Incijuegos:La llamada de Cthulhu:El juego de rol/0101

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Pequeños misterios...

Una extraña figura se te adelanta a que abras la puerta, y la inercia te hace caer de bruces contra el piso, partiéndote el tabique y quedando inconsciente durante unas dos horas y media. Al despertar, tus ojos se encuentran con una mirada diabólica y llena de furia, que no para de decir palabras extrañas, aunque su altura no supera los 35 centímetros. De repente volteas hacia una de las ventanas y ves al señor O'Realy afuera de la casa, observando hacia donde estás, dándose una palmada en la frente como diciendo que idiota y yéndose. Intentas gritar pidiéndole auxilio, pero una de las minúsculas figuras te pone un trapo en la boca (que tiene un sabor algo extraño) y te enseña una mandíbula llena de minúsculos pero afiladísimos dientes, ganas 17 puntos de locura y ganas una indeterminada cantidad más al ver que esos dientes se dirigen hacia tus ojos...

Te levantas de tu cama todo sudoroso,y sintiendo un fuerte olor a orines, no justamente de gato, viniendo de los pies y la mitad de tu cama. «Demonios, otro sueño húmedo, y potente». Después de limpiar todo el desastre, te diriges hacia tu heladera a tomar un vaso de leche, pero ves un duendecillo simpaticón sentado en tu mesa (si se sienta en las sillas es dudoso que llegue) que te dice «No fue un sueño señorito». Te pones a gritar y a correr en círculos hasta que de nuevo despiertas, sientes un olor a orines y tienes la sensación de que eso ya lo has vivido. Palpas tu entrepierna para descubrir si sigue allí. ¡Bien! De momento no tendrás que mear sentado. Te deslizas suavemente a la cocina a buscar leche. Sentado en la mesa hay un duendecillo que se la está tomando toda y la está bebiendo directamente de la botella. Vas en puntillas hacia el teléfono y llamas al 911.

—Hola ¿policía? ¡Hay un duende de jardín en mi mesa que se está tomando la leche de mi heladera!
¿Ah sí?. Bueno, no se preocupe, nos comunicaremos con la central y enviaremos al FBI, a la CIA, a la INTERPOOL y a la KGB. Espere unos instantes, por favor no cuelgue.
—Aquí estaré.

38 minutos después:
Tu dí que no me conoces. Ji, ji, ji, ji...

—Señor, por favor pásenos la dirección de su casa.
—Camino del calamar 190, esquina casi llegando al pasaje Innsmouth.
—En cinco minutos estaremos ahí.

A las dos horas llegan dos extraños individuos de tez clara vestidos de negro, no llaman a la puerta sino que la rompen a patadas, pasan por la cocina pero no ven al duende (que tuvo tiempo para ver una película porno, prepararse palomitas de maíz y tomar toda la Pepsi de la heladera).

—¿Es usted Howard Harker?.
—S-ssí, ¿no ven al duende?.
—Claro que lo vemos, pero no podemos llevárnoslo, es una especie en peligro de extinción según las normas del Área 51 para la protección de seres fantásticos, así que tendrá que dejarle todos sus bienes al duende y exiliarse a una casa del gobierno, ubicada en Utah. Es un bonito lugar. Bueno... Es un lugar.

Sabes que meterte con estos tipos no es bueno, así que no discutes y te diriges hacia tu nuevo rancho en Utah, que no te lo quisieron decir pero lo compartes con unos 274 tíos que también tienen duendes. El hacinamiento no debe ser tan malo, ¿verdad?


Fin

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