Usuario:Grunt55/Conrad (Berserk)
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No está muy claro si hace falta aplicar la plantilla de humor negro.
Conrad (o Conrat) es el ministro de ratas exteriores y ahorro postal en Godhand, una secta de Berserk en la que trabaja Condorito. Un monstruo que reparte ratas porque así dona las ratas para que todos sean felices y tengan una rata cada uno. Conrad había sido criado en los brazos de Rape Horse desde hace mucho tiempo, desde el año 1540.000.940 A.C. más o menos.
Ratografía
Conrad, uno de los enigmáticos integrantes de la Mano de Dios en Berserk, no siempre fue una masa babosa de murmullos y viscosidades. En realidad, su historia comenzó en los rincones más oscuros del antiguo Midland subterráneo, donde trabajaba como repartidor de ratas para una empresa informal conocida como Uber Pest. Su misión era simple pero vital: entregar ratas vivas, muertas o en estado filosófico a clientes que las pedían por razones médicas, mágicas o simplemente como snack para el rato.
Uber Pest ofrecía un servicio revolucionario: entrega a domicilio de plagas, pestes y eventos perturbadores, usando una flota de carruajes tirados por caballos visiblemente deprimidos y con sospechosos estigmas bubónicos. Cada unidad de entrega incluía un saco de ratas bien entrenadas, un aliento de fiebre hemorrágica, y una sonrisa de cortesía (es decir, la de una calavera).
Fue criado por el legendario Rape Horse, un ser mitológico del universo de Berserk, mitad corcel, mitad preguntas vergonzosas del vendedor de historietas. Rape Horse lo alimentó a base de sobras de apóstoles y citas fuera de contexto de Nietzsche, enseñándole a no tener rostro, ni dignidad, pero sí un compromiso férreo con la logística, de modo que se cree que Conrad se disfrazó para charlar con Farnese sobre caballos.
Pero Conrad no era como los otros empleados, quienes apenas podían alcanzar dos barrios por semana sin morir de peste ellos mismos. Él se asoció con Rape Horse, un corcel poseído por furia, absenta y una ética laboral cuasi militar. Un reputado experto en logística ecuestre infernal, el profesor Tertuliano McRatas, declaró lo siguiente durante una conferencia de prensa celebrada en un sótano húmedo:
Hemos cronometrado a Rape Horse en 87 metros por segundo, sin contar los derrapes astrales que hace cuando grita en idiomas olvidados. Eso lo posiciona como el ente cuadrúpedo no-muerto más veloz registrado en este plano existencial o cualquier otro.
Skull Knight emitió una queja hasta que le aclararon que el de él no es un caballo no-muerto.
Este registro supera con creces la velocidad de los más destacados jockeys de la historia humana, quienes rara vez superaban los 18 metros por segundo sin desintegrarse por fricción o ser absorbidos por una tormenta de langostas, aparentemente traídas por el mismo Conrad aunque él argumenta que eso es una falacia gracias a que le dice a sus langostas: "no, no ataquen a esos jockeys por hoy."
Para ponerlo en perspectiva, Rape Horse podría entregar una plaga desde Giza a Constantinopla antes de que el gallo cantara la primera vez, y aún detenerse a morderle la cara a Magnífico o a otro noble corrupto por deporte.
Más tarde, Conrad y su montura se convirtieron en leyenda, no solo por la precisión quirúrgica con que entregaban ratas dentro de ataúdes semiabiertos, sino porque redefinieron los estándares ratoniles de lo que significa ser catastrófico, apestoso, rápido y eficiente al mismo tiempo.
A medida que crecía, Conrad desarrolló habilidades muy particulares: podía deslizarse por las rendijas del desagüe para gritar "VENDO RATAS AL POR MAYOR" en medio del baño cuando alguien está en el retrete, hacer beatbox con ratas en su garganta y abrir portales al infierno si alguien le daba propina.
Su ascenso a la Mano de Dios fue rápido y no del todo consensuado: simplemente apareció en la mesa redonda de sacrificios con una bolsa de ratas y dijo a viva voz "¿Alguien pidió pestilencia?"
Desde entonces, Conrad ha cumplido con su rol como ministro de ratas exteriores postales putrefactas, repartiendo plagas y eventos perturbadores con la misma eficiencia con la que en su juventud entregaba roedores por kilo.
Desde que se unió a la Mano de Dios, Conrad ha perfeccionado su arte de repartir plagas y eventos perturbadores con una eficiencia casi poética. Sus entregas incluyen desde invasiones de ratas con GPS incorporado, hasta nieblas olorosas que provocan diarreas astrales.
Cuando llega a un pueblo, no lo hace con dramatismo, sino con la profesionalidad de un repartidor que sigue creyendo en su vocación: toca la campanita de la condenación, deja una caja de alimañas organizada por tamaño, humor y nivel de contagio, y se esfuma dejando solo el olor a humedad y basurales ancestrales.
Algunos testigos aseguran haberlo visto deslizarse por las chimeneas recitando el menú del apocalipsis: “Pulgas, fiebre, descomposición y lágrimas de huérfano”. Otros cuentan que sus plagas llegan puntuales, con factura incluida (se cobra en pulmones frescos) y nota de agradecimiento que dice:
Gracias por elegir Conrad: su proveedor de calamidades desde la Era de los Elfos Chibis.
Antes de unirse a la Mano de Dios y convertirse en el repartidor de ratas favorito de los sótanos, Conrad intentó impulsar su incipiente emprendimiento de ratas más allá del mercado medieval de Midland. Con su ambición pestilente y un portafolio lleno de ratas entrenadas para morder los cojones y el espionaje doméstico, puso la mira en la alta cultura. Fue así como, tras un ritual de invocación mal traducido de una caja de cereales profanos, Conrad logró contactar al mismísimo Joseph Conrad, autor de Heart of Darkness.
Conrad: Buenas tardes, señor Conrad , le traigo algo que dará profundidad simbólica a su próxima novela: ¡ratas con complejo de culpa y tuberculosis!
Joseph Conrad: ¿Usted es mi reflejo monstruoso o simplemente un mal juego de palabras?
Conrad (el de las ratas) insistió, sacando de su túnica una caja con roedores decorados con citas de Schopenhauer y bigotes postizos.
Ratoferencias
“Manual del Buen Roedor: Ética y Filosofía para Plagas de Alto Nivel” Por: Ratón Pérez - Editorial Alimaña, 1087. Incluye prólogo por un ratón disidente que sobrevivió a una entrega fallida de Conrad. Retrieved from una caja húmeda detrás de la estantería de Aristóteles, 3 de marzo de 1472. ISBN: 9-66666-ROEDOR-1
"Conrad, J. (de otra dimensión)" (????). Heart of Rodents: Cómo arruinar una metáfora literaria en cinco pasos. Error Cósmico Ediciones. Retrieved from un agujero de gusano editorial en Saturno, durante una tormenta de queso, 9 de junio de 1969. ISBN: 0-00000-INFEST-42