Incijuegos:La llamada de Cthulhu:El juego de rol/777
< Portada de Incijuegos < Inicio de «La llamada de Cthulhu:El juego de rol»
Antimateria subdividida
El camino se va revelando de a poco, la niebla empieza a dispersarse lentamente, pero prefieres que la velocidad se mantenga estable en caso de que haya un venado en medio de la carretera. Las multas por atropellar venados ascienden a precios astronómicos estos días. Mientras tanto piensas en cómo recitar el contraconjuro, hasta que encuentras el método apropiado. Al recitarlo en voz alta, el ser que aparentaba ser tu amigo se empieza a desintegrar lentamente. Te dirige una mirada de dolor, desprecio, y ambas juntas, aunque estabas harto tú; la humedad que expelía él mismo estaba arrugando tu ropa.
El ser se evapora filamento por filamento, se torna transparente y ves de repente su cara, totalmente triste por lo que acabas de hacerle. Sientes algo de compasión, recitas la fórmula de Einstein de nuevo, pero nada sucede. El ser no reaparece, y se pierde por lo que piensas es para siempre. Ahora, solo en el auto, ves la poca materia restante del ser desvanecerse finalmente en el aire. Piensas adónde pudo haber ido a parar pero no tienes la menor idea. No es cuestión de hacerse drama. No hay que pensarlo. El simple hecho de seguir te hace dar cuenta que no eres un mariquita como decían tus amigos.
Te sorprendes con el auto detenido y mirando un objeto, parecido a un medallón, que hay tirado en el asiento de Xyllihazko ya no presente. Su feo aspecto te convence de que es real, lo muerdes para verificar si es de oro, pero no lo es, y te rompes dos dientes al hacerlo (tu mamá siempre dijo que no te metieses cosas raras en la boca). A los pocos minutos, el medallón empieza a resplandecer misteriosamente
¿Qué quieres hacer?
- Tiras el medallón por la ventana del automóvil dándole en la cabeza a una anciana que cruzaba la calle y vas tranquilamente hacia lo de O'Realy. Pulsa aquí
- Miras estúpidamente el medallón. Pulsa aquí