Incilibros/Ensayo sobre el perdedor

De Inciclopedia
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Al final ser perdedor no es tan malo.

Este no es un manual PARA SER un perdedor. Probablemente a usted no le debe hacer falta un manual sobre eso, por algo está usted en la Inciclopedia. Muy al contrario, este estudio es de recomendada lectura para los que YA SON perdedores, y quieren disimularlo o convivir con ello con cierta despreocupación(por eso y mucho mas no deje de leer ,sus hijos me se lo agradecerán). El manual recopila y agrupa diversas actitudes y formas de actuar que llevan siglos y siglos repitiéndose, pero que no viene mal recoger todas juntas para que pueda conocer si es usted un imbécil de éstos.


El político perdedor

Absolutamente todos los partidos ganan las elecciones. TODOS. ¿No lo sabía?. Es un principio democrático fundamental: Nadie pierde nunca las elecciones. Si es usted un político, y ha tenido menos votos que los Comunistas en Gringolandia que el partido ganador, no diga jamás, pero JAMÁS, que ha perdido. La idea básica es esta: "Ganar" es un concepto subjetivo. Las posibles situaciones son las siguentes.

  • ¡Hemos ganado! (respecto a lo que pronosticaban casi todas las encuestas).
  • ¡Hemos ganado! (comparado con las elecciones municipales de hace 8 meses).
  • ¡Ganamos nosotros! (en un par de regiones donde antes ganábamos aún menos que ahora).
  • ¡Hemos ganado! (si tenemos en cuenta las crisis sufridas en nuestro partido últimamente).
  • ¡Nosotros hemos ganado! (porque podremos valorar mejor que nadie el rumbo de los acontecimientos gracias a nuestra privilegiada posición de observadores).
  • También existe la posibilidad de hacer como en la fábula “La zorra y las uvas”: cuando la zorra no consigue alcanzar las uvas, dice: ¡Bah, aún estan verdes!. O sea: Bah, la sociedad no está totalmente jodida e ignorante para caer en nuestros engaños preparada para tener unos gobernantes como nosotros. Esto es lo que realmente piensa todo político perdedor que se precie. Pero sólo debe usarse entre la gente más próxima a usted, de lo contrario puede acarrearle mucha impopularidad y linchamientos y además estaría reconociendo que ha perdido.

El estudiante suspendido

Un mal estudiante que se precie nunca asumirá su responsabilidad en sus fracasos. Siempre son debidos a causas externas, algunas de ellas tan inevitables como el mal tiempo. En este capítulo, aprenderás cosas que todo estudiante debe saber para quitarse de encima cualquier responsabilidad en sus pésimos exámenes.

  • El profe me tiene manía. La excusa por antonomasia, usada sobre todo ante los padres. Con un poco de suerte, los papis creerán a su niñito e irán a sacudirle dos hostias al profesor. ADVERTENCIA: También puede ser que no te crean ni media palabra, al ser una excusa muy empleada. Mejor échale imaginación, o prueba con los siguientes.
  • Si es que en este cuarto no me puedo concentrar bien. Es buena cuando compartes cuarto con tu hermanito/a y quieres que te pongan un cuarto propio de una vez. Pero tiene doble filo porque la reacción de tus padres puede ser Pues me llevo la Play Station de tu cuarto, para que puedas concentrarte mejor.
  • Soy superdotado y me aburro en clase. Nunca debe usarse si sus padres tienen plata que puedan costear un colegio para superdotaos. Harías el jodido ridiculo el primer dia (ver: capitulo de Los Simpson, con Bart en un colegio de listillos).
  • La culpa es de los Planes de Estudios de este país, que son una mierda. No creo que te sirva de mucho este argumento, pero puedes probar con él.


El amante despechado/La amante despechada

Una buena forma de sanar las heridas es ver lo que nunca tendras esta imagen.

Un amante perdedor tiene diversas formas de sanar sus heridas emocionales. En éste apartado se muestran algunas.

  • Bah, estará muy buena, pero no hay quien la entienda. Que se joda quien tenga que sufrirla. // Bah, será un tigre en la cama, pero es un cerdo, un inmaduro, se empieza a quedar calvo y encima no tiene un Euro. Que se joda quien tenga que soportarlo. Como puede verse, la fábula de “La zorra y las uvas” es una buena enseñanza que puede aplicarse en muchos ámbitos. Si usted comprende bien la actitud que expresan estas frases, puede usted variarlas, puesto que admiten múltiples formas para expresar lo mismo.
  • Si se entera de que su amante va a romper la relación con usted, rompa primero, antes de que lo haga él/ella. Así le quedará la honrilla. Le dejé yo, que soy un machote y no la necesito. // Rompí yo, que soy una mujer independiente y no le necesito. Aunque a usted le parezca una táctica sibilina e inteligente, procure que nadie lo sepa, ya que puede haber idiotas personas que le consideren un perfecto gilipollas o una perfecta gilipollas por actuar así.
  • Está muy extendido y es muy aceptable culpar a la suegra. La bruja de su madre me odiaba y le previno envenenó su mente en mi contra.

En cualquier caso, lo importante es que no eres tú el patán, infiel e insensible, o la insoportable, derrochona y putón. Puedes ir con la cabeza muy alta, y la autoestima intacta. Es lo mejor que te ha podido pasar, porque ahora eres libre de follar con quien quieras (¿a que no habías pensado en eso? ¡Ah! ¿que sí lo pensaste? Ya me parecía...).

Aún hay actitudes más penosas y patéticas:

  • Ejemplo de actitud no válida, nº 1: La culpa es de aquel juez entrometido, que me puso una orden de alejamiento. Si no, habríamos seguido siendo felices y comiendo perdices. Haría falta que fueras muy idiota para razonar de esta manera. Si alguna vez llegas a esto, haznos un favor a todos y tirate del primer puente que veas, anda. La alternativa al suicidio es pasarte a la filosofía pastafari, para ver las cosas de otra manera.
  • Ejemplo de actitud no válida, nº 2: Los planetas están alineados en mi contra. Mi relación ha fracasado por la influencia negativa de los astros sobre mi vida. Si llega a pensar así, es usted carne de secta. Pida ayuda. O mejor, contacte conmigo y le libraré de la influencia astral por un módico precio.

El trabajador incompetente

Otro ejemplo de un perdedor.

Un trabajador incompetente o perezoso tiene que desarrollar sus armas para sobrevivir. Hay varias cosas que hace un perdedor de esta índole, algunas de ellas bastante rastreras moralmente discutibles.

  • Échele la culpa al nuevo. Es una estrategia muy usada. También es muy, muy rastrera, pero para esquivar dilemas morales, piense que él haría lo mismo con usted. Y observe cómo los otros compañeros hacen lo mismo que usted. La miseria moral puede ser gratificante cuando se comparte.
  • Si es usted "el nuevo", puede darle la vuelta al punto anterior. Échele la culpa al que le enseñó las tareas de su puesto. ”Es que Fulanito me explicó mal cómo pulsar el botón de la fotocopiadora”. Así es usted quien tiene la sartén por el mango. Si le sale bien el truco, tendrá grandes posibilidades de trepar en la empresa a base de hundir a sus compañeros. Encontrarse el coche con las ruedas pinchadas o quedarse sin amigos, por miserable, son riesgos asumibles.
  • Si por el contrario no quiere perjudicar a nadie, pero quiere seguir siendo un vago redomado y que no se note, vea también este "manual para el haragán de oficina".

Sanseacabó

Hasta aquí este estudio del perdedor medio. A estas alturas usted ya debe haber reconocido si es un perdedor o no. O más bien, si es un perdedor en uno o en varios ámbitos de la vida. Ahora aprenda a vivir con ello, y deje de atar esa soga a la lámpara del techo. Piense que hay gente peor: piense en los emos, en los canis, en los políticos... ¡Piense en Tio2.jpg, por el amor de Monesvol!.

¿Sabías que...

  • ...animarse pensando que otros están peor, también es propio de un perdedor?
  • ...hay muchos perdedores por aquí?
  • ...has perdido el tiempo leyendo esto?