[[Imagen:Bioshock Infinite logo.png|180px]]
< Portada de Incijuegos < Inicio de «Elmaiden666»
Escape.
Le ordenas a la chica que llame el ascensor, el cual estaba en el primer piso. Hasta que finalmente llega juegan tres partidas de póker, dos de black jack, y una de ajedrez. En el momento en que se abre la puerta del mismo, ese pajarraco gigante lo abre y lo destroza, enviándolo de vuelta al primer piso. Intenta acercarse a ti, pero usando toda tu sensualidad, logras que el animal huya despavorido. Él se lo pierde.
Corren hacia las escaleras lo más rápido posible, hasta finalmente llegar a una salida. Bueno, no exactamente. Es una puerta que conduce a una caída libre de al menos trescientos metros. Nada que no se pueda solucionar, por lo que haciendo abuso de tu destreza, coges a la chica del trasero y saltas hacia unos caños que sirven de carreteras. El pájaro, por su parte, sigue ensañado con aquella estatua. Pobre inocente, destruyendo una estatua que ha de costar millones de dólares. Más que inocente, maldito terrorista iraní.
Finalmente, repara en tu presencia y comienza a perseguirte, destroza los caños y caen hacia un mar flotante. La caída debería haberte matado, pero como esto es un videojuego, la gravedad puede irse a tomar por el culo. Te despiertas en una playa, buscando a Elizabeth, que está bailando y haciendo el ridículo frente a un montón de gente que aplaude, el hecho de que sean todos hombres barbudos, fumando habanos y manchados de grasa inquieta tu mente, aunque no logras descifrar el porqué. Le mientes diciéndole que la vas a llevar a París, a lo cual la joven responde que sí, lo que sea, y te la llevas a comprar pasajes de la primer línea aérea que encuentren. Genial, tendrán que esperar unos varios años hasta que se inventen los vuelos comerciales.
Durante la espera, decides reservar los boletos pero por alguna razón el tipo que debe vendértelos está sordo y afilando un cuchillo. Lo oyes Musitar cosas relacionadas al falso profeta, así que le tocas el hombro con la pistola pero accidentalmente le disparas en la cara, a lo que el tipo responde clavándote el cuchillo en una mano. Genial, sigues llamando la atención, y ahora todos en la ciudad saben de tu presencia, además de que secuestraste a una adolescente. Tu currículum no para de mejorar. Haciendo uso de tu diplomacia, matas a todos y la chica sale espantada.
Tras perseguirla y robar un barco flotante, ingresas al Salón de los Héroes, en el que encuentras una nave que los llevará hasta París, pero no tiene energía. Para usarla, debes tomar otro líquido misterioso que te convierte en un sith, pero el único que lo tiene es un viejo y gran amigo tuyo, llamado Cornelius Slate. El problema es que lo único que hace es enviarte hordas y hordas de soldados para matarte.