Pelea
Una pelea es un encuentro, a veces planeado y otras no tanto (aunque, recuérdese, quien la busca la encuentra) de carácter amistoso en la que dos personas intercambian sus opiniones a porrazos dialécticos o a porrazos porrazos. Es un rito arraigado, no sólo en humanos, sino en los animales más primitivos. Pero los animales no nos importan, así que vamos al tema que nos interesa, que es la pelea entre nosotros, los antropomorfos.
Conceptos básicos
- Dos no se zurran si uno no quiere.
- Todo vale en una pelea…
- … hasta que te hacen algo que no te gusta, por lo tanto, eso ya no vale (por ejemplo, tú puedes reventar la cabeza a un apestoso, pero que te arranquen la oreja de cuajo ya no vale, pues eso es pasarse (aunque sí que valdría que tú hicieras eso mismo con él, pues él se lo buscó).
- Tirar de los pelos es de maricas o de mujeres.
- Dar tortazos es sólo para mujeres.
- Si tiras a alguien al suelo, pon tu culo en su cara y tírate un buen pedo. Como último recurso (aunque menos eficaz), lánzale una bomba nuclear encima.
- ’’Nunca’’ te metas con un gitano. Si no hay remedio, déjate ganar, por motivos que se expondrán posteriormente.
- Comprende que hay muchas maneras de pelear. En algunos lugares con darte un tortazo en la cara ya se creen que te han pelado (en Francia, por ejemplo, donde no pelean como hombres), mientras en otros lados no pararán hasta dejarte con los huevos colgando del Kilimanjaro (Irán, Irak, Israel, Afganistán, Costa Rica…).
- Un hombre no puede zurrar a una mujer, porque eso seria machismo y esta mal visto en nuestra sociedad.
- Pero una mujer sí que puede zurrar a un hombre.
- Dos mujeres sólo se pelearán por un hombre.
- Dos hombres sólo se pelearán por su equipo de furbo (los frikis sólo se pelearán en una estúpida discusión entre sonyers y siervos de Hasecorp).
- Es OBLIGATORIO llevar a alguien con una cámara de vídeo para colgar la pelea en Youtube.
- Si hay pelea, nadie que esté alrededor (aunque sean sus amigos) intentará separarlos
(mejor, que siga el espectáculo).
Tipos de pelea
Pelea entre mujeres
Modalidad muy apreciada por nosotros, los auténticos machos. Como ya dije, sólo se da lugar a una trifulca entre mujeres cuando se están disputando un macho. A las hembras no les gusta que otra hembras incursionen en su territorio para llevarse a su macho preferido para la manada. El primer paso es una serie de improperios muy cariñosos, que en castellano varía según el país, en el cual una le dirá a otra que es una puta y una guarra porque le está quitando a su macho, y la otra le responderá exactamente lo mismo. Lo que resulta de esto es que ambas son una grandes y estratosféricas putas (lo dicen ellas, no nosotros). Toda esta palabrería está acompañada de una serie de poses corporales muy graciosas (generalmente, las dos se ponen con una pierna adelantada a la otra y ligeramente flexionada, con los brazos cruzados y con una mirada de qué te crees que me vas a hacer a mí, canija de mierda.
Cuando ya se cansan de decir gilipolleces, pasan a la acción, que es lo que queremos que pase. Suele empezar la más grandota dando un tortazo con una fuerza tremenda, como la que tiene mi abuela de 96 años. Esta tremenda demostración desata la batalla. De los tortazos se pasa, casi de inmediato, a tirarse de los pelos, sin duda, la mejor etapa de la pelea. Algunos mechones caen al suelo, y en algunos casos algunas se quedan como un campo de fútbol de regional de las calvas que tienen. Cuando la batalla capilar finaliza, se pasa a lo más duro: las patadas. Pero como las tías no tienen ni puta idea de dar patadas, pues se queda en nada.
Evidentemente, nadie debe acudir a separarlas, salvo si una de las dos pierde estrepitosamente y corre serio riesgo de que sea desmembrada por la contrincante. Cuando las separan, ambas se llaman puta por enésima vez y ya está. Al día siguiente se saludarán y tan amigas.
Existe una variante muy interesante, y es cuando la pelea ocurre en el barro. Es uno de los mayores hitos de la sociedad, y equivale a sucesos mundiales como el fútbol o el porno.
Pelea hooligan
Las organizan, no sólo los guiris, sino también los canis/flaites/nacos, los Skinhead, los Ultras Sur, los Barras Bravas y semejante calaña. Siempre se tratará de grandes contingentes. Las razones:
- Ser de otro equipo de furbo.
- Color de piel.
- Ideología.
- Porque les has mirado (mal o bien).
- Porque quieren más cerveza y tú eres el único que tiene una jarra en 800 metros a la redonda.
Al contrario que las mujeres, los hombres tardan menos en entrar en contacto físico. Con nombrarse hijoputa una sóla vez ya es suficiente. Es entonces cuando una recreación del desembarco de Normandía se desata en el campo de batalla.
Los ejércitos de ambos bandos (bueno, pueden ser tres o más) cuentan con armas muy diversas: botellas de cristal (rotas por la parte inferior, para que corte la muy jodida. Y por Dios, no llevéis botellas de plástico, que de la risa que le entra al resto ya no hay pelea), katanas, armas de fuego, navajas, canijas, caballos, boomerangs y motores de combustión interna. A veces recurren a contenedores, muebles o mendigos. Lo primero que pillen por el camino es válido para el combate, ya que en este tipo de trifulcas el combatiente necesita sobrevivir por encima de todo (con los gorilas que se enfrentan lo más probable es morir), y por ello se recurre a lo último de lo último.
Los resultados de este estilo de pelea es un suelo convertido en un yacuzzi de sangre y meao (lo que nos indica que siempre hay alguno que se acobarda antes de combatir, y huye) que a ver quién es el valiente que lo limpia al día siguiente. Los combatientes, orgullosos, huyen en cuanto oyen las sirenas de la policía, y se citan para el fin de semana que viene para completar el show. Lo malo es que no acaban matándose entre ellos (mwahahaha).
Pelea de niños de 6 a 13 años
Para que dos niños se zurren puede haber varias causas:
- Se están disputando un cromo de su Pokémon preferido.
- Un niño quiere provocar al típico niño marginado para alimentar su ego (y el pringao entra en el juego y se zurra, siendo vapuleado vilmente y con las gafas rotas).
- Un niño dijo sobre otro que se había cagado en el servicio de niñas.
- Disputas por chorradas como un bocata o juegos estúpidos como el corro de la patata, el escondite inglés o marica el último.
No suelen ser peleas muy violentas, puesto que se acaban decantando muy pronto (cuando uno de los infantes cae al suelo, casi se puede dar por finalizado el envite). También finaliza cuando uno de los dos críos se pone a llorar. Es entonces cuando el vencedor se siente apenado y deja de machacarlo por pena.
Ejemplo de pelea entre niñatos
Peleas con gitanos
Ojo con estas, que son serias. Cuando te enfrentas con un gitano, no te enfrentas con un gitano: te enfrentas a su familia. Puede pegarte por muchas razones:
- Porque sí.
Con tal abanico de posibilidades, uno se puede hacer una idea más o menos. Generalmente, el ‘’me has mirado mal’’ es la causa estrella. Es entonces cuando tú, que no sabes qué hacer en ese momento, te quedas en blanco (o sueltas un ¿Qué dices chaval?, como diciendo :Qué me vas a hacer tú, piltrafilla. (cuando en realidad estás más cagado que la ostia, pues el gitanillos acarán, seguramente, su típica navaja barata). Y efectivamente, él saca la navaja y te la enseña.
Que te rajo payo eeeh, no me mires que te rajo.
Lo malo de los gitanos es que, al contrario que los canis/flaites/nacos, por ejemplo, estos sí que cumplen lo que dicen. Es probable que seas un héroe y coseches una gran victoria, pero es casi mejor que te dejes ganar. ¿Por qué? Porque el gitano es vengativo, y no tardará en llamar a toda su familia para que desplieguen su propia CIA por toda la ciudad (y parte del extranjero) para buscarte y darte final. En este caso, reza tres padres nuestros o manda un e-mail a Osama Bin Laden, que te proporcionará un escondite seguro.
Peleas entre frikis
Categoría guerrera muy particular. Las causas son bastante claras:
- Uno dice que Edén es el mejor Guardián de la Fuerza de FF8, mientras que el otro dice que es Bahamut.
- Partidarios de Windows XP contra partidarios de Windows Vista (en este caso, además de contacto físico, se llenan los ordenadores de virus).
- Partidarios de Windows contra partidarios de Linux.
- Sonyers contra Xboxers/Nintenderos. Se basa en decir que su consola de nueva generación es gráficamente un 2% mejor que las otras dos, o que con su mando se pueden hacer más tonterías que con los otros dos, o que el PES de Xbox es una puta mierda y por eso los Sonyers se ríen de los Xboxers, y acaban en batallas dialécticas, generalmente en foros, que si fueran en persona, acabarían en una pelea hooligan.
- Usuarios de Firefox contra usuarios de Internet Explorer. Los Mozillas le lanzan pestañas a los de Internet Explorer y los de Internet Explorer les lanza spam y popups a los Mozillas.
Y paso de enumerar más casos, porque el mundo friki es tan grande como San Marino.
La modalidad de combate depende mucho del campo del friki en cuestión. De modo que:
- un friki de Star Wars siempre se enfrentará a su contrincante con su espada láser.
- mientras un incondicional de Son Goku recurrirá al kame hame ha.
- un fan de Chuck Norris utilizará su patada giratoria.
- los usuarios de Windows cegarán al oponente con un pantallazo azul.
- un adepto de la saga Final Fantasy, según la entrega, optará por el Súmmum de Squall, por el espadónde 250 metros de Cloud en FF7 o por el fulgor de Bahamut.
- un Otaku sacara su katana o sus kunais o te acribillara a shurikenazos
- un friki del Dungeons and Dragons intentara usar magia,o bien ,utilizara una espada de plastico o un arco de plastico
- un friki de Mel Gibson irá con la cara pintada de azul y blanco, a lomo de un caballo y con la alabarda gritando: Podrán quitarme la vida, pero jamás me quitarán… ¡¡¡LA LIBERTAD!!!.
Y tantas y tantas modalidades. Lo malo es que, cuando se intenta poner en práctica esos combos estratosféricos, se dan cuenta de que estos es el mundo real y no se pueden hacer, por lo que la pelea degenera en un híbrido entre una pelea de críos y una de adultos (porque no olvidemos que hay frikis de todas las edades).
En estas peleas nadie gana.
Ejemplo de pelea entre friáis.
Pelea a cabezazos
Sólo hay una persona en este mundo para combatir en esta modalidad.
Pelea entre políticos
Aquí no hay ostias, sino que se disfrazan de palabras rebuscadas para quedar un un plano intelectual superior al del contrincante. Debido a que políticos hay muchos (y ninguno bueno) las desigualdades se dan en muchos casos. Tantas que personajes como yo o como tú pueden dejar en un ridículo histórico, sin mucho esfuerzo, a personajes como:
Luego hay personajes más difíciles de vencer, como Bill Clinton, Winston Churchill (sobre todo porque está muerto), Hugo Chávez, Fidel Castro o Alan García, debido a su capacidad de control mental.
En estas discusiones tampoco gana nadie, ni entre políticos ni entre afiliados (que alguien se meta en un foro sobre política, y a ver quién consigue poner de acuerdo a bonaerenses vs resto de argentinos, a vascos + catalanes vs resto de España, demócratas vs republicanos… Si lo consigues, que te nominen para el Nobel de la Paz, que bien lo tienes merecido.
Consecuencias
En caso de victoria
- Ganarás más respeto entre la manada.
- Te llevarás a todas las chicas contigo con la gorra.
- Asciendes al nivel 5 de luchador.
- Te crees que podrías ganar hasta a una legión romana entera.
- Si ganas a un gitano: huída inmediata hacia un lugar seguro para evitar a toda su familia.
- Te podrás permitir escupirlo justo después de tumbarlo.
- Pedirás que cuelguen el vídeo de la pelea a Youtube para que te llamen machote, campeón o Dios en la zona de comentarios (la realidad es que te llaman flipao, idiota, pendejo, pringao o jijas, entre otras acepciones).
En caso de derrota
- Algún diente roto y un ojo morao (ir al médico de la mano de mamá).
- No sales de casa en dos o tres días.
- Bajada de autoestima.
- Creencia de que en la calle todo el mundo te señalará y dirá: Éste fue al que le jodieron vivo el otro día, jijiji (risas por lo bajini).
- Pensar que serás virgen para toda la vida tras la derrota, ya que ninguna chica confiará en tu capacidad para defenderlas de otros machos, de los comunistas o del cambio climático.