Fidias
Fidias fue un célebre ladrón escultor de gran renombre en la Antigüedad. Su fama llegó hasta tal punto que, a posteriori, los griegos le honraron haciéndolo protagonista de un videojuego titulado Γρανδ Θεφτ Aυτω: Hλλενικ Στωριεs.
Vida y obra
Fidias nació en Atenas y recibió este nombre de sus padres por ser tan delgadito que recordaba a un fideo. Sin embargo, a pesar de esta condición, su habilidad con las manos era tal que a los seis añitos ya era capaz de hacer estatuas de mármol y bronce como si de plastilina se tratase. Al cumplir la década de edad, construyó él sólo el Coloso de Rodas.
Sin embargo, Fidias no sobresalía únicamente en escultura. Además, era un consumado y hábil ladrón, hasta el punto de que llegó a hacerse famoso por desplumar completamente las ciudades donde trabajaba. El procedimiento era bastante sencillo, pero efectivo: esculpía de día y espiaba de noche. Cuándo su obra estaba prácticamente acabada, ponía en práctica la parte culminante de su plan: la noche anterior a la presentación oficial, desvalijaba la cámara del tesoro del palacio real de turno. Y al día siguiente, mientras sus trabajos eran mostrados al público, cautivando la atención y admiración de las multitudes, Fidias escapaba por la puerta trasera de la ciudad conduciendo un carro cargado hasta los topes de oro y joyas.
Repitió este procedimiento, con gran éxito, en multitud de ciudades de la Grecia antigua. Concretamente, saqueó Delfos, Elis, Olimpia... e incluso Atenas, su propia polis natal. Para este último trabajito primero se ganó la confianza de Pericles, tirano alcalde electo de la ciudad. La parte más importante del encargo era construir una estatua gigante de Atenea, toda ella con oro puro. Pues bien, Fidias no sólo hizo la estatua hueca por dentro, sino que además sustituyó algunas partes de su cuerpo por simples huesos, convenciendo a los demás atenienses de que se trataba de marfil. Misteriosamente, no sobró ni una mísera onza de oro, y mientras el pueblo contemplaba extasiado los frisos del Partenón, varios testigos afirmaron haber visto a Fidias abandonando la ciudad en un gigantesco trasatlántico de lujo, riéndose como un poseso y bañándose en una piscina de oro.
Sin embargo, al pobre Fidias no le duró mucho la suerte: por un error de cálculo, acabó arribando al puerto de Olimpia, donde fue despellejado por la furibunda población local, a los que ya había desvalijado en una ocasión anterior.
Técnica de los Paños Mojados
La más célebre y renombrada técnica escultórica de Fidias. Antes de ponerse a esculpir, rociaba con cubos de agua a sus modelos femeninas hasta dejarlas completamente empapadas, tras lo cual modelaba unas estatuas tan realistas que captaban todo (y con "todo" queremos decir todo) de una manera asombrosa. Huelga decir que los efectos de atracción sobre el público masculino eran dignos de mención, con lo cual incluso la policía se quedaba embobada mirando para sus obras y Fidias tenía más sencillo escapar con el oro robado.
Enlaces
- Asociación Española de Admiradores de Fidias.
- Mentiras y calumnias varias.
- Blog personal de Fidias, ahora dedicado a la promoción de ONGs.