Usuario:Elmaiden666/Incistoria
Bueno, mi turno de incistoria. Ken hizo la suya, Guz también, así que me dije “y bueno, estoy al pedo, vamos a darle”. Tiene sus aires Stephen Kingescos (sin la elefantiasis literaria) y sinceramente, odio el final. Pero bueno, no había otro. Al principio (bah, pasando mucho más de la mitad) era totalmente distinto, pero después todo se desarrolló de otra manera. Es imposible tener control sobre un final, es algo que se da solo (ya lo leí en algún lado eso…)
Espero que les guste, y no me caguen a puteadas por el final. Si van a hacerlo, a la discusión por favor. PD: el que tenga gustos musicales parecidos a los míos (ska, punk, heavy metal) se va a dar cuenta que los nombres de los capítulos son canciones XD. Yo no soy como Ken, no me caben las cosas por entregas XD. PD 2: tampoco tiene un nombre…
I-Prólogo.
‘’Algún momento atrás en el tiempo’’
Rataube estaba mirando la nada, esperando a que se carguen los cambios recientes. De repente ve que han abierto un fórum, lo lee, y le parece totalmente normal, excepto por el pequeño detalle de que es una incireunión en Argentina. La cosa es que Maiden ganó “no se qué mierda de juicio” (sic) contra “la mierda del estado y la oligarkía” porque “el hijo de puta de Macri le chocó el auto” estando drogado. Para no meterlo en problemas, Macri decidió darle algo al chico como soborno, y le dio dos departamentos en el centro, una casa en Olivos, plata y un yate. La explicación era simple, mandándole plata por correo a los inciclopedistas, podría hacer que todos viniesen a Argentina por unos días, total, con los terrenos y toda la otra basura, podía pagar al menos 5 días de estadía para al menos 10 personas. El resto, textualmente, “que se bancase solo (en joda, claro, una llamada a Mauricio arreglaba las cosas”). Las respuestas, aunque sarcásticas algunas, fueron bastante positivas, y varios dijeron que sí al proyecto, la lista completa estaba conformada por Alukram, Gtman, Fer, Morata , JALAJANDRO, Mina_Antipersona, Kenbill, Rorozarzar, ManuRZCD, Pögo, Thecritic-uio, Lljosemll, Alzombie, Half, Styago, DD, Filoc, Mario (no, ese no), Maleboocado, Gudproyect, Aleshoro, Gatricio, Aijiru, Chixpy, Rataube, incluso el desaparecido Drifter estaba en la lista. Faltaban un par, por razones de efectivo, pero todos pusieron las fechas en las que iban a estar llegando. Los primeros eran Roro, Ken, Male y Filoc, el 6/10, los demás irían llegando en un lapso de 2 a 4 días. En ese momento, Maiden estaba yendo hacia lo de un amigo, muy seguramente a fumarse algún que otro porro y tomarse una birra, lo que no sabía después de escribir eso, era que había desencadenado un problema. Un problema muy gordo.
I-Día de reconocimiento.
- 8/10/09 02:57 AM
Era una noche calurosa de octubre, en el bar Kanasco de San Miguel sonaban los primeros acordes de un tema metalero, y la (poca) gente en el recinto sentía una extrañeza peculiar, como un sentimiento de deja-vù. Claro, el guitarrista y cantante ya les era conocido pero nunca lo habían visto en persona, en realidad solo se conocían un par de ellos. Desconocidos entre la masa, unidos por un factor común: Inciclopedia.
-- Bueno gente, el siguiente tema es un cover de Megadeth. Tapensé los oídos y que sé yo, no sé. Quiero que la canten conmigo y que se vaya todo a la mierda, está canción se llama Anarchy in the UK.
-- Toca bien Maiden.-- Murmuró un chico de unos 16 años, con un flequillo a lo emo que le cruzaba la frente.
-- Lástima que canta como el ojete, pero sin contar eso... -- Respondió otro chico, argentino hasta la médula.
-- José Muchas Eles, Lek, les traje otra cerveza.
-- Se dice "birra" acá, Al, ¿acaso todavía no aprendiste?.-- Tajante, Lek mira a Alzombie y empieza reír. La risa pasa a ser grupal y la presión de estar en un lugar desconocido se desvanece entre las carcajadas.
Todos miran al escenario, allí, Maiden, junto a tres chicos más, están sacando todo lo que pueden de sus respectivos instrumentos, alguno que otro se copa con la canción originalmente tocada por Megadeth, y más originalmente tocada por los Sex Pistols, más que nada metaleros ebrios que están por la décima borrachera del día y quién sabe qué más. Grupos de chicos de dieciocho años como edad predominante es lo que más sobreabunda en el bar, más que nada son los amigos de Maiden y los demás integrantes de la banda. La canción termina, Maiden se saca la Flying V, prende un cigarrillo y le dice a uno de sus amigos que abra una cerveza, con unas claras dificultades para moverse en línea recta.
-- Al fin terminó, me estaba rompiendo los tímpanos el chabón este.
Termina el recital, Maiden baja del escenario a reunirse con sus amigos, pero ve a esos tres desconocidos reunidos allí, aunque de desconocidos no tienen nada. Se corre del círculo formado con sus amigos y se acerca a ellos tres.
-- Si sabía que venían ustedes me clavaba al menos una de Rob Zombie y rompía la viola en el escenario. Boludo, parezco Jack Sparrow caminando , jajajaja.
-- Lol.-- Al mira al Maiden, mira a José Muchas Eles y rompe a reír.
-- Che chabón, cuchá, vinimos porque hay un ligerísimo problema -- Maiden mira a Lek... ¿Qué problemas puede haber?.
-- ¿Se acabó la birra?, ¿vinieron en tacho hasta acá y necesitan un préstamo, qué onda?
-- Ojalá fuese eso, o-ja-lá.-- Las risas mueren de golpe, Los cuatro se miran nerviosamente y salen al exterior.
-- Che, apuremos porque este no es un lindo lugar para caminar.
Los cuatro caminan al Gol negro del viejo de Maiden estacionado a una cuadra, pero para sorpresa de todos hay alguien dentro del auto. El desconocido los observa, pero ninguno de los cuatro se atreve siquiera a acercarse al auto. Lek empieza a llamar al 911 y a alejarse cuando la voz les dice:
-- Hijo, no hace falta que aprietes el botón de llamar. Me presento, soy Dark Delegation.
-- ¿¿DD??.-- Responden los 4 completamente atónitos.
-- El mismo; escuchen, la situación es mucho peor de lo que se pensaba, así que me enviaron a buscarlos a los cuatro. Lljosemll, hiciste bien en reunirlos.
-- ¿Quién te mandó?
-- Eso ahora no importa, lo que sí importa es la frágil situación en la que nos encontramos.
-- Pará un cacho - interrumpe Maiden – Estoy en pedo, vengo de tocar y no son las 3 de la mañana todavía. ¿Se puede saber qué corno pasa? Y cómo entraste al auto.
--Dejaste la puerta abierta, y el resto ahora te explico, suban al auto. Maiden, espero que estés en condiciones de manejar porque yo sé, pero no tengo ni puta idea de en dónde estamos.
II-Sur del cielo.
- 5/10/09 12:18 PM
Kenbill era conocido por su personalidad amable, por su carácter tranquilo, y algo cabrón, aunque a veces se pasaba de rosca, pero la llegada al aeropuerto de Ezeiza no pudo haber sido más caótica, lo que le puso los pelos completamente de punta. Las maletas tardaron veinte minutos en aparecer, y en varias ocasiones se sintió observado, pero no sabría decir porqué, la sensación iba y venía, era imposible de describir para él.
-- Ahora entiendo lo que quisieron decir Lek y ElMaiden con que este país es un desorden.
-- Ken, no te preocupes, ya verás que todo aquí saldrá bien. Solo hay que habituarnos a este lugar.
-- Pero ya párenla, Ken, Roro ni que estuviésemos en Nepal. Male, ¿tú que opinas acerca de este lugar?.
-- Siendo sincero al 100% Filoc, no se parece en nada al aeropuerto de Barajas ni al de Prat.
Los cuatro se miran, rompen a reír, y salen de la zona de embarque a pedir un taxi. Filoc mira la tarjeta que les enviaron Maiden y Lek, junto con una reserva en el hotel Four Seassons. Y rompe a reír. "Diantres, si imaginaba que era el Four Seassons de Buenos Aires me habría traído mas mudas de ropa". El pensamiento, claro y conciso, lo tienta y al rato ninguno puede parar de reír.
-- Paren, paren, ¿sabéis adonde vamos?.
-- Si Filoc, a tomar un taxi hasta el hotel. Después a merodear por Buenos Aires y al menos yo, dormir unas 16 horas.
-- Ken, di algo que no queramos hacer todos.
-- Ay Roro, eres lo máximo - Responde Ken con tono sarcástico -. Los demás iban a llegar en un promedio de 5 a 6 días.
-- Al y Lljosemll llegaban mañana creo, pero ninguno sabía de nuestra llegada, excepto DD, Rataube y Guz.
-- Bueno, basta, Male, detén un taxi. Mientras el conductor no sea Walterzum estamos perfecto.
-- Tú lo has dicho Ken; subamos a éste.
Los viajeros se dirigían hacia el Four Seassons, pero, quizá, si Lek y ElMaiden, incluso Caps, hubieran sabido de su llegada en esa fecha las cosas quizá hubieran sido muy distintas, o no lo habrían sido en absoluto.
- 5/10/09 14:52 PM
-- Oigan chicos, creo que me quedé dormida... Chicos, ¿chicos? ¡Chicos! Oh no, no hay nadie - Roro intenta abrir desesperada la manija de la puerta del taxi, lo logra, pero al salir se lleva una desagradable sorpresa.- Oh no, que es este lugar...
III-Cansado de todo.
- 8/10/09 14:25 PM
El bar The Kill Kenny siempre se caracterizó por su estilo irlandés y alegre, ahora está siendo ocupado por cinco “casi” hombres adultos y una “casi” mujer adulta. Descendamos un poco más y miremos lo que están haciendo. Las luces dibujan muecas truculentas en cada cara, en todos hay preocupación, excepto en uno que no aguantó más la resaca y se echó a dormir en un sillón. Los otros, mientras tanto, intentan darle consuelo a la chica pelirroja, le dicen que todo saldrá bien, que hay que buscar un método de avisar a los demás que están viniendo al país y que harán todo lo posible por rescatar a sus tres amigos, ya que no solo son amigos de ella, son amigos de todos, desconocidos entre sí físicamente, pero conocidos en su carácter, su personalidad, todas las bromas, chistes y juegos que hubo alguna vez se funden en la tristeza y en el saber que deben hacer algo. De repente una alarma insoportable empieza a sonar
-- La pú-ta madre… cómo odio los celulares-
-- Maiden se acomoda, y hace varias maniobras imposibles para sacar el celular de su bolsillo.
-- Maiden, dejá de torrar y vení que esto es importante.
-- Ahí va Lek, ahí va – Maiden se prende un cigarrillo, Lucky Strike, la marca que siempre fumó. Es el número 22 del día. El humo azulado sube hacia el cielo y transfigura la cara de Maiden.
-- Es Pögo. Hizo una escala y viene con Gtman y Thecritic-uio. Hay que avisarles o irlos a buscar nosotros.
-- ¿Cuando llegan? -- Pregunta DD.
-- Hoy a las 7:30 ponele. ¡Mierda!. Estoy cansado de todo esto.
-- No te enojes rubio, aún podemos hacer algo por ellos.
-- Sí, pero para eso habría que idear un puto plan, no quiero que Roro vaya a ese lugar de nuevo, y tampoco quiero que se acerque a Ezeiza. ¡Mierda, no quiero ni que se mueva de al lado nuestro! Por cierto, ¿cómo era el nombre del pueblo?
-- A-eso significa ir con ustedes adonde sea, y b-se llama Sur Del Cielo y está más abandonado que las calles de Manchester cuando juega contra el Chelsea.
-- Maiden, por la Richieri no hay ningún pueblo con ese nombre… estamos metidos con el agua hasta el cuello. DD, por cierto, ¿cómo es que no te pasó nada?
-- Porque llegué acá hace unas dos semanas, los estuve vigilando, el seis la encontré a Roro porque me mandó un mensaje de texto completamente desesperada para que nos encontremos y bueno, decidí ir a buscarlos. Le avisé a José que los reúna, pero no imaginaron que yo iba a estar ahí.
Todos se miran, completamente desconcertados, calculando el próximo movimiento, “la puta madre, no sabemos que hacer, no podemos pensar, tamos todos intentando entender que pasa pero no lo comprendemos ahora…” piensa Lek, pero sus pensamientos son cortados por una figura que aparece en la puerta.
-- Supongo que el rubio vicioso de la remera de Maiden, es, justamente, Elmaiden, uno de ustedes debe ser Lek, la pelirroja es Roro, el patón es Alzombie y el resto no sé.
-- ¿Y tú, quién eres?. Ellos son DD y Lljosemll.
--Hola muchachos, un placer conocerlos. Yo, Roro, soy el chileno favorito de todos.
-- ¿¿¿Aleshoro???
-- El mismo weón. Una intuición me dijo que viniese acá, y acá estoy. Tengo el presentimiento de que algo malo está pasando, ¿verdad weones?.
-- A ver bajá un cambio… Roro viene de Ezeiza, Filoc, Ken y… bueno, no están disponibles digamos, pero vienen de Ezeiza… ¿Vos no venís de Ezeiza? -- Aleshoro sonríe ante el interrogante planteado, mira a Maiden y a Lek.
-- No sabía que había problemas en Ezeiza, yo me vengo desde San Fernando weón.
Miradas de desconcierto recorren la sala, Roro empieza a llorar de nuevo. -- Hay que rescatarlos e intentar avisar al resto. Nadie debe correr nuestra misma suerte. No lo merecen, ¿están conmigo? -- Las lágrimas de Roro son más que suficientes para decir que sí, un sí que desde ya era obvio. Todos asienten con la cabeza. DD tiene una mirada llena de odio hacia los que hicieron esto, pero también se vislumbra esperanza en sus ojos, Lek mira a Maiden, los ojos verdes de Maiden sacan chispas, el ambiente se torna insoportablemente denso, se podría decir que hay tanto silencio que ni necesitan hablarse, con mirarse les basta saber todo lo que tienen que saber. Deben actuar. Y pronto.
IV-Lejos de tu casa.
Al estar todos reunidos, Roro pasó a contar su historia. Al bajarse del taxi, se puso a recorrer el pueblo en busca de Filoc, Male y Ken. Ella estaba sorprendida por la abrumadora soledad del pueblo, nadie estaba caminando, no había ventanas abiertas, no se escuchaba música, y todas las construcciones no parecían viejas, parecían “antiguas”. ‘’Lejos de tu casa estás ahora Roro, si no te puede ayudar nadie te tienes que ayudar a ti misma’’. Esos pensamientos inundaban su mente.
Después de dos horas de buscar frenéticamente, entrando en las casas, totalmente vacías, decide suspender la búsqueda e irse lo más pronto de ese pueblo. Pero repentinamente algo que ve le llama la atención, hay una habitación de una casa que está totalmente pintada de negro, llena de velas negras y con una cruz dada vuelta. Toda la casa parece convulsionar y algo cae a los pies de Roro. Ella lo ve, y lo levanta. El objeto en cuestión parece una talla de madera, con un tacto suave, Roro se lo guarda en el bolsillo para luego olvidarse completamente (omite esa parte en su historia) y sale corriendo hacia la autopista Richieri. Saca su celular y marca un número sin verlo siquiera. El que la atiende es Dark Delegation, hablan cinco minutos, y Roro, desesperada y desesperanzada, le explica el lugar donde está, pero DD no entiende nada, por lo que concuerdan en un lugar para encontrarse. Roro, al cortar la llamada, decide irse hasta la banquina y hacer dedo. Una familia la termina llevando hasta Capital Federal, y ahí empieza a preguntar por todos lados hasta encontrar el punto de encuentro con Darko. Al encontrarse, DD llama a José y se desencadenaron todos los hechos ocurridos.
Todos estaban escuchando con suma atención, Lek miraba a Roro como si de un dios egipcio se tratara, José y Al echaban miradas a cada rato, no podían creer lo que sucedía, a Ale las gotas de sudor le caían por el rostro y Maiden miraba atónito con un cigarrillo prendido, al cual le iba dando secas distraídas, como si no supiese de su existencia. Al final de la historia miradas nerviosas recorrían la cara de Roro, todos tenían el mismo pensamiento. Ir a Sur Del Cielo.
V-Welcome.
- 8/10/09 17:41 PM
-- Uh, otra vez mi celular. Es Manu RZCD, dice que se encontró con Guz, que al final no viene, pero pasó a saludar, en el aeropuerto de Madrid, y estaba esperando a Mario (no, ese no) y a Mina_Antipersona. Que quilombo de escalas. ¡Mierda, porqué tienen que venir todos en este momento tan choto!
-- Maiden, cálmate, enojándote sólo empeorarás las cosas, hay que ir a buscar a los que llegaban hoy a Ezeiza. -- DD está tan calmo, es admirable su temple, parece de hierro.
Están los siete en el Gol, se dirigen lo más rápido que pueden hacia Ezeiza, la Richieri está abarrotada de autos, pero los espacios aparecen. Más y más se van adentrando hacia la zona donde Roro descubrió que estaba en problemas.
-- Es por aquí, sé que tiene que ser por aquí…
-- Roro, cálmate, nada te va a suceder mientras sigas con nosotros.
-- José tiene razón, no hay razón para estar nerviosa, todo va a salir bien, che Al, pasame un pucho y un CD de la guantera que mi cabeza no para de hablar sola.
-- Todo tuyo Maiden.
-- ¡Esperen!, es ahí…
El coche frena bruscamente, y agarra una improbable salida de tierra hacia el aún más improbable pueblo. Roro empieza a decir que se quiere ir, pero Al, tras varios intentos en vano, logra calmarla. Por el momento todo parece ir bien. Maiden y Al bajan del coche y les dice al resto que se queden, y que ante cualquier problema salgan pitando.
-- Al, tengo la sensación de ser observado. Vamos a caminar, pero no nos separemos ni 10 centímetros, y si hay que correr, corremos.
-- Me parece una muy buena idea.
Ambos recorren el pueblo, están menos de diez minutos, pero les parecen horas, algo ahí no anda para nada bien, la sensación de ser observados no para en ningún momento. El pueblo parece completamente desierto. Está conformado por el cartel de entrada, una calle de tierra central y cuatro calles paralelas, pero no parece ser más que eso. Imposible saber en dónde se encuentran los otros. La soledad del pueblo es abrumadora, Al mira hacia el auto, les hace un gesto de que está todo en orden y prosiguen el camino. Maiden mira un escorpión; “que raro, pensé que había de estos guachitos más al norte, yendo para Pacheco” y lo deja correr para desaparecer de la historia. Al llama a Maiden para que no se aleje, y doblan por una esquina para encontrarse un horroroso espectáculo.
-- Al, no hagas ningún ruido, caminá para atrás muuuuuy despacio… ¡¡¡¡y corré!!!!
Los gritos de ambos se confunden con los alaridos del puma que estaba vigilando la puerta de la casa, que los empieza a perseguir. Alzombie, rápido, le arroja un cascote, que le da en el flanco, pero no reduce la velocidad del puma. De repente una luz inunda toda la calle principal:
-- Eeeey, ¡suban, rápido! -- grita Lek, al volante del Gol.
Maiden y Al corren hacia el interior del vehículo, que da bruscamente marcha atrás. El puma choca contra el capó del auto y todos se alejan por el momento del pueblo de pesadilla.
-- ¡Lek, nos salvaste la vida!
-- No fue nada Al, fue idea de DD y de Roro que ya se estaban preocupando, por cierto, ¿ése que gato era?
-- Ah nada, un siamés de color pardo de dos metros del hocico a la cola llamado puma… ¿Qué carajo hace un puma en un pueblo cerca de Ezeiza?
-- No lo sé Maiden, pero tengo la sensación de que el resto de la gente no puede ver el pueblo. -- La apreciación de José Muchas Eles hace que todos guarden silencio, hasta que es roto por Lek.
-- Es que no lo tienen que ver, esto es sólo para nosotros, ninguna persona normal lo debe ver.
-- Sí pero…
-- Maiden, escuchá, sinceramente no sé porqué acepté venir desde Chile, hasta acá, supongo que porque son mis amigos, y si no lo son después de esto, no sé entonces, pero sea lo que sea que está pasando ahí es responsabilidad nuestra acabarlo.
-- Dark Delegation dice que Aleshoro tiene razón, y cuando DD habla, los demás callan -- Al menos descubrían que podrían seguir bromeando a pesar de todo el estrés.
-- No sé ustedes gente, pero me pinta que ese “bienvenidos” la pifió un poco, sino nos hubieran traído un daiquiri para festejar.
Risas nerviosas salen del auto hacia el exterior, con el misterioso pueblo como telón, mientras en el equipo de música suena, curiosamente, el CD South of Heaven de Slayer.
VI-Bienvenidos al paraíso.
- 8/10/09 17:58 PM
La antesala del infierno. Eso bien podría decir Filoctetas acerca del lugar en donde está encerrado junto a Kenbill y Maleboocado, que todavía permanecen inconcientes. Es una sala completamente a oscuras exceptuando una luz que da directamente a su cara. Sí, aquello es la antesala del infierno.
Lo despierta el rugido de lo que parece un felino muy grande cerca de donde están. Casi podría decirse que afuera. Reprime los deseos de gritar porque algo en su conciencia le dicta que todo estará bien, que pronto vendrán a rescatarlos a todos, pero aún así desea gritar. Cuando las ganas de gritar no pueden más la figura oscura aparece.
-- Grita tranquilo, Filoctetas, si lo haces, el puma los descuartizará a esos dos de afuera, que vinieron a curiosear.
-- ¿Dónde está Roro cabrón?
-- La dejé de cebo para atraer al resto. Ahora son siete, pronto serán diez. El resto ya deben estar advertidos así que deberé buscar otra manera de encontrarlos. Los que no estén advertidos vendrán al país para la incireunión y pronto tendré a la mayoría bajo mi control. Todos ustedes, como lo ve Mister Filoc, serán míos.
-- ¿A qué te refieres con que son siete, y para qué nos quieres?
-- Los dos argentos de Buenos Aires, Dark Delegation, Rorozarzar, Aleshoro que no entiendo cómo logró escapárseme, Alzombie y Lljosemll. Y los quiero para exterminarlos, ¿para que otra cosa los querría?
-- ¿Exterminarnos, porqué, quién es usted?
-- Eso, señor Filoctetas, será algo que deberá descubrir por su propia cuenta. Desátenles las manos, los pies encadénenselos.
Filoc sintió una respiración muy pesada a su espalda, como la de alguien que fumó toda la vida y tuviese que subir una cuesta de dos kilómetros, ve que Ken y Male se despiertan, se miran, sus ojos están llenos de la más absoluta desesperanza, pero Filoc esboza una sonrisa para intentar tranquilizarlos. “Es el tiempo de crecer. Es el tiempo de creer”. Los pensamientos de Filoc se van nublando hacia la nada más absoluta, del azul del cielo al negro de la nada, hasta que ve un plato sobre su regazo. No lo duda y empieza a comer.
VII-Víctimas del vaciamiento.
- 8/10/09 19:51 PM
Ya estaba anocheciendo cuando el grupo se formó completamente. Se miraron entre todos. Rorozarzar, Elmaiden666, Lekxter7, Dark Delegation, Lljosemll, Alzombie, Aleshoro, Thecritic-uio, Pögo, y Gtman. Todos ellos víctimas de un vaciamiento irreal, que no parecía verdadero. No lo sabían y era posible que nunca lo supieran, pero de ellos dependía el destino de todos los inciclopedistas. Todos tenían la sensación de ser observados por alguna clase de ente, físico o espiritual, lo mismo daba. Lo curioso es que en el pueblo ni rastros quedaban del taxi que había llevado a Roro hasta allí. Ahora, en Ezeiza, todos tenían muy en claro lo que tenían que hacer. Roro les contó su historia a los recién llegados, y entre Lek y DD se encargaron de contar lo sucedido desde el recital de Elmaiden hasta la huida del pueblo. Las miradas de confusión y perplejidad lo decían todo. Era necesario actuar cuanto antes, el tiempo se estaba agotando, actuar al día siguiente ya habría sido demasiado tarde. No, tenían que actuar esa misma noche, por peligroso que fuese.
Lek, mientras tanto, les dice a todos que será necesario que coman algo. Todos se van a un McDonald´s y comen hasta hartarse. Maiden se va hacia fuera, Lek lo ve y lo sigue sin que éste se dé cuenta.
-- Che tanto fumar te va a hacer mierda eh.
-- Ah, no pasa naranja, ya toy acostumbrado man. Aparte, un pucho no le hace mal a nadie.
-- Pero cuarenta en un día sí.
-- Es probable, pero creo que es mejor aprovechar mientras podamos, creo. Bancá que voy al kiosco ése a buscar una birra.
-- Ok.
-- Qué rápido jeje.
-- Sep, encima tenían Palermo, la mejor birra lejos.
-- Bueno, creo que tenemos que hablar de esto… ¿Cuál es el plan?
-- El plan es… entrar al pueblo y sacar a los tres que están encerrados, advertir al resto de que no vengan y lograr que el resto vuelva a su casa felizmente.
-- Y, mirá, ojalá fuese así. Creo que tenemos suerte si el pueblucho ese no está plagado de pumas o de bichos feos.
-- Maybe, ahora, que lindo nombre para un pueblo “Sur Del Cielo”, la verdad, tan acogedor que da miedo.
-- Da miedo.
-- Y sí. Che es sensación mía o el tachero ése de allá nos está mirando haciéndose muy el pelotudo…
-- ¡Mierda! Es cierto vayamos adentro y rajemos ya.
-- Oh oh, ¡Lek agachate que está enfierrado!
Todo en la visión del Maiden se puso negro de repente, tuvo conciencia de un empujón y de un golpe en la cabeza. Nada más.
VIII—El ángel caído.
- 8/10/09 ¿?:¿? PM
Iba caminando por las calles de su ciudad, la que él siempre soñó tener. No tenía edad, tampoco nombre y yendo al caso tampoco era un hombre. Era simplemente “él”. Se alimentaba del miedo y de la alegría de la gente. Al descubrir que todos esos creadores de humor iban al mismo destino decidió atraparlos a todos, se alimentaría de odio y miedo, la alegría quedaría para el futuro. Era la emoción que menos le atraía, aunque era una buena comida. Odiaba el amor, lo debilitaba, cuando Filoctetas sonrió sintió una pesadumbre en su ser que superaba lo natural. No tenía idea de cómo logró materializar un pueblo entero, ni tampoco a sus esclavos, eso superaba los límites de su propia e inhumana comprensión. No importaba. El enviado los iba a capturar a todos en Ezeiza, o iba al menos a traer dos o tres. No importaba tampoco. Si mataba a uno siquiera; él lo sentiría e iría con su forma real a buscar al enviado. No le tendría piedad. No podía permitirse que un simple tonto que logró capturar en la Richieri le destruyera su sueño de tener el control sobre todo. Pero, ¿acaso el deseo no era humano? ¿Qué era en realidad? No lo sabía ni le interesaba. Sólo quería comer. Su tiempo estaba cerca. El tiempo de renacer. En su pasado había estado vagando por varios países bajo diferentes nombres, aunque ninguno lo identificaba realmente. Siempre hacía lo mismo. Iba a comunidades alegres y pequeñas y exterminaba a todos. El avance del mundo se lo impidió. Pero lo de ahora rebalsaba los límites. Los tendría a todos. El único problema es que se habían reunido, el amor en ellos era muy fuerte, incluso en el maldito músico. Se supone que los músicos son introvertidos y no quieren saber nada con la gente. Él sería el último, así vería a sus amigos sufrir. Nada mejor que tanto dolor del cual alimentarse. Ahora era tiempo de echar mano a los preparativos para la llegada de esos molestos niñatos, y, quizá, descansar un rato.
IX-Rostro en la arena.
- 8/10/09 20:53 PM
“¡Agachate que está enfierrado!”. Las palabras resonaron en los oídos de Lekxter7 como dinamita, y quizá por eso evitó que ambos murieran cuando el enviado disparó sobre ellos. Un tiro, dos, “Cómo mierda es que la policía no lo ve, hagan algo” los pensamientos fluían por la cabeza de Lek como un tornado, los vidrios rotos sobre el piso y sus cuerpos los vio caer en cámara lenta. Maiden estaba inconciente, se golpeó la cabeza cuando Lek lo empujó para abajo, pero ahora debían irse lo más rápido posible hacia adentro, y también debía llevar al Maiden-inconciente antes de que lo descerrajen de un tiro.
Lljosemll veía todo, pero no veía nada. Simplemente no lo podía creer. Dos de sus amigos, encima los argentos, estaban resistiendo el ataque de un loco que había efectuado dos disparos sobre ellos, y por lo que se veía se le había trabado el arma, ya que esa extraña persona estaba golpeándola intentando hacer algo. Sin saber exactamente que hacer, se levantó de la mesa y echó a correr hacia allí.
Aleshoro y DD se miraron, miraron de nuevo hacia donde estaban Lek y Maiden, e inmediatamente agarraron a Roro y al resto para que se mantuviesen alejados de la escena. No se percataron de la ausencia de Gtman ni de José Muchas Eles.
Gtman había ido al baño y estaba saliendo cuando escuchó los disparos, se quedó perplejo y vio correr a Lljosemll hacia la entrada del aeropuerto. Él también entró a correr, con el grito de advertencia a José todavía formándose en su boca.
Maiden se despierta del letargo, “mierda, que pasó, ¿ya toy borracho?”, y de repente recuerda todo, y ve al hombre apuntándolos con su arma. El enviado lo tiene justo en la mira. Un ojo fundido en sangre y locura lo observa demencialmente, ese rostro en la arena desea juzgarlo.
El enviado salió del taxi, pero no se percató de que habían advertido su presencia, el grito del chico rubio (porque eso era, un puto chico) fue la alarma que disparó su cabeza. Disparó dos veces, pero erró ambos tiros. El arma se había trabado. Cuando logró destrabarla sólo tuvo tiempo de formular:
-- Te tengo en la mira rubio de mie…
¡¡Crashhhhh!! El ruido seco de la botella romperse sobre su cabeza es todo lo que Lljosemll necesita saber para darse cuenta que su plan funcionó a la perfección, y recién ahora ve un policía yendo hacia ellos.
-- No sabía que un emo podía hacer eso.
-- Viste Maiden, igual todo gracias a la cerveza.
-- Dios la tenga en el cielo, vamos a buscar al resto porque nos van a hacer declarar y si nos escuchan nos van a mandar a un psiquiátrico sin cargo alguno.
-- Buena idea guacho. Tas todo cortado por los vidrios.
-- ¡Lek! Te debo dos men, vos también tenés un par de cortes.
-- Ey, ¡qué pasó!.
-- Nada, solo nos vamos lentamente hacia el auto Gt, llamá al resto y rajemos de acá.
-- Nunca escuché una idea tan buena.
X-Hombre en el abismo.
- 8/10/09 21:23 PM
Volvemos a la antesala del infierno, Kenbill está con la mirada fija al piso, hay una tabla rota en el mismo e intenta correrla, sin resultado alguno por ahora. No hay mucho para ver, la luz que les daba de frente estaba apagada, no había rastros del tipo de negro (la figura oscura para Filoctetas) por el momento y tiene todo el tiempo del mundo para ordenar sus pensamientos. “No. No tengo nada de tiempo, ni diez minutos. Necesito salir de aquí lo más pronto posible, sino estoy frito”. Sus pensamientos no dejaban de jugarle en su contra, no paraba de mover las manos y los pies para intentar liberarse, pero sin resultado alguno. Lo único que quedaba por hacer era esperar el fin. Esperar, y esperar…
Sabe que está al límite, al borde de un abismo sin fin, no se puede rendir así nomás. Debe luchar contra todo. Empieza a estudiar las debilidades del sistema donde está prisionero. Lo único es que la silla es de madera y está podrida. Quizá…
Con un fuerte movimiento se balancea hacia atrás, intentando caer de costado, lo logra y empieza a consumar su plan, si solo pudiese sacarse esas zapatillas que le agrandan el pie...
XI-Despierta, hombre muerto.
- 8/10/09 21:37 PM
Un fuerte ruido de algo romperse lo despierta de su letargo, observa a los lados pero la oscuridad es total. Una voz irrumpe.
-- Quédate muy quieto, voy a soltarte, ya solté a Filoc, ahora estate quietecito.
-- No, me voy a ir a Brasil a tomar Sol.
-- Por mí me parece excelente.-- Escuchar la voz de Filoc y de Ken entre esa oscuridad alegra al corazón de Male, sabe que no tiene tiempo que perder.
-- ¿Qué debo hacer?.
-- Sólo soportar el dolor.
-- Ken, un momento, cualquier cosa que estés pensando AAAAAY.
-- Funcionó, como si nunca te hubiesen pateado la espalda.
-- Kenbill, nunca me han pateado la espalda.
Male se endereza con una mueca de dolor, y ve los restos de la silla que rompió Ken de una patada. Sentirse libre de nuevo no se compara con nada.
-- Mierda, la puerta está cerrada con llave y no hay ventanas para romper.
-- Filoc, es hora del plan B.
-- ¿Cuál plan B?.
-- Patear la puerta hasta que se rompan las bisagras.
-- Me gusta su estilo chicos, ahora si me permiten quiero estirar la espalda un momento, me duele bastante.
Atronadores pasos suenan en el piso de arriba. No, no hay tiempo para estirar ninguna espalda.
XII-Entrada a la realidad.
- 8/10/09 21:41 PM
Maiden manejaba a 120 por la Richieri, hacía veinte minutos habían abandonado Ezeiza, no había nada de tránsito, así que en diez minutos como mucho iban a estar en el pueblucho ese. La sangre le corría a él por toda la cara, no quiso limpiarse y no dejó que nadie se lo limpiase mientras manejaba. Mientras tanto, el Gol, al límite de su capacidad, zumbaba sobre la ruta. Al y Roro le limpiaron la cara a Lek, que no paraba de temblar. DD y Aleshoro no paraban de discutir sobre con que enfrentar lo que habitaba el pueblo; “lo chocamos con el auto”, fue la tajante respuesta de Maiden; Thecritic y Pögo llamaban a los otros para que cancelen sus vuelos y los dejen para el siguiente día, y Gtman estaba tranquilo hablando con Lljosemll acerca de lo bueno que fue conocerlos a todos.
Las luces altas irrumpen la carretera, solo respondidas por algún camión que va en la otra mano.
-- Maiden, ¿quién les enseña a manejar acá; porqué hacen todo al revés?.
-- Porque son argentinos Rowrow, y no tienen nada mejor que hacer, ¿verdad Lek?.
-- Muy cierto Critic, ahora si me permiten tengo que aaay me toqué el corte. Tengo que ver si hay algo útil en la guantera.
-- Mirá, si querés sacá el matafuegos del baúl y le das con eso men, o si es un flaco, lo ahorcamos con los cintos de seguridad.
-- Maiden, ¿qué tan nervioso estás, del 1 al 10?.
-- DD… 45.
-- Lol.
-- Al, ¿algo que acotar aparte de que estos argentinos manejan al revés?.
-- Sí, viva la roromanía.
-- Jajajaja, bueno, lo único que tengo para decir antes que nada es… nada. XD.
-- Ah, no estás al pedo.
-- Por supuesto que no.
-- Jajajajaja .
-- Mmm aparentemente el pueblucho tiene electricidad, se ven luces.
-- Maiden, ¿usás anteojos para manejar?.
-- ¿Estuvieron conmigo todo el día y ninguno se dio cuenta?.
-- Yo sí.
-- Grande José.
-- ¡Yo también!.
-- DD, ¿eso es autocomplacencia o un intento de caretearla?.
-- WTF?.
-- Nevermind… Llegamos.
Las luces del pueblo les dan su siniestra bienvenida, quizá la última, quizá para todos no haya despedida, quizá no haya despedida para ninguno. El letrero de bienvenida es alumbrado por las luces altas del coche, las luces del pueblo se apagan y la oscuridad pasa a ser absoluta. El constante rugir del motor mantiene a todos pensativos. Este es el último destino que deberán cruzar. Maiden pone primera y maneja el auto hasta el pueblo.
XIII-Un hombre se alza.
- 8/10/09 21:34 PM
Era de noche ya, y “él” sabía que esos diez entrometidos iban a ir a rescatar a los otros tres. Mejor, quería capturarlos a todos juntos, no tomaría prisioneros, no le serviría de nada ya que a fin de cuentas tendría que acabarlos a todos. Pero, y cuando se hiciese más poderoso, ¿qué haría, crearía más ciudades con sus poderosos pero incomprendidos dones; capturaría más gente? No tenía ninguna respuesta a esos interrogantes y no le interesaba, quizá hibernase durante 200 años, o durante toda la eternidad, o quién sabe, quizá iría a buscar nuevas personas a las cuales atraer a su hechizo; pero comería, comería bien, de eso no habría dudas.
Estaba absorto en sus pensamientos cuando escuchó pasos y risas en el piso inferior, los chicos, ¿cómo se habían liberado? Un escalofrío muy humano empieza a recorrer su espalda, y tiene la primera intuición de su vida: debe actuar pronto, no debe permitir que todo se le salga de las manos en este momento triunfal. Pero aún no debe entrar en escena, perdido por perdido, el hará su aparición. Es el momento de enviar a los esclavos contra esos tres de abajo, y castigarlos como era merecido.
XIV-El horror de todo eso.
- 8/10/09 21:42 PM
Cuando derribaron la puerta, se encontraron con una sala con todos los muebles destrozados, una chimenea llena de telarañas y una mesa rota en medio de todo. La suciedad y el polvo tornaban insoportable el ambiente. A un costado, apenas visible, se divisaba una escalera por la cual se escuchaban varios pasos, y otra vez esa respiración agitada invadió los oídos de Filoctetas. El horror presente en ese pueblo se hacía presente otra vez . Quedaba rendirse o luchar, si luchaban, quizá podían salir victoriosos, si se rendían… no, no podía permitirse pensar en eso. Enfurecido, Filoctetas dio un paso al frente, advirtió a los otros que se quedasen atrás, rompió una silla y agarró un trozo afilado de madera. Se preparaba para la batalla. Ken y Male hacían lo mismo. Mejor, tenían que actuar cuanto antes, si la ayuda no llegaba, ellos serían su propia ayuda, aunque tenía fe en que Roro ya les habría dicho a todos y que estuviesen en camino.
Ven por primera vez a los esclavos, seres purulentos llenos de infecciones, más muertos que vivos, llenos de maldad, sus ojos expelen furia por todos lados, la ropa que llevan está todo rotosa; “cómo puede vivir algo así” piensa Ken, espantado completamente; avanzan arrastrando los pies, verlos hiere la vista, son cuatro de los esclavos contra los tres inciclopedistas, Filoctetas lidera el grupo, con el palo afilado en una mano, y un fierro oxidado que recogió de la chimenea en la otra. Los engendros los observan, ellos no tienen armas, pero sus manos, que parecen garras, son más que suficientes, uno mira estúpidamente hacia el cielorraso y es golpeado por otro, se observan y miran de nuevo hacia los humanos. Su piel verde-grisácea se agrieta en algunos lugares y expele algo que parece pus negro, pero al caer al piso sisea, como si fuese ácido. Kenbill agradece que haya poca luz, porque una vista completa de esos engendros lo volvería loco sin dudarlo. La batalla está por comenzar, Filoc mira al frente, piensa por lo que él cree es su última vez y se lanza a la carga.
XV-Destruction overdrive.
- 8/10/09 21:45 PM
Maiden conduce el coche hacia el interior del pueblo, la soledad que muestra el exterior es abrumadora, y las nubes tapan la luna, haciendo de la oscuridad algo presente en todos lados. El auto se dirige lenta pero decididamente hacia donde Al y Maiden vieron al puma. A la cuadra el motor se apaga, misteriosamente. Maiden no prueba volver a arrancarlo porque sabe que no funcionará. Salen en dos grupos de cinco, Maiden, Lek, Gtman, Roro y Thecritic-uio por un lado, y DD, Al, Pögo, Aleshoro y José por el otro. Todos observan hacia delante, saben que lo que hagan decidirá su destino así como de la mayoría de los inci. Empiezan a caminar por el medio de la calle principal, lejos de las casas (si es que eso son), y se dirigen hacia esa casa misteriosa que está tan cerca, pero que parecen kilómetros. Son solo cien metros, nada puede pasar durante esa trayectoria.
-- Shh, ¿escuchan eso?
-- ¿Qué Maiden?.
-- No sé, lo escuché atrás, no me quiero dar vuelta.
-- Yo también lo escuché, son como pisadas…-- Lek se da vuelta y no puede creer lo que sus ojos ven.
-- eeh, chicos… ¡¡¡¡¡corran!!!!!
Salen en estampida para todos lados, Maiden se pierde con Aleshoro, DD con Roro, pero quienes nos importan son Pögo y Alzombie. Corren hacia delante y se refugian detrás de lo que parece un coche abandonado hace décadas. Caminan sigilosamente, huyendo de algo que no saben que es, no lo saben pero ese fue su primer y único encuentro con los esclavos. Ninguno de ellos los verá otra vez ese día, exceptuando a Maiden y a Aleshoro, que tendrán un encuentro de lo más peculiar con ellos.
Al y Pögo se dirigen por un callejón hacia unas escaleras para incendios que justo dan a la casa que les interesa entrar. Suben las escaleras y van hacia el techo, pero está hecho de madera podrida, lo que les dificulta el andar. Tienen que andar muy despacio para evitar romperlo. En una esquina ven un grupo de ladrillos, y Pögo tiene una iluminación mental… Y si…
-- Al, a la cornisa, agarra los ladrillos y espero que tengas puntería.
-- ¿Qué mierda…
-- Tú sólo apunta.
De repente Al entiende perfectamente, ve un grupo de esos seres deformes que tiene acorralados a Gt, a José y a Lek, les apuntan y logran darle a tres de ellos, Al erra el último tiro, y cuando la bestia está por atacar, Pögo le destroza la cabeza con un certero tiro.
-- ¡Sí!.
-- Ahí Pögo, otros dos se acercan.
-- Ya los vi. Estate listo para disparar.
Disparan y los otros dos caen, Gt, Lek y José están vitoreando a sus salvadores. Al y Pögo dicen que vayan a buscar al resto, cuando el piso se desmorona bajo los pies de Pögo, y cae pesadamente hacia una tremenda oscuridad.
-- ¡PÖGO!.
-- Estoy bien... Sólo me… AAAAAA -- Pögo cae otro piso más, el pánico se desata en Alzombie.
A lo lejos, dentro del agujero en la madera podrida se escucha una voz que dice:
-- Llegaste tarde a la fiesta.
Risas. Después silencio.
XVI-¡Dispárale!.
- 8/10/09 21:46 PM
Filoctetas se lanzó al ataque decidido completamente a destruir a esas extrañas apariciones. A último momento decidió arrojar el palo de madera, así que lo lanzó hacia las criaturas, que quedaron totalmente sorprendidas, facilitándole el ataque a los tres allí reunidos. Se lanzaron al ataque, cosa que las criaturas no esperaban, y retrocedieron hacia las escaleras, pero quedaron atrapados, su inteligencia era ínfima y el paso de las escaleras era la mejor trampa que podrían haberles puesto. Kenbill les arrojó parte de los muebles rotos, las criaturas gritaban de dolor y no sabían que hacer, Male vio a Ken y le siguió los pasos, en menos de un minuto decenas de objetos volaban hacia las horribles criaturas, hasta que no hubo nada más que arrojarles. Una de las criaturas no se podía mover, pero una, la más inteligente y menos deformada agarró un pedazo de madera que le había arrojado y lo arrojó hacia Kenbill, que no lo logró esquivar por poco. El objeto le produjo un corte en la mejilla bastante profundo, y, las demás criaturas, al ver la rebelión de uno de su especie empezaron a imitarlo, Ken, Filoc y Male recibían disparos desde todos lados, y lograban esquivar unos pocos.
Como pudo, Filoc levantó la mesa podrida y la puso entremedio de ambos bandos, para usarla de barrera. Llevaban en la sala exactamente un minuto y medio.
Los esclavos, al ver la empalizada improvisada por Filoc, se adelantaron varios metros, pero no vieron que eran espiados por Kenbill, quien había tomado la vara de hierro de Filoc, y más rápido que el viento, salió de detrás de la empalizada y le reventó la cabeza a uno de los bichos. El líquido exhumado por su cabeza alcanzó a un compatriota suyo, que se empezó a desintegrar también. Kenbill volvió a su posición defensiva, ahí fue cuando Male tuvo su idea.
-- Retrocedieron, si movemos la mesa hasta donde están los dos que quedan, quizá podamos reventarlos, o algo por el estilo...
-- Tienes razón, Ken, Male, levanten de ese lado, yo me encargo de mover este lado. Apoyen las patas de la mesa contra sus hombros y agárrenla por los costados, una vez que los aplastemos, vamos lo más rápido posible hacia atrás, ya que si nos toca el líquido ese negro, estamos fritos.
-- Entendido.
-- Ok, 1, 2 y ¡YA!. -- Empujan lo más fuerte que pueden, sienten el peso de ambas bestias comprimirse contra la mesa, después sienten un siseo que proviene de la madera.
-- ¡Todos atrás, cuidado!.
-- Está bien, ya están muertos.
De repente todos escuchan un ruido sordo proveniente del piso de arriba.
-- Suena como si alguien se hubiera caí...
El comentario de Ken es abruptamente cortado por el ruido de tablas rompiéndose, el entrepiso cede completamente y una figura conocida cae ante sus ojos. Llevaban dentro de la sala exactamente 3 minutos.
-- Chico, llegaste tarde a la fiesta.
-- ¿Filoc, Ken, Male?.
-- No, el fantasma de la ópera, el Quijote y Hamlet... ¿quiénes más vamos a ser?
-- Muchachos, no saben la alegría que me da verlos, estábamos todos muy preocupados y estaba con Al... ¡Al! -- Pögo mira hacia el techo y empieza a gritar.
-- ¡Al! ¡Ey Al!, ¡me encontré con los tres cerditos!.
-- Pögo, la próxima vez que no grites que estás vivo, voy a matarte personalmente. -- La voz del techo suena nerviosa, pero con un tono de tranquilidad no fingida que tranquiliza a todos..
-- Busquen una salida, rápido.
-- Listo nos vemos después Al.
Male busca desesperado la puerta, y al encontrarla advierte que está trabada también. Tampoco hay ventanas.
-- ¿Empujamos?.
-- No, ahora nos toca esperar a que el resto actúe, tengo un presentimiento y será mejor que nos alejemos de esa pared.
-- Por esta vez te haré caso Filoc.
XVII-En este río.
- 8/10/09 21:49 PM
José se había ido al techo a ayudar a Alzombie, y Gt y Lek habían quedado vigilando abajo. No había rastros de ningún felino grande ni de nadie. En un momento vieron una luz proveniente de una caseta al norte de la ciudad, casi donde se acababa el pueblo de pesadilla.
-- ¿Qué es esa luz chabón?.
-- No tengo idea, vos tampoco sabrás supongo.
-- Gt, no tengo la menor idea.
-- Voy a investigar.
-- Ni en pedo, voy con vos.
-- No, quedate acá, si surgen problemas llamame.
-- No jodas, voy con vos.
-- Está bien...
Ambos se dirigen hacia la caseta esa, que terminó estando más lejos de lo que parecía. Al entrar se les fue la sensación de ser observados, es más, ambos se sentían como en su casa. De repente una luz blanca lo nubla y ambos se dan cuenta de que están en un lugar completamente distinto. Lek desea gritar, pero una voz que provenía de todos lados le dice que esté tranquilo, sólo debe escuchar y observar. El piso se empieza a fundir y los muebles empiezan a desaparecer. Gt observa todo, y empieza a comprender el por qué de su ida a Argentina, y el por qué de que estén en ese pueblo maldito. No puede decir nada, pero su mente está llena de ideas acerca de cómo poder derrotar al mal que habita esta tierra. Hasta que tiene lugar la revelación, después de eso no desea ver más, es suficiente, sabe que ver más puede significar la locura, pero decide observar.
Desde ese momento transcurrido en ese río de demencia y comprensión todo pasa a ser blanco, hasta caer en un abismo negro, y en la mente de ambos resonó un solo nombre: Roro.
XVIII-La danza de la muerte.
- 8/10/09 21:48 PM
Roro y DD estaban huyendo hacia el lado contrario de Pögo y Al, buscando un lugar para esconderse de las tres bestias que se acercaban a ellos. Ven una casa con una ventana rota, y prueban entrar allí. Roro entra primero, DD después, y se alegraron al ver que los engendros que los perseguían (los esclavos de la figura oscura) no sabían en donde se habían metido.
Decidieron caminar por la casa, por las dudas de que hubiese algo que les sirviese como arma, pero entrar a cada habitación era un espectáculo macabro, había arañas y serpientes pequeñas por todas partes, los mosquitos rezumaban en el aire, estaba completamente lleno de ellos. DD le pregunta a Roro si cree que sea necesario irse, de repente un sonido de bocinazos seguido de un choque les quiebra la calma. No pueden parar de correr por lo que parecen kilómetros de escaleras, hasta darse cuenta que la casa dejó de ser lo que parecía. La ventana rota había dejado de existir, en su lugar había un calendario lleno de polvo de lo que parecía, 1957, los sillones eran distintos, todo era distinto. Roro empezó a gritar.
A DD lo invadió la desesperación, por lo que empezó a golpear todo buscando el exacto punto frágil en la estructura de las paredes, pero eso punto parecía nunca aparecer. Roro se había calmado y estaba mirando hacia las escaleras, al piso de arriba. Intentaba decir una frase, pero se trababa y volvía a empezar. DD no se dio cuenta que lo Roro quería decir era Es la Muerte.
XIX-Yeah, I got a bad habit.
- 8/10/09 21:50 PM
Aleshoro y ElMaiden no tuvieron mejor idea que ir de nuevo hacia el auto. Corrieron como alma que lleva el diablo y entraron lo más rápido que pudieron. Maiden cerró los cerrojos de las puertas, que a los pocos segundos empezaron a sufrir el embate de las bestias, los esclavos, sedientos de sangre atacaban, y el auto no iba a soportar muchos embates más. Podían salir y luchar o quedarse ahí a esperar el fin. Pero a Aleshoro se le ocurrió una tercera alternativa.
-- Weón, arrancá el auto.
-- No va a arrancar, no va a arrancar, por algo se paró solo.-- La cara del Maiden está inundada por la más absoluta y completa desesperanza.
-- Callate, pon las putas llaves en el puto botón de encendido y arrancá el maldito auto weón.
-- No hay más alternativa... -- La decisión de acabar con todo y tomar el control que habitaba en Maiden ha desaparecido completamente. Sólo es un caparazón vacío.
-- Dale weón de mierda. -- Aleshoro le arrebata las llaves a Maiden y las coloca en el botón de encendido. Intenta arrancar, una vez, dos...
-- No sirve.
-- Callate, weón qlio no sabes nada, nos necesitan todos ahí, Roro, Lek, DD, Al, Gt, todos. Dejá de quejarte y arrancá el puto auto.
-- Ése es Thecritic. -- Maiden ve a Thecritic acorralado por otro grupo de bestias, y el ver a su amigo a punto de sufrir una horrible muerte lo hace reaccionar.
-- Ahora vas a arrancar la conchetumadre. -- El motor cobra vida con un fuerte estruendo, Maiden y Aleshoro celebran, y en el equipo de música empieza a sonar Bad Habit de The Offspring.
-- No sabía que tenía este CD.
-- No importa, mete marcha atrás y haz mierda a esos weones mal culeados.
-- Como usted diga.
Maiden pone marcha atrás, retrocede varios metros y cuando pone primera, siente que el auto vuela sobre el piso, choca a las tres criaturas que los estaban atacando, pone segunda, y a los cien metros está Thecritic. Pone tercera y cuarta, y a los bocinazos alerta a Thecritic y a los horribles bichos que lo intentaban atacar. Estos últimos se corren hacia atrás, pero también son atropellados.
-- ¿Querés subir?.
-- Chicos, nunca estuve tan contento de verlos, gracias.
-- Las gracias dáselas a Aleshoro, sin él seríamos polvo en el viento. Ahora, hay una pared que romper.
-- ¿Qué?.
-- La casa donde me encontré el puma con Al. Es casi seguro que los tres están ahí.
-- ¿Y sino?.
-- El que no arriesga no gana. Si se quieren bajar, háganlo, sino pónganse el cinturón de seguridad -- No hacía falta mirar para observar que ya los tenía puestos.
Maiden da marcha atrás cien metros, pisa los frenos y empieza a acelerar, pone primera, segunda, llega a tercera, fuerza la cuarta y le da de lleno a la pared de la casa, intentando frenar un poco.
El choque no es más ni menos que espectacular, la pared cae destrozada hacia adentro, pero el coche no sufre ningún daño. Y allí adentro están, mereciendo ser retratados, Pögo (que no tienen idea de cómo llegó hasta ahí), Filoc, Ken y Male. Todos exhiben sendas sonrisas en las caras, no lo pueden creer.
-- Así que vos sos mi ex tutor.
-- Sí, y tú eres el idiota que chocó su carro contra una casa.
-- A todo el mundo le pasa, vengan suban, busquemos a los demás, un gusto conocerlos a los tres.
En ese momento ven a Gtman y a Lek corriendo hacia ellos, se ven cansados y, en cierto sentido, muy apurados, aunque, ¿quién no estaba apurado ese día?
-- ¡Eh chicos, estamos aquí!.
-- ¡Filoc, Ken, Male, están bien!.
-- Así es, ¿qué ocurrió?.
-- Roro, hay que encontrar a Roro cuanto antes.
XX-Mentiroso.
- 8/10/09 21:54 PM
Al ver Roro a la figura oscura, este último no se hizo desear y bajó las escaleras con buen paso. La mirada de DD lo fulminaba, mientras que Roro parecía completamente desesperanzada.
-- ¡Dark Delegation, Rorozarzar!, al fin tengo el gusto de conocerlos a ambos, espero que se porten bien aquí mientras voy a buscar al resto, pero, ¿para qué? Mis esclavos ya deben tener la situación controlada, hicieron que uno choque el auto y se suicide junto a dos de sus amigos, y para colmo chocó a otro, hay gente que de verdad enloquece bajo la presión, ¿no lo creen?.
-- Eso es una puta mentira.
-- Por supuesto que no Rorozarzar, solo me quedaron siete inciclopedistas, pero bueno, sigue siendo comida.
-- ¿Eres un maldito caníbal?
-- No de la clase normal Rorozarzar, yo no soy humano, mi real forma no la puedes siquiera concebir, y me alimento de los sentimientos de la gente, así que podrías llorar un poco, ¿tú me entiendes no?.
Roro estaba totalmente confundida, pensó que todo había llegado a su fin, esa mirada cínica y odiosa se lo decía todo, nunca más vería a sus amigos de Inglaterra, nunca habría un futuro ni para ella ni para el resto. ¿Y lo que decía la figura de negro? Que Maiden, se había suicidado matando a tres de sus amigos. Era prácticamente imposible, pero lo decía con una seguridad implacable. Era imposible no creer lo que dijese esa cara. Roro se sentó, dispuesta a esperar el fin, no a luchar cuando todo cambió de repente.
DD miraba a Roro, no se centraba en las sandeces que decía la figura de negro porque sintió que no valían la pena, pero en Roro aparentemente esas palabras hacían efecto, y por curioso que sonase la casa parecía de algún modo más real, siempre un hechizo, pero más real. DD se dio cuenta, era cierto que esa cosa se alimentaba de sentimientos, y por lo que parecía no le estaba prestando atención. Una vara de metal de un metro se materializó en una improbable chimenea, DD la agarró y se lanzó al ataque.
¡Los estaba engañando! Eran tan ingenuos, la chica pelirroja sobre todo, creyó que el chico rubio había matado a otros tres, creyó que ese momento sería su final, sin saber que el final implicaría el quíntuple sufrimiento de eso, todo ese sufrimiento lo dulcificaba y lo llenaba de energía. Fue por esa mezcla de felicidad y arrogancia que no vio a DD lanzándose contra él.
El grito de Roro quiebra el aire, DD se lanzó a atacar a la figura oscura, que desapareció como por arte de magia en el momento en el que DD se disponía a golpearla. La casa vuelve a su antigua forma y Roro empieza a salir por la ventana con ayuda de DD. Roro empieza a correr y no escucha a DD que le dice que lo espere.
Al llegar a la esquina de esa pequeña cuadra, Roro se da cuenta de que está completamente sola, no hay ningún rastro de DD, hasta que advierte luces a su espalda. Ve el Gol de Maiden (muy abollado) acercándose a ella, y corre hacia ellos. Lo primero que hace es arrodillarse y llorar, lo segundo es contarles los sucedido, y que DD no está.
Roro los mira, como si ellos creyesen que ella estuviese loca, aunque todos saben que es verdad, está claro y visible en los ojos de Roro. Los mira, pensando que hacer, hay que buscar a DD. Maiden, Aleshoro, Al y Gtman deciden ir hasta la casa donde Roro vio por última vez a DD. El resto recibió instrucciones de quedarse en el auto y salir pitando si no aparecían en 10 minutos. El tiempo empezaba a correr
DD ve a Roro irse corriendo, no la culpa; la llama y hace caso omiso. Es en ese momento cuando unas manos como garras le aprisionan la espalda y lo tiran al piso del salón.
-- Dark Delegation, casi logran escapar. ¿Pretendías eso? Ahora vendrán a buscarte, lo sabes ¿no? Hagamos un pacto, te mato delante de los que vengan, los mato a ellos, y al resto que sobre los dejo marcharse. Es una buena propuesta, ¿no lo crees?.
-- Creo que te puedes meter un palo en el culo y girarlo hasta que te salgan chispas. -- La respuesta de DD tiene el efecto que quería sobre la criatura, el valor lo daña. En ese momento la figura oscura cambia, y lo que logra comprender la mente de DD es una nube negra con manos negras, garras violetas y unos enormes y aterradores ojos carmesí. La voz que proviene de esa horripilante aparición es totalmente de otro mundo.
-- Morirás igual, ahora mismo Dark Delegation.
DD sintió un escalofrío enorme cuando esa cosa habló, y uno aún más grande cuando fue aprisionado por esas garras.
XXI-Mis últimas palabras.
- 8/10/09 22:00 PM
-- Voy y me importa una mierda que digan que soy mujer. Voy igual.
-- Roro, no entendés parece, ustedes pueden zafar de esto. Si en diez minutos no venimos, hacen lo que quieran. Lo que más les conviene es irse, no importamos nosotros, importamos todos. Y si no volvemos en diez minutos dudo que estemos vivos.
-- NO-ME-IM-POR-TA. Voy igual.
-- Maiden, vení un momento.
-- ¿Qué pasa Gt?.
Gt tuvo poco tiempo para explicarle lo que no habían podido explicar, lo que vieron en la habitación que nunca fue una habitación. Roro tendría la última palabra sobre el asunto por lo visto, sin ella no podían vencer. No comprendían porque, pero ella era clave.
-- Bueno, a ver, decidimos cambiar el grupo de exploradores. Lek pasame una birome y una hoja de la guantera. -- Maiden empieza a anotar algo, nadie entiende nada de lo que está haciendo, pero Gt empieza a comprender.
-- Bueno, escribí los nombres de todos menos los que están en mal estado onda Pögo, en estos papelitos de mierda. Roro, como toda mujer, va a tener la última palabra, sacará cuatro papelitos. Es más, se los muestro así ven que no hago trampa.
-- Bueno, ya los vi, basta de cháchara, ¿vamos o no?.
-- Dale, Roro, sacá.
Roro sacá los 4 papeles de la mano de Maiden, ve a los que irán a buscar a DD, Thecritic-uio, Maiden, Gtman, y… Aleshoro. La decepción de Roro es enorme, le saca los papeles de la mano a Maiden, los mira y ve que en ninguno está escrito su nombre.
-- Hiciste trampa.
-- No, hasta vos misma lo viste, estaba tu nombre.
-- Mentira, hiciste trampa. -- Roro tira furiosa los papeles al piso del semidesierto, Lek ve algo que no encaja y decide comentarlo.
-- ¿Che, que tiene que ver Murphy con que todos los papelitos hayan salido con la parte escrita hacia arriba?.
-- No sé, a ver. -- Maiden mira los papeles y no lo puede creer. Atrás de cada uno, escrito con su letra, está escrito “Roro”.
-- Roro, creo que te ganaste un pasaje especial a Las Bahamas. Mirá esto.
Rorozarzar contempla el extraño fenómeno sin poder articular una simple palabra. Nadie sabía que decir.
XXII-No te dejaré.
- 8/10/09 22:05 PM
El grupo formado por Critic, Gt, Maiden, Ale y Roro se encaminaba torpemente a la casa, no sabían ni tenían la menor idea de qué clase de ente los podía estar esperando. Y los recuerdos que tenía Roro del ser se empezaban a desvanecer rápidamente. Al estar frente a la casa, un montón de pensamientos invadieron la mente de todos, Ale quería huir de allí lo más rápido posible, Maiden quería llevar a Roro al auto junto con todos los demás y regalarles un pasaje a Inglaterra o donde fuese, y los demás querían irse por sus propios medios. Entre toda esa confusión, Thecritic-uio fue el primero en darse cuenta que ese lugar era solo un desierto, una alucinación, y que debían estar tranquilos. Lo que hizo fue empezar a tranquilizar a todos, Maiden ya estaba preparado para darle puñetazos a mano limpia a los vidrios de la casa, y entrar en la forma bruta, que, aunque no fuese real, las heridas bien podrían ser muy reales. Demasiado reales.
Maiden abrió la puerta, era seguido por Critic, que a su vez era seguido por Roro. Al entrar vieron a DD colgando de las muñecas, agarrado a las vigas del techo. Al lado de él había una figura sonriente, cuyos dientes estaban tan afilados como cuchillas y sus manos parecían garras… No parecían, lo eran.
La mirada de los ojos rojos del ser desafía a la mirada de los cinco allí reunidos, esos ojos atemporales los incita a pelear, y Maiden es el primero en caer en su trampa.
Su carácter impulsivo le dice que actúe, desea arrancarle la cabeza al ser a patadas, pero no sabe cómo. De repente sin que se dé cuenta está dirigiéndose hacia el monstruo muy lentamente, su cabeza es un tornado de atisbos, atisbos de la mirada de DD, desesperado, de los ojos de los otros cuatro que lo acompañan, y los ojos verdes de Maiden se cruzan con los ojos carmesí del ser…
El chico rubio cayó en su trampa, está yendo directamente a su abrazo mortal. Pronuncia una simple palabra en una lengua ininteligible y Maiden cae inmovilizado a un costado. El chico rubio está arrodillado en el piso, levanta la mirada y el odio que presenta la misma hace sonreír al monstruo, Maiden en ese momento comprende varias cosas acerca del ser ese, lo que no logra entender es cómo llegó hasta allí, pero no era momento de responder a eso. Gt lo ve y acude en su ayuda, pero también es inmovilizado, Rorozarzar se adelanta y Ale va a detenerla, pero al hacerlo el monstruo lo inmoviliza también. Solo Roro y Critic quedaban para intentar salvarlos.
Critic se adelanta, e intenta proteger a Roro de la bestia, que se está acercando cada vez más…
XXIII-Corazón de oro.
- 8/10/09 22:14 PM
Roro miraba fijamente sobre el hombro de Critic al ser sobrenatural, que estaba a menos de 2 metros de ellos dos. La sonrisa de esa cosa revela unos colmillos de al menos cuatro centímetros, y afilados a más no poder. Los ojos carmesí llenos de odio y locura se contorsionan, y Roro piensa que no hay manera de salir de eso, hasta que palpa su bolsillo trasero.
Rorozarzar saca el objeto de madera lo observa como si nunca lo hubiese visto en su vida, que se convierte en una navaja dorada al contacto con sus dedos, Critic lo ve, lo arrebata de la mano de Roro y lo arroja hacia el ser ansiando creer…
La figura oscura miraba impávido el objeto de madera recuperado de algún lado por Rorozarzar, el pensó que se había perdido en otra dimensión y otro mundo milenos atrás, pero lo tenía, el otro se lo había arrebatado, y la punta dorada miraba directamente a sus ojos. Esperaba que toda su magia no se hubiese apagado…
Los ojos de Roro miran hacia el ser, que a su vez la mira sonriendo. El tiro de Critic atraviesa al ser, que desaparece como si nunca hubiera estado allí. El cuchillo se adhiere a la pared, y queda clavado allí. El hechizo desaparece, y Maiden, Gt y Ale se pueden mover. Ninguno entiende nada de lo que pasó. Rescatan a DD, y miran la casa por lo que piensan es la última vez. Se van hacia el auto, pero no por la ventana que no existe más, sino rompiendo la puerta a patadas. Un momento después todos están vitoreando en el Gol, yendo hacia Capital Federal de nuevo. Ninguno mira hacia atrás, y si alguno lo hubiese hecho, hubiera visto dos enormes ojos carmesí mirándolos fijamente.
XXIV-Duro y ebrio.
- 9/10/09 13:22 PM
ManuRZCD está mirando al frente. Un chico ya no más rubio, que a la noche una chica pelirroja decidió teñirlo de rojo, mientras escuchaban NOFX junto al otro que ahora lo acompaña, aparece. Una persona, más grande y con el pelo corto, también está con ellos. Lo primero que dice al verlos es “pavo real”, y se siente un completo idiota, pero los otros tres empiezan reír y de repente ninguno puede parar de reír. Al mirarlos a los ojos, nota que todos los tienen rojos, y les pregunta si no podrían haberlo esperado un poco. Mario (no, ese no) también se presenta, y Mina es la última, que los mira con timidez.
-- Otra vez 6 en un Gol de mierda. No se dan una idea el quibombo que se armó, cuando lleguemos con los otros se van a enterar bien.
-- Buenísimo, No me quiero imaginar.
-- Es que no podés siquiera imaginarte.
Maiden saca de su bolsillo la navaja, que ahora volvió a ser un trozo de madera, lo observa detenidamente y lo vuelve a guardar. Acaba de tener un presentimiento, y duda que el mismo falle.
Manu empieza a hablar, a contarles cosas del viaje, Pögo lo mira y no para de reír, Critic también se une a la conversación, la única abstraída es Mina, que no comprende lo que está pasando. Tiene una sensación rara, y ve a Maiden y se da cuenta que tiene esa misma sensación. Todo parece ir bien, pero nada va bien, nada en absoluto.
XXV-Temporada en el abismo.
- 9/10/09 13:51 PM
El auto se dirigía a una velocidad constante hacia Capital Federal, Critic iba adelante, Maiden al volante y los demás atrás, hablando y riéndose. Toda la quietud parece desmoronarse en el momento en que Maiden no puede poner la quinta velocidad.
-- Mierda, se salió el cambio, no puedo poner ni la primera.
-- Se apagó el motor. -- Mario mira preocupado, la cara de Maiden está presa de una completa desesperación. Pero no es desesperación, es comprensión. De repente el auto arranca solo.
-- Mierda, Christine en versión Volkswagen, ahora nos falta De la Rúa en versión K.
El auto se dirigía lentamente al pueblo, sin moverse, las puertas estaban trabadas sin que nadie las hubiese trabado… ahora era cuestión de entrar y presentar batalla a lo que fuese que se encontrasen ahí. De repente, el auto frena en la calle principal. Las puertas se abren solas, manejadas por manos mágicas, y el aire se hace más denso, Maiden reacciona y agarra la talla de madera, navaja de nuevo, las puertas del auto se cierran con furia y la magia que allí había desaparece. Todos se miran, y deciden entrar al pueblo, para algunos por primera vez, para otros, una indeseable segunda…
Mario y Manu permanecen en el auto, sin comprender nada de lo que pasa. Mina sale junto a Critic, Pögo y Maiden, y Maiden le hace señas a Mina de que permanezcan todos juntos, y a los que quedaron en el auto que se queden ahí esperando. Al empezar a caminar, entran en una casa que no existía antes, y que parece tener kilómetros de largo. Al empezar a caminar, la casa se sume en penumbras, y unos focos de luz titilantes se encienden. Al frente se escuchan unos pasos húmedos, y Mina siente chapotear en un charco de agua, la casa se está inundando por alguna razón desconocida.
Maiden alumbra con su nokia 1200 (sí, tiene linterna porque es nokia y salió 45 pesos) a cada paso, los focos no ayudan, y más bien empeoran la luz. Pögo mira directamente al frente, por eso es el primero en ver de nuevo a los esclavos. Mina iba abrazada a los tres y mirando al piso, pero cuando levantó la cabeza y los vio se quedó paralizada de terror.
Critic es el primero y único en enfrentarlos, agarra una vara de metal que yacía olvidada en el piso, y las últimas palabras que dice antes de atacar son:
-- Sigan adelante, yo los voy a frenar.
-- Chabón pero estás loco, ¿sos pelotudo vos?.
-- No te estoy preguntando, solo hazlo bro.
Maiden se frena un instante, y mira a los ojos de Critic, por, quién sabe, la última vez. Critic mismo lo insulta con la mirada y lo obliga a irse, Maiden entiende el mensaje y sigue camino junto a Pögo y Mina.
XXVI-Desconectado.
- 9/10/09 14:24 PM
Mina sigue caminando junto a Maiden y Pögo, cada vez más rápido, pero la cara de Maiden es de desazón total, se nota a kilómetros que deseaba quedarse con Critic. Él supone (bien) que Mario y Manu deben estar bien, no sabe por qué, pero así tienen que ser las cosas, no tiene ni la mínima idea de porque tuvo que salir así, ni de porque Critic tuvo que batallar contra esas tres cosas. Solo espera no ver más.
Al llegar al fondo de un pasillo, llegan a una escalera a la derecha que desciende, y los tres se prenden un cigarrillo al mismo tiempo. Apenas bajan la escalera, un esclavo deforme les está bloqueando el paso. Pögo toma la iniciativa.
-- Ey, se puede fumar acá, ¿no?.-- el siniestro bicho ladea la cara, y mira estúpidamente a Pögo, cuando se dispone a atacar, un pie largo sale desde atrás, y la cabeza del monstruo se despega del cuerpo y sale volando.
-- Zombies, si hay algo peor que eso es la Salazar hablando.
-- ¿Qué?.
-- Nada, sigamos loco.
Al seguir, se encuentran con un grupo de cuatro de esas deformidades, Pögo da a uno de baja lanzándole un pedazo de cemento, y los otros tres eligieron a sus tres víctimas.
Mina mira a Maiden, este la abraza, mira a Pögo, comprende su plan y echa a correr. Pögo queda peleando contra las asquerosas criaturas mientras Maiden intenta salvar la vida de Mina y se dirigen ciegamente hacia cualquier lado.
Son demasiados, pero de repente retroceden, y una mano helada se posa en su espalda, Pögo siente que toda la energía abandona su cuerpo y cae desmayado en un sueño muy, muy largo.
Maiden para, no sabe qué hace ni adónde está yendo, se da cuenta que está en una clase de habitación, no muy distinta a la que visitó Roro, pero 10 veces más grande. Empieza a descargar su ira contra todas las cosas, rompiendo todos los muebles podridos y viejos, y destrozando los vidrios a mano limpia, la mano le queda llena de cortes, pero no le importa, nada puede llenarle el vacío que siente, necesita más, necesita sangre, necesita matar a la cosa esa… pero todo se apaga de repente cuando oye a Mina llorando por lo bajo. Él se le acerca, la mira, la abraza y empieza a llorar también. En su nuevo y reluciente estado de quietud, se da cuenta que lo único que sobrevivió a la masacre que perpetró contra los muebles, es un espejo reluciente. Mina se da cuenta de la tensión de Maiden, y mira hacia donde él está mirando. Ambos se miran a los ojos y tiran el espejo al suelo. Un túnel se abre camino hasta quién sabe dónde, y las únicas opciones que quedan son meterse, o meterse. Un reflejo verde azulado pasa por el fondo y Maiden siente un escalofrío, pero deciden meterse. Maiden va primero. El túnel es algo estrecho, pero tiene al menos un metro y medio de alto, y se puede caminar bien, hasta que la luz del celular se apaga y el piso debajo de ellos se derrumba.
XXVII-Tú eres su seguridad.
- 9/10/09 14:59 PM
Ambos caen en un pozo de unos pocos metros de diámetro, cercado con alambre de púa de alrededor de tres metros de altura. Ambos se miran desesperados y escuchan una leve risa que proviene de la oscuridad. Mina ve por primera vez al hombre de negro.
-- Bienvenidos a mi humilde morada chicos, les faltó tan poco para llegar. Pögo y Critic están vivos por el momento, pero ustedes tienen que apurarse, sino, el agua los va a cubrir a los dos, tengo un caño roto, nunca lo arreglé y acá se inunda rápido, tengo que arreglar las goteras, jajaja, Dios, que malo soy. Chau cuídense.
-- No tengo ganas pelotudo de mierda.
-- ¿Qué?.
-- ¿Qué, qué? ¿Sos sordo salame?.
-- Maiden666, por eso te puedo arrancar el corazón con los dientes y me lo comería crudo, entendés. Callate la boca.--La boca del monstruo se abre, revelando miles de colmillos, y un dedo se alarga enormemente, la uña se torna una daga y acaricia el rostro de Maiden, algo dado vuelta, pero conciente de que está en peligro, pero éste toca la navaja-lo-que-sea y el monstruo sale repelido, con una mueca de horror. Dirige una mirada de odio supremo a Maiden y se va rápidamente, como si su presencia nunca hubiese estado ahí. -- Ahora sos la seguridad de ella, quiero ver que podés hacer.
-- Maidy, está empezando a caer mucha agua.
-- Ya sé, estoy pensando, no quiero que te cortes toda. Dios, dale mierda… ¡Ya sé!.
Maiden se saca la campera y le pide la suya a Mina, que finalmente accede y se la da. Nunca Maiden estuvo tan feliz de tener amigos punks trepa rejas.
XXVIII-Americana.
- 9/10/09 15:13 PM
Al correr varios metros y habitaciones llenas de agua, ratas y quién sabe qué más, de repente llegan a una habitación que lo único que posee es una batería. Hay una hoja sobre la misma, Maiden la mira y le pregunta a Mina que mierda puede hacer una batería en medio de ese lugar, pero la respuesta de ella es simplemente un no sé… está temblando, y se siente con facilidad. Maiden no es menos, la abraza y ambos empiezan a llorar. Están 10 minutos abrazados y Maiden decide ver que tiene de especial esa hoja.
Lo que ve que tiene escrito es un tab de batería, Maiden lo empieza a tocar y suena una melodía que conoce bastante bien.
-- Mierda, es Americana, la de Offspring...
-- Ajá ajá, yo también la reconocí.
-- Que clase de juego de asociaciones es est…”Well, I’d like to tell you all about my dream, it’s a place… Well, my dream has come true”. Bueno , well fuck you… Sueños… la letra… ¡Yo soñé con este lugar! ¡Eso es lo que quiere decir! ¡Es cierto, cómo pude ser tan idiota de no recordarlo… Mierda, ahora recuerdo todo, o al menos casi todo… ¿Te puedo contar eso de los sueños?
-- Ve pues, cuenta.
-- Ok, ahí voy… -- Y con el agua casi sobre las rodillas, Maiden le contó de sus sueños a Mina, sin saber que eran observados por el ser oscuro, que exhibía una senda sonrisa en su cara.
XXIX-Esperanza.
Está en ese pueblo por enésima vez en su vida, y por enésima vez volverá a olvidar el nombre, y con quiénes viaja a ese misterioso lugar. Sabe que está en un auto, pero no sabe con quiénes, solo con una chica que será de gran importancia.
Recuerda miles de corredores por donde debe pasar, sabe dónde están ubicados los escondrijos del ser ese, y sabe adónde tiene que ir, es cuestión de abrir el ojo de la memoria y dejar todo ir… Hasta que llega al final del sueño.
Lo único que logra recordar, es que cae a un lugar del cual no hay retorno.
-- Después de eso, no tengo la menor idea de lo que pasa, es como si… como si muriese…todos los recuerdos se fueron… sí… muy seguramente en ese momento me pasa algo… mierda… ¡MIERDA!
-- Ey, Maiden, no pasó… no va a pasar, estate tranquilo… Aiss, no te va a pasar nada.-- Los ojos de Mina dicen una cosa, pero todo lo que está temblando dice algo completamente distinto.
-- Tengo miedo Mina, no lo puedo negar… no puedo ni huir de eso.
-- Ey Maiden, no tengas miedo, ten esperanza, no vas a vivir con miedo lo que quede de tu vida porque sabes que quizá vayas a morir, ¿o no? Quizá sea yo la que muera, puede ser cualquiera, podemos ser todos o no puede ser nadie. Por favor, entra en razón, no vas a guiarte por un sueño que tuviste. En serio te lo digo, por favor, hazme caso.-- Lágrimas corren por el rostro de ella, Maiden la ve, y le basta con eso para saber que debe seguir adelante.
XXX-Hospitalarias realidades.
- 9/10/09 14:43 PM
Manu está nervioso. Tiene unos enormes deseos de saber que está pasando pero la orden de Maiden y de los otros fue que se quedasen en el auto. Lo que no entiende, es porqué Mina fue con ellos. Después de pensar lo que parece una eternidad, se decide y sale del auto, está harto y quiere una maldita respuesta. Mario lo ve y le dice que no se vaya, pero la respuesta de Manu es “Quédate o ven”. Mario no lo piensa dos veces y acompaña a Manu al interior del pueblo. Van caminando por las calles desiertas sintiéndose observados, sin saber por dónde ir, llevados por la intuición y por el deseo de reestablecer la situación. De repente Manu se encuentra con un edificio enorme, que ninguno habría reconocido al día anterior, ya que no existía en ese momento. Parecía un hospital. O un intento de uno. Estaba totalmente demacrado, la pintura de las paredes caída, y los vidrios están rotos en su mayoría. En definitiva, una porquería de lugar. Una expendedora de gaseosas llena de polvo y telarañas está al lado de la puerta. Manu por alguna razón la patea y de ella cae una araña gorda que huye para cualquier parte. Mario mira la puerta y ve el cartel que reza “Hospital General de Sur Del Cielo”. Algún gracioso había tachado con aerosol las palabras de abajo y dónde debería leerse “Para servir y ayudar” se leía “Para morir y violar”. Mario se queda pensativo mirando la abominación escrita y ve de reojo a Manu buscando una piedra grande para romper el vidrio y entrar. Mario lo para, presa de un presentimiento.
-- No, los lugares como este siempre están abiertos.
-- ¿Qué?.
-- Hazme caso coño.
Mario se acerca a la puerta, la empuja y abre chirriando. Bienvenidos sean al hospital de Sur del Cielo.
XXXI-Sueños de Callidac.
- 9/10/09 14:25 PM
-- Hey, estos ya deberían haber llegado hace un buen rato.
Dark Delegation hizo carne un pensamiento que todos tenían en la cabeza desde hace mucho tiempo. Aleshoro se había ido a recorrer la ciudad, y era el único ausente, más los seis que deberían haber llegado hace ya bastante tiempo. Rorozarzar mira a Kenbill, que le devuelve la mirada. No tienen ningún medio para ir. Lekxter7 intentó llamar al celular de Maiden, pero no respondió en ningún momento. Ni él, ni nadie más, que sería lo lógico si estuviese manejando. Miradas de preocupación recorren el salón, cuando de repente la puerta de la habitación del hotel donde están se abre estrepitosamente y entra Filoctetas con un buen plato de comida. También él está nervioso. Lljosemll y Alzombie están mirando al techo, o la nada, esperando que traigan buenas noticias, cosa que parece que no va a pasar por el momento.
Mientras tanto, Aleshoro, el weón de los presentimientos, está pagando el alquiler de una camioneta Traffic (no es un Cadillac, pero bueno), sin razón alguna. El hubiera querido alquilarse una moto, pero Gt dijo algo mientras dormía que el logró escuchar (maldito insomnio) y lo convenció de que sería mejor una camioneta. Las llaves ya están en su mano, y el decide ir camino al hotel.
Gtman mira a DD, a Maleboocado y a Lek. Nadie dice nada, pero sus caras dicen lo que no se necesita decir. No hay ningún Deus Ex Machina que vaya a hacer que aparezcan los 6 sanos y salvos en la puerta, pero si hay un Deus Ex Machina que hizo que Aleshoro apareciese en la puerta, con un juego de llaves y una sola palabra en su boca: vamos.
XXXII-Llévame a ningún lado.
- 9/10/09 15:12 PM
Manu está mirando las paredes del hospital, hasta encontrar lo que estaba buscando. El plano está sucio, y totalmente ilegible. Ese tampoco muestra lo que desea saber. Mario intenta hacer funcionar los ascensores, pero ninguno parece funcionar.
-- La morgue de un hospital siempre está en su subsuelo ¿no?.
-- ¿Qué?.
-- ¿Qué, qué? Mario, no tengo la menor idea de lo que estoy diciendo, tú solamente respóndeme.
-- Sí, supongo que sí.
-- Espero que las escaleras no estén todas rotas....
-- Ey, chaval, ¡porqué mierda quieres ir al subsuelo!.
-- No lo sé. Tú solo sígueme.
Emprenden camino por las escaleras hacia abajo, y se cruzan casi llegando al final con esos odiosos seres putrefactos, que los miran estúpidamente, pero en el interior de sus ojos reside una inteligencia innata que los vuelve muy peligrosos.
-- ¿Y ahora?.
-- ¿Qué son esos hijos de perra?.
-- No lo sé… Mario, ¿viste algún matafuego desde que empezamos a bajar?.
-- Sí, como 10 metros arriba nuestro.
-- Ve a buscarlo...
-- Pero para….
-- Hazme caso mierda, ve a buscarlo, tengo un plan.
Mario vuelve con el matafuego, Manu le quita la traba de seguridad y reza porque esté lleno. “Bueno camarradas, aquí vamos”. Empieza a bajar las escaleras y les hace frente a los seres deformes, armado con tan solo eso. Mario se ubica al lado de él, armado con una navaja que tenía en el bolsillo.
XXXIII-¿Alguna vez…?.
- 9/10/09 15:21 PM
Mina mira a Maiden, que está enfrascado en sus pensamientos. Parece que se hubiera olvidado dónde estaba. El agua ya está pasando sus rodillas y no encuentran ninguna salida. Los recovecos se fueron haciendo cada vez más pequeños y Mina tiene la sensación de que por algunos ya pasaron varias veces, hasta que llegan a una habitación en la cual lo único que hay es un arma sobre una mesa, y un cadáver que aparentemente la habría usado. Mina empieza a gritar, pero Maiden la tranquiliza diciéndole que no lo es, sin estar seguro él mismo sobre si el muerto es real o no. Solo le interesa el arma.
La recoge, sale corriendo de la sala a vomitar y vuelve a entrar. Lo que ve lo alegra más que nada en el mundo. Hay un ascensor y está abierto. Entran al mismo, y pulsan el botón de planta baja. Por lo que lee están en el quinto subsuelo, por irreal que suene. Manu y Mario están en el tercer subsuelo, pero por desgracia no lo saben. Sube unos pocos metros y el ascensor se detiene. Maiden mira para arriba, y retira la rejilla, tiene un plan, que puede ser muy malo, o muy bueno.
Ayuda a Mina a subir al hueco del ascensor, sube él también y se apoya sobre una de las dos bisagras que sostienen al ascensor. Mina se sujeta a él, que a su vez está sujetado al cable.
-- ¿Alguna vez disparaste un arma?.
-- Emmm… No…
-- ¿Y alguna vez hiciste una idiotez semejante como la que quieres hacer ahora?
-- Puede ser, pero no se le acerca ni ahí.
-- ¿Y alguna vez… -- El estampido del arma no deja a Mina terminar la frase, el ascensor empieza a bajar, y ellos dos están subiendo pero sienten al ascensor llegar a su fondo, y frenan exactamente en el tercer subsuelo. La puerta que da al pasillo está abierta, y llegan al suelo firme tan solo balanceándose un poco.
XXXIV-Al vacío.
- 9/10/09 15:17 PM
Manu acciona el matafuego, y se pone contento al ver que un enorme chorro de espuma que se dirige hacia las abominaciones. Estas, confundidas, tiran manotazos al aire, pero Manu les hace saber su inferioridad golpeándolas con lo que sea, y Mario no ve necesario usar su navaja, hasta que ve una figura saliendo del hueco del ascensor, seguida de otra, más chica. Arroja su navaja con todas sus fuerzas, perro erra el tiro por milímetros. A eso, una voz dice,
-- Ah, tenés buena puntería, la concha de tu madre…
-- ¿Maiden, Mina?
-- No, Brad Pitt y Angelina Jolie…
Maiden saca la navaja de donde se había clavado, la mira un par de segundos y sonriéndole a Mario la tira por el hueco del ascensor. Mario lo mira como si lo creyese loco, hasta que Maiden saca un arma y destroza una ventana que todavía permanecía sana.
-- Prefiero esto…
-- Ey, no malgastes balas.
-- Mina, le saqué tres cargadores al fiambre de abajo…
-- ¿Qué es un fiambre? ¿Y qué haces con un arma?
-- Larga historia, ¿ahora dónde vamos?
-- No lo sé. No hay más escaleras, y Pögo y critic no están con ustedes…
-- Ehhh no… pero tengo una idea. Los sigo, porque creo que sé adonde van.
-- Maiden, no tenemos idea de adónde vamos.
-- ¿Vos te creés que yo sí tengo idea de adónde van? Si la tuviese, no los seguiría.
-- Estás loco…
-- Es muy probable, y a decir verdad estaría bueno… Bueno, basta de hablar y sigamos la puta madre.
El grupo ahora comandado por Manu va al frente, doblan por un par de corredores y encuentran el lugar que tanto estaban buscando. La morgue del hospital.
XXXV-Un lugar secreto.
- 9/10/09 15:25 PM
Al llegar a la morgue, no vieron nada fuera de lo normal, el ambiente estaba húmedo, la oscuridad era casi total y la humedad corrompía el aire, denso ya de por sí. Parecía un secreto muy mal oculto ese lugar, era obvio que algo grave sucedía allí. Maiden iluminaba con su celular, y de repente se escucharon un par de golpes metálicos, seguidos por una tanda de insultos. Eran Critic y Pögo.
Mario se acercó al lugar de donde provenían los golpes, y vio que provenían de unos cubículos en la pared, usados para colocar cadáveres. Intentó abrirlos, pero se dio cuenta que estaban cerrados con traba. Llamó a Maiden y le dijo el problema. Él, nunca serio, apuntó con el arma a la cerradura y gritó que quien estuviese dentro se corriera para su derecha y lo más al fondo y contra el piso posible. Hizo estallar la cerradura, de la cual volaron un montón de esquirlas metálicas. Sacaron la tapa y corrieron la tabla. Era Pögo. Repitieron el procedimiento con la otra, y liberaron a Critic. Por fin estaban los seis de vuelta. Nunca estuvieron tan felices de ver gente conocida.
Procedieron a salir de allí lo más rápido posible. Manu los guiaba a todos, Pögo robándole cigarrillos a Maiden, Critic también para variar. Mina miraba al frente mientras hablaba distraídamente con Mario y por fin divisaron lo que querían encontrar: la salida del hospital.
XXXVI-Atrapados bajo hielo.
- 9/10/09 15:39 PM
Al salir del hospital caminaron por las calles de tierra lo más rápido que pudieron. Se dirigieron al auto y al llegar allí la esperanza los abandonó por completo. El auto estaba siendo bloqueado por siete de las criaturas pútridas, que al parecer eran dañadas por el Sol, pero no les importaba. También, con ellas, estaba el mismísimo hombre de negro.
-- Bien, los felicito, llegaron bastante lejos, más de lo que pensaba. Nunca imaginé que se iban a poder reunir de nuevo ustedes seis, pero vieron las vueltas que tiene la vida ¿no? Es muy peculiar el hecho de que uno de ustedes morirá antes que el resto.
-- Decime algo que no sepa, idiota.
-- Algo que no sepas, Maiden querido, bocón, como nunca te enseñaron a callarte vamos a hacer esto simple. Hay uno de ustedes que cae antes, que no muere por mano mía. Muere por mano propia.
Maiden intenta que el sobresalto que tuvo no fuese notorio, en su sueño él es el que cae. Los siete seres deformes se empiezan a acercar, y Maiden decide una sola cosa, actuar o morir en el intento. Puede que capturen a alguno, pero no se llevarán vivo a nadie.
XXXVII-Mi amigo en la miseria.
- 9/10/09 15:42 PM
Roro está acompañando a DD, que es el que maneja. Su mirada es pura desolación, y nada en el mundo la cambiará. Todos los demás están atrás, charlando, nerviosos. La tensión se nota en el aire, no hay música sonando en la camioneta, cosa que Roro lamenta debido a que no la haría sentir tan sola. Kenbill se les acerca y les dice que estará todo bien, Filoc también piensa lo mismo, aunque todos tienen el presentimiento de que absolutamente nada está bien. Que todo fallará.
Todo cambia cuando Gtman empieza a hablar.
--Somos amigos en la miseria.
-- Mí no entender que querer decir palabras tú decir. Repetir por favor.
-- Filoc, a lo que voy es que, salga como salga todo hoy, somos amigos en una situación miserable. No lo merecemos. -- de repente mira por el parabrisas hacia delante y ve una fila de camiones en la otra mano que están provocando un enorme atascamiento. -- Mierda, no podemos cambiar de carril, cuantos camiones.
-- Sí, mejor acelero.
Cuando llegan a los 90 Km./h, a menos de un kilómetro del pueblo, ven una figura corriendo hacia su mano de la Richieri, DD la ve, Roro también, y le dice que frene. El problema reside en que si frena, la camioneta volcará y puede que todos mueran. Tampoco puede cambiar de mano, hay demasiados camiones. DD está aprisionado en el más inmenso pánico.
Cuando la figura se da vuelta, Roro grita un nombre, y se le congela la sangre. El que está a punto de morir atropellado es Maiden. Y está sonriendo.
XXXVIII-Levantamiento y caída.
- 9/10/09 15:43 PM
Maiden dispara, da de baja a uno de los seres amorfos, y saca la navaja, la cual arroja con todas sus fuerzas y su deseo de que dé en el blanco hacia el hombre de negro.
Su cara se transforma en horror completo, el chico rubio sacó un arma y empezó a disparar, y está empuñando la navaja, la cual apunta en dirección a su cara.
Mina mira la escena y no lo puede creer, una súbita luz de esperanza se abrió dentro de ella. Maiden está por eliminar al maldito ser ese.
En el momento del lanzamiento, Maiden tira, y todo su deseo envió la navaja lo más precisa posible. El tiro hubiera sido excelente si no se hubiese arriesgado uno de los esclavos para salvar a su amo. La navaja descansa en su corazón putrefacto y cae mirando al cielo por siempre. El ser oscuro sonríe, saca la navaja del cuerpo del ser, y la retiene en su mano. La desesperación y la ira de Maiden pasan a ser totales, y empieza a disparar su arma contra aquel horrible ser. Los disparos penetran, pero no le hacen ningún daño. Todo acabó, solo quedaban dos balas en la recámara y Maiden sabe que no servirán de nada. Aún.
-- Fue divertido mientras duró, ahora, si me permiten, debo matarlos a todos, tengo mucha hambre y hace un buen rato que no como. Ah, y te aclaro, al próximo disparo, a tus amigos los matan mis esclavos ahora, solo para ver tu cara de cachorrito sufriendo.
Maiden comprende que perdió el juego, pero de repente una luz se ilumina en su cabeza. Él cae, pero no sabe por qué. Con toda la rapidez posible, coloca el cañón del arma en su cabeza.
XXXIX-No más mentiras.
- 9/10/09 15:50 PM
Todos están sorprendidos, en la comisura de los labios de Maiden se dibuja una sonrisa, y en la cara del hombre oscuro se dibuja una mueca de ¿falso? terror. Todos miran impacientes, nadie entiende muy bien lo que está sucediendo, excepto Mina, que empieza a comprender lentamente.
-- Siento curiosidad. En mis sueños yo soy el que cae, infeliz. Ahora, que pasa si caigo, eh, ¡decimeló hijo de puta!
-- No puedo dejar que ninguno caiga antes de tiempo, me quedaría con menos comida.
-- Eso es una puta mentira y lo sabés, ¡decimeló!
-- A ver, Maiden, el significado de tu caída o la de cualquiera es mi fin, así como que me logren atravesar con la navaja, que por suerte recuperé. Por eso no los logro matar, los dejo semi muertos, y cuando finalmente logro acabar con todo lo que podía consumir de ustedes, ahí sí pasan a ser polvo en el viento. Ustedes mantienen vivo mi hechizo.
-- En serio… qué lástima flaco, una verdadera lástima.
Sin dejar de apuntar a su cabeza, Maiden empieza a correr hacia la Richieri y ve una camioneta que se acerca, se pone enfrente y le dedica una última mirada al hombre de negro.
--El placer que me produce matarme y matarte no se compara con nada, negro.
Los bocinazos suenan, y la camioneta no puede frenar, ni puede cambiar de carril. La sonrisa en la cara de Maiden es lo último que ven Dark Delegation y Rorozarzar, que son justamente los que ocupan la camioneta.
40-Je vous aime, je dou partir.
- 9/10/09 15:57 PM
-- Idiota, se creyó mi mentira. -- El hombre de negro mira a todos los inciclopedistas allí reunidos. -- Oh, encima vinieron los otros, muchísimo mejor jeje. Ahora van a ver lo que soy capaz de hacer.
Rorozarzar es la primera en llegar adonde está Maiden, DD, y el resto del grupo de la camioneta corren hacia allí. Mina y los otros cuatro, aprisionados por los esclavos, miran atónitos la escena. No pueden creer lo que acaba de ocurrir. Simplemente no pueden.
Duras lágrimas caen de la cara de Roro hacia Maiden, que todavía con un atisbo de conciencia la ve y sonríe. Sus últimas palabras están a punto de ser pronunciadas.
-- los quiero a todos. Gracias.
--Maiden, por favor no te mueras, mierda, por favor, por lo que más quieras, no te mueras.-- La sonrisa en la cara de Maiden se hace más amplia, aunque siente un dolor enorme. Llama a Gtman.
--Gt… ¿Buena… puntería?.
-- ¿Qué si tengo buena puntería? Sí, pero no importa, vas a estar bien, por favor quedate con nosotros.
-- Mano derecha… tipo negro… por favor, pegale bien la reputa madre. -- La dificultad de Maiden para formular esa frase es muy notoria, pero aún así, con una mano temblorosa, le entrega el arma a Gtman.
-- Confío… en vos... negro.
-- Maiden, ¿porqué?
--Roro, perdón… única manera. Otras… pero… no supe ver.
-- Maiden, no, no tienes que pedir perdón. No tienes la culpa de nada. Gracias a ti nos conocimos todos. Gracias, en verdad.
--Gracias, los quiero. Adiós, estaré bien… sigan… adelante… la próxima… no voy a caer…
-- Cómo la próxima vez, Maiden por favor, quédate con nosotros, no nos hagas esto… -- Pero no hay tiempo para más preguntas. El tiempo de Elmaiden666 acabó. La duda que tenían nunca será respondida. Lo único que queda es el sabor metálico de la muerte en el aire.
El ver a Maiden cerrar los ojos desencadena una tormenta de emociones en todos, Roro no puede parar de llorar, pero el único que mantiene una frialdad envidiable es Gtman, que apunta a la mano derecha del ser oscuro, con lo que espera, sea su mejor tiro.
Un estruendoso disparo resuena en medio de aquel desierto, y la navaja sale volando de las manos del hombre de negro, la misma cae a los pies de Mina, y Gt, sin tiempo para perder, dispara a la cabeza del ser que retiene a Mina.
Mina ve que la navaja cae a sus pies, y de repente siente un escozor muy profundo en su brazo izquierdo, como si la quemasen con ácido, y un ligero temblor. Está libre, levanta la navaja y se dirige con toda la furia del universo hacia el hombre de negro.
De lo único que tiene conciencia antes de decir adiós es que Gt no erró el tiro, y que Mina recogió la navaja. Está bien así. Es suficiente. Más que suficiente.
La cara del hombre de negro se transforma en una convulsión total al no sentir la navaja en su mano, y todo se vuelve aún más confuso al sentirla en su corazón. Todo por lo que luchó durante milenios, arrebatando vidas y provocando sufrimiento está siendo juzgado.
Mario ve que el hombre de negro empieza a desaparecer lentamente, y los esclavos también, se evaporan en el aire. El mismo pueblo empieza a evaporarse para volver a ser un desierto. Y se siente muy solo en el desierto. No, no se siente solo, se sienten solos en el desierto.
41-Lo mismo en el final...
Está cayendo otra vez , sabe que lo hizo antes y ahora cae de nuevo. Camina a través de una habitación vacía, pero más que caminarla, siente que la habitación lo pasa a él. La habitación de repente se llena de gente, que siente que conoce de algún lado, pero que sabe que no los conoce, aunque en realidad sí los conoce, estuvo ahí 100 veces en sus sueños, sólo que no lo recuerda.
Su alma está atrapada, y pasará a dormir por siempre. Vuelve a caer otra vez, a un abismo más profundo. Nadie comprende la situación en la que estuvo, y él mismo no sabe si sirvió de algo o no. Alguna vez intentará de nuevo, pero eso no será hoy, claro que no.
Todo empieza a convertirse en un abismo negro, y al fondo una luz blanca hace su presencia. Parece pequeña, casi diminuta, pero a cada paso que da crece más y más. Él no quiere seguir, pero la fuerza que proviene de la luz y llega hacia él es demasiado poderosa como para intentar resistirla. Cuando se está dejando llevar completamente y finalmente está por cerrar los ojos en ese mundo de ensueño, es cuando abre los ojos en el mundo real.
42-Sueños.
- 7/10/09 16:47 AM
-- Ey, Maiden, despertate forro. Dale salame despertate.
-- Toy del ojete boludo, que mierda querés…
-- ¿Maiden, a qué hora tocamos hoy?.
-- A eso de las 2 de la mañana nos metieron, unos hijos de puta los que organizan. ¿Y me despertás para esa forrada?
-- Y bueno negro, es lo que hay.
-- y sí, es verdad... Sabés, tengo ganas de tocar Americana y Have you ever…
-- ¿Porqué? ¿Otra vez los sueños recurrentes tuyos negro?.
-- Sep, no sé, esas canciones los re identifican, y te acordás que te conté una vez que estábamos en un techo esta cosa rara de los sueños recurrentes… Recién lo tuve de nuevo, lo únicos detalles que recuerdo son que estoy en un pueblo, manejando, con gente en el auto, que no tengo ni puta idea de quiénes son, solo que hay una chica. Después me acuerdo de una chica pelirroja muy linda, que es otra, y lo último que recuerdo es que caigo. Nada más. Solo que caigo. Ahí termina el sueño. Andá a saber que será…
-- Flashes que te produce el porro, eso son, andá, abrite otra birra negro, por cierto, cerramos con Anarchy in the UK ¿no?
-- Así es. Siento como si la volviese a tocar, y siento como que vamos a tocar en kanasco de nuevo. No sé, déja vù le dicen…
-- Maiden, no rompas las pelotas, vivís teniendo déja vùs, porqué esta vez tiene que ser cierto…
-- Pero me dio esa sensación. Y esta vez va a ser diferente. Hay muchas maneras de hacer las cosas, todo puede cambiarse.
-- ¿Diferente qué, negro, que carajo decís?
-- No sé, estoy flasheando, no me hagas caso, el sueño terminaba distinto, o puede que terminara distinto, peroooo cuando iba a pasar algo, vos me despertaste.
-- Sí, te iba a pisar una camioneta pero como lo soñaste y lo sabés ahora no te pasa, negro. Dejate de limar men.
-- Quién sabe, capaz sí pasaba pero no tenía que pasar de ese modo.
-- Maiden, por una vez te voy a dar la razón a ver si dejás de alucinar con estupideces y decís algo lógico, dejémonos de joder y vamos a escabiar.
-- Quién sabe, quizás es la última vez que escabie en mi vida. Vamos dale