Incinoticias:El Gobierno español planea prohibir la Semana Santa

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El fin está cerca
08:30 4 de abril de 2007Ciudad: Sevilla; España — Informa: Ángel ACBB

Se masca la tragedia
Se acabó lo que se daba

La tradicional festividad de la Semana Santa puede tener sus días contados. Según fuentes fidedignas, el Gobierno español planea la elaboración de una ley que prohíba estos arraigados festejos en todo el territorio español. Los argumentos que presentan son variados, y el Gobierno ha accedido a calibrar las alegaciones interpuestas desde varios organismos públicos y privados acerca de las repercusiones negativas de la tradicional festividad en sus respectivos ámbitos de actuación, concluyéndose en general, según el informe presentado a los medios a última hora de ayer, que la Semana Santa es “Enormemente perjudicial para la salud a todos los niveles”.

Ampliación de la triste noticia

Por una parte, los desplazamientos masivos por carretera de las miles de personas que aprovechan estos días para alejarse de su rutina diaria arrojan año tras año un desolador bagaje de fallecimientos, lo que muestra a las claras la ineficacia de la medida del carné de conducir por puntos implantada por el Gobierno, por lo que desde el Ministerio de Fomento y la Dirección General de Tráfico consideran que la supresión del periodo festivo permitiría “mantener la estadística en un punto positivo”. Por otra parte, varias asociaciones ecologistas se lamentan del exceso de gases emitidos a la atmósfera por los millones de desplazamientos por carretera que tienen lugar durante estos días, y que contribuyen a aumentar el efecto invernadero, por lo que solicitan la supresión “si no de los festejos propiamente dichos, sí del periodo vacacional que conllevan”. Otra de las soluciones propuestas por estos grupos pasarían por realizar los desplazamientos “en barco”. No obstante, las propias asociaciones declinaron esta última opción por la intromisión que supondría en el ecosistema de las miles de especies acuáticas que se verían afectadas.

Hay que almidonar el capuchón

Una segunda objeción viene impuesta desde el propio Ministerio de Sanidad, que considera que durante las tradicionales procesiones, el número de luxaciones, hernias, lumbalgias y contusiones varias se multiplica exponencialmente, y no sólo entre los sufridos costaleros que transportan las imágenes, sino también entre el enfervorizado público que abarrota las calles y comete verdaderas barbaridades con tal de tocar con la yema de los dedos al santo o la virgen de turno. “El gasto público en tiritas, linimentos y vendajes es notable”, advirtió la Ministra del ramo. Además, el Colegio Oficial de Meteorólogos ha realizado una solicitud de Amparo ante el Consejo General del Poder Judicial, en previsión por los ataques que año tras año reciben por parte de los devotos que no pueden poner en marcha sus procesiones debido a las frecuentes lluvias en estas fechas. “El año pasado me corrieron a boinazos” –declaró un famoso meteorólogo que prefiere mantener el anonimato-.

Asimismo, la Asociación por la Tolerancia Religiosa y la Libertad de Culto considera “altamente ofensivas” las susodichas procesiones “para todos aquellos que no profesan la religión católica”, que –dicen- se ven obligados a contemplar la exaltación de unos valores con los que no comulgan en absoluto, produciéndoles un hondo malestar y profunda desazón. “Ademas, hacen mucho ruido” –apostilló el portavoz del grupo. En esta misma línea, varias agrupaciones de inmigrantes consideran que los tradicionales atuendos de las procesiones “Hieren sensibilidades”, en alusión a las similitudes guardadas con las vestimentas que lucían los miembros del Ku-Klux-Klan en sus delictivas actividades nocturnas. Curiosamente, varios representantes del Ku-Klux-Klan elevaron también protestas formales ante la Sociedad General de Autores y Editores por lo que consideran “un caso claro de apropiación indebida de unas señas de identidad características”. Por si fuera poco, se han recibido denuncias por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado acerca de la existencia de individuos que se amparan en el anonimato del capuchón para realizar actividades delictivas del más diverso pelaje, tales como hurtos, tocamientos más o menos evidentes a los compañeros de la marcha, y kale borroka.

Por último, la Asociación Nacional de Defensa del Telespectador considera estas fechas como “una verdadera tortura” para el espectador de televisión, que no solamente ve alterada la parrilla de programación habitual y se pierde sus concursos y teleseries favoritos, sino que además, estos son sustituidos por “insufribles superproducciones bíblicas de a tres horas de duración la unidad, altamente reiterativas y predecibles en exceso”. La gota que colmó el vaso, en esta ocasión, fue “la enésima redifusión de Ben-Hur”, reza el comunicado emitido. La anteriormente mencionada Asociación por la Tolerancia Religiosa y la Libertad de Culto también se ha manifestado públicamente en contra de este tipo de programación, y solicita su inmediata suspensión y su sustitución por programas de contenido más plural, como “¿Qué más da, qué más da, Alá, Buda o Jehová?”, teleserie italo-noruega ya emitida con gran éxito en otros países.

Así las cosas, la decisión del Gobierno será votada en el Parlamento en próximas sesiones, aunque varios grupos de la oposición ya han mostrado su apoyo a este controvertido paquete de medidas que sin duda alguna puede marcar un antes y un después en la vida de los ciudadanos españoles.