Maze Runner
Maze Runner: Correr o la Morición, es el segundo libro de esta saga más confusa para la gente que le pegó la pubertad donde hay un laberinto y acertijos de por medio. Fue publicado en 2009, para que le diera una competencia en cuestión a las historias de amor de Crepúsculo que proliferaban allá en el 2009. En esta entrega, encontramos a un grupete que deben escapar de un desafío y estrujarse los sesos para resolver el problema. El protagonista Thomas junto a la novata se encargaron de las teorías, en cambio el resto, aplicaron la postura de cinco miran y uno trabaja. También tuvo una película que se hizo de renombre por tener una frase icónica que es reiterada en redes sociales especializadas en memazos. Vendió unas cuantas copias que hizo que su autor James Dashner se ganara unos desorbitantes palos verdes, aprovechando liberar el estrés de sus años cuando estudiaba economía. También atrajo el interés de pintar a los escarabajos en sus luchas clandestinas, como si fuera un juego de Pokémon.
Historia
La obra inicia con un muchacho esperando en un ascensor, el cual era un escenario lúgubre, que para colmo no tenía una música para distraerse en el ascenso. Ahí, el newbie llega al Área. El jóven se llamaba Thomas, que no tenía en su mejor momento el sentido de la orientación debido a que no le dieron el mapa. Tras estos momentos de tensión y de hacerse el muerto como una zarigüeya, al momento de despertarse se encontró rodeado de varios adolescentes. Aquí conoce al que se considera el mandamás por regular el horario del recreo Alby, como a Chuck y Newt. Al principio le explicaron que para salir de ahí se debía cruzar el laberinto aunque no sería tarea fácil porque en el recorrido está repleto de monstruos y en particular, los corredores son los que más conocen aquel lugar. Menuda cantidad de información apenas en el primer día recibió el newbie en plena fiesta de bienvenida. El punto central es que para subsistir debía participar en el trabajo más anticuado del mundo aparte de las cariñosas: la agricultura.
También tuvo un roce con Gally que se creía el capi, y de alguna manera, Thomas anduvo de chismoso en la choza de La Transformación y lo echaron de una patada de aquel lugar por andar de curioso. Tiempo después a cercanías del bosquejillo en la zona suroeste, aprendió más a fondo de los corredores y a estas alturas, en este escenario sería insuficiente calmar los nervios con el beso de buenas noches. Aún así a Thomas le resultaba familiar el lugar. Algo inusual ocurrió al día siguiente. Generalmente, se escucha la alarma mensualmente cuando es arrojado el novato en la caja. En esta ocasión, tras los pitidos que ocasionaban a los tímpanos de estallarse, llegó una morra chida. Pálida y reluciente como un par de perlas pulidas, se desplomó y en un rollo de papel higiénico adherido a ella decía: Ella es la última. Tras dejarla en la enfermería, Alby continuó con su rol de guía quien estaba con cierto hartazgo de ser el niñero de Thomas. Transcurrieron los días hasta que se vio involucrado en un incidente.
En ese incidente se vio involucrado Ben, uno de los habitantes que iba mordiendo como pitbull rabioso al que se lo cruzaba. Ben andaba raro desde la última vez que lo miró en la finca, por lo que lo duermen como a los perritos. Tras días de exhaustivo entrenamiento y otros problemillas de fondo como la ocasión que Alby balbuceó porque le picó el bicho de cierta pandemia innombrable, por lo que se sentía más pesado de cargar que un costal de papas. Minho, su otro compa corredor tenía un aprieto. De paso había un Penitente morido. A pesar de esos hechos, Thomas ganó prestigio en el grupo tras salvarlos al sincronizarse con el dúó para arrojarse en direcciones opuestas de las paredes externas del pasillo y uno por uno de esos mecha bichos caía del acantilado. Al ser tan corajudo, Thomas se ganó el puesto de corredor. Tras visitar la fosa de esos insectos, la trama se emerge en el ámbito de cursilería que consistía en hacer el amor por telepatía. Cuando se despertó de la chica del insomnio que padecía la Bella Durmiente se empiezan a relacionar.
A sabiendas que en un área compuesta de puros larchos, su interacción era normal. Los dos estaban predestinados en un evento vinculado a este embrollo y ella le mostró en su brazo que los escarabajos eran los buenos. Y como ella tenía una cara familiar, se hacen amiguis de golpe. Tras esta plática, el cielo se puso gris. Alby le salió espuma de la boca al recordar al tener breves visiones del mundo exterior y para empeorar el asunto, Gally fue asaltado por los bichotes e incineran los mapas que tanto sudaron la gota gorda para confeccionarlos. Thomas y la chica (Teresa) andaban desanimados por el infortunio, hasta que los corredores le muestran una copia de seguridad en el Salón de Armas. Para introducir el código del laberinto, debían descifrar su mensaje leyendo los mapas y en el supuesto que no hubiera resultado alguno, basta ser picado para refrescar la memoria. Para los menos rebuscados, esos dibujos repetidos formaban palabras. Las palabras claves eran capturar, correr y capturar. Porque como dice el refrán, no hay dos sin tres.
Al finalizar el juego de palabras con correr, sangrar, entre otros sustantivos que se reiteran en los textos de creepypastas, deciden de manera mayoritaria ir al laberinto para acceder a una computadora. Era un todo a nada. Un experimento social. Solo los más susceptibles a sobrevivir eran capaces de escapar de esta prueba. Cada uno tiene un nombre de un científico chiflado, lo cual no es casualidad que varios eran listillos para saber prender el foco. Inclusive hay que ser precavidos si en el grupo hay uno con comentarios atómicos llamado Oppen. Con varias escenas de acción y la muerte falsa de Alby, al final han llegado a una sala blanca. Acto seguido aparece una mujer y Gally reapareció en modo maníacote con un cuchillo bajo la manga. El panzón de Chuck se sacrificó para evitar el ataque de Gally y una vez finalizado este conflicto, van al autobüs mágico. En el camino una mujer menciona bruscamente a Thomas a la llamarada y debido a que habló demasiado fue enviada a un Isekai por cortesía de camión kun.
Hubo una mitad de bajas, los relevantes para la trama seguían vivitos y coleados. Y en cuanto a su refrigerio al llegar al recinto de descanso, ellos probaron pizza… con piña. Cruel es bueno. Esa frase mencionada anteriormente, se refiere a los tortuosos desafíos para preservar la humanidad. El desprecio a la pizza con piña es prueba eficiente que hay buen gusto en la humanidad. Esta historia continuará al día siguiente.
Personajes
- Thomas
El personaje principal de la saga. Al salir de la caja, era el típico novato que no le daban ni un día de salir vivo en el área. De alguna manera, tiene alto IQ, descifró crípticos mensajes y se encargó de avanzar a lo más alto. Por cierto, su nombre clave es en honor a Thomas Edisson, lo cual es una explicación consistente para responder la razón que se le prenda la bombilla arriba de su cabeza. Mide 1,80 y tiene los ojos claros. Indudablemente es el líder del omegaverse.
- Teresa
La chica que se comunica por telepatía y le otorgó el récord a Thomas de ser el novato más breve de todos los tiempos. Con su perspicacia, ella fue co autora de descifrar el código pero al momento de colocar la palabra oprimir en la compu no truncaba, debieron avisarle que debía apretar el botón rojo. Si se hubiera demorado en presionarlo, de seguró todos tendrían varios agujeros aparte del ombligo. Es la más lista del grupo por default, debido a que no hay chicas destacadas en este libro.
- Minho
El corredor que deseguro se inquieta si le preguntas acerca de los sucesos de Tiananmén. Es aquel integrante que apunta a lo alto y golpea en los bajos para sobrevivir. Conoció a Thomas cuando Alby le picó el bicho ese. Digamos que es el mentor del prota, hasta que lo superó en los libros posteriores. Digamos que es el señor sarcasmo de la obra, que si no fuera por sus comentarios, la pandilla caería en la demencia total.
Adaptación al cine
A la hora de adaptar una obra a la pantalla grande, es probable que deban adaptarse al guion para que sea ameno ante el público que no tenga pizca de imaginación. El autor debió revisar los cambios, por lo que se debió aguantar que le suprimieran las trescientas páginas para que quedaran menos de la mitad. Todos los jóvenes debieron tomar cursadas de supervivencia para recrear chozas y escabullirse como serpientes rastreras a la hora de iniciar escenas riesgosas en el rodaje. En particular, la película debió remover los poderes telepáticos porque no se veía bien ante las cámaras. Aparte de esto, dejaron de lado a los escarabajos y en 113 minutos del film era necesario que Thomas recordara su pasado. En el film, el camino del protagonista para ser corredor ha sido más sencillo, bastando arrojar estiércol y talar un par de troncos. La razón de la quita de estas escenas se debió a la idea del director de atraer más suspenso. Y en cierta medida, tenía razón, porque si fuera más fiel, sería mejor ver una temporada de Supervivencia al Desnudo en vez de la película.
En la película, Gally se petetea tras un lanzamiento de Minho que se pasó de lanza con el proyectil. Sin embargo, en la trilogía realmente no murió. El director dijo que para hacer más dramática la escena, debían hacer algo fuerte e inesperado, por lo que no podían perder tiempo en explicar la falsa muerte de Gally. O en otros términos, aplicó la ley del mínimo esfuerzo. En cuestiones estéticas, el libro trasladó al grupete en el Autobús Mágico, cuando en el film los transportaron en el helicóptero de Dinoco. CRUEL no tiene pintados sus escarabajos algo vital para la trama. En cuanto a los personajes, Newt sufrió un cambio en el film al quitarle su movilidad especial. Si esto no le ocasionó una funa del pedazo de plopus ante el séquito de fanáticos de la saga, no sé que más lo hará.
Análisis
Partamos que es una novela juvenil, por lo que no espere palabras complicadas en la obra. Seguido de esto, el ambiente distópico le atrae escenas de intrigas y supervivencia. De acuerdo a los oficiosos en blogs, en resumen, un grupo de científicos se tomaron muy en serio el juego del escondite. La mejor manera que logró el autor para enganchar a los jóvenes es mezclando los aspectos de El Señor de las Moscas y Los Juegos del Hambre en una licuadora. Un mensaje motivador de este libro en particular, es incentivar en hacer ejercicio como los corredores, literalmente corriendo en círculos para alcanzar la salida.
En resumen si un principiante en el género de aventura pretende atraer a sus shanks (no confundir con el pirata ratero de One Piece) y no andar de garlopo con el fandom tóxico con sus shippeos y fanfictions, entonces Maze Runner es un libro recomendado para leer.
Ver también
- Maze Runner: The Scorch Trials
- Maze Runner: The Death Cure
- El resplandor (novela) (Jack Torrance terminó con el pecho frío en un laberinto)