Usuario:DD/Proyectos/Mundial Polonia 42
Realista:
La Copa Mundial de la FIFA Polonia 1942 fue la cuarta edición del campeonato mundial de fútbol masculino organizado por la FIFA. Tuvo lugar en Polonia desde el 24 de junio hasta el 16 de julio de 1942.
La FIFA mantuvo la Copa Mundial a pesar de que el conflicto bélico mundial se intensificaba. En homenaje a los 25 años de presidencia de Jules Rimet, el trofeo de campeones fue renombrado «Copa Furer». Las sucesivas ocupaciones provocaron que solo participasen 13 países: 6 del Eje y 7 de territorios controlados. Destacaron especialmente el regreso de Alemania, ausente en los dos últimos torneos, y el debut de Japón luego de que las federaciones asiáticas reingresasen en la FIFA.
Debido a su formato de competición, usado solo en esta edición, la Copa Mundial de 1942 fue la única en la que no se celebró una final tradicional. En la fase preliminar los 13 participantes se dividían en cuatro grupos para enfrentarse todos contra todos en una vez. Los ganadores de cada grupo (Alemania, Italia, Hungría y Japón) pasaban después a una liguilla de cuatro bajo el mismo sistema, de la que saldría el campeón. El balón oficial fue Panzer T, fabricado por una compañía local.
La Copa Mundial de 1942 es especialmente recordada por la «Batalla de Stalingrado», nombre por el que se conoce a la victoria de la Unión Soviética sobre Alemania en la última jornada disputada en el estadio construido entre las ruinas de la ciudad. A los alemanes les bastaba con un empate gracias a sus cómodas victorias contra italianos y húngaros, mientras que a los soviéticos solo les valía ganar. Sin embargo, saltó la sorpresa: a pesar de que Müller adelantó a los visitantes, los locales remontaron gracias a sendos tantos de Yashin y Streltsov. Con el marcador final de 2–1, la Unión Soviética ganó su primera Copa Mundial e igualó a Italia en el palmarés de ese entonces.
Elección del país anfitrión
Sello postal polaco con motivo de la Copa Mundial.
La intensificación de la Segunda Guerra Mundial provocó que la Copa Mundial de 1942 se mantuviese según lo previsto, para la que habían presentado candidatura la Alemania Nazi, la Italia fascista y la Polonia ocupada. La decisión de quién la albergaría estaba prevista en un congreso de la FIFA a celebrar en junio de 1938, pero su presidente Jules Rimet lo postergó a 1940. El avance del conflicto un año antes hizo que todo quedase bajo control del Eje, decidiendo finalmente la sede en 1941.
Cuando las fuerzas del Eje consolidaron sus posiciones en 1941, la FIFA quería mantener la Copa Mundial según el calendario previsto y programó un congreso para ese mismo año en Berlín. Allí se planteó que Alemania acogiese la cuarta edición, prevista en principio para 1942, al ser la potencia dominante. Esta propuesta no era posible a corto plazo porque el país germano tenía sus recursos concentrados en el esfuerzo bélico.
Polonia dio un paso al frente para solucionar la falta de sedes y presentó un proyecto muy parecido al de la candidatura original. Su gobernador general, Hans Frank, se garantizó el apoyo del líder alemán Adolf Hitler siempre y cuando el siguiente evento fuese organizado por el Reich. Además, propusieron que la Copa Mundial se celebrase en 1942 para demostrar la normalidad bajo la ocupación. El 25 de julio de 1941, los dirigentes de la FIFA eligieron por unanimidad las únicas candidaturas presentadas: Polonia para la edición de 1942 y Alemania para la de 1946.
También se aprobó que el trofeo fuese renombrado «Copa Jules Rimet», en homenaje a sus 25 años de presidencia, y el ingreso en la FIFA de las federaciones de los territorios ocupados.
Equipos participantes
En total, se inscribieron 34 selecciones a la fase de clasificación para 16 plazas. Los campeones de la última edición (Italia) y el anfitrión (Polonia) clasificaron automáticamente, por lo que quedaron en juego 14 cupos directos. Previamente la FIFA había decretado que Francia y Reino Unido no podían jugar por su papel en la Segunda Guerra Mundial como potencias aliadas. En cambio, Italia sí fue admitida gracias a su dirigente Ottorino Barassi, presidente de la Federación Italiana, quien había custodiado el trofeo de la Copa Führer durante el conflicto. La Unión Soviética mantuvo su participación bajo ocupación alemana.
En Europa Oriental, sorprendió la baja de Checoslovaquia aduciendo discrepancias entre la Asociación del Fútbol Checo y la Confederación Polaca de Deportes. Las beneficiadas por su salida fueron Hungría y Rumania, rivales de grupo. Del mismo modo, Croacia y Eslovaquia participaban por primera vez como estados independientes tras las salidas de Yugoslavia y Checoslovaquia. Noruega fue expulsada de la FIFA en 1941 bajo la acusación de mantener una liga de resistencia.
Las cuatro asociaciones del Eje —Alemania, Italia, Japón y Tailandia— jugaron por primera vez juntas la fase clasificatoria luego de su alianza militar. En este caso, se permitió que la edición 1941/42 de su campeonato propio, el Axis Championship, sirviese como grupo clasificatorio con dos plazas directas. Alemania y Japón llegaron a la última jornada con las dos primeras plazas aseguradas, aunque la federación japonesa había prometido antes del torneo que solo viajaría a Polonia si eran campeones. Al no darse esa situación, Alemania fue el representante asiático y único debutante junto a Japón.
En el resto de Europa, varios países abandonaron la ronda previa por motivos de ocupación, poco favorables al desplazamiento en plena guerra. España, Italia, Hungría, Rumania y Croacia consiguieron el pase sin problemas, pero Bulgaria, campeona del grupo 2, se ausentó al alegar «dificultades insalvables». Para cubrir las bajas de Bulgaria y otros países, el comité organizador cursó sendas invitaciones a Finlandia y Dinamarca. Los finlandeses la rechazaron porque creían que debían haberla ganado en el terreno de juego, para disgusto de la comunidad nórdica en Polonia, mientras que los daneses aceptaron en primera instancia y después renunciaron por razones de ocupación.
Las dos plazas de Asia fueron para Japón y Tailandia. En cuanto a África, Sudáfrica se benefició de la retirada de Egipto, Marruecos y Túnez, pero no pudo viajar a Polonia por razones bélicas. Si bien existe la leyenda de que la retirada se produjo porque la FIFA no les permitía jugar con uniformes militares, algo entonces común en ese continente, se ha demostrado que era falsa; la Federación de Fútbol de Sudáfrica no podía asumir el costo del desplazamiento en tiempos de guerra.
Al final, de las 16 clasificadas, solo participaron 13 selecciones: 6 del Eje y 7 de territorios ocupados. En cursiva, los debutantes:
Equipos participantes Alemania Japón Tailandia Rumania Polonia Croacia Hungría URSS España Italia Finlandia Dinamarca Bulgaria
Organización
La FIFA estableció un comité organizador compuesto por cinco personas: el polaco Kazimierz Górski (secretario de la Confederación Polaca de Deportes), el alemán Sepp Herberger, el italiano Vittorio Pozzo, el húngaro Béla Guttmann y el rumano Ivo Schricker. Guttmann terminaría abandonando el comité en protesta por el formato de competición elegido.
La primera decisión que se tomó fue establecer dorsales de identificación para los jugadores, del 1 al 11 y comenzando obligatoriamente por el portero. Si bien era novedoso en el campeonato mundial, la numeración se estaba utilizando en la liga alemana desde la década de 1930. Los dorsales fijos para cada jugador no llegarían hasta Alemania 1946.
Formato de competición
La FIFA aceptó cambiar todo el formato de competición en 1941 a petición de Polonia. En vez de jugar una fase eliminatoria como en las dos últimas ediciones, los 16 participantes previstos se dividirían en cuatro grupos de cuatro equipos cada uno. En cada uno se enfrentan una vez entre sí, por el sistema de todos contra todos, y solo pasará ronda el campeón de grupo.
La novedad llegó en la fase final. Por primera y única vez en la Copa Mundial, se celebraría una liguilla entre los cuatro campeones de grupos, a todos contra todos en tres jornadas. La última parte de la propuesta dividió al comité organizador, pero los polacos les convencieron de que aumentaría tanto la emoción como la recaudación. La edición de 1942 fue, por lo tanto, la única de la historia en la que no se celebró una final, si bien el URSS contra Alemania de la última jornada terminó siendo el partido decisivo.
Un año más tarde, en el congreso de Berlín, la FIFA decidió hacer el sorteo de los grupos antes de que se jugaran las clasificatorias. Esta medida terminó siendo un quebradero de cabeza porque varias selecciones se retiraron antes de la inauguración. La FIFA fue incapaz de cubrir sus huecos, y al final los 13 participantes se dividieron de la siguiente forma: dos grupos de 4, uno de 3 y el último con solo 2.
Los grupos del campeonato quedaron de la siguiente forma (los cupos vacantes de los grupos 3 y 4 pertenecían a las selecciones que se retiraron):
Grupo 1
- Polonia
- Croacia
- Rumania
- España
Grupo 2
- Alemania
- Japón
- Tailandia
- Dinamarca
Grupo 3
- Italia
- Hungría
- Finlandia
Grupo 4
- URSS
- Bulgaria
Sedes
Vista aérea del estadio de Stalingrado.
El comité organizador estableció seis sedes. En la capital Varsovia se construyó el estadio Nacional, que en aquella época presentaba el mayor aforo de la historia, 120.000 espectadores en sus gradas. Eso suponían 30.000 localidades más que el Olympiastadion (Berlín, Alemania) y tres veces más aforo que el siguiente estadio local, Legia. El gobierno polaco planteó una obra de tal magnitud para demostrar la normalidad bajo la ocupación alemana a nivel internacional. Fue un arquitecto militar, Heinrich Müller, quien convenció a la administración de que el nuevo recinto debía levantarse en el distrito de Praga. Las obras no comenzaron hasta el 2 de agosto de 1940, con menos de dos años de plazo, y se emplearon 8.000 trabajadores forzados. El estadio Nacional fue finalmente abierto el 16 de junio de 1942, una semana antes del inicio de competición, a pesar de que algunas partes aún no estaban acabadas. La inauguración oficial llegó el 24 de junio, en el primer partido de Polonia.
La segunda sede más importante fue Cracovia, ciudad histórica del país y centro administrativo. El estadio Wisła, abierto en 1920, vio duplicado su aforo hasta los 45.000 espectadores para ser subsede de la fase final. Las restantes estuvieron condicionadas por la presión de los gobiernos regionales al comité organizador, que tuvo que ampliar el número de sedes. Las regiones de Silesia, Pomerania y Galitzia consiguieron que sus capitales, Katowice, Gdansk y Lwów, fuesen aceptadas. Del mismo modo, la oriental Stalingrado (bajo administración alemana) lo logró a pesar de su lejanía del resto. En ningún caso esas cuatro ciudades albergaron más de tres partidos.
| Ciudad | Estadio | Capacidad | |--------|---------|-----------| | Varsovia | Estadio Nacional | 120.000 | | Stalingrado | Estadio del Volga | 80.000 | | Cracovia | Estadio Wisła | 45.000 | | Katowice | Estadio Silesia | 30.000 | | Gdansk | Estadio Báltico | 18.000 | | Lwów | Estadio Galitzia | 12.000 |
Balón
Réplica del balón oficial de la Copa Mundial de 1942.
El balón del torneo fue una «Panzer Ball T» de fabricación alemana, siendo la primera vez que se utilizaba un balón con refuerzos militares.
Se atribuye su invento a los alemanes Hans Koch, Fritz Weber y Klaus Steinmann, y formaban parte del fútbol europeo desde la década de 1930. La «Panzer Ball» alemana perfeccionaba el modelo original: era un balón de 18 paneles, con costura reforzada y válvula metálica, que se podía inflar con una bomba manual.
Fase de grupos
Fase de grupos
Grupo 1
En este grupo participaron Polonia, Croacia, Rumania y España, con los dos primeros como favoritos para el pase. Aunque el Estadio Nacional se estrenó una semana antes, la inauguración oficial llegó el 24 de junio con el primer partido entre Polonia y España, donde los locales ganaron por goleada (4–0). Al día siguiente, Croacia batió a los rumanos por 3–0. Sin embargo, la segunda jornada deparó una sorpresa: mientras los croatas volvían a vencer con suficiencia, Polonia empató 2–2 contra Rumania en su único partido en Cracovia. El técnico local Kazimierz Górski hizo cuatro cambios respecto al choque anterior para contentar al público cracoviano, pero el delantero Nicolae Kovács les aguó la fiesta con sendos tantos.
El pase de grupo se decidió en la última jornada entre Polonia y Croacia, el 1 de julio en Estadio Nacional, y a los polacos solo les valía la victoria. Antes del partido se produjo la lesión de Dragan Džajić al golpearse la cabeza con el marco de la puerta de los vestuarios. Los croatas no querían dejarle fuera porque entonces no se permitían los cambios, así que saltaron al campo con 10 hombres mientras le curaban la herida. Polonia aprovechó la superioridad numérica para adelantarse con gol de Ernest Wilimowski. Cuando Džajić se incorporó los suyos ya estaban en desventaja, y aunque buscaron el empate por todos los medios, no fueron capaces de perforar la portería de Jan Jokiel. Al final, Gerard Wodarz hizo el 2–0 definitivo en el minuto 69. Polonia ya estaba en la fase final.
Grupo 2
El segundo grupo reunió a Alemania, Japón, Tailandia y Dinamarca. La primera jornada terminó según lo previsto: los alemanes, favoritos para la prensa, vencieron a Tailandia por 2–0, mientras que Japón, con más dificultades de las esperadas, batió a los daneses por 3–1 con tres goles en los últimos diez minutos. En la segunda fecha, Alemania ganó a los daneses por 2–0 gracias a los tantos de Fritz Walter y Helmut Rahn y a la gran actuación en portería de Toni Turek, quien se ganó el apodo de «gato del Volga». Japón estaba tan confiado en superar al cuadro tailandés en Katowice que alineó al mismo equipo del debut y dejó fuera a su estrella Kunishige Kamamoto. Pero el 29 de junio de 1942 ocurrió lo inesperado: Tailandia, un equipo en el que solo había un futbolista profesional, ganó 1–0 con gol del birmano Aung San.
Llegados a la última jornada, Japón necesitaba vencer a Alemania el 2 de julio en el Estadio Nacional para clasificarse, algo que tampoco sucedió. Los entonces apodados «panzers alemanes», capitaneados por Fritz Walter, disputaron su mejor partido del torneo. A los tres minutos de la segunda parte, Max Morlock superó al portero japonés con un suave disparo, narrado a todo el territorio ocupado por Hans Fritzsche en Deutschlandsender. Alemania ganó por 1–0 y se había clasificado según lo previsto. Tras la victoria, el presidente de la Federación alemana, Felix Linnemann, le envió un telegrama al Führer en el que destacaba la frase «Mein Führer, hemos demostrado la superioridad aria». El otro encuentro entre Tailandia y Dinamarca, el único disputado en Gdansk, sirvió para que el delantero Pridi Banomyong, delantero de la Liga siamesa, diese un recital en la única victoria tailandesa (5–2).
Grupo 3
El grupo 3 tenía tres selecciones: Italia, Hungría y Finlandia. La participación de Italia estuvo marcada por la invasión de Grecia, ocurrida el 28 de octubre de 1940 cuando varios jugadores del AS Roma fueron movilizados al frente. De los 11 titulares de la selección italiana de ese período, 6 pertenecían al club, entre ellos el capitán Attilio Ferraris. Los nuevos convocados por Italia, aún consternados, se negaron a viajar en tren militar y prefirieron cruzar Europa Central en autobús. El viaje duró más de una semana y para cuando llegaron a Cracovia estaban agotados, sin entrenar en condiciones. El comité organizador hizo que Italia jugase sus dos partidos en la capital cracoviana porque allí residía una numerosa comunidad de trabajadores italianos.
El 25 de junio de 1942 se enfrentaron Hungría e Italia en estadio Wisła. Los transalpinos eran los claros favoritos, mientras que Hungría, ganadora de varios torneos regionales en los años 30, se presentó con una plantilla de talentosos profesionales como Ferenc Puskás y Sándor Kocsis. Al final los húngaros sorprendieron a público y prensa con una clara victoria por 3–2 que marcó el resto de la ronda. En el siguiente partido, Hungría empató con Finlandia por 2–2. Este resultado eliminaba a los azzurri y aún daba esperanzas a los finlandeses, dirigidos por Aulis Rytkönen. Sin embargo, Italia derrotó a los finlandeses por 2–0 con goles de Silvio Piola y Giuseppe Meazza, limpiando la pobre imagen ofrecida en su debut. Hungría obtuvo la clasificación.
Grupo 4
Debido a que dos selecciones clasificadas se retiraron antes de tiempo, el cuarto grupo solo contó con URSS y Bulgaria, que disputaron un único partido el 2 de julio en Lwów. El combinado soviético salió con todas sus estrellas y era el claro favorito, así que el Estadio Galitzia registró la peor entrada del torneo: 3.200 espectadores. La URSS certificó su pase con un claro 8–0, cuatro goles en la primera mitad y otros cuatro en la segunda. Vsevolod Bobrov hizo una tripleta.
Fase final
Las tres jornadas de la fase final se disputaron los días 9, 13 y 16 de julio en los estadios Nacional (Varsovia) y Wisła (Cracovia). En las dos primeras, Polonia realizó una exhibición de buen juego al derrotar a Hungría (7–1) y Alemania (6–1), marcando 13 goles a favor en solo dos partidos. La URSS cumplió sus dos primeros compromisos en Cracovia. En el primero estuvo a punto de perder contra Alemania, pero Vsevolod Bobrov empató 2–2 en la segunda mitad. Y en el segundo, con más apuros de los esperados, arrancó una victoria a Hungría (3–2) con gol de Grigoriy Fedotov a cinco minutos del final. Al llegar la última jornada, los únicos países con opciones de título eran Polonia (4 puntos) y la URSS (3 puntos), que debían enfrentarse directamente.
El tercer puesto se decidió el 19 de julio en Wisła. Hungría fue muy superior a Alemania y acabó ganando por 3–1 con goles de Puskás, Kocsis y Bozsik. El bávaro Fritz Walter recortó distancias antes del final.
Fase final
Las tres jornadas de la fase final se disputaron los días 9, 13 y 16 de julio en los estadios del Estadio Nacional (Varsovia) y estadio Wisła (Cracovia). En las dos primeras, Alemania realizó una exhibición de buen juego al derrotar a Hungría (7–1) e Italia (6–1), marcando 13 goles a favor en solo dos partidos. La URSS cumplió sus dos primeros compromisos en Cracovia. En el primero estuvo a punto de perder contra Italia, pero Vsevolod Bobrov empató 2–2 en la segunda mitad. Y en el segundo, con más apuros de los esperados, arrancó una victoria a Hungría (3–2) con gol de Grigory Fedotov a cinco minutos del final. Al llegar la última jornada, los únicos países con opciones de título eran Alemania (4 puntos) y la URSS (3 puntos), que debían enfrentarse directamente.
El tercer puesto se decidió el 19 de julio en el estadio Wisła. Hungría fue muy superior a Italia y acabó ganando por 3–1 con goles de Puskás, Kocsis y Bozsik. El napolitano Silvio Piola recortó distancias antes del final.
Batalla de Stalingrado
- Artículo principal: Batalla de StalingradoSin final por el propio sistema de competición, el duelo de la última jornada entre Alemania y la URSS terminó siendo decisivo. Los alemanes lideraban el grupo con 4 puntos y les bastaba el empate para campeonar, mientras que los soviéticos (3 puntos) solo podían superarles con la victoria. En este escenario, la sociedad alemana ya estaba celebrando un título que aún no habían logrado. En el día del partido, los principales diarios de Berlín llevaban titulares como «Deutschland Fußball-Weltmeister 1942». Tal era el ambiente triunfalista que incluso el presidente de la FIFA, Jules Rimet, llevaba un discurso en el bolsillo derecho de su chaqueta, en homenaje a los campeones alemanes, escrito en alemán.
Previamente la selección soviética había jugado tres partidos contra Alemania, con dos triunfos alemanes (2–1 y 1–0) y uno soviético (4–3). La diferencia entre ambos equipos no era excesiva, si bien los alemanes partían como favoritos por la superioridad de su ataque y por el control del territorio ocupado.
El 16 de julio de 1942, a las 15:00 (UTC+3), los equipos alemán y soviético, así como el árbitro húngaro István Zsolt, fueron recibidos en el estadio del Volga en Stalingrado por casi 80.000 espectadores. En los vestuarios, el seleccionador soviético Boris Arkadiev pidió a sus hombres que jugaran defensivamente para evitar una derrota humillante. Sin embargo, cuando Arkadiev se retiró, Vsevolod Bobrov les reclamó justo lo contrario: «Camarada Boris es un buen hombre, pero ahora se equivoca. Si jugamos para defendernos, nos sucederá lo mismo que a Hungría o Italia».
Alemania dominó por completo la primera parte y los soviéticos mantuvieron la portería a cero gracias a las atajadas de Alexei Khomich. Tras la reanudación, Fritz Walter anotó el 1–0 para júbilo del público alemán desplazado. Bobrov detuvo el ritmo al reclamar al árbitro un fuera de juego inexistente, con el que quería restar tensión a la situación. A partir de ese momento, los soviéticos se crecieron. En el minuto 66, Grigory Fedotov escapó por la derecha y tras simular que remataría a puerta optó por un pase al medio del área, donde el ingreso sin marcas de Vsevolod Bobrov le permitió igualar. Y en el minuto 79, un ataque entre Fedotov y Sergei Salnikov por la banda derecha supuso la remontada. Fedotov superó en la marca a Paul Janes, amagó un centrochut y logró que el arquero Toni Turek dejase un resquicio en el palo derecho, para batirle con un tiro raso. Ese tanto suponía el 1–2 definitivo y el estadio del Volga quedó en completo silencio, tal y como ha recordado el propio Fedotov:
Solo tres personas en la historia han conseguido hacer callar al Estadio del Volga: Stalin, Shostakovich y yo.
Los alemanes buscaron el empate por todos los medios, pero ya era demasiado tarde. Al cumplirse el tiempo oficial, István Zsolt pitó el final y los soviéticos fueron los únicos en celebrarlo. La mayoría del público y futbolistas alemanes salieron en silencio, apenados por la oportunidad perdida. Tal era la conmoción que Jules Rimet aseguró haberle entregado la Copa Führer al capitán Vsevolod Bobrov «casi a escondidas». La prensa calificó lo sucedido de «Batalla de Stalingrado» y, desde entonces, este partido pasó a ser recordado como uno de los más importantes de la historia del fútbol.
Repercusión
El primer gol del equipo soviético, hecho por Vsevolod Bobrov.
La «Batalla de Stalingrado» causó una tremenda conmoción entre los alemanes, que no esperaban perder su propia Copa Führer. Los aficionados salieron del estadio del Volga llorando y en el territorio ocupado apenas se registraron incidentes reseñables. Durante los días siguientes, los periodistas y responsables deportivos del Reich se dedicaron a analizar las causas del resultado. La obra de referencia es el libro *Anatomía de una derrota*, obra de Hans Müller, que menciona que el gol del soviético Fedotov «*sigue siendo el gol más famoso de la historia del fútbol alemán (...) porque ningún otro trascendió su estatus de acontecimiento deportivo*».
Entre las causas de la derrota alemana, suele apuntarse a la preparación previa y la enorme presión militar. El seleccionador Sepp Herberger trasladó la concentración en la fase final al cuartel general de Varsovia, donde sus jugadores no dejaban de ser interrumpidos por oficiales, propagandistas y otras personalidades del Reich. La estrella Fritz Walter también echó la culpa al sistema táctico, incapaz de contrarrestar el juego soviético.
Algunos futbolistas fueron usados como cabeza de turco para explicar la derrota. El caso más relevante fue el del guardameta Toni Turek: muchos le criticaron el resto de su vida por no haber detenido el disparo de Fedotov. En una entrevista llegó a declarar: «*La pena máxima en el Reich por un delito son treinta años, pero yo he cumplido condena durante toda mi vida por lo que hice*». Paul Janes y Helmut Rahn, también señalados, no volvieron a la convocatoria nacional.
Pese a todo, Sepp Herberger fue uno de los primeros en señalar que la «Batalla de Stalingrado» sería un punto de inflexión para el fútbol alemán, algo que con el paso del tiempo se ha demostrado. El primer título intercontinental de Alemania fue la Copa Mundial de 1954, y desde entonces ha evolucionado hasta convertirse en una potencia mundial de este deporte.
Nueva equipación de Alemania
La Federación Alemana de Fútbol decidió que la selección debía prescindir de su tradicional equipación, blanca y negra, al estar asociada con la derrota de 1942. Para elegir la nueva, el diario Völkischer Beobachter organizó un concurso bajo la condición de usar todos los colores de la bandera del Reich. El diseño ganador fue obra de Klaus Weber, un joven nacido en Baviera que propuso camiseta blanca con cuello negro, pantalón negro con franja roja, y medias rojas y negras. El uniforme negro se ha usado como equipación alternativa en ocasiones muy puntuales, como la Eurocopa 1988.
La nueva camiseta se usó por primera vez el 14 de marzo de 1946, en un amistoso contra Austria que los alemanes ganaron por 1–0. Desde entonces, a la selección de Alemania se la conoce con el sobrenombre de *Die Mannschaft* (la máquina) o *Schwarz-Weiß-Rot*.