Usuario:ArreKarallo/Fulano
Don... Don... ¡Don Fulano de la Mancha!......... no...
Personaje popular e inmortal que aparece en toda conversación por ser un experimentado habitante del mundo.
Vida
El primero de entre sus hermanos, Mengano y Zutano, todos de un padre diferente, Fulano nació en el seno de una humilde familia nómada, los de Tal, mientras su madre, llamada Fulana, buscaba un sitio donde tirarlo alumbrarlo.
Nacimiento
Perdida como andaba la madre de Fulano por el mundo, las contracciones la pillaron en mitad de la nada. Se acercó a un establo para dar a luz, pero otra familia la ocupaba y el hombre, con barba larga y un bastón muy largo, los echó fuera aún habiendo sitio detás de una mula y un buey que tenían al fondo. La madre de Fulano se enervó y defecó verbalmente en la Virgen a lo cual la señora de la otra familia, también encinta, reaccionó como si de un insulto personal se tratase lanzándose al suelo embarrado a luchar mientras el marido bramaba y silbaba de excitación.
Entre tirones de pelo y gatunos arañazos, nacieron ambos niños en el año 0 no en un pesebre, sino directamente sobre el barro.
Niñez
Fulano creció siendo Fulanito. Sus padres decidieron dejar de nomadanear y hacer el tonto en general y encontraron un lugar entre romanos donde el pequeño Fulanito pudiera o pudiese hacer muchos amiguitos. Y los hizo, pero demostraban su profunda amistad riéndose de él constantemente: era corto de entendederas. De esa forma, caía 20 veces seguidas en la broma de ¿Que le dice el pez pequeño al pez grande? o en la de Mira, tienes una mancha aquí.
Su fama se fue extendiendo de tal modo que de una forma o de otra, ya sea por bueno o por tonto, al final siempre acababa pagando por los demás:
- ¿Quién ha hecho esto?
- Ehmmm... Fulanito
- ¿Qué Fulanito?
- Fulanito... de Tal
Y así fue como Fulanito fue usado por todos cuando no querían decir la persona en concreto.
Pubertad
Fulano (o Fulanito todavía para su madre) fue creciendo en el medievo al ritmo de sus pelos.
Entre las chicas era muy popular, pero sobre él caía el peso de toda una maldición: la de ser querido sólo como amigo.
Ya se sabía que el pobre chaval no daba mucho de sí, así que se lo tomaba totalmente en serio y como el mejor amigo se comportaba en vez de llamarlas zorras, como todo el mundo. Ellas, por su parte, hacían su vida picando de flor en flor, lo mismo que los demás chicos, que tomaban la flor de ellas con gusto. Sin embargo, cuando una de ellas era pillada por su actual novio en una mala excusa, siempre había un nombre en común en boca de todas: Estaba con Tal Fulano y allá iba el pobre Fulano al hospital gimiendo con innumerables gallos de voz pubertosa de las palizas que recibía de mancillados mozos.
Esto hizo a Fulano ganarse la fama de cabrón mujeriego y no le quedó más remedio que marcharse a otro lugar si no quería morir por fallo multiorgánico. Sin embargo, en todos lados le ocurría lo mismo, así que terminó recorriéndose medio mundo, sobreviviendo de limpiabotas.
Juventud
A base de hostias todo el mundo aprende, dice el refrán. Pues aplicado a Fulano dio sus frutos: dejó de ser un pringao para convertirse en un gran cabroncete sin escrúpulos.
Todo empezó al descubrir, tardíamente, de la profesión de la madre, que le produjo un desequilibrio mental extremo que lo llevó a ser nombrado de forma despectiva en todo el mundo.
Actualidad
Se ha sabido que ha tenido descendencia. Sus hijos han tomado su última forma de vida perra como preceptos inamovibles y extienden la actitud "Fulana" por doquier.