Lamborghini Diablo
Qué jamelgo más rápido, si llego en dos minutos al solar de Dulcinea
Ud. maneja un Ferrari cuando está buscando ser alguien, y un Lamborghini cuando sigue intentándoloEl Lamborghini Diablo es el único automóvil creado a partir de una alianza estratégica poco común: la que estableció el primer dueño de la empresa, Ferruccio Lamborghini (qué casualidad), con ni más ni menos que Don Sata.
Breve introducción
¿Cómo pudo ocurrir esto? Ferruccio, un típico pedante aristócrata de la Toscana, era fanático de los autos deportivos y del té con leche. Acostumbraba comprarle vehículos a Lada un vecino suyo, Enzo Ferrari, a la sazón propietario de un taller de recauchaje y de un topless de poca monta. Ferrari se había hecho fama como reducidor de especies y ladrón de patentes industriales (en sus ratos libres: la mayoría del tiempo se dedicaba a cambiar pañales a sus bebés). Por medio de dichas actividades, completaba los que en esa época eran los autos deportivos más lujosos del mundo. El emblema original de la fábrica era un asino paziente (burro enfermo), buscando darle bajo perfil a sus actividades familiares delictuales.
La mecánica de los autos de Ferrari no era la mejor… digamos que era estándar…… digamos que una bicicleta tiene más tecnología. Ferruccio, cansado de devolverle sus modelos a Ferrari, decidió que ya era momento de hacerse cargo él de su fanatismo por los autos y forma su propia compañía, Lamborghini SdM (stronzo di merda) bajo el lema “Che hanno messo i corni a me” (que me pongan los cuernos) y con el emblema del toro característico (Ferruccio era coleccionista de criadillas).
El pacto secreto
En ese momento juró desbancar a Ferrari y su imperio del recauchaje y los repuestos robados y para ello contactó a una bruja que luego de varios conjuros a base de Grappa, Amaretto y Aceto Balsámico, logra que el Demonio envíe un mensaje a Ferruccio Lamborghini. Minutos después, el italiano recibe un email en su máquina de escribir Underwood:
Muy estimado Ferruccio:<br\> Dí a policía que Ferrari es un reducidor de especies.<br\> Atentamente, tu humilde servidor,<br\> Lucy Fher (AKA Satanás). PS: te dejé en tu velador el cepillo de dientes.
La brillante proposición demoníaca, que ni al más inteligente italiano del Renacimiento se le habría podido ocurrir, fue seguida a la letra por Ferruccio. Horas más tarde aparecieron los carabinieri por el taller de Enzo Ferrari, lo apresan, desmantelan su negocio y a su esposa.
Sin embargo, a pesar del éxito, Lamborghini debió vender a principios de los años ’70 su compañía luego de varios escándalos de faldas, como seducir a la menor de las hijas de Alfieri Maserati por Messenger. En la audiencia ante el tribunal competente Ferruccio señaló que sólo buscaba el éxito de la industria automotriz italiana y tener buenas relaciones con la competencia. Los jueces no sabían muy bien qué significado tenía en italiano la palabra relaciones, especialmente los que rondaban los 120 años. Luego se dio cuenta que situaciones como estas figuraban en una de las cláusulas con letra cuerpo 1,5 que El Maligno incluyó ex-catedra en el contrato del pacto.
Cuando Ferruccio vende la compañía, esta pasa por muchas manos y el año 1988, a punto de quebrar, Lamborghini SdM obtiene por fin el beneficio del pacto que estableciera el fundador con Don Sata: el modelo Lamborghini Diablo que competía directamente con el Fiat Topolino.
Se cumple la profecía
La empresa había tenido éxito también como fabricante de maquinaria agrícola y de vibradores. Fue entonces cuando apareció El Maligno durante una reunión de directorio; allí proyectó un holograma en el cual explicaba detalladamente cómo transformar un tractor en el nuevo modelo Lamborghini Diablo. El directorio aplaudió a rabiar, sacaron cotillón, apareció la grappa y el presidente de la compañía le ofreció a Don Sata el puesto de gerente general. Satán se disculpó aduciendo que tenía compromisos adquiridos con anterioridad y que el Infierno le resultaba más lucrativo.
Un poco decepcionados, los ejecutivos se pusieron manos a la obra para poner en producción el vehículo. Para ello contrataron a Tony Bronson, un verdadero mago que con los restos de un Trabant podía montar un transbordador espacial, como jefe de taller. Su principal crédito fue obtener el primer lugar en el último capítulo Nº 1269 de la serie de dibujos animados Gran Prix.
Cuando el presidente visitó el taller donde se desarrollaba el prototipo, el ejecutivo exclamó: “jamás me hubiera imaginado así el Lamborghini Diablo”. “Tiene razón”, le contestó Bronson, “estamos montando el eje de levas”. Lo anterior evidenciaba el retraso que existía en el proyecto, que había postergado su comercialización en unos 320 años.
El modelo vio la luz –las primeras unidades se guardaban a oscuras- finalmente el año 1988. Se considera al Lamborghini Diablo el modelo más exitoso de la historia de la marca, con 15 unidades vendidas de sus diversas variantes, la última de las cuales fue producida en 1998.
Aspectos técnicos
Este modelo es el único deportivo GT (Gran Tontera) que desarrolla la temible Velocidad Idiota, que permite atropellar a un huracán o a una manada de alces rebanando sus patas en el lugar exacto para ser llevadas luego a la carnicería de turno.
Debido a lo anterior, el fabricante decidió no incorporar marcha atrás en su caja de cambios. La explicación es obvia interesante: el prototipo desarrollaba en marcha atrás la misma Velocidad Idiota. Si se sumaba esta cifra con la velocidad en sentido normal llegamos a cero, lo cual habría sido el hazmerreír de las revistas especializadas, que lo habrían comparado con la rapidez que puede alcanzar el Arco del Triunfo de París en horario punta.
Desde el punto de vista de la conducción, aunque muchos astronautas consideran que el Lamborghini Diablo es fácil de manejar, lo cierto es que el modelo original no era precisamente una pieza de minimalismo. Al parecer los diseñadores se habían inspirado en una planta nuclear para idear el tablero de controles. Con el tiempo fue evolucionando este aspecto y el interior del modelo del año 1998 parecía un triciclo.
Trivia
- Es tal la velocidad que desarrolla este modelo que los diseñadores sacaron las clásicas butacas de auto deportivo y dispusieron camillas en posición horizontal. Muchos pilotos profesionales se sienten incómodos de manejarlo mirando el techo del automóvil.
- El perfil del Lamborghini Diablo es sumamente bajo. Lo anterior no se diseñó de esa forma por razones aerodinámicas. Don Sata exigió que el automóvil tuviera la altura del maestro Yoda en zancos.
- Por políticas de la compañía, el modelo puede ser adquirido sólo por ex propetarios… lo cual significa que existe un único dueño de todas las unidades.
- La existencia del Lamborghini Diablo con su chassis que se ubica a 0,5 centímetros del suelo es una prueba fehaciente de que la Tierra es plana.
- El Lamborghini Diablo incorpora en su equipamiento de confort el tradicional posavasos y además, exclusividad de la casa italiana, un disco plástico en el cual apoyar la pizza.
Variantes
- Diablo familiare: versión station wagon (rural) para ir con los peques de paseo por la Toscana, que incluye una silla de bebé con cinturón de seguridad de tres puntas. En la parte trasera constaba de un coco para el acarreo de una casa rodante que se sorteó durante el lanzamiento de este modelo.
- Diablo papamobile: regalo de la firma a Ratzinger Z, luego que el vehículo utilizado por el Papa Juan Pablo II fuera llevado al museo de cera de Madame Tusseau para incorporarlo a su galería de héroes del rock.
- Diablo piu Diavolo: modelo orientado al death metal, sólo existe en negro y rojo sangre. Va con pegatinas alusivas al Maligno, llamas infernales, discografía completa de esa tendencia y audio a 100 dB.