Incilibros/Guía para encontrar vivienda
¿Ha terminado ya sus estudios? ¿Por fin ha encontrado un empleo decente? Pues ya está preparado para mandar a tomar por culo a esos tiranos que le han estado oprimiendo durante toda su adolescencia y juventud. ¡Los aires de la independencia soplan favorablemente para ud! Lo único que necesita para tener vida propia es una vivienda.
¿Pero qué es una vivienda? ¿Cómo distinguirla de, digamos, un tirachinas? La vivienda es un edificio o construcción cuya principal función es proteger a sus ocupantes de las inclemencias climáticas y a sus dueños legales de la caída de la bolsa. Como función secundaria, sirve de trampa mortal en caso de que se bloquee la entrada.
Tentador ¿no es cierto? Pero no sea impaciente, deje esos ladrillos que pretende unir con escupitajos y siga leyendo.
Compra
Comprar un piso es la solución definitiva a su problema de vivienda, hasta que godzilla ataque la ciudad o a su esposa se le olvide por enésima vez tomarse las pastillas anticonceptivas y no cojan más bebés en el contenedor. Además, cuando el piso esté a su nombre, hacienda le permitirá pagar más impuestos para beneficio de de los políticos ladrones sus conciudadanos.
¿De dónde sacar el dinero?
El problema de este método es que necesita una fuerte inyección de capital para llevarlo a buen término. Para tal fin puede atracar unos cuantos bancos, vender sus órganos, prostituirse o -si no tiene ningún tipo de escrúpulos, moral ni buen gusto- escribir una novela que compita por el premio planeta. No obstante, las formas de financiación más utilizadas son las siguientes:
Subvenciones y viviendas de protección oficial
La forma más sencilla de obtener el capital para la compra de su futuro hogar es pedir las subvenciones que el gobierno prometió incluir en sus políticas sociales. El funcionamiento de estas subvenciones es fácil: tú das cien euros mensuales que irán a parar al bolsillo de los solicitantes anteriores, y más tarde recibirás doscientos de los que lleguen después de ti. Esta forma de subvención es conocida en todo el mundo por su sostenibilidad.
Esto dista un poco de las previsiones iniciales del gobierno, que constaban de malabaristas disfrazados de ZP recorriendo las principales calles del país montados en carrozas del PSOE, desde donde lanzarían billetes de 500€ a los menores de treinta años para que se pudieran pagar un piso.
En el caso improbable de que el dinero no alcance para todos, piense que todavía tiene a su disposición una amplia gama de pisos de protección oficial; así llamados porque tienen un funcionario al lado que te muerde si te acercas. Los hay desde unipersonales a semifamiliares (capades de acoger a la mitad de una familia sin hijos ni abuelos ni tíos), estos pisos tienen un precio reducido (aproximadamente un euro menos que los otros)para estar al alcance de todos, y están construídos con los mejores materiales. Eso sí, tendrá que pedirle un favor a su cuñado, el que trabaja en el ayuntamiento, lo cual le supondrá tener que volver a invitarle a las comidas familiares y aguantar sus disertaciones sobre los desempleados vagos que le tiran huevos a su casa, los diputados del otro partido que le hacen la vida imposible y lo mal que la chupa su secretaria.
Hipotecas
Si los métodos anteriores para financiar su vivienda fallan, no desespere, aún le queda la hipoteca. La forma de hacerse con una hipoteca es realmente simple, limítese a seguir estos pasos:
- Dibuje un pentagrama en el suelo del salón y ponga una vela en cada esquina.
- Coja una gallina (su primogénito también sirve) y cortele el cuello sobre el pentagrama. Exprimala bien, el objetivo de este paso es armar una buena escabechina.
- Cante alguna canción de Paris Hilton al revés.
- Aparecerá un señor moreno, con perilla y un traje rojo muy elegante. Le dará un papel para que lo firme. Haga caso omiso del aroma a azufre que desprende y firme sin leer nada.
Si todo esto falla, también puede acudir a su sucursal bancaria habitual, pero no es muy recomendable ya que allí, además de su alma, le pediran la de sus hijos y nietos.
Multipropiedad
Otro modo sencillo de hacerse con una vivienda es comprándola en multipropiedad. Cada propietario paga una parte proporcional de la casa: Si son dos cada uno paga un 60%, si son tres un 40% y así sucesivamente. Si consigue reunir un número suficiente de propietarios podrá acabar poseyendo la casa por tan sólo veinte euros, suficiente para pasarse por ella a tomarse un café una vez al año.
En caso de que esto no le convenza, también puede dividir la vivienda en tantos trozos como propietarios. Así podrá llevarse un ladrillo a su casa uy, no, que usted no tiene de eso.
Además, también tiene la alternativa de convivir con los jubilados alemanes, el ama de casa sevillana y la señora de los gatos en harmonía.
Alquiler
Si no ha podido acceder a la vivienda de propiedad, no se preocupe, puede conseguir una morada pagando un alquiler. Para eso tendrá que conseguir un propetario idiota, que esté dispuesto a arriesgar su propiedad poniéndola en sus manos. Luego deberán firmar el contrato de alquiler, por un tiempo mínimo. El plazo del contrato puede ir desde varios años, hasta contratos mínimos de quince minutos. Le recomendamos evitar estos últimos, lo que se ahorre en alquiler se lo gastará en las continuas mudanzas.
Compañeros de piso
Si no le alcanza para alquilar un piso por su cuenta, puede optar por buscarse compañeros. Si está soñanado con encontrarse a algún/a sex-symbol, que acostumbre llevar poca ropa, y que pida poco dinero por una habitación muy grande, deje de soñar. Esta gente al final causa problemas. Lo mejor es buscarse un compañero limpio y silencioso, como por ejemplo, una iguana.