Minuto de Dios
Este artículo es un producto 100% chibchombiano. Si sumercé queda más perdido que una uva pasa en un tamal al leerlo, está en el lugar equivocado; así que le recomendamos abrirse del parche. Un mensaje del Ministerio de Incultura de la República de Chibchombia. |
El minuto de Dios es una organización católica sin animales de lucro cuyo origen está en unos cortos de televisión en los que aparecía un cura diciendo majaderías, programa que así a lo bobo lleva más años en antena que los que tiene Matusalén en la entrepierna.
Historia
Los inicios
Inicialmente El minuto de Dios consistía en un lamentable programa radiofónico de un minuto en el cual un cura, el padre García Herreros, decía la primera majadería que se le venía a la cabeza. Lo mismo le daba por hablar de sepso, que de ecología, que del tiempo que había hecho la otra tarde que de fútbol, lo mismo daba. El caso es que se ponía ahí a opinar como si alguien le hubiera preguntado y concluía siempre con una invocación al Altísimo. El programa espiritual venía intercalado entre el informativo y los comerciales de bebidas espiritosas, motivo por el cual ganó una gran popularidad: al principio los oyentes del mismo eran personas adictas a las bebidas de alta graduación alcohólica que solo escuchaban el programa para reirse de lo que decía el cura, pero éste, por medio de un proceso de hipnosis que en nada tiene que envidiar al hipnosapo logró ganar gran popularidad y convertir a los rufianes buenos para nada que le escuchaban en auténticos devotos fanáticos.
Este notable éxito hace que el programa pronto pase a la televisión, diciendo García Herreros cada vez imbecilidades más grandes, debido a su progresivo deterioro neurodegenerativo. Sin embargo por medio de la imagen también su poder hipnótico aumentaba, al poder visualizar los espectadores su mirada de besugo. Por ello para cuando esto sucedía, sus seguidores se radicalizaban mas comenzando a guiar todo en sus vidas en torno a lo que el cura decía día tras día, creándose la tribu urbana tan numerosa conocida como los Minuteros, que los ni los emos o los hipsters les igualan.
La muerte del primer cura y su sustitución
Si bien el cura García Herreros siempre se presentó en público como un luchador por la paz y un adalid de los buenos sentimientos lo cierto es que se rodeó de compañías más bien turbias. Así fue como a cambio de ofrecimientos nunca aclarados consiguió que Pablo Escobar se entregara a la justicia, el cual al hacerlo dijo con cara complacida "Gracias padre, usted es una de las personas a las que debo todo esto", sin que quedase nunca claro a qué se refería el narcotraficante cuando decía esto. Poco tiempo después García Herreros fallecía en medio de unas jornadas gastronómicas, empapuzándose de mute santandereano ¿sería esta aparente muerte natural -y bien gocha- en realidad producto de una venganza del cártel?.
Aunque su fundador había fallecido, las hordas de Minuteros eran ya difícilmente controlables y no se conformaban con la desaparición del programa, del que eran auténticos yonkis. Es por esto que un nuevo cura, Diego Jaramillo, retomó la obra de García Herreros allí donde él la había dejado. El formato no cambió gran cosa: delirios seniles de un sacerdote gagá con extraños poderes hipnóticos y seguidores cada vez más enfervorecidos, fanatizados e incluso violentos.
El barrio Minuto de Dios
Como había que hacer algo con toda esta gentuza, Jaramillo llegó a un acuerdo con el gobierno para construir un barrio en el que alojar a todos los Minuteros incontrolados. Para financiarlo, Jaramillo se valió de sus poderes hipnóticos, no inferiores a los de su predecesor: en cada emisión los rayos de onda corta y la mirada inexpresiva y anodina de Jaramillo focalizaban la atención en la voz del sacerdote, quien recitaba su hechizo con el cual los Minuteros transferían su dinero a una cuenta de banco clandestina. El barrio, que consiste en una cosa a medio camino entre Disneylandia y la mansión de Hugh Hefner goza de las siguientes dependencias:
- Corporación Minuto de Dios, donde todos los que visitan el barrio son
atracadosinvitados a depositar su donativo. - Corporación Universitaria Minuto de Dios, donde se adoctrina a los estudiantes poniéndoles en bucle todos los programas emitidos de El Minuto de Dios.
- Centro de Atención y Servicios al Alumno, donde se facilita a los estudiantes de la universidad todo tipo de sustancias ilegales para sus fiestas universitarias.
- Colegio Minuto de Dios, porque también se puede adoctrinar a los niños.
- Parroquia San Juan Cthulhu.
- Centro Carismático Minuto de Dios, centro neurálgico de gobierno de este barrio distópico en el que todo el mundo puede entrar, pero nadie puede salir.
- Museo de Arte Contemporáneo El Minuto de Dios (MAC), donde uno puede contemplar los cuadros y esculturas más horribles que concebirse pueda.
- Teatro Minuto de Dios, donde se interpretan versiones teatralizadas de El Minuto de Dios. Todas son monólogos y la cosa es algo sosa.
- Museo Padre Rafael García Herreros, donde usted podrá
violarcontemplar la momia corrupta del padre García Herreros, así como todos los objetos de higiene personal que le pertenecieron en vida. - Plaza de Banderas: muestra la admiración del padre Jaramillo por el actor Antonio Banderas.
- Emisora Minuto de Dios Bogotá, para seguir hipnotizando desde la onda corta.
- Librería Minuto de Dios, solo se venden dos libros, la Biblia y una recopilación por escrito de las mejores frases de El Minuto de Dios.
Para los interesados en la versión menos seria y verídica, Wikipedia tiene un artículo sobre: Minuto de Dios |