La Plata

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BanderaArgentina1.jpg Che locura, este artículo tiene humor re-argento. Si no entendés una goma, no hinchés las bolas y rajá de acá.
La Plata
Argentina BanderaArgentina.png
Escudo de La Plata
Lema Decile sí a La Plata (y acepta las coimas)

Establecida 1882

Tipo de Gobierno Chorro

Alcalde {{{Alcalde}}}

Situación {{{Situación}}}

Población 100.000 nabos, 100.000 personas de otros lugares del país, 300.000 empleados públicos y de comercio, 400.000 entre: bolivianos, peruanos, paraguayos y orientales (son todos iguales)

Gentilicio Platense (no confundir con el equipo de fúlbo)

Himno
Que te digo que no, el enmascarado de plata no estuvo allí
Cita3.pngSi en Argentina se hubiera encontrado oro en lugar de plata, se hubiera llamado orina.Cita4.png
Minero sobre La Plata
Cita3.pngUna ciudad llena de diagonales y sin subte... está pidiendo a gritos un psicologoCita4.png
Oscar Wilde sobre La Plata
Cita3.pngLa Plata, una ciudad cuadrada perfecta y chata..., como sus habitantesCita4.png
Anonimo sobre La Plata y sus habitantes


La Plata es una de las ciudades más singulares de la Argentina. Dentro de sus singularidades podemos mencionar que existió antes que sus habitantes. En efecto, réplica de otra ciudad, edificio, iglesia... todas sus construcciones estuvieron más que inspiradas en otras y fueron construidas virtualmente antes de que nadie las habitara. ¡Hubo prostíbulo antes que prostitutas! ¡Legislatura antes que prostitutas! ¡Casa de Gobierno antes que prostitutas! ¡Catedral antes que prostitutas! Eso explica el singular fervor puesto por las trabajadoras del sexo en ocupar habitualmente esas instituciones.

Inauguración

Así que no es tan absurdo imaginarse una ciudad desierta pero flamante (toda evocación del oeste norteamericano sería un error) donde un señor hace un gesto (“adelante, señores”) e invita a inaugurar el lugar como si fuera un palacio. Ciudad con calles, plazas, diagonales y bulevares, pero sin ninguna cortada, ninguna calle que conduzca a ninguna parte, ningún lugar llamado, por ejemplo, plaza de la revolución, donde nadie recuerda nada realmente importante ocurrido en ningún lado, no hay leyendas, no hay héroes, no hay fantasmas.

Este comienzo señorial, mezcla de pretendido patriciado y conspicua masonería, no puede jactarse de que ningún notable haya salido de La Plata (por mucho que pienso...) pero sí entrado (no deja de mencionarse hasta el pleonazgo o mecenazgo o hartazgo que Einstein dio una conferencia en el Colegio Nacional o que Alfonso Reyes dio clases en la facultad de Humanidades de la Universidad).

Glorias pasadas

Que hay una casa proyectada por Le Corbusier o el único museo de ciencias naturales construido ad hoc forma parte de las glorias primeras y pasadas que dieron lugar al gesto adusto y decadente que tan bien se lleva con sus fundadores y que paulatinamente fue decorado con barrios populares, monoblocks o viviendas bajas iguales sin jardines. Y de este tono engolado que tan bien le sienta a una ciudad que se ufana de tener una universidad que nada tiene que envidiarle a Córdoba la docta pasamos al clásico de los clásicos locales para lo cual hace falta una pluma diferente...

Pluma parcial, si las hay. Si no se dieron cuenta, ésta es la letra de un hombre, todo lo anterior estuvo teñido (o desteñido) por la indolente escritura poco viril de una princesa. ¡Prepárense! Comienza la acción, el fervor, la sangre bulle en una orgía desenfrenada que haría palidecer a cualquier habitante de country de Río Cuarto. Cuenta la leyenda que en La Plata hubo un tiempo en el que la aburrida, inescrupulosa, arribista, prejuiciosa y mediocre nueva oligarquía local fundó un club. English (Fork)