Penalti y expulsión, del número seis
Este artículo contiene una alta dosis de humor español. Si no eres de esta casta tierra, probablemente pierdas el tiempo leyendo esto. |
"Penalti y expulsión, del número seis", también conocido como "Rafa, no me jodas", "Vaya, joder Rafa, que me cago en mi madre" y "Ha sido el seis, penalti y expulsión", fue un polémico fallo arbitral que se presentó en el Real Zaragoza-F.C. Barcelona de la temporada 1996-97 de la Liga Española de fútbol. En ese partido el linier Rafa Guerrero marcó un penalti que no era penal en contra del cuadro maño, provocó la expulsión injusta de un jugador aragonés y puso en ridículo al central Enrique Mejuto González, que estaba mas preocupado por vaciar su colon encima de su progenitora que por dirigir el encuentro.
La jugada que provocó el penalti
Corría el minuto 63 con el Real Zaragoza ganando tres goles a dos al Barcelona en el estadio La Romareda. El Barcelona cobró una falta fuera del área que llegó de forma fácil a las manos del portero del Zaragoza. Con el balón en manos del portero, el jugador culé Fernando Couto utilizó su pie para quitar una hormiga de la pierna del central maño Xavier Aguado, evitando que el defensa del Zaragoza sufriese una lesión por culpa de ese piquete. Chucho Solana le regresó el gesto deportivo a Couto, ya que observó que un mosquito se disponía a picarle la cabeza al jugador del Barcelona. Solana le dio un golpe a la cabeza de Couto para matar al mosquito y evitar que el defensa culé pudiese contraer la malaria. El golpe sacó de balance a Couto, ya que se terminó cayendo al suelo.
Rafa Guerrero, juez de línea del partido, no observó gesto deportivo alguno y consideró que lo que se presentó fue una agresión de Aguado a Couto, aún y cuando el jugador del Zaragoza que le mató el mosquito al defensa culé fue Solana. Rafa Guerrero, a parte de tener mal criterio, estaba ciego.
La discusión
Rafa Guerrero llama la atención de Enrique Mejuto González y le dice que ha sido penalti y expulsión. Mejuto González le responde que es una situación muy delicada, tanto que le estaban dando ganas de soltar sus alimentos ya digeridos encima de la señora que le había dado la vida. Mejuto González le pregunta a Rafa Guerrero de quien es la falta, y este le responde que es del número seis. Que le había dado un golpe por detrás, claramente, a Couto. El seis era Aguado y el no le había dado golpe alguno a Couto. Todo el estadio observó que Solana, el ocho del Zaragoza, fue la persona que tocó la cabeza de Couto con la intención de evitar que el jugador culé fuese atacado por el mosquito.
Los jugadores del Zaragoza, previniendo una injusticia, se lanzaron encima de los árbitros para evitar que se marcara un injusto penal. Incluso algunos jugadores del Barcelona, como Ronaldo y Pep Guardiola, fueron a solicitar a los colegiados que no marcasen penalti alguno, ya que había sido un gesto de buena lid y no una agresión lo que había recibido Fernando Couto. Mejuto González ni quiso escuchar razones de ambos bandos, puso ojos de loco y empezó a arrear a los jugadores de los dos equipos como si fueran ovejas.
Después de pelearse con todos los jugadores, Mejuto González se olvidó de qué era lo que estaba pasando. Por lo que tuvo que regresar con Rafa Guerrero para consultarle. La primera duda que tenía el árbitro central era su nombre, a lo que Rafa Guerrero le respondió que era Enrique Mejuto González. Aclarado el tema, Mejuto le preguntó a Rafa que qué estaban haciendo ambos ahí, a lo que el juez de línea le contestó que eran parte de la tripleta arbitral del Zaragoza-Barcelona. La tercera pregunta que le hizo Mejuto a Rafa Guerrero era que por qué le había llamado, a lo que le respondió el linier que hubo una falta en el área y que la había cometido el seis, penalti y expulsión.
La discusión siguió por espacio de diez minutos, durante los cuales Rafa Guerrero le explicó a Mejuto que el seis era un número que seguía al cinco y antecedía al siete. Además, ambos discutieron las reglas del juego, donde Rafa le comenta a Mejuto González que si el balón está fuera ya, entonces es expulsión sin penalti, pero que si el balón está en juego, es penalti. Y que cuando se produce la agresión está en juego el balón, o sea el balón está en juego en una agresión, por lo tanto, penalti y expulsión.
El linier resumió la explicación utilizando dos calcetines como muñecos de guiñol, lo cual terminó por convencer al árbitro central de marcar penalti y expulsión. Mejuto González expulsó a Aguado y el Barcelona empató a tres el marcador.
Consecuencias
Los aficionados del Zaragoza aventaron al campo todas las frutas que le iban a dar en ofrenda a la Virgen del Pilar en señal de protesta. Así mismo arrojaron setas, conejos, perdices y jamones de Teruel. Esto inspiró a Rafa Guerrero a abrir un restaurante en su pueblo cuando se retirara de juez de línea. El restaurante se llama "Ha sido el seis, penalti y expulsión". El vídeo de la discusión se dio a conocer a través de la televisión española, haciendo famoso al dueto de Rafa Guerrero y Mejuto González. Los árbitros empezaron a ser contratados por toda España para amenizar fiestas y reuniones con su número cómico.
Gracias el vídeo, la televisión española descubrió que Rafa Guerrero tenía un carisma especial para la cámara. Esto le permitió empezar una carrera como analista arbitral en los programas de tertulias futboleras de España. En estos programas hace un análisis del arbitraje de los partidos de la jornada, se pelea con los tertulianos que no están de acuerdo con él, inventa explicaciones para justificar errores arbitrales que favorecen a equipos grandes y se va del plató haciendo berrinche cuando pierde una discusión.
Enlaces externos
- El vídeo de la jugada.
- Reporte de los festejos del décimo octavo aniversario del célebre fallo arbitral.
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