Usuario:Grunt55/Satélite
Un satélite es un trozo de metal con un poco de plástico que orbita alrededor de un cuerpo celeste. Entiéndese por cuerpo celeste la Tierra y no esos señores o señoras que se visten de celeste.
La Unión Soviética es el primer país en la historia mundial del mundo en lanzar un satélite al espacio, llamado Vodka Sputnik I, en la época en que estaba de moda llevar una cebolla en el cinturón, más o menos en 1957 o algo así. El punto es que el vodka estaba barato.
Desde entonces se ha lanzado por lo menos 7 mil millones de satélites, la mayoría de los cuales pasó a ser basura espacial, lo que explica cómo es que caen trozos de metal o cápsulas con simios histéricos todos los días en diferentes partes del mundo.
Los satélites se usan para muchas cosas: está el satélite astronautas borrachos, que transmite publicidad de cervezas; el de los marcianos, que nos conecta con sus bases en Marte; el de los pingüinos, que transmite todos los sucesos muy interesantes y para nada aburridos de la Antártida, el de la NSA que está espiando tu historial de internet y otros.
Son diferentes a las sondas, que son satélites que la Tierra envía para invadir otros planetas y espiarlos también para la NSA. Las órbitas donde se emplean varían, la mayoría está en la órbita baja porque son considerados de clase baja como pasa entre Gokú y Vegeta. En cambio, el resto de satélites terrícolas se dedica a transmitir videos de jirafas haciendo perreo con implantes de silicona, ubicados en la órbita nat-geoestacionaria.
Los satélites pueden funcionar de forma independiente y rebelde, a veces matando a otros satélites en un motín, o ser parte de una gran flota de satélites en busca del One Piece satelital.
Una lanzadera espacial es un cohete o petardo que coloca un satélite en esas mismas órbitas, y por lo general despegan de una plataforma hecha de plástico, lo que huele a plástico quemado cuando sucede. Pueden lanzarse incluso desde un avión, también de plástico.
Antecedentes históricos aburridos
El primero en escribir algo tan extraño como satélites artificiales es Edward Everet Hale, en su libro Luna de Plutón de Ladrillos.
También Julio Verne escribió de ello, cuando uno de sus villanos lanza una computadora a tan alta velocidad que esta queda en órbita alrededor de la Tierra y dice una serie de puteadas, diciendo que odia la gravedad.