Pantitlán (estación)

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BanderaMéxico.png Este artículo contiene un chingo de humor mexicano.

Igual y si no le agarras el pedo, lo mejor es ir a México y preguntar, pero si no entendistes el nahuañol de los mexicanos, ya te chingaste.

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Descripción gráfica, a grosso modo, y gloriosa, de la que hasta ahora es la cola de la serpiente de mil cabezas, es decir, el Metro de la Cedemequis

Pantitlán

Cita3.png"Ninguna escuela de arte conocida había alentado la creación de este terrible objeto, pero cientos e incluso miles de años parecían estar marcados sobre su oscura y verdosa superficie de piedra cuya identificación resultaba imposible."Cita4.png
H.P. Lovecraft acerca del cruce de las 4 líneas en Pantitlán.
Un día tranquilo y sin tanta gente (y es en serio) en la línea A de Pantitlán.

La terminal del metro Pantitlán, también conocida como Pantimediatlán, Tzompantlitlán, El hoyito de tu hermana del diablo, o Tierra de Nadie, es el pináculo del Metro de Chilangolandia. Si bien no fue la primera terminal construída, hasta la fecha es la que más líneas retuerce cual cola de Rey Rata, y la que concentra más cantidad de seres monstruosos que, al salir de la misma, mágicamente se convierten en una especie subhumana genéticamente relacionada cono los Homo Sapiens. Ha sido objeto de estudio ya que por su conformación los científicos y expertos no se ponen de acuerdo en cuanto a la antigüedad y materiales utilizados para su construcción; sin embargo, en este serio artículo, se tratará de poner los datos más objetivos posibles, sacados de evidencia irrefutable tras décadas de análisis, observación, y experimentación.

Algo que casi nunga sucede, pero si te pasa, córrele a jugar al Melate.

Esta finisterra del metro une cuatro líneas, tres muy importantes y otra de chocolate (aunque no tenga ese color), a saber: la rosa gei que fue la primera en construirse, la café caca, que sirve de versión "simi" de la rosa y se atasca terriblemente entre actividades godinezcas y conciertos en el foro sol y el palacio de los rebotes, la A, aquella que fue la primera en internarse en las Tierras Baldías del establo de México y lleva a toda la chunda banda a sus jacales que seguido se inundan cerquita de Neza y Chalco, y la línea amarillo neón, un tanto irrelevante pues, a pesar de tener sus momentos de atasque, la mayoría de sus usuarios son o empleados del AICM que van a lavar los excusados, o chavitos que le hacen a la mona de guayaba mientras se suben a los vagones a presumir su costosa colonia o perfume de lana...de lanaturaleza, ya que a eso huelen normalmente. Como se verá en secciones posteriores, Pantitlán ha roto muchos récords aunque los fresas del libro de récords Guiness no quieran reconocerlos, sin embargo, cualquier mexa que haya estado aunque sea un ratito en esta terminal mazacotosa, podrá confirmar que toda la información aquí vertida es verídica. No está de más advertir que la lectura de este artículo puede ser un gran disuasivo para foráneos en su deseo de residir en la cemequis, sin embargo, los expertos aseguran que, una vez que quienes migran a este agujero se acostumbran, es en el momento en que ya están muertos por dentro y entonces las circunstancias abajo descritas ya no les afectan en gran medida.

La vista que hace que se le afloje el mastique a cualquier mexicano que se precie de serlo, pues ya sabe que dentro de esa perversión de formas existe la entrada al inframundo.

Historia

Antecedentes

Ciclópeas estructuras encontradas durante la excavación de la terminal.

La que fue la primera línea del metro en Mexicalpán de los Mecapaleros fue concebida originalmente nomás para que los visitantes a los Juegos Olímpicos de Tlatelolco 1968 no se llevaran la mala impresión de que en el entonces Distrito Federal todavía andábamos en carretas jaladas por burros y tranvías viejos promocionando chelas, o canales de agua que llegaban al centro con verduras donde te sientas, no señor, la ciudad debía tener al menos una pequeña línea de metro que sirviera de conecte para algunas de las sedes deportivas y para que el oriente y el poniente se unieran en un glorioso despliegue de ingeniería; es por esto que se construye el primer tramo de la línea 1 del gusanito naranja, nanananana, gusanito ciudadano, la cual tenía como terminales Chapultetrepo y Sara Goza cuando la dedean; al principio parecía ser suficiente, pues ya con eso se satisfacían sexualmente las necesidades transporteriles de gran parte de la población, sin embargo, con la migración masiva del campo a la ciudad lidereada por Héctor Suárez, alias El Milusos, el boom poblacional empujó, cual pinga arrempujando los frijoles, a las autoridades a hacer crecer el sistema de transporte para poder llegar más lejos hacia las zonas que poco a poco iban gangrenando la otrora verde y/o húmeda tierra que fueran las riberas del lago texcocano, ya que la nueva banda indígena que ahí se asentó acabó con todo lo verde y ahora nomás le hacían al puro cemento (del gris y del amarillo). Es entonces que se decide ampliar el túnel rosita fresita de Chapultetrepo a Observatorio y de Zaragozalosabroso, hasta donde, en los tiempos del lago de Tezcuco, había unas banderitas que advertían a los nativos de un remolino causado cada vez que Moctezuma le jalaba a la taza del baño, remolino que se tragó a muchos mexicas, pero que no pudo ser usado en contra de los europeos pues ese día justamente se había tapado.

Justo en la zona en la que se pensaba construir la terminal, al momento de vaciar el lago y quitar toda la maleza (y la bueneza también), fue encontrada una enorme y ciclópea estructura que aún al día de hoy se debate su edad, pues hay quien la data en miles de años y quien asegura que tiene eones de haber existido; una estructura fosilizada que no se sabe si es de los Dioses Antiguos como Cthulhu, o una nave Zentraedi estrellada antes de que la humanidad viera la luz por primera vez. Dada la incapacidad de retirar los enormes bloques y pasillos ya construídos, se decidió reutilizarlos para la terminal de la línea 1; una vez construída, se dio el mismo fenómeno advertido anteriormente en Zaragozazaza, yakuza, yakuza, en el que de repente comenzaron a arremolinarse cual cucarachas, transportes provenientes de las polvorientas zonas invadidas recientemente en el ahora desecado lago (de pedo); Pantitlán comenzó a ser usado como nodo de concentración para toda la banda que llegaba a chambear a la ciudad, ya que los previsores gobernantes no previeron que fuera a poblarse tan densamente la zona conurbada, además de no querer invadir Tierra de Nadie con sus obras del metro, ya que el Ojo de Zurrón (la cima del Peñón Viejo) amenazaba con tumbárselas si se atrevían a internarse en sus dominios.

El camino al apocalipsis

Más tarde, al ver que la línea 1 no era suficiente para cubrir las demandas de unión unida oriente-poniente, se decidió hacer, corriendo de forma paralela, la línea 9 café caca, considerándola la versión "express" (y pirata) de la 1; debido a esto, Pantitlán creció en extensión, y aunque los arquitectos e ingenieros intentaron darle orden y ortogonalidad a las nuevas estructuras, los jeroglíficos grabados en piedra tuvieron un efecto en sus mentes, lo que les hizo perder la razón pues por motivos inexplicables ya no podían diseñar más que con geometría no euclidiana, caótica y en extremo, y la obra nueva acabó replicando las titánicas y antiguas construcciones en las que se basó la terminal originalmente. El mismo caso se daría para la terminal de la línea 5, el cual parece como escaleras de M.C. Escher pero en versión viaje con Peyote.

Tras lo anterior, el paradero de autobuses chimecos y combis saturadas como coche de payasos (donde a pesar del tamaño caben hasta 50) siguió creciendo desproporcionadamente, haciendo parecer al en aquel entonces llamado, "pulpo camionero", como el mismísimo Cthulhu, y con lo consiguiente, la mancha urbana que comenzó en las tierras de Chalco de los Quesos y las cremas, y en Neza, se iba acercando peligrosamente a internarse en los confines del Distrito Federal.

Las consecuencias fueron devastadoras, pues por ejemplo, la zona de manantiales donde se ubicaron varios balnearios a lo largo de la avenida Zaragozadera, fueron desapareciendo poco a poco, y así ya no se podía invitar a unas amiguitas y enseñarles cómo hacer "bucitos" o nadar de pecho o de ranita; algunos hospitales para loquitos que habían sido construídos en esa zona por la extrema tranquilidad (y para que nadie escuchara los gritos de tortura a los que eran sometidos) también tuvieron qué cerrar, sobre todo cuando la invasión urbana se comió las faldas del Ojo de Zurrón (El Peñón viejo) y este perdió poder.

¡Date prisa Gokú! Los paracaidistas invaden la avenida Zaragoza

Tras ese suceso, por fin se pudo construir la línea "A", la de color violeta, para acercar al metro ahora sí, a la zona de las Tierras Baldías, o lo que es lo mismo, Chalco; aunque eso sí, las autoridades del Distrito Federal no se quisieron arriesgar y arreglaron todo para que fueran las autoridades del Establo de México las que hicieran tan magna obra, sobre todo por si Zurrón se despertaba o revivía. Esto trajo como consecuencia que Pantitlán creciera en extensión, caos y concreto, nuevamente con una arquitectura retorcida digna de una novela lovecraftiana, la cual, según advierten místicos y uno que otro orate que predica en el zócalo, que vista desde el aire tiene una forma tal que, cuando las estrellas estén alineadas, brillará el Símbolo Antiguo y el caos será liberado, y a la humanidad se le fruncirá el asterisco al ver a las horribles creaturas que saldrán del subsuelo para devorarlo todo.

Hasta la fecha, la terminal sigue multiplicando exponencialmente las redes de transporte que la alimentan, incluídas las super bien planeadas y nada improvisadas líneas del Mexibús, cuyas paradas dentro de la terminal son tan difíciles de encontrar que para cuando llegues a ellas, ya te habrán asaltado y matado como 5 veces.

Flora y Fauna

Pantitlán es en sí un bioma, y es por eso que es digna de un artículo para ella sola; muchos zoólogos y botanistas (que estudian las botanas) de todo el mundo han venido a la terminal y han incluso descubierto nuevas especies de plantas y animales, así como, increíblemente, subespecies humanoides; la siguiente es una lista que concentra a los seres horribles que circulan, e incluso, moran dentro del mítico fin de la línea:

  • Tu mamá
  • Tío1.jpg
  • Albinos con rasgos indígenas: Se trata de seres que han perdido incluso el sentido de la vista tras décadas de vivir bajo tierra y que extrañanmente tienen características faciales que asemejan a tribus nativas; en realidad se trata de paisanos que se perdieron en las otras líneas y, la falta de sol y los cancerígenos tubos de neón, fueron blanqueando sus rudas pieles morenas. Generalmente se dedican a alimentarse del limo que se forma en las antiguas estructuras de la línea 1, así como de ratas gigantes, pobretaxos (botanas de chetos de plástico, palomitas y cueritos) y de coca y chelas.
  • Citas de Tinder: Si quieres que la morra o el vato con quien hiciste match en Tinder se parezca lo más posible a las fotos, es mala idea verse en Pantitlán; puede que sea la misma persona, pero los arrempujones, el calor humano y la radiación eléctrica de las vías pueden tener un enorme impacto en su aspecto, tal y como en la imagen adjunta.
    Si de verdad quieres generar una buena impresión, nunca de los nuncas quedes de verte en Pantitlán con tu match.
  • Ratas de dos patas: No se trata de los típicos rateros de fuera de la red del metro; más bien son ratas mutantes que, por supervivencia, evolucionaron en roedores humanoides parecidos a Brayans y Kevins; te darán baje con todo lo que tengas antes de que puedas llegar al transbordo o salida más cercana.
  • Ancianos deportistas: Estos especímenes se pueden encontrar precisamente cuando tienes más prisa y debes subir o bajar por alguna estrecha escalera; estos dulces ancianitos y ancianitas compiten por ver quién baja o sube más lento las escaleras, armados a veces con bastones o, en otros casos, agarrándose del barandal; obstruyen a los usuarios que vienen detrás para que no se pierdan del espectáculo, y el ganador siempre se lleva el honor de ser abucheado por toda la banda que ya perdió su trabajo por llegar tarde al mismo.
  • Vendedores zombies en locales: Estos se encuentran especialmente en los expendios de pan Bimbo caducado, y se les puede identificar por su mirada perdida y semblante general de que están muertos por dentro; te venden panes empacados ya con hongos y moho a tan sólo diez pesitos por si se te olvidó empacar lonche y estás en fin de quincena/mes.
  • Vendedores ambulantes: En contraste a los anteriores, estos parecen estar en un constante estado de alerta en el cual voltean el cuello constantemente para evitar que los tiras les quiten sus chácharas que venden a diez pesitos. Suelen llevar toda su merca en sendas mantas de tela gruesa que extienden en el piso o en lonas de plástico, las cuales convierten en prácticos costales cuando ven que la autoridad viene a llevárselos a la delegación. Sus pulmones y cuerdas vocales han evolucionado de tal forma que pueden emitir gritos anunciando su mercancía a más decibeles que los de un avión a reacción; suelen reunirse o agruparse de forma defensiva en los andenes de la línea A, haciendo bulto para que los cuicos no puedan hacerles nada si los sorprenden vendiendo merca en los vagones.
  • Elementos de seguridad: Son quienes se supone que deben mantener el orden dentro de la terminal, pero dada la influencia maléfica de los extraños efluvios lovecraftianos que las paredes emanan, se dedican ya sea a estar echando chacota con sus compañeros, o a arrestar a quien no deberían nomás para ganarse una lanita extra. Algunos suelen estar coludidos con las ratas de dos patas mencionadas en los puntos anteriores, o con doñas gordas que te acusan falsamente de acoso sepsual para extorsionarte.
  • Turistas despistados: De vez en cuando, aunque no es frecuente, podemos ver a uno que otro güero en shorts y chanclas, lentes oscuros, cámara caritzima de París en el cuello y mochila de alpinista deambulando por los pasillos de la estación, pues ingenuamente consultó Maps y creyó que llegar a la Terminal 2 del Aeropuerto (que está súper cerca de Pantitlán) iba a ser igual que en su país nórdico de origen, pues "transpourte público ser segurou y ecologicou". A veces pueden ser víctimas de los especímenes anteriores, ya sea porque los atracan o porque les venden chucherías a precios exhorbitantes.

Curiosidades

  • En algún momento de la historia esta terminal sirvió como una especie de aduana para entrar al Establo de México y a la visconversa al DF, pues para acceder a la línea A, o desde la A hacia las otras, tenías qué pagar otro boleto, además de mostrar pasaporte, visa, certificado de vacunación contra la rabia y acta de defunción.
  • Muchos funcionarios de los primeros tiempos de cuando se inauguró la terminal aún deambulan por ahí, pues nunca encontraron la salida. Actualmente se han mimetizado con los indigentes que viven entre las columnas y los huecos de los bajopuentes.
  • Tal como se mencionó anteriormente, esta terminal está muy cerca de la Terminal 2 del Aeropuerto, aun así, desaconsejamos su uso para llegar ahí (a menos que seas godín que chambea en ese lugar), a menos que te gusten las emociones extremas o te guste viajar ligero de equipaje.
  • Si te persiguen unos ratas, acepta tu destino y no intentes encontrar la salida, pues el paradero de afuera es un conjunto de miasmas tóxicos del que salen creaturas aterradoras que sacarán el relleno con su grito de "¿no me das la hora, carnal?"