Umpa Lumpa
Los Umpa-Lumpa son una raza de Umpa-Lumpa llamada Umpa-Lumpa que umpalumpean umpalumpeando. En un principio vivían en su keli, alejados de los humanos hasta que un explorador llamado Willy Wonka los encontró y lo umpalumpearon[1] a cambio de chocolatinas y así ponerse rechonchillos. Son muy dados a celebrar algo umpalumpando canciones que adivinan el pasado.
Historia
La verdad es que estos seres tienen la misteriosa capacidad de hacer historia, a diferencia de, por ejemplo, los humanos, que directamente la tienen en vez de crearla. Lamentablemente, no está muy documentada y pocos datos precisos se pueden dar sobre ella desde antes de que liberaran a Willy.
Prehistoria y Edad Media
Varias fuentes umpalumpean que sus raíces provienen de los antiguos y legendarios gnomos de Mesopotamia, que un día, hartos de ser gnomos, decidieron ser más originales y tener su propio territorio, así que abandonaron sus quehaceres, se proclamaron independientes y se cambiaron el nombre. Aunque umpalumpamente no se suele ser aceptada esta conjetura.
Otras fuentes mayormente aceptadas y fidedignas umpalumpan que en verdad los Umpa-Lumpas provienen de [las cuevas de Moria, sucediendo que cuando en la Edad Media se acabó el Mithril y fueron abandonados por Blancanieves, se les había acabado el trabajo, y los enanos decidieron hacer el umpalumpa por el resto de sus días. Lo que no sabían era que esto no iba a ser posible eternamente.
Willy Wonka
Una soleada tarde de domingo, mientras los Umpa-Lumpas umpalumpaban a la guarida, un extraño ser se adentró en el poblado ataviado con una llamativa chistera color rosa y unas extrañas gafas que, según pudieron conocer posteriormente, le permitían contemplar a los pequeños personajes en paños menores. Willy Wonka (porque así se llamaba el susodicho) les hizo una oferta que no pudieron umpalumpear, principalmente porque lucía un cinturón explosivo y unas cuantas granadas de mano que aumentaban en gran medida su capacidad de persuasión. Tras estampar sus huellas dactilares en un contrato de chocolate blanco que fue rápidamente ingerido por el propio Wonka, los Umpa-Lumpas sellaron un contrato vitalicio por el que se comprometían a colaborar activamente en la fábrica de chocolate del extraño visitante a cambio de una manutención exclusiva a base de azúcar y colorante, y de no ser exterminados inmediatamente con una bomba racimo de Peta Zetas.
Traslado a la fábrica de Willy Wonka
- Véase su artículo principal: Charlie y la fábrica de chocolate
Un autobús escolar de color amarillo de cuarenta plazas conducido por el propio Wonka sirvió para umpalumpear a los trescientos trece Umpa-Lumpas a su nuevo lugar de trabajo. Cincuenta de los Umpa-Lumpas tuvieron que ejercer de fuerza cinética desde la parte trasera del vehículo, en parte porque el habitáculo carecía de las dimensiones adecuadas para dar cabida a tanto ocupante, y en parte porque el autobús no disponía de motor. Una vez en el punto de destino, se pudieron umpalumpear en seis habitaciones dobles con todas las comodidades, derecho a cocina comunitaria y pozo negro que también podía hacer las veces de piscina en los umpalumpeantes meses de verano.
Trabajo
Todos los Umpa-Lumpas recibieron rápidamente las instrucciones pertinentes acerca de los trabajos que debían umpalumpear en cada caso, así como un cursillo de trece minutos sobre Prevención de Riesgos Laborales impartido por un anciano koreano en silla de ruedas con principio de Alzheimer. El representante sindical consideró justa la firma del contrato que estipulaba una jornada laboral de veintidós horas y el salario correspondiente a dos quintas partes del sueldo mínimo oficial en Uzbekistán. A cambio, se les permitió cantar en horario de trabajo, siempre que en las canciones no se umpalumpeara la palabra "Dentista". El seguro dental tampoco fue incluído en el Convenio, por razones obvias.
Canciones
Las canciones Umpa Lumpa tienen la curiosa característica de adivinar un catastrófico pasado, lo que normalmente suele llegar bastante tarde como para poder prevenirlo. Cuando comienzan a cantar, siempre en grupos de 15 o más, mágicamente comienza a umpalumpear la misma música de Reggaetón (La Gasolina o el Chiki-Chiki, que son la misma). Aunque claro, detalle importante: cambian la letra.
Una de sus composiciones más famosas es esta:
Cavar, cavar, cavar, cavar
En la mina quiero yo
Cavar, cavar, cavar, cavar
No acabas, nunca, no
Quien cava más muy rico es
Si tú al pico das
Al derecho y al revés
Y al cavar, y al cavar
Con afán, con afán
Otros mil diamantes van
Cavar, cavar, cavar, cavar
Cavar del sol a sol
Más todo puedes arruinar
Si pierdes el control
Diamantes hay un buen montón
Y rubíes, miles, un millón
Y aunque sin saber
Por qué razón
Cavamos con ilusión
Ay ho
Ay ho
Ay ho, ay ho, ay ho
Ay ho, ay ho, la hora ya llegó
Ay ho, ay ho, ay ho
Ay ho, ay ho, a casa vuelvo yo
Ay ho, ay ho
Ay ho, ay ho, ay ho, ay ho
Ay ho, ay ho, ay ho, ho
Ay ho, ay ho, el sol ya se ocultó
Ay ho, ay ho, ay ho
Ay ho, ay ho, a casa vuelvo yo
Ay ho, ay ho, ay ho
Ay ho, ay ho, el día ya acabó
Ay ho...
Referencias
- ↑ del verbo umpalumpear, se conjuga igual que el verbo saltear y significa lo mismo que el verbo pitufar