Incijuegos:Viaje al espacio/Continuar

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Continúa la "aventura"

Pese a no tener motivos para hacerlo, decides continuar con tu vida. Sigues explorando el oscuro sótano, esta vez sí caminando a tientas (al menos aprendes de tus errores). Tus manos se topan con otro objeto, lo acercas a ti y te das cuenta que se trata de una lámpara, pero no de las de queroseno o las eléctricas, sino de las que se usaban en la antigua Arabia. ¿Qué hace un artefacto como ese en el sótano de una fábrica de comida enlatada? Nadie lo sabrá.

No te contienes la curiosidad, además que guardas las esperanzas de que se trate de la lámpara de Saladino, por lo que la frotas suavemente. Comienza a brillar y frente a ti se manifiesta el mago de las piedras azules. Con una voz que hace dudosa su sexualidad, éste te dice: - "Jikobun, tú me invocaste, ahora te cumpliré un deseo".

Esta vez sí mantienes la calma, y sin cuestionarte por qué el mago sabe tu nombre ni por qué tuviste tanta suerte de encontrártelo, gritas:

- "¡Quiero ser rico y vivir en un yate de damas de compañía!".

¡Finalmente logras pedir el deseo que tanto has anhelado! Aunque obviamente, por conveniencia argumental, el mago te dice que este deseo no puede ser concedido, pero que a cambio te puede conceder una nave interestelar para ir a cualquier sitio del universo.

Tu decepción es más que notoria y estás a punto de replicar, pero piensas en que puedes enojar al mago, y esto es lo último que quieres hacer. Comienzas a pensar sobre aceptar su propuesta. Tu respuesta es...

  • Que me lo otorgue, por lo menos podré largarme de aquí. (Click aquí)
  • Que me dé otra opción, si en realidad es un mago, debería poder concederme algo mejor. (Click aquí)
  • Que se vaya, su voz me da cosa. (Click aquí)