saber que nosotros necesitamos la ayuda de Dios para mantener a ese mismo número de tíos, arf arf arf...
Lo mismo pasa con los barquitos, aunque casi que peor: aparte del rebajamiento del precio de mantenimiento, sus barcos pueden vagar por el centro del Pacífico durante décadas sin que ninguno de sus barcos se destruya, pues también son invencibles (bueno, hasta que llega el humano y se los carga con saña).
Y ahora es cuando llega la guerra. Una guerra puede surgir:
- Porque te da la gana.
- Porque le da la gana a la máquina.
- Porque estás hasta los cojones de que un paisucho de dos provincias que es vasallo de tu megaimperio te rechace todas tus ofertas de diploanexión.
- Porque la máquina no te deja monopolizar sus centros de comercio.
- Por ser Francia.
- Por ser hereje.
- Por ser un país alemán (si eres judío).
- Si es un país musulmán (si eres judío o cristiano).
- Por tener manía a ese país.
- Por no gustarte su bandera.
- Por ser España (si eres catalán, vascón, hispanoamericano, inglés o francés).
- Por revancha.
- Porque tienen oro.
Todas las causas se distribuyen equitativamente, aunque generalmente el 'me da la gana guerrearte' se impone ligeramente a las demás causas. Generalmente, si siendo un país potentillo, la guerra se gana con los ojos vendados (aunque siempre le puede dar un ataque Alejandromagnense a la máquina y destrozarte tu maquinaria con una jugada maestra, pero eso es como ver a España ganar el Mundial).
La máquina no suele atreverse mucho a declararte la guerra, y además no suele hacerlo de forma inteligente, así que, cuando lo hace, a lo mejor te puedes partir de risa. La cosa se pone más seria cuando te la declaran en conjunto. Suele pasar cuando quieres ir de Napoleón y querer conquistar el mundo en 23 años:
Hombre, aunque tampoco es para asustarse mucho, porque si ya eres suficientemente fuerte te ríes de todos esos osados en la cara, aunque acostúmbrate a tenerlos tocando los huevos cada cinco años. Aviso de que esta situación puede provocar secuelas psicológicas, puedes llegar a pensar que hasta la vecina del 5º B está contra ti.
Si se resuelven estos conflictos y se masacra a esos insumisos, se puede decir que ya se ha conquistado (en parte) el mundo, ¡yupi!
Eventos
Aquí viene otra parte cojonuda del juego. Hay dos tipos de eventos:
- Históricos: que aparecen justo en la fecha, el día (y casi la hora) en que el evento histórico real tuvo lugar. Sabemos que aparecen siempre en el mismo momento, así que, al menos, podemos prepararnos y poner las barbas a remojar si se trata de un evento malo, o frotarnos las manos si es bueno.
- "Aleatorios": los pongo entre comillas porque de aleatorios no sé si tendrán mucho. Porque son muy cabrones. Sí, lo son bastante. MUCHO. Pongámonos en situación:
Uno está tan tranquilo, enviando misioneros a convertir a esos infieles (no sabía que los misioneros convertían bailando la Macarena, pero oye, es curioso), y, de repente, te sale esto:
Lo que significa que, de estabilidad +3 (el máximo), pasas a +0 y tienes que comerte una (o dos) revueltas populares 'porque sí'. Eso sí, da igual que la provincia no tenga más de 5.000 habitantes, que el número de alzados será casi igual o mayor. ¡Hasta los niños recién nacidos se levantan (y, evidentemente, son los primeros en caer)!
Bueno, con un poco de esfuerzo humano, las revueltas se aplacan, pero que quedas cone se +0 de estabilidad y piensas en llegar al +3 por lo civil o por lo criminal. De repente, uno ve una visión: "Me van a joder otra vez, y esta será peor aún"... Sí, acertaste:
Bueno, si has subido un punto te quedas con ese -2, a un punto de tocar fondo (-3), y con el riesgo de entrar en una Guerra Civil encarnizada contra esos malditos rebeldes (que, en ocasiones, los jodíos son más chungos de vencer que un ejército dirigido por Alejandro Farnesio).
De ahora en adelante comienza una odisea (que se convierte en un auténtico suplicio si tus costes para subir la estabilidad son salvajes) para, al menos, llegar a +1 ó +2. En ese tortuoso camino, seguramente nos encontremos con algún que otro evento cabrón que nos hunda un puntito más. Y vosotros diréis. ¿hay eventos que suban estabilidad? Haberlos, halos, pero no sé dónde andan, justo cuando más los necesito...
Al fin, y tras superar todas las adversidades que la 'aleatoriedad' te ha impuesto, llegas a +3 de estabilidad. Y ahora es cuando empiezan a llegar las buenas noticias:
Y tú te preguntas, con los ojos como platos: "Cabrón, ¿y por qué coño no haces el milagro cuando estaba en la miseria, &%!9/$%# (=!\%?
Este evento puede compaginarse, incluso seguidamente, con este:
Y tú ya no puedes evitar las ganas de aporrear la pantalla (bueno, algunos dicen que controlaron sus ansias) y decir al maldito heredero que por qué nos lió prematuro. la de líos que nos hubiera ahorrado.
Hombre, también puede ocurrir que los eventos que dan estabilidad se sucedan en el momento oportuno, pero es como ver nevar en julio en Écija.
Afortunadamente hay eventos que son más benévolos y te dan algunos ducados extra para gastarlos en chorradas. Aunque hay otros que te obligan a pagar ducados en otra chorrada y tienes que pedir un crédito de 200 ducados porque no tienes suficiente dinero para pagarle una pensión a los viejos del país (y si no lo haces, pierdes dos de estabilidad y vuelves a ver el Infierno debajo de ti.
Conclusión
Aunque tenga sus cabronadas sublimes y sus incoherencias, ningún friki megalómano debe morir sin, al menos, dominar el mundo en el EU2 o, al menos, conquistar Francia.