Secuestro

From Inciclopedia
Jump to navigation Jump to search

Un secuestro es un acto de privar a alguien de que vea la luz del sol durante una tiempo. Se suele emplear para conseguir una recompensa a cambio de la persona secuestrada. Los que se dedican a este impopular trabajo se conocen como secuestradores u hombres del saco. Los secuestradores suelen ser individuos solitarios y misteriosos, y sólo se agrupan entre ellos en época de reproducción. Más adelante veremos el perfil de un secuestador y aprenderemos a evitarlos.

El secuestrador en plena acción.

Tipos de secuestro

Si te pillan secuestrando, te pondrán estos bonitos brazaletes una temporadita.

Existen 874566,23 maneras de secuestrar. Estas son algunas de ellas:

  • Secuestro exprés: ¡¡Cogesundesconocidopidesrecompensa!!
  • Secuestro animal: Se secuestra la mascota (Perro, gato, etc.) de alguien con dinero.
  • Secuestro Virtual: Lo mismo que un secuestro normal, pero necesitamos un teléfono (previamente deberemos habernos leído el incilibro de cómo llamar por teléfono) para acojonar y gastar bromas teléfonicas.
  • Secuestro de vehículos: Robamos un vehículo y pedimos una recompensa para devolverlo; pueden ser coches, autobuses, motos, un carro del supermercado, aviones, etc.
  • Secuestro paterno: Cuando tus padres te requisan algún objeto valioso, y no te lo devuelven hasta que no hagas los deberes o cortes el césped del jardín.

NOTA: Es recomendable mantener al rehén alimentado a base de alimentos comestibles, porque si muere es más complicado obtener alguna recompensa.

El secuestrador

En este caótico y sensual mundo, lo más dificil, después de terminar el Tetris, es adivinar si una persona es un secuestrador.

Perfil de un secuestrador

Este es otro buen método para que el secuestrador no te pueda reconocer.
Así te secuestraran si trabajas en un circo espacial.

Suelen ser personas con un grado de inteligencia elevado (o no), capaz de planificar, organizar y ejecutar el secuestro. Observan y siguen a la víctima para estudiar sus movimientos y saber cuándo será el momento de menor riesgo para realizar la acción. Los secuestradores acostumbran a ser más peligrosos que un tiroteo en un ascensor, pero a veces puede tratarse de una persona amable que lo único que quiere es que le presten un poco de antención; en este caso nos dejaremos secuestrar por compasión. Para no llamar la atención, también pueden utilizar herramientas de camuflaje: maquillaje, máscaras, una nariz roja y redonda, disfraces variados, etc.

Cómo evitarlos

No pasear a solas por parques, callejones o fábricas abandonadas. También es recomendable no aparentar poseer una gran riqueza. Los niños pueden ser un blanco fácil, así que es recomendable vigilarlos en todo momento. Llevar un spray antiviolación para rociárselo en la cara puede ser de gran ayuda.

Zulo

Un zulo es el reconfortable y bonito lugar donde el secuestrador esconde a sus presas. Suele tener un tamaño menor comparada con las otras habitaciones, pero hay de todo. Estos son algunos de los zulos más usados por los secuestradores:

Recompensas

Esta es una recompensa aceptable.

Este es el objetivo del secuestro: una recompensa. Los que quieren recuperar al rehén son los que ofrecen la recompensa (dinero, obviamente). A cambio, el secuestrador entregará amablemente al rehén. A partir de entonces, el secuestrador suele fugarse o esconderse para no ser arrestado. Algunas de las estrategias más utilizadas por los familiares y/o amigos del pobre secuestrado son:

  • Tocomocho: Maletines rellenos de billetes del monopoly. Se recomienda colocar en la parte de arriba dinero de verdad, por si al secuestrador le da por echar una ojeada al interior de la saca para regodear su impúdica vista.
  • Difusión de la Responsabilidad: "En realidad, casi no le habíamos cogido cariño aún".
  • Técnica Mel Gibson: Sólo para millonarios aburridos poco apegados a la realidad y con ganas de hacerse famosos.

Síndrome de Estocolmo

El síndrome de estocolmo es un estado mental al que llegan los rehenes donde llegan a ayudar a los secuestradores. Los rehenes no oponen resistencia y ayudan a su captor a eludir el férreo acoso de la siempre eficiente policía. En ocasiones, la relación acaba en matrimonio, y posteriormente en alguna orden de alejamiento por denuncias de maltrato de género. English (Fork)