Incilibros/Cómo hacer deporte
¿Dolor de cabeza, hombros cargados, espalda torcida, picor de ojos tras cortar una cebolla, bizquera, cintura de avispa embarazada, angustia existencial, síndrome de niño rata, espasmos, dolores menstruales (los demás días también), pies planos, impotencia sexual, frikismo, artritis, tendencias suicidas, síndrome del hater, cansancio tras subir medio piso por las escaleras…? Está claro, usted lo que necesita es hacer deporte. Sí, sí, le digo a USTED, no tape la cámara, que lo sigo oyendo.
“¿Y con sólo hacer deporte se acabarán todos estos problemas?”, se preguntará, incrédulo/a. Pues realmente no, pero al menos le ayudará a olvidarse de ellos, aunque sea por un rato.
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¿Por qué hacer deporte?
Expertos en la materia han comprobado que hacer deporte es mejor que:
- Tirarse por la ventana.
- Hacerse el harakiri.
- Buscar referencias a Tío1.jpg en la Inciclopedia (son infinitas).
- Comerse una tortilla de patatas de esas precocinadas.
- Comer cualquier cosa precocinada.
- Pasar las vacaciones en Eutanasia.
- Limpiarle la mierda a tu gato.
- Ver los infomerciales.
- Comerse las uñas, propias o ajenas (sobre todo las de los pies).
¿Qué necesito para hacer deporte?
No demasiado, realmente, a menos que usted quiera impresionar a las exuberantes damas y/o a los fornidos muchachos que ya han leído este manual. Si es esto último lo que usted desea, deberá gastarse un ojo de la cara en una camiseta que oculte sus lonjas y que tenga un mínimo de estética, y en unos tenis aerodinámicos para correr a la velocidad de la luz o similares. Vamos a ayudarle a decidirse mostrándole el precio de dos opciones (para que luego diga que no se lo damos todo masticado).
Opción A: Presupuesto Económico.
Lo primero es lo primero: un cuerpo que moldear y convertir en una máquina de matar. Suponiendo que usted conserva el suyo, y que no le van a cobrar nada por usarlo, le va a salir gratis: USD$0.
Además, para respetar las normas mínimas de decoro de la sociedad en la que vivimos, necesitará algo para taparse las vergüenzas: una camiseta, que puede ser vieja (para escogerla, abra su armario y meta la mano en la zona más oscura del mismo), con lo cual le saldrá por otros USD$0, o que puede ser nueva, que estando en el Presupuesto Económico como estamos deberá ser comprada en el supermecado: USD$5. También unos pantalones cortos, que pueden ser nuevos (de vuelta al súper, USD$3, dos por el precio de uno) o viejos (de vuelta al armario, pero esta vez tome una linterna).
También necesitará unas zapatos para correr. Los de casa no sirven, que ya están llenos de pelusa. Unas normalitos, que sean lo suficientemente resistentes y luzcan lo mínimo, le salen por USD$30. Aunque también puede volver al súper y comprarse unas Adadas por 15€. Calcetines, suponemos que tendrá algunos sin hongos (¿o es mucho suponer?), así que otros USD$0.
En resumen, le sale todo por unos USD$40 comprando las zapatos para correr y la camiseta y cortos nuevos, y por USD$15 comprando las Adadas y rescatando sus trapos viejos.
Opción B: Presupuesto Impresionativo
Para este presupuesto también es necesario un cuerpo, pero esta vez no le va a salir gratis: antes de cualquier ejercicio deberá untarlo de cremas anticelulíticas, masajearlo con rodillos exfoliantes y rellenarlo de bebidas isotónicas, batidos de proteínas y anabolizantes vitaminas.
Con todo esto, le saldrá mínimo por unos USD$50, pero no se asuste, siga leyendo, siga, que ahora viene lo peor, que en seguida acabamos.
Ahora viene el vestuario. Evidentemente, si quiere que los ojos de los demás se fijen en usted (sin reírse), necesita algo que no sólo le sirva para sudar la gota gorda, sino que además le permita mostrarse ante el mundo sin causar repugnancia. Vaya preparando el bolsillo porque como poco le sale por USD$100, pero no pasa nada, usted se lo puede permitir, ¿verdad? Y si no, ¿qué demonios hace leyendo este presupuesto? ¿Le gusta torturarse o qué?
Terminemos cubriendo sus pies. Necesita un calzado cómodo a la par que duro y resistente, y que además le dé un look de tipo/a que no se anda con excusas a la hora de correr una maratón, o dos si se lo exigen. Comprando calzado de estas características, que tengan lucecitas en los talones, cordones aerodinámicos y calcetines a juego, gastará usted otros USD$100.
En total gastamos unos USD$250. ¿Muy caro? Ya nos dará las gracias cuando esté en la cima de los abdominales, ya nos las dará.
Muy bien, pues ya está. ¿Ya ha decidido qué opción va a elegir? ¿La de las Adadas? Ya me lo suponía, pero espere, no se vaya todavía, que aún tiene que saber a lo que se va a enfrentar. Sí, hombre, al DEPORTE en sí. ¿O pensaba que ya se me había olvidado?
Ya tengo todo el equipo. ¿Y ahora qué?
Bueno, pues salir a la calle y comerse el mundo. ¿Qué esperaba? ¿Hasta para esto voy a tener que ayudarle? En fin… No se le puede dejar a usted solo. Comencemos por el deporte más estúpido fácil: el trote, comúnmente conocido como “salir a correr”. Sí, correr.
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¿Ya se ha repuesto de su embolia? Me alegro, aunque esto sólo significa que lo suyo es más grave de lo que pensaba. Bien, ahora hay que mentalizarse, tarea ardua y dificultosa, dos palabras que, aunque parecen significar lo mismo, así es. Repítase mentalmente: “Yo puedo hacerlo, yo puedo hacerlo, no hay dolor, no hay dolor” (aunque sea mentira) hasta que sienta cómo su nuevo Yo Deportista aflora con asombrosa rapidez. ¿Que no aflora? Bueno, eso puede solucionarse fácilmente con un calzador, una cuchara o si no funciona lo anterior, Harpic Destop. ¿Ya está ahí? Perfecto. Es la Hora de la Verdad, ahora es cuando usted comienza realmente a formarse como estupendo corredor.
Saliendo por la puerta.
Tome usted la llave de su casa, métala en el cerrojo correspondiente, gire un poquito y, voilà, ya estamos fuera. ¿Fácil, verdad?
Eligiendo el recorrido.
Por ser la primera vez, escoja usted un camino no demasiado largo, como de aquí al mini-súper, visualícelo mentalmente. Qué belleza, ¿cierto? Pues no está usted para irse fijando en las nenas o o galanes florecitas, sino para sufrir, y sudar, y volver a casa hecho un campeón. Por si acaso, una vez mentalizado, hágase un mapa, no vaya a ser que luego se nos pierda y encima se queje (¡encima!).
Comienza la carrera
Pensaba que no íbamos a empezar nunca, ¿eh? Pero es que esto del deporte no es cosa de un rato. Hay que tener fuerza de voluntad, determinación, valor y no tener nada mejor que hacer.
Recuerde que al principio no debe coger mucha velocidad. Tenga en cuenta que usted no está muy acostumbrado que digamos a realizar estos deportes extremos, y necesita guardar algo de energía para la vuelta (sí, hay que volver corriendo también, no se permite usar el transporte público) o para cuando se tropiece y se parta la cara contra el duro y desagradecido asfalto.
Los gestos que haga también son muy importantes. Debe mantener un porte atlético a la par que relajado, como si estuviese acostumbradíiiisimo a hacer esas cosas, como si para usted eso no fuese nada, es el hijo del viento y nadie puede vencerle. Los músculos de la cara también han de estar relajados, pero tampoco lelos, ojo, que si no, en lugar de una persona deportiva, puede parecer una persona idiota. Si sonríe demasiado, pueden pensar que usted no se está esforzando lo suficiente, procure hinchar un poco alguna venilla de la frente o fruncir el ceño de vez en cuando para parecer un tipo duro. Recuerde que una postura erguida y una mirada seductora pueden hacer que otros/as amantes del deporte acaben por querer practicar deporte con usted.
Volver
Ya hemos llegado. ¿Ve como no era para tanto? Vamos, vamos, ignore ese dolor radiante que le baja por el brazo izquierdo; eso no es nada. Ahora llega el último peldaño de nuestra escalera deportiva (¿qué?), ahora toca volver a casa y disfrutar de un merecido descanso. Para ello, simplemente haga lo que lleva haciendo todo el rato (porque suponemos que nos ha hecho caso y ha venido corriendo ¿verdad?) pero para el lado contrario. Sorprendentemente, casi en el mismo lapso de tiempo que le tomó llegar al mini-súper, habrá llegado a su hogar, dulce hogar.
¡Yujuuu!
¡Bienvenido a casa Rocky! Si alguien viene a recibirle, debe comentarle lo maravilloso que es el deporte y lo mucho que va a cambiar su vida a partir de ahora. Presuma su logro en Facebook siguiendo las instrucciones anteriores. Si usted vive solo puede tomarse la libertad de expresar sus verdaderos sentimientos y tirar los tenis al basurero.
La meta
Una vez en su casa, túmbese un ratito si lo desea, relájese… Aproveche, que mañana tendrá que volver a hacer lo mismo, una vez, y otra, durante todos los días del resto de su vida… ¡Ha caído en la trampa! ¡No puede dejar que los demás sepan que sólo ha corrido durante un día! ¡Se obsesionará y acabará sano de verdad! ¡MWAHAHAHAHA!