Incijuegos:El Señor de los Anillos:el juego de rol 2/789

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La noche de los cuchillos largos...

De forma samaritana, mis compañeros y yo decidimos asesinar al capitán y al piloto de la nave, pero los oscuros hilos del Director de Juego se pusieron em marcha...

Fuera de la partida de rol



Director de Juego: ¡Cómo! ¿De verdad quereis hacer eso?
Tú: ¿Por qué no? Esto es rol, podemos hacer lo que no salga del ojete. No nos estás insistiendo siempre en que este juego es lo mejor, que si tenemos total libertad, que tu no eres como los otros directores de juego y bla bla...
Director de Juego: De acuerdo, pero os recuerdo que el capitán es muy fuerte y os había impresionado la primera vez que lo visteis.
Lehendakari: No recuerdo eso. De ser así lo habría matado.
Mecawen: Deja de insistir, hemos decido matarlos y lo haremos.
Tú: Opino que lo mejor en ese caso es envenearlos, los invitamos a beber cerveza y les echamos Cianuril en la bebida.
Director de Juego: ¡Argh! Está bien.


De nuevo en la partida...


«¡Escojo este vaso azul!»

Pensamos que lo mejor sería usar las dotes de la elfa para convencerles de que se acercaran a nuestro camarote para celebrar una fiesta enana inventada llamada El día de la barba. Festividad en la que susupuestamente los enanos conmemoran el hecho de que el rey Durin II inventara una espuma fijadora para el vello facial. Tuvimos suerte, el capitán y el piloto no pudieron superar la tirada de resistencia y fácilmente fueron seducidos por Mecawen. Una vez en la habitación y con la bebida preparada nos sentamos en un circulo de sillas sin decir nada mientras los minutos pasaban. Cada uno daba sorbos pequeños a la bebida cuando de pronto me preguntó Lehendakari «¿Por qué no están muertos aún? ¿No te habrás equivocado de vaso? Con lo idiota que eres no me sorpendería...».

El Director de Juego estaba jubiloso, no se lo podía creer, tenía en sus manos nuestras miserables e imaginarias vidas. ¡Era verdad! ¡Nos habíamos olvidado de decirle cuales eran las bebidas con el veneno! Sin embargo astutamente recordé que el veneno no decía nada de que se necesitase una cantidad necesaría para provocar la muerte, así que le convencía de que tal vez una sola gota bastase para matar a un hombre. El Director de Juego estuvo de acuerdo y nos obligó a todos a tirar tiradas de Resistencia contra el veneno. Afortunadamente cayeron ipso facto el capitán, el piloto y Lehendakari. Nadie se molestó en preguntarme si había preparado tres vasos o sólo dos. No sin pena y con la dificultad de que un vengativo enano me tirase lápices a la cabeza, apunté las piezas obtenidas.

Nos habíamos quedado sin los únicos que sabían llevar el timón del barco. Desesperados comenzamos a correr en circulos mientras nos tirábamos del pelo. Pero tuve una idea genial, me fui rápidamente al camarote del capitán y me dispuse a buscar el mapa. En efecto, como no podía ser de otra manera, saqué un 99 en percepción y descubrí que el mapa se hayaba escondido detrás de un cuadro, que curiosamente era otro mapa de un tesoro. Contento por la hazaña, subí a cubierta deseoso a compartir la noticia con los demás y justo en ese momento fue cuando aparecisteis vosotros y nos apresasteis.

...


Una hsitoria genial... ¿Pero por el Tridente de Ulmo dios de los oceanos y provocador de maremotos me puedes decir a que viene que nos contaras esta historia?— Inquirió Mill el Muerto de aburrimiento.


Muy sencillo, estaba ganando tiempo para que aparecieran mis amigos a salvarme.
Es porque no soy muy bueno en la Habilidad secundaria de cordelería y necesitaba tiempo para desatarme..