Los Carrangueros de Ráquira
Este artículo es un producto 100% chibchombiano. Si sumercé queda más perdido que una uva pasa en un tamal al leerlo, está en el lugar equivocado; así que le recomendamos abrirse del parche. Un mensaje del Ministerio de Incultura de la República de Chibchombia. |
Los carrangueros de Ráquira son un grupo de músicos que teóricamente vienen de Ráquira (lo que los hace boyacos) y le pegan a la carranga (no se sabe qué es la carranga, así que se han planteado muchas teorías, como ésta, ésta y ésta). Pero realmente sólo uno de ellos conoce el municipio de Ráquira, porque cada uno es de un departamento diferente. Su líder y gran jefe de la iglesia boyaca es don Jorge Velosa, francoirlandés que (afortunadamente) no comparte mucho con su tocayo troglodita.
La doble identidad de don Jorge
Una vez don Jorge se graduó de Veterinario, y tras haber ganado millones con su camada de Sapos Hipnóticos, montó una empresa de buses, (como buen Boyaco) denominada Cootranstuta, en honor a Too-Tah, musa irlandesa que le inspiró a seguir la vía de la Carranga; gracias a eso, logró grabar un rialiti de las vivencias suyas y de su familia, denominada Los Tuta; don Jorge adoptaría el seudónimo de Trino Epanimondas de la Sagrada Trinidad Paquisimo Tuta, para que no interfiriese con su doble vida actor/carranga star...
Con esa doble identidad, don Jorge iría de plaza en plaza de los incontables municipios de la tierrita, consiguiendo una fanaticada que siempre se preguntaba si don Trino era don Jorge. Muy poca gente lo sabía, aunque en los créditos del rialiti aparecía "Jorge Velosa". Otra cosa muy diferente es que nadie ve los créditos, y menos los rialitis. Como cosa curiosa, seguía usando sus sapos hipnóticos para controlar las mentes de la gente y hacer que vieran su programa, pero los boyacos resultaron queriéndose parecer cada vez más a su maestro y terminaron poseyendo el 94.42% del transporte del país.
Aún así, los sapos hipnóticos se acabaron, los boyacos se pusieron a ver programas de verdad (como el Profesor Yarumo) y el rialiti se volvió muy poco rentable; así que don Jorge decidió cancelarlo (aunque manteniendo los 196 buses de su propiedad). Como resultado, rescató a sus otros tres amigotes del vicio de la carranga y volvió a salir a tocar, de puro desparche, por los pueblos de Colombia (incluidos Huecotá, Medallo, Nueva Llor y Vice City Mayami).
La iglesia boyaca
En 1967, cortesía de las manifestaciones contra Pablo VI, que había venido a inaugurar un barrio con su nombre en Huecotá, el pueblo conoció más religiones aparte de la herética Iglesia Católica, S.A. Don Trino Jorge vio que podía sacar provecho de esto, y se metió a la única iglesia verdadera, la Pastafari. Eso sí, y obviando ciertas reglas de Su Fideeza respecto al consumo de albóndigas, consideró que debía modificarla y creó la Iglesia Boyaca.
Según sus principios, todos los boyacos seguidores de la única religión verdadera deben vestirse con ruana de oveja fea virgen, pantalones de dril, camisas con todos los botones abrochados y botas machitas. Todos debían mandar al menos un hijo a hacer la peregrinación sagrada a estudiar a los terrenos que hicieron que Jorge viera la luz (las Termales de Paipa) y otro (o el mismo) debía estudiar en los predios que iluminaron su adolescencia. Todos debían dedicar dos días a la semana a la siembra de papas, uno a ordeñar la vaca, y otro a jugar tejo. Y TODOS deberían tener una hectárea de tierra y un bus, como mínimo.
Las órdenes fueron seguidas al pie de la letra, sin necesidad de sapos hipnóticos. Y gracias a eso, todos los boyacos son prósperos y nadie muere de hambre, porque han conseguido la bondad de Su Tallarinesco Apéndice.
Y los otros carrangueros, qué?
Pues bien, como no son de ráquira, han perdido tanta credibilidad que a nadie realmente le importan! Aún así, hay que reconocer que sin ellos, don Jorge sólo sería un campesino francoirlandés venido del siglo XV... con un título de Veterinaria de la Nacional, aunque de pronto sin sus 196 buses.