Lluvia dorada
La lluvia dorada (no se debe confundir con la lluvia blanca) es una enfermedad mental parafilia en donde se orinan en la cara de los demás haciendo que estos tengan un orgasmo. Al ser orinados en alguna parte del cuerpo, es como un bukkake de a uno, con el plus de ser incluso recomendada por los médicos y los ecologistas. Ya que al tomar esos líquidos, orinas y vuelves a tomar y vuelves a orinar. Así estás ayudando al mundo al no gastar agua; reciclando tus desechos, aunque arruinando tu reputación.
La lluvia dorada es perfecta si eres de los que les gusta los juegos de humillación. Además de ser muy sencilla de practicar. Sólo procura que no te caiga en el ojo, porque te quedarás ciego, o ciega. O en su defecto tendrás una miopía severa. ¿Por qué crees que tu mamá usa lentes?
Orígenes
En el año 666 el primer espécimen que practicó esto fue un loco que se subió a un puente a orinar a un santo. Como la víctima era un idiota muy especial creyó que la providencia le obsequiaba una lluvia dorada como señal de su futura prosperidad. Por lo que el santo creyó haber superado el éxtasis del premio lácteo de su camarada San Bernardo.
Variantes de la lluvia dorada
- Con otra persona: Mayormente es una práctica de pareja, en la búsqueda del orgasmo. Al miccionar sobre el ser amado se consolida el sentido de propiedad. Algo que hemos heredado de nuestros ancestros silvestres y que sigue siendo una prueba de la evolución de nuestra especie.
- Con animales: Si bien los novicios en esta tendencia practican meando en el agua del ganado, los practicantes avanzados beben orina de elefante, fresca y calentita. Para estos, Bear Grylls es un párvulo que apenas sabe de los sibaritismos de esta práctica.
- Con sí mismo: Esta es la variante más rara, ya que es muy difícil que una urófila no tenga un novio o amigo que quiera hacerle el favor de mearle. Requiere de cierta puntería y una posición especial de yoga para mear hacia arriba de modo que la lluvia caiga en la cara. De esta curiosa habilidad nació la expresión "¡Zas! ¡en toda la boca!".
- Desde un puente: Ya que esto implica un acto de exhibición pública, antes de hacerlo, asegúrese de que usted no tenga una cosilla de 5 centímetros o si no se reirán hasta en su tumba. Debe practicarse donde no halla autos, ya que estos suelen ir encerados y pierde chiste. Busque un puente bajo el cual vaya a pasar una maratón. Así no solo usted saldrá complacido o complacida, sino que ayudará a refrescar a un deportista. Así se hace patria.
- Urofilia vegetal: Tal como lo lee. Mucha gente practica la urofilia con las plantas. Meando jardines y huertas. Esto es considerado un acto de amor, ya que no solo se complace el meador sino que comparte con la planta lo que viene a ser 95% agua, y agua es vida. Esta práctica se da a la inversa con las palmeras como parte activa entre aquellos que les gusta tomar agüita de coco.
¿Cómo se inicia uno en esta práctica?
Recuerdas el inmenso placer que sentiste cuando un perro te orinó la pierna confundiéndote con un árbol. De acuerdo a los evolucionistas, compartes el 50% de ADN con los vegetales, así que la confusión es comprensible. Pero al punto, si esa experiencia te fue gratificante, felicidades, eres el prototipo de Gene Kelly en "Cantando bajo la lluvia", ya que se necesita ser una persona muy especial para realizar esta actividad.
Impacto en la sociedad
Como todo los bellos actos que tratan sobre los actos reproductivos la lluvia dorada ha llegado a todo el mundo haciendo que la gente beba de los inodoros sea mucho más tolerante con los gustos diferentes.
Hasta incluso ha llegado a Asia haciendo que los dibujos chinos de ojos y bustos gigantes imitaran estos actos de tomar orina de otros o si mismo lo que hace que hasta los nipones tomen orina creyendo que es el "agua de la vida" que buscaba Ponce de León y también practicar "lluvia negra" tomando tinta de los pulpos.
Otras filias sexuales
- Coprofilia
- Necrofilia
- Zoofilia
- Masoquismo
- Masturbación (produce ceguera, pelos en las manos, síndrome de la mano extraña).